Partida Rol por web

Salieron a la calle Mei y él con la clara misión de observar los alrededores del edificio y sacar cualquier información sobre la zona que pudiera serles de utilidad.

Jeff decidió empezar por el perímetro del bufete de abogados. Le pidió a Mei que le pasara una mano por el hombro y avanzaran los dos juntos, haciéndose pasar por una pareja de enamorados. C1FR4 sacó el teléfono móvil y empezó a hacer fotos con él. La idea era pretender que pareciera que una parejita se estaba haciendo unos selfies con un edificio realmente impresionante como fondo. Fotografió así los coches y las motos aparcadas, asegurándose que las placas con los nombres escritos¹, usadas para reservar las distintas plazas para sus dueños, eran bien visibles. Sacó además fotos del edificio y de la valla que lo bordeaba.

Mei y él representaban su papel. Unos modernos enamorados preparando las imágenes con las que presumir luego en Facebook e Instagram.

Esta táctica tenía además otra posible ventaja para su tarea. Si había partes del edificio que guardaban algún tipo de detalle confidencial, los guardas se encargarían de llamarles la atención y de esta forma sabrían que partes podrían ser especialmente interesantes.

Las fotos eran enviadas automáticamente a su buzón de Dropbox, creando copias de seguridad².

Mei siguió a Jeff en el jueguecito de los selfies sin demasiado interés excepto cuando se acercaban a los guardias, en ese momento saco las fotos con el mayor descaro posible, como si quisiera que les descubriesen.

- Cariño, este edificio es un horror. ¿No habrá algo más bonito por aquí cerca? - preguntó en una ocasión cuando dos guardias estuvieron lo bastante cerca como para oírles.

Mientras tanto su cabeza estaba en los edificios cercanos, las alturas, vientos, lineas de tiro, zonas de reflejo, zonas oscuras, coberturas probables y en general estudiaba la entrada del edificio como si fuera un campo de tiro.

C1Fr4 consiguió bastantes fotos del edificio. Notaron que, en la parte frontal del mismo, no había ningún guardia vigilando, lo que significaba que todos estarían en el interior. Cuando se acercaron al muelle de carga el guardia del interior salió y les llamó la atención.

—Chavales, esto es un despacho de abogados, no la plaza del reloj. Si necesitais algo, la puerta está por allí —dijo señalando la entrada principal.

Ocurrió lo mismo cuando intentaron acceder a la parte posterior del edificio pero, en esa ocasión, la voz del guardia vino de una de las cámaras situada en una esquina del edificio y que, en ese momento, les enfocaba directamente.

La parte frontal de edificio era muy despejada y Mei concluyó que las posibilidades de tiro en esa zona serían remotas. Los edificios circundantes estaban bastante separados del bufete. A unos quinientos metros al oeste había un gran edificio de oficinas que daba inicio a una calle plagada de edificios comerciales. Parecía que el edificio de SMR estaba aislado de los demás.

No llegaron a ver la parte de atras¹ y, por tanto, tan solo tenían las indicaciones del plano de Nováková.

Mei y Jeff, tras ser acosados por los guardias decidieron llevar su amor al descampado que daba a la zona trasera del edificio. La joven tuvo que resistir su impulso de tirar al suelo a Jeff y hacer que los guardias se fijaran en ellos: ya habría tiempo más adelante para la acción.

La pareja caminó alrededor de la valla del edificio. La parte posterior era un jardín un tanto asilvestrado. Se notaba que esa parte no la cuidaban con esmero.

Por ahí no había cámaras pero tampoco ningún acceso al edificio. Algunas de las ventanas de los pisos superiores daban a esta zona. Lo único relevante era un espacio rodeado de un pequeño muro^(31,10) donde algunos miembros de la empresa salían a tomar un café o charlar en su momento de descanso. El muro no levantaba un metro del suelo y hacía únicamente de separación con el resto del jardín. Esa zona estaba más cuidada e incluso los árboles que la rodeaban se veían más lustrosos.

Después de dar una vuelta de la manera más disimulada posible alrededor del edificio, C1FR4 se sintió aún más decepcionado. Por increíble que pareciera en una metrópoli como era Berlín, el inmueble estaba erigido en un descampado de enormes dimensiones. No había nada a su alrededor, salvo quizás algún que otro árbol, con la altura suficiente y a una distancia adecuada para apostar a unos tiradores que pudieran apoyar las maniobras de sus compañeros en tierra. Definitivamente, si Mei y él tenían que ayudar en una posible misión de incursión en las oficinas, habrían de hacerlo a pie de suelo, acompañando al resto.

– Yo no veo nada realmente útil, Ojitos. –se dirigió a su compañera de manera amable–. Si acaso ese muro de ahí… Esta cerca de la valla, no es muy alto y hay una puerta de acceso al edificio. Pero no sé. Nuestro plan no es tomar por asalto las oficinas. No se me ocurre de qué forma puede sernos de ayuda.

La joven asiente.

- Creo que la única opción de tiro es desde el helicóptero. - comenta - Yo no tengo equipo para disparar desde más de 500 metros de forma fiable. - añade diciendo lo evidente - Y no tenemos tiempo para hacernos con el - dice con tristeza encogiéndose de hombros.

- Será una buena oportunidad para mejorar el combate cuerpo a cuerpo - mientras habla le da un puñetazo suave en el hombro a Jeff - He estado haciendo unas practicas.