Partida Rol por web

Aunque el zombie fue abatido, logró morder a Lloyd. Aunque sentía el peligro en el que estaba, el agente decidió ofrecer ayuda a su compañera, ya que parecía estar complicada su lucha. Apuntó su cuchillo con vigor hacia el objetivo más de una vez.

No se encontraba demasiado bien, tuvo suerte de toparse con aquella extraña llave, pues sentía que de un momento a otro iba a caer rendido por las heridas que llevaba encima. No se paró a rebuscar más por la habitación, debía acabar de explorar lo que había en lo que seguramente serían las duchas y luego reunirse con sus compañeros para poner en conocimiento de todos sus hallazgos.

En cuanto abriste la puerta que daba lugar a las duchas encontraste que todo estaba repleto de algo de vapor, como si hubiese sido usada hace menos de 30 minutos. Lo curioso también era como justo en mitad de aquella instalación había un gigantesco charco de sangre con una pastilla de jabón justo en medio...

.

..

...

En el techo pudiste observar a una criatura grotesca que goteaba una sustancia gelatinosa. Lo más llamativo no era ya de por sí su lengua afilada que podía medir casi un metro, sino sus afiladas garras que hacían un tintinar escalofriante en su contacto con la superficie.

Meyers había logrado abatir a uno de los zombies después de gastarse casi toda la munición de escopeta, moviéndose hacia un lado mientras disparaba como una condenada. Todo hubiera quedado muy peliculero si no fuera porque cuando se dispuso a cargar su escopeta con los restantes cartuchos fue sorprendida por otro cadáver andante.

Angela interpuso la escopeta entre ella y la criatura, que parecía tratar de morderla, abriendo y cerrando la boca. La oficial cayó hacia atrás, llevándose al zombie con ella, que permanecía sobre la misma tratando de incarle el diente.

-¡Lloyd, aquí!- Le gritó, sus ojos brillaron cuando vio a su compañero aparecer como si fuera el mismísimo Jesucristo. Angela seguía en el suelo, casi a punto de ceder ante su asaltante. De su brazo derecho brotaba bastante sangre y parte de su uniforme estaba empapado de la misma, aunque la mayoría no era suya.

Al ver a su xompañera en peligro inminente, y tal vez inspirado por el reciente éxito de su pelea anterior, Lloyd se desplaza con velocidad hacia el zombie que intentaba morder a Angela. Lo toma del cabello y le da dos certeras puñaladas en la nuca. El no-muerto deja de forcejear y es ahora sólo peso muerto sobre la capitana. Con un pequeño esfuerzo extra, Lloyd mueve el cadaver a un costado para liberarla. 

Entró a las duchas, su visión le costó un poco acostumbrarse, aunque quizá habría sido mejor que sus ojos hubieran seguido borrosos, pues al aclararse su vista lo primero que vio fue un escalofriante ser colgando del techo, parecía sacado de las mismísimas novelas de Stephen King. Su pulso se aceleró, su respiración se entrecortó, el pecho lo notaba mucho más pesado; había visto cosas horribles en las calles, pero nunca algo así de horripilante. Debía salir de allí, sus heridas y la falta de munición lo habían dejado en una situación critica, pero si encima debía luchar contra ese horripilante ser se sentía condenado.

Se levanto de debajo del cadáver ya inerte con la ayuda de Lloyd y por fin pudo respirar con alivio, al menos por unos instantes. 

-Te debo una Nielsen, ¿Donde está Green? ¿Logró llegar a su objetivo?- Le preguntó, tratando de enmascarar el miedo que corroe su cuerpo, una líder no puede dejarse ver débil ante sus subordinados, ¿Verdad?

-Deberiamos... Deberiamos continuar juntos y... Tratar de reagruparnos con él, la idea de separarse no resultó tal y como yo pensaba... ¿Estás conmigo?- Dice, ya preparando la escopeta que recogió del suelo e introduciéndole los últimos cartuchos que le quedaban.

-Voy corta de munición, que lo sepas.-

Aquella horrible criatura podría haber asustado incluso al más veterano soldado de vietnam, Jack no fue una excepción, así que salió corriendo y volvió a los vestuarios.

Cerró la puerta rápidamente, su respiración era muy agitada, estaba muy nervioso. Buscó desesperado algo con lo que bloquear la puerta, intentó mover alguna de las taquillas, poniéndolas contra la puerta a modo de barricada. - ¡¿Pero qué cojones era eso?! -no pudo evitar gritarlo, su corazón iba a mil por hora.

Por fortuna, lograste salir ileso de aquel encuentro, cerrando la puerta y bloqueándola como buenamente pudiste.

Con la ironía que lo caracteriza, Lloyd hace un ademán con el cuchillo y responde -Mi arma aún parece bien cargada.-Quizas era esa su manera de recuperar la calma. -Estoy de acuerdo. Siempre que nos separamos es para peor. Vamos a buscar a Green. ¿Pudiste ver dónde fue?

Estaba a salvo, de momento... Tenía una llave nueva, pero estaba incomunicado pues había cedido su radio a Angela. Debía investigar por su cuenta que abriría la llave. "Copia" es la única pista que tenía...

Se dirigió a la sala número 3, quizá la llave sirviera allí.

-¡Green!- exclama Lloyd. -¿Estás bien? ¿Estás herido? ¿Pudiste encontrar algo de utilidad para el aparato de la iglesia?