Partida Rol por web

Akira escuchaba atentamente a Lana. La mujer, aparentemente dolida por las continuas dudas y acusaciones sobre su procedencia, devolvió la desconfianza a base de preguntas.

- Señorita Saunders, no creo que...

EL sonido de un golpe que hundió el metal del vagón detuvo la conversación de inmediato y Akira echó mano a sus subfusiles inmediatamente. ¿Qué coño era eso? ¿Aquí también?

El sonido del metal abollándose comenzó a repetirse en los lados del vagón donde los soldados de la BSAA se encontraban. Estaban rodeados y a saber de qué criatura se trataba. 

- Cuidado... estamos rodeados... ¡Yo me ocupo de la derecha!

El sonido del subfusil se escuchó fuerte entre las cuatro paredes metálicas directo a uno de los lickers que se habían hecho con el tren. ¿Qué hacían esas criaturas aquí abajo? Su aspecto era horroroso. Las marcas de sangre producidas por su cuerpo sin piel se quedaban en todas las partes donde el BOW tocaba. Habría que evitar aquellas garras y sobre todo su afilada lengua.

- ¡Rápido, hay que acabar con ellos, no podemos escapar!

Ni me digno a contestar al llanto de la civil cuando de repente algo entra por la ventana.

Yo ya no sé para que vigilo si siempre llegan por donde no estoy mirando...

Sin embargo no me dejo llevar por la sorpresa o el miedo del momento y desenfundo rápidamente mi pistola mientras confirmo que he entendido lo que ha dicho Akira, por lo que me centro en el flanco izquierdo y disparo contra el más cercano.

Escucho los reproches de la mujer, sintiendo cierta compasión, pero entendiendo que nuestras suspicacias eran legítimas. Sirve de poco quejarse. Si quiere que confiemos en ella, tendrá que demostrarlo con hechos, y a largo plazo. Este lugar no es bueno para empezar a confiar en alguien que se ha codeado con enemigos durante tanto tiempo.

Cuando el sonido del metal rompiéndose en el techo me alcanza, llevo la mano al rifle de asalto, de forma torpe. Estoy acostumbrado al de la BSAA y aunque una AK47 pudiese ser muy estándar, su diseño no se parecía en nada. Lucho un poco con los dedos por agarrar bien la culata, mientras mis compañeros empiezan a abrir fuego. Maldigo cuando lo hacen, consciente de que aquellas alimañas se guían mejor por el sonido que por la imagen.

-¡Son lickers!-Grito, ya es inútil tratar de esconderse, tras tanto disparo-¡Son ciegos, para la próxima, mejor esconderse y quedarse en silencio!

Aprieto los dientes, viendo como van entrando más y más. En un espacio tan pequeño estábamos perdidos. Cojo de la mano a la civil y corro hacia la puerta que conectaba con el siguiente vagón.

-¡Por aquí!-Llamo para que todos pasen, y preparo una granada en la mano, mientras me cubro tras la pared del vagón contiguo, empujo a Lanna para que se esconda debajo de los asientos y saco con la otra la pistola.-¡Vamos, no tenemos mucho tiempo!-

Con las protecciones habituales ya era prácticamente un suicidio enfrentarse a un par de lickers. Seis era un despropósito. Y más teniendo en cuenta que yo no disponía de ellas. 

Aunque suelto un ligero suspiro de alivio al ver que las puertas funcionan y se cierran, tengo claro que no podemos perder el tiempo. Miro el cuadro de mando y dejo caer los hombros, ligeramente decepcionado. ¡Esto podría llevarlo hasta uno de esos cabezones de fuera o los monos de antes! Claro que nunca he llevado un tren... Será divertido. Con una ligera sonrisa, le doy por inercia al botón de las cámaras del túnel. Yyyy se me tensa la sonrisa.

- Oh-oh. - digo simplemente, haciendo todas las comprobaciones antes de darle a la palanca hacia delante e ir ajustando la velocidad - Bienvenidos a trenes Kow... - empiezo con una sonrisa, antes de cortarme y mirar a la Sargento - Lo siento, esto es urgente. Hay otro vagón por nuestra vía y voy a intentar que no nos convirtamos los dos en uno extra largo. Lo digo por si no soy tan suave esta vez... - Claro que si ellos también tienen compañía... - ¡Claro que las buenas noticias son que a lo mejor son nuestros amigos!

Siempre positivo, nunca negativo. Así que sin dudar, pego un acelerón para intentar alcanzar lo antes posible la velocidad del otro vagón, esperando que no decida darnos por detrás... Jeje, no debería pensar en eso ahora.

Riahnna continuaba en tensión, apretando el fusil de asalto a la espera de que el vagón se pusiera en movimiento. Su mirada se posó de inmediato sobre el piloto cuando vio que empezaba con lo que parecía ser su firma personal cada vez que tenía que manejar, pero esta vez Kowalsky demostró que sabía leer a su público.

-Ponnos en movimiento.- Se limitó a decir, buscando una posición desde la cual pudiera disparar al exterior sin peligro de caerse del mismo en un bamboleo inesperado, y esperar a tener a rango a los malditos lamedores antes que saltaran hacia su vagón.

El interior del vagón se convierte en un caos de disparos y criaturas saltarinas. Akira consigue hacer un agujero en el pecho y destrozar una de las patas traseras de un lamedor, que empieza a chorrear sangre rojo negruzca por la destrozada femoral. Para un humano sería una herida fatídica, pero la bestia simplemente abre la boca y con un rugido lanza su lengua monstruosa contra el japonés. Al mismo tiempo la otra criatura que había entrado por la derecha también intenta apresar a Akira con la lengua.

Los disparos de Sasha sólo consiguen hacer pequeñas heridas superficiales en la masa encefálica y la mejilla de una de las criaturas de la izquierda, consiguiendo enfurecerla y hacer que salte sobre ella intentando destriparla con las garras. Otra de las criaturas salta al mismo tiempo sobre la francotiradora.

Even aprovecha la confusión para coger de la mano a Lana y cruzar hacia el segundo vagón. Dos lamedores intentan aferrarla con sus lenguas desde las ventanillas. El primero falla al apuntar al cuello de la mujer mientras que el segundo sólo consigue darle un golpe en las costillas que la deja por un momento sin aliento pero sigue a Even hasta que éste se agazapa junto a la puerta con la granada preparada.

Hay un momento de luz cuando el tren cruza a toda velocidad la estación a la que pretendía llegar Even. Poco después se ven las luces rojas de la parte trasera de otro vagón que está acelerando para evitar la colisión...

El vagón empieza a acelerar entre zumbidos de su motor eléctrico, llegando a su velocidad máxima en poco más de un minuto. El tren desbocado no tarda en situarse detrás del vagón amenazando con chocar. Desde la ventanilla trasera Riahnna puede ver que en el tren viajan Akira y Natasha acompañados de dos personas con ropa de civil a los que no logra identificar mientras hacen lo posible por combatir a una manada de lamedores que han entrado en el vagón.

Un ruido sordo se escucha desde el techo seguido de un chirrido de uñas. Parece que en el vagón se ha colado un pasajero más...

Aquellas criaturas, eran igual de rápidas y resistentes. Sus ataques eran peligrosos y mortales, aquellas lenguas afiladas podrían atravesar a una persona en un instante. Pero Akira, entrenado para este tipo de situaciones, consiguió esquivar ambos ataques y sacar un buen contraataque.

Si aquellas balas no lograban acabar con aquella criatura... tendrían que cambiar de plan.

- ¡Si no caen tendremos que retroceder, juntarlas a todas en un vagón y volarlo con los explosivos podría ser una opción!

Comentó el japonés, como si fuera fácil, mientras disparaba para acabar con aquellos lickers.

Tiros que solo rebotan contra el hueso de esas criaturas, no sé para que me molestaba. Por su parte los subfusiles de Akira si que parecían tener algún éxito pero claramente nos superaban en número así que retrocedo siguiendo las indicaciones que había dado el doctor preparada para cerrar la puerta cuando este último dejara caer la granada.

Por otro lado las luces rojas de delante dejaban claro que los problemas continuaban... al fin y al cabo los controles estaban al otro lado con 6 BOWs y una explosión de por medio.

Suelto un siseo entre dientes al ver lo cerca que se ha quedado el vagón de nosotros, pero casi se convierte en alivio al ver quiénes van dentro. Me falta Doc... Pero ahora lo tendremos más fácil entre todos. Me contengo por saludar con la mano, no queriendo distraerles y doy un respingo al escuchar las uñas sobre el vagón. Cómo no, está claro que estos bichos no tienen respeto por las cosas con motor... Ays.

- Sargento, creo que nosotros solo llevamos uno encima, así que tal vez los demás necesiten más ayuda... - comento lo suficiente alto como para que me escuche - Yo me puedo encargar de las cosas por aquí.

Le guiño el ojo con una sonrisa de confianza y vuelvo a comprobar los mandos del vagón. Primero las cámaras, no vaya a ser que nos la peguemos en breves... Busco algún punto "final" en las cámaras o al menos comprobar si estamos en un circuito cerrado y luego compruebo si puedo mantener el vagón a la misma velocidad sin tener que estar pendiente, por si algún visitante decide pasarse a saludar.

Una vez todos están dentro, y Natasha va a cerrar la puerta, lanzo la granada con fuerza para que acabe cerca de los lamedores. Cuando esta se cierra, me doy la vuelta y chillo.

-¡Al suelo!-Me lanzo cuerpo a tierra y ruedo a un lado para colocarme debajo de la fila de asientos más cercana. Esperaba un buen KABOOM, así que mejor asegurarse de que no me caía nada encima desde demasiada altura. Me aseguro, cuando llego a mi destino de que Lana se mantiene donde la dejé, a cubierto y en un lugar seguro, y hago señas al resto para que busquen cobertura EN SEGUIDA.

Los disparos de Akira destrozan un hombro y atraviesan diagonalmente la cabeza del primer monstruo, que cae fulminado al instante. Sin embargo Sasha no tiene tanta suerte y, tras esquivar a una de las criaturas que le atacaban con las zarpas, la otra le alcanza en un brazo mientras ella se retira a la seguridad del segundo vagón. Even lanza la granada mientras cierra la puerta antes de que los monstruos tengan tiempo a derribarla.

La explosión sólo se siente como una pequeña sacudida en la estructura del vagón. Después los rugidos de las bestias del otro lado quedan completamente silenciados hasta que se empieza a escuchar el repiqueteo de más garras sobre el techo del vagón, recordando al equipo que todavía quedan al menos dos de esas criaturas enganchadas...

Riahnna se queda escuchando atentamente los movimientos del monstruo sobre el vagón - Debe ser el alfa de la manada. Son mucho más grandes, duros y agresivos que los otros - La boca de su rifle se dirige hacia el techo y se va desviando hacia la parte delantera - ¡Kyle, cuidado!

La luna delantera del vagón estalla en un millón de pedazos cuando una enorme zarpa lo atraviesa buscando al piloto...

Enciendo la radio y empiezo a hablar, esperando que puedan oírme desde el otro lado.

- Esto... ¡Aquí K, vuestro conductor favorito! Sólo es para informaros de que la Sargento y yo estamos bien y que os echaremos una mano en cuanto podamos. Por cierto, saludos desde el vagón de delante. ¿Alguno podría decirme qué coño ha pasado para que vayáis con tantas prisas?

Demasiado distraído estoy con la radio como para darme cuenta de que la Sargento me está encañonando. ¡¿Pero qué he hecho esta vez?! Me aparto a un lado casi al mismo momento que una enorme zarpa roja atraviesa el cristal del vagón. Al principio la miro con sorpresa pero luego mi mirada se va torciendo una de odio y mi mueca de sorpresa termina en una de asco mientras tiro del fusil para apuntar contra el bicho.

- ¡Pero vamos a ver! ¡Dejad a mis bebés en paz! - rujo, encañonando directamente a ese cerebro feo y prominente. Por un momento, la mirada se me nubla de rojo y noto la mandíbula temblando por la ira, pero me da igual. Merece quebrarse en tantos trocitos como los del cristal... - ¡LAS LUNAS NO SE TOCAN!

A pesar de la herida y la sangre lo único que se nota en la soldado es un pequeño gesto en el rostro, fría hasta en la situaciones más límites. Termina por cruzar la puerta y cuando al fin Akira cruza la puerta la cierra al momento que Even tira la granada. Una explosión y silencio si no fuera por las garras que se oían en el techo y la puñetera radio. Suspiro en voz baja intentando seguir el consejo del doctor ante la situación.

No estaba segura de si eso iba a servir de algo pero al menos el silencio hacía predecible saber por que ventana iban a entrar en caso de que nos tuvieran localizados, así que preparo el rifle para volar la cabeza al primero que aparezca...

Antes de que Riahnna llegara a apuntar a la criatura que se lanzaba contra el piloto, éste lograba acertarle exitosamente en la cabeza. La sargento no tardó en ponerse a su lado apuntando por el agujero en el cristal para asegurarse que no había sobrevivido. Soltó un suspiro de alivio al ver que de momento estaban bien.

-Gran trabajo. Recuérdame no meterme con tus juguetes luego.- Por primera vez, hubo el asomo de una sonrisa en los labios de la mujer. Pero se recompuso enseguida. Volvió a mirar hacia el techo, atenta por si escuchaba a otro de aquellos bichos moviéndose. -Desde aquí no puedo ayudar a los del otro vagón, veré si hay algún modo de conectarlos.- Dijo, dirigiéndose con cuidado hacia el fondo del vehículo.

El fulgurante disparo de Kyle hace desaparecer la aberrante cabeza del monstruo, cuyo corpachón empieza a deslizarse hacia abajo por el morro del tren... hacia las ruedas...

El primero de los vagones descarrila súbitamente. La carrocería aúlla al rozarse contra el suelo del túnel, iluminado por la lluvia de chispas metálicas. El viaje termina abruptamente cuando el vagón choca contra una pared y el otro vagón choca contra él a toda velocidad...