Partida Rol por web

FECHA: 4 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL SOL.

HORA: POR DE LA TARDE.

LUGAR: CUEVAS COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO LIGERAMENTE NUBLADO.

Miro a Muxu, sorprendido por sus palabras. Por supuesto que no podemos regresar. Os recuerdo que quedarnos en la posada y, seguramente, los precios son gracias a haber dicho que encontraríamos al concejal, vivo o muerto. Si volvemos ahora, mínimo de la taberna olvidaos, y probablemente también de cualquier cosa que tengamos encima.

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CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO LIGERAMENTE NUBLADO

La información de Halberd confirmaba parte de mis impresiones. Pero al compañero se le escapaba un detalle. 

- Para Halberd, piensa. Si el primer grupo pasó hace doce días y allí vivían los putos bichos, los seres más guarros que he visto en tiempo. ¿Cómo es que parece que esa zona está más limpia que la del sur, donde han pasado más grupos más recientemente? Una de dos, o ese primer grupo ya ha salido o alguien más recientemente se ha colado. ¿Me equivoco? ¿Y entonces, cómo no se han enterado estos? - dije volviendo a insistir sobre los Skulks. - Estos esconden algo. - sentencié.

Una idea pasó por mi mente. - Tal y como lo veo, sería buena idea sonsacarles. Pero ni tenemos tanto tiempo ni yo estoy en condiciones de sonsacarles, que podría. Pero. - dije dejando en al aire la palabra. - Seguro que alguno de los "compadres", tiene algún truco bajo la manga para saber que se esconde en esas feas cabecitas, ¿eh? - les dije con complicidad.

El albino llevaba un buen rato rumiando meditabundo mis razonamientos. Tal cual una vaca lechera mascando, tragando y volviendo a sacar las ideas una y otra vez de su cerebro hasta tenerlas bien digeridas.

La palabra "pociones" hizo que mi cabeza pivotase mientras hablaba con Emil y Halberd. Muxu parecía lanzar chispas por los ojos en mi dirección. 

- Lo siento nena. No tengo el cuerpo para eso ahora. - le dije con la mirada. Pero oír su propuesta de utilizar los cachivaches que nos habían proporcionado los skulks hizo que mis ojos se abriesen al cielo buscando paciencia.

- Puta vida la mía. Que ganas tiene la gente de joder actuando como un niño ante un botón que no conoce. - pensé exasperado.

Levanté un dedo delante de mi cara señalando a Emil y Halberd indicando que necesitaba un momento y me giré hacia Muxu.

- Por favor, por Dios y por todos los Santos. No uséis nada que no conozcáis sobre ninguna cosa que no entendéis. Si quieres que se analicen esos objetos, yo mismo puedo hacerlo. Solo tienes que pedírmelo bien. Encanto. - le dije con cierta coquetería irritante a Muxu.

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Daeron mantuvo un mutismo largo una vez entregaron los cuerpos de los gremlins a los skulks y estos dieron información y varios objetos al grupo. Meditó sobre los diversos grupos que habían recorrido aquellas cavernas y sobre las evidencias que demostraban que aquellas compuertas daban acceso a una nave. Posiblemente la que se desacopló del módulo de enfermería para descender... y quizás estrellarse. Pero de eso hace mucho tiempo.

Así que fuimos recreados por la maquinaria de un módulo abandonado. Irónico. Recogidos y recompuestos por los restos dejados... de esta misma nave, pensó el arcano, creyendo que quizás en el interior de aquella nave habría respuestas de cómo habían acabado en aquel lugar. Tanto pensar, repentinamente, hizo que sintiera un fuerte dolor de cabeza. De nuevo, los pensamientos que atenazaron al joven durante largo tiempo tras el despertar, parecía que volvían provocándole un aturdimiento y un fuerte dolor de cabeza. ¿Pero qué demonios...? ¿Por qué ahora?, se preguntó observando y escuchando testimonios de sensaciones similares en sus compañeros.

Sobre que los skulks ocultaban información, quizás fuera cierto. Pero como decía Emil no percibía maldad en ello, ya que habían cumplido su palabra con creces. Sencillamente se guardaban cosas para ellos. Aunque no por ello había que ser un pánfilo, comprendiendo las suspicacias de Callahan.

- Tres - dijo obteniendo la mirada de los presentes -. Tres pociones guardo yo. Y si nadie tiene más, es todo lo que queda. Se espera que encontremos al concejal lo más pronto posible. Algo solo al alcance si permanecemos vivos, cosa que dada la situación, nuestro estado de salud, la ceguera de algunos y las escasas provisiones... yo diría que puede tornarse complicada. Que se me perdone si conservo aún algún retazo de autoconservación y autosupervivencia, pero si alguna amenaza nueva surge detrás de esas puertas metálicas, sospecho que será más complicado de lo que nos hemos encontrado hasta ahora. Y dudo que podamos afrontarlo. No así - opinó el arcano.

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-Tenemos límite de vuelta-replicó el borg, señalando algo que le parecía evidente-si excedemos ese límite, tendréis... Tendremos que aguantar la respiración, y por un buen rato-continuó, aún estando seguro a veces de que él no necesitaba todas esas cosas, aunque otras fuera consciente de su fragilidad y humanidad recuperadas.

-Pociones ninguna. Yo puedo continuar, pero seguramente es aconsejable descansar.

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Seguía las conversaciones desde la distancia, pero hubiera sido inútil hablar, porque ellos no la habrían escuchado a menos que gritara, y no había necesidad. Seguía en el rincón en el que los habían dejado, a ella y a Shidi, y seguía ciega, imaginaba que al igual que él.

Equilibrium había aparecido, pero luego había ido a hablar con el resto, por lo que estaban solos, y era mucho mejor no moverse.

No, ella no tenía ya poción ninguna, y como mucho podía dar su impresión acerca de la supuesta nave, y las tarjetas que probablemente fueran llaves. Por lo demás, no tenía mucho que aportar, nada en realidad.

Y su cabeza estaba a punto de estallar. Se recostó en la pared de roca, y siguió esperando.

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Vicky miró a Muxu, que contestaba a su comentario, y negó con la mano. No había sido su intención implicar nada.

- Era un comentario sin malicia, no una crítica a las preparaciones. Simplemente parece que estamos un poco más oxidados de lo que creíamos... - contestó a su compañera.

Vicky seguía escuchando a todos los Rift warriors, sus sugerencias, ideas y deseos. La verdad era que en aquellos momentos Vicky lo único que quería era descansar, comer y dormir. Su cuerpo se lo pedía desde cada rincón, y no tenía la fuerza mental suficiente cómo para negar que eso era lo más sensato. 

Aquella situación no le gustaba nada. Algo escondían los Skulk, pero también algo escondían el resto de involucrados. Parecía que todos aquellos vaivenes a través de las cuevas no tenían relación entre ellos, pero de algun modo todos se habían visto afectados directa o indirectamente por el grupo de la mujer de cabello púrpura. La justice ranger se preguntaba si ellos acabarían igual que el resto de implicados: muertos o desaparecidos. Claramente estaban en desventaja, numérica, pero también en el resto de campos que importaban en la batalla: conocimiento del terreno, tecnología, tiempo de preparación, estado físico y mental de los combatientes. Algunos de sus compañeros parecían tener jaquecas desde hacía unos minutos además de todo el abanico de dolencias y heridas que ya acarreaban.

Por otro lado, volver podía ser contraproducente: ¿Les aceptarían y ayudarían aún de buenas maneras? A pesar de haber derrotado a todas aquellas criaturas, ¿habría nuevos enemigos en aquellas cavernas y no avanzarían más que ahora? Tal vez la misteriosa mujer de cabello púrpura hablaba con los Skuls y les ponían una trampa. La lealtad de aquella tribu parecía ser completamente arbitraria y si les ofrecían algo mejor que matar a un par de sabandijas, se pondrían en su contra sin pensarlo.

- Yo no tengo más pociones. - contestó a la pregunte de Emil - Me tomé la que llevaba encima, pero poco me duró la salud...- contestó intentado añadir algo humor a su tono, pero la verdad era que estaba realmente frustrada con su fala de suerte  (¿O tal vez era falta de habilidad?), - Personalmente no acabo de tener claro si lo mejor es seguir o volver, pero intentando ser práctica sugeriría que aprovechemos el tiempo que nos queda con ese conjuro encima para al menos descubrir algo más sobre esas puertas, discos y tarjetas. Con cuidado, claro. - Añadió al ver lo sensibles que parecían algunos a jugar con esa tecnología. - En el mejor de los casos, abrimos la puerta y no hay peligros acechando al otro lado, encontramos lo que estábamos buscando, y terminamos la misión. En el peor, encontramos amenazas que no podemos afrontar ahora mismo, y nos retiramos para prepararnos con más información de la que tenemos ahora.  - Obviamente el peor de los casos era que explotasen en mil pedazos al intentar abrir aquello o algo tremendamente más poderoso que ellos los matase, pero esa era una situación que no iban a poder evitar aunque diesen la vuelta en aquél instante. No iban a conseguir más información en el pueblo ni un conjuro de inmunidad a cualquier amenaza.

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Levantó el brazo izquierdo extendiendo la falange de su dedo índice para reclamar la atención de sus compañeros.

—Yo tengo la ballesta estropeada y mi fuente de conjuros está casi agotada, necesitaría descansar y volver a memorizar mis conjuros. La magia aquí no funciona como antes, mis capacidades son muy diferentes a cuando era un ley line walker. Si queremos seguir no tengo problemas, pero mi utilidad frente a los problemas desciende mucho... aunque sigo pudiendo hacer luz.

La cabeza empezó a martillearle lo que le hizo soltar un hondo suspiro, mientras parpadeaba intentando reacomodar su mente.

—¿Y si seguimos y encontramos una salida por otro lado que no nos obligue a bucear? —preguntó mientras se acariciaba la frente, intentando en vano calmar el dolor de la cabeza—. Siempre estamos a tiempo de volver sobre nuestros pasos si vemos que se nos está agotando el tiempo y no hemos encontrado nada.

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- ¿Mi opinión? Ok, te la daré, Emil. Opino que estoy hecho polvo y que quiero acostarme en un colchón mullido y beber hasta que la cabeza y mi mano ya no respondan a nada. Pero que no me va a quedar más narices que seguir pensando. - le dije con ganas de sentarme en el suelo. La pérdida de sangre me había dejado la cabeza un poco revuelta, aunque todavía tiraba. Al menos hasta que un jodido chute de recuerdos había sobrecargado mis circuitos hasta dejarlos agotados.

- Pero, si me preguntas que alternativas tácticas, lo cierto es que, si nos marchamos ahora y alguien sale del acceso norte, fácilmente sabrá que algo ha pasado al desaparecer esos bichos. Presionarán a los Skulks y estos cantarán. Y nos encontraremos con resistencia a la vuelta. Si, por otra parte, alguien sale por el acceso sur, es posible que los Skuls no canten de primeras, pero si no estamos aquí, nuestra capacidad de mantener su lealtad es nula. Ya hemos visto que estos tíos en cuanto creen que alguien les puede toser, gimen, prometen y conceden. Su lealtad es tan buena como una cerveza sin alcohol. Así que estaríamos igual. Con lo que, si nos largamos ahora, corremos un alto riesgo de que al volver tengamos más sorpresas y mucho más desagradables. Eso sin contar que cualquier misión de rescate se complica cuanto más tiempo pasa. Es lo que se llama escalada del riesgo compañeros. - traté de explicar.

- Ahora mismo controlamos el punto de extracción, uno de los posibles al menos, que puede haber en las cuevas.  También tenemos los medios para largarnos en un tiempo prudencial al contar con algo menos de digamos tres horas, para hacer lo que decidamos. Tenemos pociones con las que mejorar la merma de nuestros recursos. Y mantenemos el factor sorpresa. - enumeré los pros. - Por otra parte, si la ceguera es realmente temporal, puede y solo puede, que en un par de horas de descanso se recuperen y nuestros recursos se incrementen. Eso mejoraría la situación estratégica. - dije sin parar de parlotear ya casi sin saliva.

- Por último, ahora mismo en estas cuevas sabemos a qué nos enfrentamos, pero no invertir el tiempo que tenemos en conocer lo que nos espera más allá del acceso sur es tentar a la suerte. Si los Skulks han podido investigar, podemos suponer que nosotros también. Así que lo que yo haría es lo siguiente. - tomé aliento para hacer mi propuesta.

- Primero: Les hacemos que nos describan absolutamente todo lo que han visto ahí dentro. Al detalle. En el peor de los casos tenemos esa información y nos largamos. - dije primero.

- Segundo: Si nos queda tiempo y ganas, asignamos dos miembros del grupo. Los que mejor sepan mantener la calma y el sigilo para internarse durante un tiempo limitado. A esos dos los tenemos que poner a punto y que vayan en el mejor estado posible a explorar dentro. Además, se llevarán a un Skulk con ellos. Así nos aseguramos que hayan sido sinceros y contamos con una guía parcialmente fiable. - dije en segundo lugar.

- Tercero: El resto del grupo se queda en esta zona y toma posiciones para emboscar y cubrir la retirada de los dos exploradores. - dije tocándome la nariz a modo de aviso a los navegantes.

- Cuarto: Si los exploradores se encuentran con algo peligroso, potencialmente arriesgado o raro de cojones, se largan. Si alguien o algo los jode, uno se queda y cubre la retirada del otro para avisar al grupo. Es lo que hay. - dije encogiéndome de hombros casi asumiendo el rol.

- Quinto: Cuando se acabe el tiempo prudencial, todos afuera de las cuevas. Salvo que la cosa se ponga muy chunga y tengamos que quedarnos de inquilinos de los Skulks. Y para eso me encantaría saber si esas compuertas las podemos abrir y cerrar cuándo queramos. - terminé de proponer ya con ganas de vomitar del esfuerzo.

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-¿Cómo se encuentran de la vista?- Preguntó a Alexa y a Shidi cuando la maga se arrodilló junto a ellos.

De fondo se escuchaban los argumentos para determinar si volver o no, Emil había pedido opiniones, lo cuál hablaba bien de él como líder, saber escuchar era una de las cualidades más importantes a juicio de la ex-alcaldesa.

La mayoría se pronunciaba por volver, por suerte. Muxu no tenía mucho más que decir, ya había dado su opinión desde el comienzo, aún así, cuando Xavier terminó un extenso análisis, dijo simple y llanamente.

-Dejar la exploración profunda para mañana haran subir las chances de peligro de muerte de Khonnir, quizás, pero nos han contratado para llevarlo vivo o muerto, recuerden. Si es vivo nos quedaremos como bono el pergamino de resurrección, lo que estaría bien, pero no si sufrimos siquiera una baja. Ayer nos han dado una paliza unos burdos bandidos y ahora ya estamos casi agotados. ¿Por qué tentar a la suerte a cruzarnos con el grupo de la mujer esa?- Para la maga estaba muy claro qué sería lo mejor. -Como decía Vicky, estamos oxidados, pero poco a poco vamos volviendo a ser quien fuimos.- Miró a Emil. -Una noche de descanso nos haría bien, por favor, Emil, regresemos.- Muxu prácticamente suplicaba.

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El enano escuchaba pacientemente las explicaciones de unos y de otros respecto a lo ocurrido en las cuevas y sobre qué hacer a continuación. Muchas variables y cada una con sus ventajas e inconvenientes. El enano era de los que pensaban que una retirada a tiempo, y más teniendo en cuenta las condiciones en las que se encontraban era la mejor opción, pero debían encontrar al tipo que habían ido a buscar, o de lo contrario volver con las manos vacías supondría un fracaso.

El plan de Xavier me gusta- concede Raxus- pero lo que es evidente es que hay que decidir ya que hacer. El tiempo apremia y no podemos perder mucho más el tiempo. Emil, tú eres el líder, y creo que has escuchado prácticamente la totalidad de las opiniones de la gente. Así que, creo que te toca joderte y decidir qué hacer.

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Yo solo digo que estais buscando que nos echen del pueblo, y por las malas digo, molesto.

Nos han contratado, dado productos a precio casi de coste y dejado un sitio para dormir. Han lanzado un conjuro de respirar bajo el agua a todo el grupo. Y ahora pretendéis volver y decir "oye, no, que mejor mañana, que estamos cansados".

Yo prefiero quedarme y descansar aquí abajo antes de subir y arriesgarme a que nos echen y se queden nuestras cosas como pago.

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Halberd no había entendido a Xavier, pero antes de que su cabeza encajara las palabras del predicador la conversación había ido por otras lides. Se volvió a pasar otra mano por la cara y luego la levantó, pidiendo la palabra.

Yo... pensándolo bien, estoy de acuerdo con los que dicen de seguir un poco más. Con mucho cuidado. Tengo muchas ganas de volver, sí, pero no me parece bien hacerlo. El pobre tipo al que vinimos a buscar seguramente está peor que nosotros... Por lo menos deberíamos aprovechar un poco más el conjuro de respirar bajo el agua, creo yo. Aunque no hace falta apurarlo al máximo, tampoco. Pero en el pueblo dudo que les parezca bien que volvamos tan pronto a dormir. Tal vez se sientan estafados o decepcionados... Y dudo que eso sea bueno.

Le costaba pensar con claridad, pero explorar la nave que tenían por delante le vendría bien, estaba seguro. A pesar del malestar, se emocionaba ante la perspectiva de encontrar algún aparatejo interesante. Necesitaba ocupar la mente un poco más. Un clavo saca otro clavo, decía su abuela... ¿Seguro que era su abuela...? Suspiró, cansado de recordar cosas que no parecían suyas.

— Oye Thomas, ¿me dejas echarle un vistazo a tu ballesta?

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-No creo que tomen a mal nuestro regreso al pueblo, el propio Khonnir hizo más de un viaje a medida que se adentraba en las cuevas, tiene sentido que nos cueste lo mismo. Además volvemos con información y una alianza, que es más que lo que han hecho los otros grupos, que ni volvieron con vida...- La maga soltó un suspiro. -Aunque veo bien quedarnos a probar si podemos abrir las puertas, y también revisar uno de los corredores que quedó sin explorar para tener paso limpio una próxima vez.-

Muxu notó que el último conjuro menor de luz había expirado y volvió a lanzar el suyo, esta vez, sobre su ropa.

Creo que iré a preguntar a los Skulk si saben que hay en ese corredor al suroeste.

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Daeron escuchó lo que los demás iban opinando. Cada uno tenía su punto de vista y motivos para actuar en un sentido y otro. Pero, ¿cual era el correcto?

No hay una solución correcta, Daeron. Solo posibilidades. Algunas mejor que otras. O menos malas que otras. Pero nadie tiene la razón absoluta, meditó el joven tras suspirar.

- En Angstville... en Angstville perecieron la mayor parte de los Rift Warriors - comentó -. Creíamos que debíamos responder a las esperanzas e ilusiones de la gente de Darkgate y que eso nos daba una superioridad moral. Creíamos que la justicia estaba de nuestro lado y eso ayudaría a nuestro favor. Creíamos que estábamos sobradamente preparados y que eso nos daría ventaja. Creíamos que con un plan elaborado nada podría salir mal y obtendríamos la victoria - dijo mirando al resto. Ninguno de los presentes salvo él y Shidi había estado en el infierno de Angstville. Realizó una mueca de pesadumbre y negó con la cabeza.

- La verdad es que las expectativas y lo que esperaban los demás de nosotros no ayudaron en absoluto. La justicia brilló totalmente por su ausencia, pues el pueblo que iba a ser liberado sucumbió injustamente entre horribles explosiones, matando a sus habitantes. Tampoco ayudó tener equipo, pues lo que nos encontramos frente a nosotros suplía con creces nuestros recursos. Ni tan siquiera un diseñado plan funcionó, pues debido a errores y a que, sencillamente, las cosas no acontecieron como se pensó que ocurrirían, todo fue un completo desastre - murmuró negando con la cabeza, sintiendo cómo le dolía más conforme recordaba aquel trágico episodio -. Cuando volvimos los pocos supervivientes a Darkgate, en buena medida instigadora de la desastrosa incursión, ya sabéis lo que pasó: éramos unos villanos. No importaban los esfuerzos, la sangre derramada y los sacrificios realizados. Solo los resultados - afirmó callando unos instantes antes de proseguir -. A mi ver, aquí es lo mismo. No importa que pensemos que una necesidad superior nos debe empujar a realizar un acto, como la de encontrar al concejal a toda costa con la esperanza de que esté vivo. No deberíamos forzar la situación. Si cuando toque llegar está vivo, es que lo hemos hecho bien. Si está muerto, es que no hemos podido hacer más. Forzar, por experiencia propia, tiende a llevar a la ruina - aseveró -. Creemos estar bien avituallados y equipados, con nuestros cuchillos, ballestas y TRES pociones. Y la mayoría de nosotros gravemente heridos - indicó con media sonrisa sardónica ante los comentarios de que poseían recursos, casi holgados -. No hay plan que resista semejante merma salvo la de permanecer estáticos. No moverse ni arriesgar más de lo que hemos hecho hasta ahora. Aguantar un punto y no avanzar. Pero claro, ese no es el plan por el que estamos aquí. El único plan viable para lograr nuestros objetivos es avanzar y avanzar. Adentrarnos ahí dentro. Malheridos - indicó negando la cabeza -. Hace falta descansar en sitio tranquilo y seguro. ¿Y dónde se pretende hacer? ¿Aquí dentro? ¿En las cabañas de los skulks que, según decís, no son fiables? Retén a uno por la fuerza y entonces te doy plenamente la razón, Callahan: no serán fiables en absoluto - insinuó al mercenario.

- En Antorcha nos han dado varias facilidades para hacer lo que ellos son incapaces de hacer. Somos nosotros o no habrá nadie más. El cómo y cuanto nos va a costar, en la medida de lo posible, deberíamos marcarlo nosotros y las dificultades de aquí dentro, no las prisas de ahí fuera - comentó a Equilibrium recordando las presiones pasadas para que fueran a Angstville -. Y si no están conformes, siempre pueden buscar a otros. Oh, espera. No hay otros - dijo dejando claro al pistolero que eran ellos quienes, dentro de lo posible, debían establecer el ritmo, ya que si seguían las expectativas y presiones de otros... bueno, las cosas con frecuencia terminaban mal -. No debería afectarnos tanto lo que otros opinen de nosotros. Es malo para el negocio, especialmente el negocio de vivir. Y dices bien, Muxu, en que no nos saldrá bien arriesgar: lo más probable es que alguien perezca. O varios. Y aunque encontremos al concejal vivo eso no suplirá la muerte de varios de nosotros. Ni con UN pergamino de resurrección - confirmó siguiendo la línea de la ex-alcaldesa.

- En mi caso, no es que tenga ganas de volver. Esto no va de apetencias. A mi entender es necesario que volvamos - matizó las palabras de Halberd -. Y para mi, lo que opinen los demás está de más - espetó recordando que uno de los mayores errores de los Rift Warriors fue superponer su reputación al buen juicio o mesura, con las consiguientes pérdidas irreparables -. Si alguien se cree capacitado para traspasar esas puertas y explorar un poco más en busca del concejal, es libre de hacerlo. Y si la mayoría está conforme o Emil así lo dispone, que así se haga. Mas creo que ya he dejado clara mi postura y los motivos - sentenció.

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Es taaaaaan bonito que le supliquen a uno- no pudo evitar que ese pensamiento, sardónico y también profundamente erótico, cruzara sus preocupaciones y pensamientos al escuchar a Muxu. Y verla claro. E imaginarla sin ropa por supuesto. Sin embargo no era cosa de dejarse llevar por la imaginación por muy agradable que esta fuera, y eso significaba...

- Raxus, tienes razón. La carga de decidir es mía. Pero quería escuchar las opiniones primero. Es un tema complicado y el grupo está dividido. También mi propio criterio. Sin duda, rescatar con vida a Khonnir sería lo perfecto. Pero bastaría con la muerte de uno de nosotros para que, ni siquiera en ese caso, nos saliera rentable. Y eso sin entrar en las posibilidades de una muerte definitiva. No, lo siento. Daeron ha mencionado el desastre de Angstville y no tengo la menor intención de dejar que otro desastre así se produzca. Ya la muerte de nuestra querida Noa y nuestro buen Quicksilver, ambos bajo mi mando, me hacen removerme inquieto. Se que otros moriremos. Pero ahora mismo seguir adelante es una temeridad. Hace nada llegamos a este plano, y nuestra mente parece apunto de estallar. ¿Alguno cree sinceramente que podemos rescatar a Khonnir hoy o que de enfrentarnos a un grupo bien armado y preparado como todo hace presagiar que es de la, digamos objetivo secundario, vamos a poder vencer sin bajas? Tenéis razón los que habéis indicado la prisa en seguir. Y, de hecho, de no mediar este brutal dolor de cabeza, esa sería mi decisión. Conseguir más conocimiento, más datos, tener ya explorada otra parte de este posible laberinto. Pero ahora mismo el riesgo es mayor que el posible beneficio. Equilibrium, nadie se va a quedar nuestras cosas ni tampoco nadie nos va a echar. Tenemos datos que dar importantes sobre la persona responsable, hemos logrado una cabeza de playa en este lugar, y obtenido información sobre los distintos grupos que han entrado en lo que parece ser esa nave hundida. Hablaré con Sef antes de salir, y echaré un vistazo a la puerta sur que, con toda probabilidad, será la que sigamos. Regresaremos mañana una vez nos hayamos recuperado.  

Y tras estas palabras y escuchar cualesquiera cuestiones y argumentos, Emil se acercó a observar la puerta sur, comprobando como era (y también si había alguna forma de abrir o cerrar la misma, o algún sitio en donde pudieran usarse la especie de tarjetas de plástico duro que habían encontrado). Tras esto habla nuevamente con Sef indicándole que regresarán en un día, probablemente algo menos. Aprovecha para preguntarle sobre su líder, el hechicero, que por las palabras de Sef considera que probablemente muriera. Le pregunta, también, por el método por el que ascendieron desde las profundidades, e intenta que esta le informe de los peligros que está al otro lado de la puerta sur, e incluso, que le facilite un mapa de lo que ya han explorado. Se cerciona y asegura, igualmente, que el trato sigue estando, de cuales son las intenciones de futuro de sus ahora aliados, así como de su promesa de permitir el paso solo a los miembros de los Rift Warriors y de no matar a cualesquiera que bajen que sean residentes en el cercano asentamiento de la Antorcha. 

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Todo estaba dicho, y ya quedaba claro que iban a volver. Briaeros podría seguir, seguramente, pero él no era un ejército. Y buena parte del resto se encontraban en un estado deplorable, así que era la decisión lógica. Lo que le sorprendía era que se pusiera sobre la mesa la posibilidad de descansar allí... Tenían que vadear un agua teóricamente contaminada y acidificada, por mucho que él apenas hubiera notado nada en la primera zambullida, lo que suponía moverse bajo ella por unos cuantos minutos. Ya habían tenido problemas sin la complicación adicional de la respiración, ¿de verdad querían arriesgarse a que alguien respirara o tragara por accidente esa porquería?

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Niego con la cabeza ante la decisión de Emil, pero si hemos decidido que él es el líder es precisamente para solucionar estas cosas.

Dame una de esas tarjetas le digo antes de dirigirme a la puerta que está cerrada y mirar a ver si hay algún lector de tarjetas por donde se pueda usar esta. Simplemente por asegurar todas las opciones antes de volver.

Pero me parece que esta vez no van a estar tan contentos los de arriba, ni aún con las informaciones marginales qué piensa darle Emil. Pero tampoco es como si fuera a dejar a mis compañeros solos. Juntos vivimos y juntos seguiremos.

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Se sorprendió al ver que el enano le prestaba atención y se preocupaba por su ballesta, agradecido rebuscó entre sus pertenencias y sacando el arma estropeada se la tendió al enano.

—No entiendo mucho de mecánica, pero supongo que debe de ser algo del mecanismo del percutor. Seguro que tú puedes dar un diagnóstico mucho más preciso. Me gustaría poder tenerla operativa en breve, no quiero tener que volver a ver a un gremlin de esos de cerca —comentó el mago mientras se deshacía del arma.

—Entonces decidido, volvemos ¿no? —Estiró los brazos para desentumecer el cuerpo y también, para que mentir, porque se alegraba de salir de aquellos horribles túneles repletos de humedad y peligros. Tenía ganas de tumbarse en una cama y pasar una buena noche antes de tener que volver a ponerse a buscar al dichoso concejal.

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Halberd se detuvo al escuchar las palabras de Daeron y Emil.

Angstville...

Notó un nudo en el estómago, que poco a poco se fue convirtiendo en un dolor punzante que le atravesaba el pecho. Se intensificó cuando Emil nombró a Noa y Quick Silver.

— "Tengo un buen presentimiento, ¿sabes?..." — decía la suave voz de Noa en su cabeza, entrecortándose como si hubiera estática. "Los Rifts Warriors vamos a ser como una gran familia... Tenemos toda la vida por delante..." — Lo decía agarrándole la mano con las suyas, finas y delicadas. Eran sus recuerdos, pero al mismo tiempo no los eran.

— "Los Rifts Warriors somos algo más" — interrumpió la voz de Quick Silver — "Vamos a luchar por la justicia y la libertad... La gente nos recordará, vamos a hacer cosas buenas, contarán nuestras hazañas muuuucho tiempo después de que hayamos muerto... Como en las leyendas"

Pero ahora estaban muertos. El dolor del recuerdo le atenazaba las entrañas, y las lágrimas empezaron a llenarle los ojos. Aguantando las ganas de llorar, se guardó el pincho Jinkin en su cinturón y tomó la ballesta de Thomas con cuidado. Veía borroso a causa del lagrimeo, pero no iba a secarlas ahora para que no se dieran cuenta sus compañeros.

— Hummm... — empezó, tratando de centrarse. Inspeccionó la ballesta como pudo, la movió un poco y trató de mover el mecanismo central de tensado, el cual estaba trabado — Se... se ha desajustado un poco. *Snif* — dijo sorbiéndose los mocos — Nada roto. Desmontar, limpiar bien y montar. No te preocupes, me llevará un rato, pero la dejaré tan bien que no tendrás que acercarte a más bichos como esos, ni a ningún otro. — dijo forzándose a sonreír, lo que resultó en una sonrisa inmensamente triste. — Me pondré con ella en el taller de la forja del pueblo, cuando volvamos, ¿eh?

Halberd no quería pasar ni un segundo más allí abajo, y en ese momento no le importaría no volver a bajar jamás. Ni siquiera pensaba en la escotilla. Evidentemente tendrían que volver, pero los falsos recuerdos y la fatiga mental lo habían desmoralizado tanto que sólo quería estar cerca de los Rifts Warriors que le rodeaban y llorar. Ya le daba igual lo que pensaran los del pueblo. Necesitaba a los Rifts Warriors vivos, a todos y cada uno de ellos.

Cuando devolvió la ballesta a Thomas, hizo como que se giró para mirar algo y se secó rápidamente las lágrimas y los mocos con la manga de la camisa.

— Bueno, pues si nos vamos, yo estoy listo para el camino de vuelta — dijo con la voz vacilante de estar a punto de abandonarse al llanto.