Partida Rol por web

Revenge Of Death +18

Cementerio

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07/05/2020, 21:02
Narrador

Bienvenidos al cementerio de Tombstone. Aquí descansarán en paz vuestros cuerpos... si es que los logramos recuperar e identificar, después de una bonita y ceremonia. Los demás, irán a una fosa común o si la suerte no está con ellos, acabarán siendo pasto de las bestias.

Como véis, tenemos sitio preparado para empezar a acojeros y... ¡oh! Aquí llega nuestra primera alma descarriada.

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07/05/2020, 21:03
Narrador

Epitafio

Coll Turner

Seguías metido en tus pensamientos, tanto, que ni te diste cuenta de quien tenías cerca tuyo. Al darte cuenta de golpe que te habías quedado solo, te moviste y eso hizo que la serpiente de cascabel que estaba a tu lado, sin previo aviso y tras el susto, se lanzase y te mordise con fuerza en la pierna.

El dolor fue agudo e intenso, pero cuando el veneno entró en tu cuerpo ese dolor aumentó, haciéndote sentir un hormigueo y ardor en la zona del mordisco. La serpiente se alejó de ti al tiempo que tu corazón se aceleraba. Estabas solo, no sabías a que distancia estaban los demás, Tombstone estaba demasiado lejos para llegar a tiempo.

Te subiste el pantalón y viste como los pinchazos de sus colmillos sangraban, la piel comenzaba a decolorarse. No era el tono gris de Irvin, pero podía notar ese cambio de color al tiempo que se empezaba a hinchar la zona. Sabías que ese mordisco era mortal y tenías poco tiempo.

Permaneciste inmóvil unos segundos, sin saber bien que hacer, hasta que optaste por correr y subir sobre tu montura, con el pulso acelerado, haciendo que el veneno se distribuyese a más velocidad por tu cuerpo. Pronto comenzaste a sentir problemas con tu visión, mareos y ganas de vomitar, pero eso no impidió que espoleases a tu fiel corcel en busca de los demás.

La mordedura estaba en la pantorrilla y tú poco podías hacer al respecto. Necesitabas ayuda. Tu pulso se seguía acelerando, ya fuese por los nervios o el veneno de la serpiente y cada vez te sentías peor, te costaba respirar y comenzaste a sentir parálisis en la pierna afectada. Eso no era bueno.

Tu caballo galopaba al tiempo que perdías fuerzas, cada vez estabas más débil y sin querer, te soltaste de las riendas y tu cuerpo se escurrió de la silla sin que pudieses evitarlo. Caíste hacia atrás, al tiempo que tu montura seguía galopando. Lo primero que golpeó en el suelo fue tu nuca, y escuchaste un sonoro crack.

No había que ser un médico para saber que te había pasado. Te habías roto el cuello, pero aún vivías. No sentias nada del cuello hacia abajo, peleabas por respirar y allí te quedaste tendido, a saber cuanto tiempo.

Las primeras en avistarte fueron las aves carroñeras, que descendieron a tu lado y solo se alejaban de ti porque aún movías la cabeza y podías hablar. Pero cuando se dieron cuenta de que solo era la cabeza, comenaron a picotear las piernas. El olor a sangre atrajo a otros carroñeros terrestres: coyotes y sobre tu cabeza comenzaste a ver volar buitres. Eras su festín del día y lo peor de todo era que no podías hacer nada.

Con horror, viste como los animales se enfrenataban unos a otros por coger una porción de tu cuerpo, al tiempo que lograban rasgarte la ropa y acceder a tu vientre. No fue agradable para ti ver como tu intestino era sacado por las fauces de aquellos animales y como los buitres se lanzaba a por su parte. Deseabas con todas tus ganas que el veneno te llevase ya o que las heridas causadas por aquellos animales, aún indoloras, diesen por finalizada tu vida.

Pero lo peor estaba aún por llegar. Débil por el sangrado, casi sin poder mover la cabeza ya, un cuervo se posó sobre tu cara y tras mirarte a los ojos unos segundos, introdujo su pico en uno de ellos. A pesar de cerrar los ojos, sentiste como su pico atravesaba el párpado y como hurgando en la cuenca, logró sacarlo y arrancarlo de tu cuerpo. El dolor fue tan extremo que te hizo gritar con las fuerzas que te quedaban y el ave se marchó con su trofeo en el pico.

Tuerto, casi sin sentido, rogabas a Dios por la salvación de tu alma y dejar de sufrir y lo hiciste, justamente cuando otra ave usó su pico para arrancarte el otro ojo que te quedaba. Dolorido por aquellos animales y sin saber ni ver todo lo que tenías encima quebrando y separando tu cuerpo, te fuiste marchando lentamente.

Al final no supiste que te mató, si el veneno, el descuartizamiento, el dolor de la pérdida de tus ojos o la estupidéz que cometiste al quedarte allí solo y no estar pendiente de lo que te rodeaba. Pero tu cuerpo quedó tirado en medio de aquel camino donde en breve te convertirías en nada más que despojo humano y donde, con suerte, encontrarían tu cadáver en unos días.

 

FIN

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07/07/2020, 13:39
Narrador

Epitafio

Vincent Morrison

Los mordiscos dolían, pero la morfina suministrada por Kane hacía su efecto y Vincent a penas sentía dolor. Iba sentado junto a Noah, quien dirigía la diligencia y estaba atado al asiento por seguridad, puesto que tenía toda la pinta de quedarse dormido y caer de la diligencia en marcha que de otra cosa. Y tal como sospechaban, Vincent se quedó dormido.

Noah seguía conduciendo, mirando la hora de vez en cuando para parar en el momento que Kane le indicó y mirando de vez en cuando a Morrison, quien respiraba profundamente. Lo que Noah no veía, era como su piel se iba tornando cada vez más grisácea según pasaba el tiempo y como se extendía por su cuerpo. El sombrero, el cual habían ajustado para que lo perdiese, ocultaba el rostro del joven así que Noah solo se guiaba por la respiración del chico.

Las horas fueron pasando mientras la diligencia avanzaba por el camino indicado por Curtis y llegaron a la zona del río, cruzando el puente que les dejaba cerca del lugar de acampada de la noche anterior. Noah miró la hora, se había pasado unos minutos y miró a Vincent, quien descansaba como un bendito. Así que decidió apurar un poco más el tiempo y meterse en el lugar de descanso con la diligencia y así descansar allí.

Pero esta vez Noah se confió. Vincent ya estaba muerto cuando hizo aquella parada en el puente y le miró, solo que no se dio cuenta de ello. Bastaron solamente unos minutos para que el resto de la infección afectase al cerebro de Vincent y este abriese unos ojos que se empezaban a tornar blanquecinos. Su piel grisácea ya había ocupado todo su cuerpo y comenzaba a descomponerse al tiempo que su boca se abría en busca de comida y Noah era su aperitivo.

El hombre llegó a saltar de la diligencia, dejando a un Vincent descontrolado y hambriento que ahora enfocaba sus sentidos hacia los caballos y que tiraba con fuerza para alcanzarlos, pero las cuerdas que le sostenían y sirvieron para asegurarse de que no se cayese llegado el momento, ahora eran su trampa.

Emma descendió de la diligencia y al ver a Noah tirado en el suelo y con su cara de horror mirando a Vincent, entendió que algo ocurría. Indicó al charlatán que sostuviese a los caballos y ella misma se subió en la parte del conductor y apuntó con su rifle a la cabeza de un desquiciado y loco Vincent.

El disparo resonó en la zona e hizo salir a varios pájaros volando asustados de su escondite. La cabeza de Vincent quedó quebrada y sus sesos se esparcieron a su alrededor. Pero no soltó nada de sangre...

 

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17/08/2020, 16:37
Narrador

Epitafio

Kezia

La situación estaba muy mal para la gitana. Había decidido apuntar a Kane a la cabeza con una de sus armas mientras que con la otra apuntaba hacia el enfrentamiento entre Kohana y Dan. Kane se quedó helado mirando a la mujer, sobre todo después de haber visto lo que Dan quería hacer con la cabellera de su suegro y la reacción del mismo.

Pero la gitana jugó muy mal sus cartas. El destino había avisado en aquella tirada que quiso hacer sobre sí misma y la misión, haciendo que se cortase con una de sus propias cartas. Pero la mujer no supo interpretar que se derramaría su propia sangre al igual que no miró que carta era la que había provocado aquel corte: el ahorcado.

Si se hubiese molestado en sacar una interpretación a aquella carta, el corte y la que le acompañaba, quizás se hubiera pensado dos veces hacer aquella tontería, pues según apuntó a la cabeza de Kane, las armas de Emma, Noah y Jesse apuntaron a la gitana sin dilación. Solo Marvin se quedó en segundo plano, atento a lo que se les venía encima.

Noah disparó su arma, pero los volantes del vestido de la gitana hicieron que su tiro no fuese lo certero que le hubiese gustado ser y falló por muy poco, dejando solo un agujero de entrada y salida en su vestido. Y cuando la gitana fue a disparar a Kane, fue cuando las palabrás del chamán despertaron. - Di níłchʼi dóó Néʼéshjaaʼ bichʼą́ą́h naaghá do nah-e-thlai.* - Le dijo a Curtis antes de morir delante suyo y complicarse todo de aquella manera.

El ave voló con pericia y valor y sin explicarse nadie como, logró desarmar a Kezia con sus garras. Seguramente las clavó en sus manos para que soltase ambas pistolas y no pudiese disparar a su protegido.

En cuanto el ave se alejó, sonaron dos nuevos disparos. Esta vez el del rifle de Emma y la pistola de Jesse, los cuales no fallaron y ambos dieron en el torso de la mujer, quien, con los ojos aún abiertos como platos tras ver lo que acababa de ocurrir con las armas, se desplomó en el suelo de espaldas.

Curtis, quien había optado por tirarse al suelo y esperar que no le ocurriese nada en medio de aquel tiroteo fue avisado por Emma de que todo iba bien y esté se levantó y escupió con asco el rostro de la traidora gitana, quien tenía su bonito vestido manchado de sangre por toda la parte superior y permanecía con los ojos abiertos y sin vida.

Minutos después, apareció Marvin con una pala y asestó dos fuertes golpes al rostro de Kezia, destrozándola así la cabeza y evitando que se levantase en caso de que fuese una de esas cosas también. Y allí, junto al tipi del chamán, quedó el cuerpo de la gitana expuesto a los elementos y a los animales carroneros.

Como dijo Kane: Ellos también tenían derecho a comer.

Notas de juego

* El espíritu de la lechuza te protegerá y guiará.

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17/08/2020, 17:22
Narrador

Epitafio

Dan "Gambler" Roy

Dan había descuidado su juego y se había hecho demasiados enemigos claros. Desde William que casi le vuela la sesera, hasta Kane o el que le parecía un cobarde: Noah. Solo quedaban para él los que él mismo consideraba carroña: Kezia, Marvin y Santana y sin este último no le quedó más remedio que conformarse con la gitana y aquel que llamaban rata.

Pero el hombre que tanto menospreciaba a Kane y a "los suyos" no supo en que lío se metía cuando el chamán indio, amigo de Curtis, caía muerto a su lado. En sus ojos se vio una extraña codicia o quizás un brillo de locura cuando decidió que la cabellera del chamán, del hombre místico, debía ser suya puesto que sería un amuleto que le traería suerte. Con en cuchillo en mano, con la otra sosteniendo el pelo del muerto y en cuclillas, no fue difícil para Kane hacerle caer de una patada sobre el cadáver de su suegro y amenazó a todos si alguno se atrevía a mancillar su cuerpo.

Mientras Kane hablaba, el chamán despertaba convertido en otro ser, otra cosa de piel grisacea y ojos de mirada perdida, que no necesitó mucha ayuda para dar con la garcanta de Dan y morder en ella, arrancándole un pedazo de carne y masticándolo mientras que el negro gritaba de dolor y se llevaba la mano a la herida incrédulo.

Kane retrocedió sin esperarse que aquel proceso de cambio fuese tan rápido y se quedó en estado de shock no solo por ver a su suegro mordiendo ahora el brazo de Gambler, sino porque Kezia le apuntaba con su arma también.

Ambos hombres muertos, uno en vida y otro en una especie de no vida, forcejeaban en el suelo y Emma no lo dudó y disparó su escopeta, perforando la espalda de Dan con sus balas y dejando caer el cuerpo sin vida del hombre sobre el indio recién vuelto de entre los muertos. Fue Marvin quien, ajeno al lío con Kane, le voló la sesera al suegro del médico cuando este se deshizo del cuerpo de Dan, dejándolo caer a un lado.

Más tarde, después de que los disparos se sucedieran, Marvin se aseguró de que ninguno de los dos nuevos muertos se levantase y golpeó a Dan varias veces con su pala en la cabeza, tras hacer lo mismo con Kezia. Tras el tercer golpe y escuchar un ligero "crack", Rata vio como la mano de Dan se movía hacia su tobillo y con todas sus fuerzas golpeó de nuevo la cabeza del jugador, esta vez destrozándola por completo y dejando a Dan, fuera de juego.