Partida Rol por web

Caranthir se lanzó sobre los goblins, apoyando a sus extraños compañeros. Quería llegar hasta el goblin líder pero para eso tendría que pasar por encima de sus esbirros. Sin problema.

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Arus clava la espada en el goblin atravesandolo de una manera que parecia estar desquitandose de algun mal. Mientras un terrible zarpazo de la invocadora arranca trozos de la cara y cuelo al goblin que estaba alado del anterior, dejandole gorgotendo en el suelo. Caranthir el magus no se quedo atras y con un dietro sablazo se desizo del tercer goblin en liza dejando al jefe cantor de guerra, sin efectivos para contratacar. Este se lanza con un grito de guerra, en venganza 

Este asalto habíamos trabajado todos en equipo y aquello había salido bastante bien, así que animado ante la situación, cargué con la cimitarra en ristre contra el jefe, viendo como esta vez mi diosa parecía animarme a una batalla más rápida, más propia de mis creencias, donde la justicia de mi cimitarra era el camino correcto para terminar con las vidas de mis enemigos. Hice un giro con la hoja de la afilada arma mientras de un corte rápido mi hoja veloz parecía no haber herido a mi enemigo y quede a un lado suyo como el que pasa a través de un objetivo... la sangre del ser salpicó al rodar su cabeza, la muerte había sido tan eficaz y tan certera, que seguro ni siquiera había visto de donde venía.

- Que seas juzgado por tus pecados en el más allá, aquí ya han terminado tus días de maldad...- recé al terminar con mi enemigo.

En unos instantes tres de los goblins cayeron bajo la intensa ofensiva del aquel peculiar grupo que apenas se había formado unos instantes antes, cada uno parecía ser diestro en algún campo diferente a los demás, pero eso solo hizo que aumentar visiblemente la potencia de combate de estos.

Por otra parte el que parecía ser el jefe de los Goblins apenas había tenido tiempo para reaccionar, delante suyo habían caído todos sus secuaces y en un intento algo patético de contra ataque no había conseguido dañar a ninguno de sus opositores, ante estas circunstancias estos se lanzaron contra el Goblin para acabar con él para poder seguir su intento de limpiar el pueblo de aquellas criaturas.

La Invocadora por su parte también se uno la ofensiva colocándose delante del enemigo restante y intentándolo golpear con su mortífera garra que ya había segado instantes antes la vida de otro adversario, por desgracia el atento enemigo fue capaz de conseguir escapar de la muerte en aquella ocasión pero a cambio recibió un ataque un más mortal de parte de aquel que empuñaba las palabras y la arma de un dios.

Viendo que todo estaba bajo control, Drialia dejo que los otros se encargasen de el ultimo goblin y se acerco al carro ardiendo. Se concentro un momento y luego un poco de agua apareció encima del carro, se mantuvo ahí unos instantes y cayó.

Con un rápido espadazo, el elfo acaba con el último de los goblins a la vista.

Debemos movernos rápido. Puede que haya más goblins por los alrededores, debemos asegurarnos de acabar con todos, o al menos hacerlos huir.

Mi actuación había sido bastante decepcionante, pero al final y al cabo yo no era ningún héroe ni deseaba serlo. Ademas esta vez me había librado de perder otro pañuelo limpiando la sangre de las dagas.

Anote mentalmente... no acercarse a la chica rarita. Por lo demás solo esperaba que aquello hubiese terminado y poder ir a echar un trago a la posada

"Parece ser que aqui hemos terminado..." Dijo la joven mirando de un lado a otro sin poder ver ningun Goblin mas acudiendo a la ayuda, en realidad solo habian derrotado un pequeño grupo y era muy probable que hubiera muchos mas por la zona, aun que aquel combate habia resultado tremendamente rapido, a ese ritmo tal vez podrian incluso extinguir la amenaza goblin con cierta facilidad... Si es que solo habia Goblins.

"Sera mejor que continuemos moviendonos, dudo que esto fueran los ultimos y mientras haya monstruos en el pueblo las cosas no se van a calmar en absoluto, mas bien, mientras haya alguno en la ciudad es posible que nos terminen atacando por sorpresa y es mejor llevar la iniciativa"

El un ultimo acto de revancha ,  Arus , el clerigo ,da el golpe de gracia al ultimo de los goblins, con ello pone fin a la amenaza de los goblins en las cercanias.

Los heroes se sienten satisfechos con su actuacion, habian acabado con la amenaza de dos grupos de goblins, que vete a saber que destrozos fisicos y personales hubieran hecho si los heroes no hubieran puesto un punto final a sus tropelias en la ciudad, a pesar de ello seguian habiendo ruidos en la lejania de saqueo y pillaje de esos demonios , pero las cercanias a la plaza del templo parecian despejadas de esos pequeños rufianes y eso habia sido gracias a la actuacion de este grupo de heroes

Un figura sale corriendo en sandalias y vestimenta azul, de la puerta del la catedral, parece un monje a la lejania, y cuando se acerca ya os es familair es el padre Zantus , clerigo de la catedral, tras de el siervos con cubos de agua que se apresuran a apagar los fuegos que los goblins habian provocado por la plaza

Entonces se escuchó un grito procedente del norte de Sandpoint, parecía surgir junto a las mismísimas puertas de la ciudad, la voz de un hombre pidiendo socorro y un perro que no dejaba de ladrar. - ¿Podéis haceros cargo? Debería quedarme para asegurarme de que la catedral no vuelve a ser pasto de las llamas.

La verdad es que aquel personajillo le daba muy mala vibración a Kiber... todo había empezado cuando este había lanzado aquella piedra atronadora... ¿tal vez la señal para comenzar el asalto?... Aunque tal vez solo fuese producto de su imaginación, los clérigos eran otro gremio al que Kiber no podía ver... siempre creyendo que podían dictaminar el comportamiento de los demás porque por ellos hablaba la voluntad de los Dioses... JA!

Y ahora lo miraba a él? ¿Hacerme cargo yo? de que? Ese no se suponía que era el trabajo de los malditos guardias de la ciudad? Kiber se agacho para examinar un poco los cuerpos de los goblins caídos, mas que nada para disimular, pero también por si podía encontrar algo de valor.. armas en buen estado, monedas... claro, sin tocarlos por supuesto.. pues le resultaba bastante repugnante aquellas criaturas.

Drialia había intentado apagar el fuego cuando el clérigo de el lugar le ayudó. Será mejor que nos pongamos en marcha, quien sabe que más puede estar pasando por ahí. - dijo mientras comenzaba a andar hacia los ruidos de perros. Pobres animales, seguro que los goblins estaban haciéndoles algún tipo de tortura.

Caranthir ya se disponía a echar a correr hacia el ruido de pillaje más cercano cuando apareció el monje. Intrigado, el elfo retuvo su carrera para ver lo que quería el monje.

- Si, padre, usted cuide del templo, de sus feligreses ya nos ocupamos nosotros. - y dicho esto, sale de nuevo a la carrera, hacia el grito y los ladridos.

- Esta bien..- Dije mientras observaba lo que sucedía.

Mis manos se habían manchado con la sangre de mis enemigos y para cuando creíamo que nos había llegado algo de calma mientras empezábamos a ayudar a apagar los fuegos, un nuevo suceso acontecía.

- Vamos a ver que suece, no se preocupe nosotros nos encargamos.

Aquella gente se habia vuelto loca. Realmente iban a arriesgar sus vidas a cambio de nada. Maldiciendo por lo bajo a aquellos estupidos Kiber se puso a seguirlos aunque manteniendose a una prudencial distancia de la chica tuerta

Luego de aniquilados todos los goblins de está zona. Uno de los heroes asoma su cabeza sobre el warchanter a ver que podría ser útil. Además del mundano látigo y su dogslicer no hay mucho de interes, El goblin todavia respira, el aire sale de su boca para golpear el frio suelo manchado con su propia sangre , pero parece que todavia vive, puede que si no muere , luego pueda ser util a los heroes

Siguen recorriendo las calles, hay muchos rastros de combates, goblins muertos, y algunos infortunados ciudadanos también. Pero, aunque no muy alto, se sigue escuchando la canción de las criaturas. Viene del norte.

Se dirigen velozmente en esa dirección, llegando casi a la puerta norte del pueblo, justo al este del "White Deer". Un noble  y su perro están siendo atacado por un grupo más imponente. El noble está tras unos barriles gritando por ayuda justo cuándo uds llegan al lugar, mientras que el goblin que va montado está terminando con la vida del pobre perro del noble con su "horsechopper" (el arma que porta en la imagen, es un palo con un extraño filo en su punta). Tras la muerte de la mascota saltan de atrás de unas cajas tres goblins más y un goblin dog.

Drialia avanzó un poco y repitió el ataque que había hecho antes. Volvió a levantar su brazo apuntando esta vez gnomo subido en aquel extraño animal. Ningún bicho verde como tu saldrá impune de dañar a un animal en mi presencia. Que la furia de la madre caiga sobre ti. - sentenció Drialia señalando al jinete.

Esta vez el rayo cayó justo sobre su objetivo y comenzó a lloviznar y a soplar un molesto viento sobre él. 

Katherine decidió seguir el grupo sin parecer vacilar un solo segundo sobre el hecho de poner su vida en peligro, aun así había algo que no le gustaba en toda la situación, más bien parecía preocupada sobre la aparición de los goblins, esas criaturas acostumbraban a atacar en grupo, pero aun así por lo que ella sabia no acostumbran a tener comunidades tan grandes como la que parecía ser que era la que había atacado el pueblo. Junto con ese detalle, se habían sincronizado para atacar todos a la vez, posiblemente desde varios puntos de la ciudad, así que debían estar esperando todos escondidos en las cercanías... Los goblins no son tan listos o al menos no tan organizados ni tan serenos como para esperar a algún tipo de señal... Sin duda... Alguien debía estar al mando, alguien más listo que ellos y con la suficiente influencia como para poder controlar una horda de goblins de esa magnitud... Sin duda alguien que sin duda alguna era una verdadera amenaza.

"Tienes razón Blank, tendremos que estar atentas" Dijo para sí misma en voz alta como si se hubiera respondido a sus propios pensamientos, en aquellos momentos la joven parecía mucho mas atlética que antes de haberse transformado, siendo capaz de mantener sin ningún tipo de problema el ritmo de la batalla o del grupo, aun así ella contaba con una ayuda muy superior de lo que otros podían disponer y ahora tenía que usar su fuerza para solventar la solución aun que realmente no era su misión ni su objetivo, simplemente era una cosa de honor personal, que probablemente sería lo que algún día le atraería la muerte que no parecía preocuparla en exceso.

Finalmente alcanzaron el siguiente objetivo de su viaje, como si un dedo pautado y inflexible les indicara el camino a seguir, delante suyo apareció otra dantesca escena, un instante después una de las personas del grupo lanzo un conjuro sin vacilación contra el que parecía ser posiblemente el líder.

"Tsk, odio cuando hay inútiles envueltos en estas cosas" Un instante después la joven comenzó a andar aprovechando la confusión para acercarse hasta sus enemigos, mientras hacía eso comenzó a recitar unas extrañas palabras sin vacilar un segundo.

"In cantaes the somnuis, in te gloris on shados an ligtosm, me inquerum the sanctus benedictus on worts, cone an manifestarus, Sheldo" Un instante después un destello nació de la nada como si rodeara a la joven pero rápidamente desapareció justo en el instante que se encontró a unos escasos metros de toda la concentración de aquel pequeño escuadrón de Goblins mientras la joven desprendía su extraña aura desafiante tal vez a causa de su sombrío aspecto y una sonrisa que probablemente podía llegar a causar miedo demostrando ni dudas ni miedo en su mirada.

"Vosotros, estúpidos enanos verdes, os voy a dar 10 segundos de clemencia, después de eso no me hare responsable de si me mancho con vuestra apestosa sangre y os puedo asegurar de que lo hare" Dijo mientras sus ojos sin ningún tipo de misericordia miraban a sus futuras presas si no elegían la opción sensata, también se coloco en posición de combate esperando, aun que era probable que también hubiera hecho la provocación para evitar que se concentraran en el civil que estaba intentando esconderse.

Este aun sigue vivo! - Grite al sentir la respiración del goblin. Aunque no por mucho tiempo pensé al ver su estado y la sangre que manaba de sus heridas.

Aun así me desentendí de él y corrí tras los demas

Las palabras del otro chico me pararon en seco cuando apenas había dado un par de pasos, el goblin caído estaba sufriendo una muerte lenta y agónica y aquello estaba fuera de todos los preceptos de mi diosa. Debía haber sufrido una rápida muerte tras lo acontecido, sin embargo se aferraba a la vida con furia, eso solo podía significar una cosa, que su estancia en este mundo era necesaria, quizás nos pudiera dar información después.

- Que la diosa te otorgue su misericordia.

Puse la mano diestra sobre el pecho de la criatura y dejé que las energías de la diosa fluyeran, nada tan fuerte como para sanarlo, pero si al menos como para cerrar sus heridas y estabilizarla, una simple oración bastaría. Tras ello sonreí satisfecho, así debilitado no supondría ninguna amenaza para nadie, la guardia o incluso los del templo serían capaces de ocuparse de él.

- Nosotros vamos a ayudar, pero por favor ocupense de que este no vaya a ningún lado, nos vendrá bien la información que podamos sacarle más tarde.

Y emprendí entonces el regreso con los que parecían ser ahora mis compañeros de aventuras, era curioso como unos perfectos desconocidos nos habíamos unido con la premisa de sobrevivir, o de ayudar a los que nos necesitaba. Corrí con fuerza como pude hasta donde se escuchaban los ladridos, al parecer aquella contienda iba a ser distinta. El cabecilla que estaba al frente de aquellas bestiezulas montaba una especia de animal... el lider había sido herido por la chica que parecía ser portadora de la palabra de la naturaleza, y la otra chica simplemente se plantó en medio quedando algo expuesta.. sin embargo una magia protectora pareció rodearla, la chica que usaba como yo una cimitarra se quedaba expuesta ante una posible carga.

- No van a atender a razones, no después de ese rayo...

Las palabras de la muchacha que se había adelantado no servirían, no, después de aquel ataque directo. Así que no me lo pensé y cargué con todas mis fuerzas contra el líder para asestarle un golpe con mi arma, no estaba seguro si mi golpe alcanzaría mi objetivo, pero al menos atraería la atención de los enemigos hacia mi, en vez de hacia la mujer que podría seguir manteniendo aquel conjuro sin perderlo.

Ese grupo de goblins estaba en una posición inmejorable para tratar de acabar rápido con esto. Y aunque era tarde para salvar al perro, al menos podría salvar al humano.

Rápidamente se colocó delante de la joven tuerta. Estaba claro que la joven no necesitaba que la protegieran, pero Caranthir necesitaba colocarse justo frente a sus enemigos para que su magia fuera efectiva. Cuando llegó a su posición señaló con su mano izquierda al jefe del pequeño grupo mientras murmuraba algo casi ininteligible, sólo la chica tuerta podía oírlo, y quizás entender lo que decía, pero lo que estaba haciendo quedó claro cuando un cono de brillantes colores salió de su mano bañando a todo el grupo de goblins (incluso su extraña montura).