Partida Rol por web

Rocafreda, el epílogo

0.- Recapitulando

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11/05/2012, 12:04
Judas Maldecap

Con una sonrisa en los labios, el joven Judas siguió a Albert. El ofrecimiento de este alegró el corazón del mago, que no estaba demasiado acostumbrado a regalos desprendidos. Antes de seguir al posadero, se giró hacia sus amigos y saludó cortésmente.

- Ahora vuelto. Añadió risueño como un niño.

Se alejó tranquilamente junto a Albert, y en su mente ya podía ver los colores y tejidos que le prestaría el amable posadero. No tenía prisa en volver, pues quería dejar a la pareja algo de intimidad. Ya había molestado bastante.

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11/05/2012, 12:31
Ulrien Falx

El joven Falx observó en silencio la broma de Violant y el cerrar de esa escena, en cuanto a aquello de "ponerle guapo" mostró una sonrisa tímida. Pero la miró largo y tendido cuando se dedicó a él y le inquirió seriamente.

La joven, si bien preocupada por algunas cosas y el bienestar mismo de Ulrien, tenía un brillo de profunda y desenfrenada alegría en su mirada, casi eufória por lo que se podía apreciar, lo que, sin proponerselo, le alivió a él de la carga de absurdas incomodidades y dudas haciendole iluminar el rostro. Quizás no era consciente de ello, pero estaba profundamente enamorado de aquella mujer.

[-Claro. Todo bien.-] Respondió al final con una ancha sonrisa rasgada solo por su cicatriz que le partía la mejilla.
Sentía calor dentro de su cuerpo, y algo que le impedía apartar de ella la mirada. El mundo había dejado de girar y ya no existía nada entorno de ellos dos. Ni cuenta se dió cuando el posadero y el mago desaparecieron escaleras arriba.

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11/05/2012, 12:57
Albert

 Albert asintió con una sonrisa entre su recortada barba.

- Ven pues sígueme, creo que te pueden quedar bien. No son tu estilo... bueno si es que a esto de la túnica le llamas estilo... Pero te gustará.

 El posadero empezó a subir por las escaleras de madera, arrancando sordos crujidos de ellas.

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11/05/2012, 12:59
Director

 La pareja de hombres se perdió dejando a Violant y a Ulrien en el salón, mientras sus voces se perdían por las escaleras mientras iban subiendo por ellas.

 El salón se encontraba vacío a parte de ellos dos, en el hogar, los restos de un leño prendía, agonizando mientras se consumía. En el aire flotaban una mezcolanza de olores agradables, el de la comida, especies, madera, tabaco de pipa. Sin lugar a dudas un lugar donde se respiraba vida por los cuatro costados.

Notas de juego

 Ojo destinatarios.

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11/05/2012, 13:03
Albert

 El aprendiz de mago siguió al posadero escaleras arriba, subiendo las dos plantas e internándose en las golfas. Durante la ascensión Albert fue contando parte de su pasado.

 - Esto de dejar la vida de vagabundo le cambian a uno el cuerpo. Que buenos recuerdos atesoro de aquella época, cuando explorabas y experimentabas sin pensar demasiado en sus consecuencias jejeje. Cuantas veces tuve que salir corriendo por que un padre quería ajaustarme las cuentas jajaja.- El hombre meneó la cabeza mientras recordaba viejas anécdotas.- Qué tiempos. A veces me entra el gusanillo, pero la verdad es que dormir a cubierto y no pasar hambre es algo a lo que uno se acotumbra rápidamente jejeje.

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11/05/2012, 14:11
Violant de Bar

Siguió con la mirada a Albert y a Judas hasta que se perdieron por el hueco de la escalera  al tiempo que tragaba el suave queso.

Sintió la mirada de Ulrien clavada en ella y sonrío, frunciendo el entrecejo, dubitativa, esperando que la respondiera.

-¿Seguro que todo bien?- repitió, ensanchando la sonrisa, instándole a contar un poco más-. De acuerdo, de acuerdo- subió sus manos a la altura de sus hombros y desistió el seguir inquiriendo a Ulrien-. No pregunto más. No sólo es el corazón de las mujeres el que guarda secretos- añadió, enarcando una ceja, divertida.

Se centró en el caldo y gimió, molesta, al comprobar que ya estaba un tanto frío. Aún así, su hambre era voraz y lo acabó suspirando, satisfecha, mirando a su alrededor, clavando su mirada en el resto de los comensales que había en la posada y frunciendo el ceño por si reconocía a alguno.

-Oye, Ulrien- dijo, distraída, observando el mal remiendo que tenía una capa de un hombre acodado en la barra-, ¿a dónde vamos a ir?- preguntó-. ¿Tienes alguna idea de cuáles serán nuestros siguientes pasos?

Se giró y miró de nuevo al hombre.

-No me importa dónde mientras estemos todos juntos, pero es por curiosidad, nada más- se encogió de hombros, justificándose de tal manera.

Notas de juego

Estoy en proceso de leerme la historia anterior. Voy más o menos por la mitad. Pido paciencia, plis T^T

XDXD

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11/05/2012, 15:57
Judas Maldecap

Judas escuchaba educadamente las batallitas de Albert. Ni se le hubiera pasado por la cabeza llamarlo “pureta”, pero era lo que la vino a la mente al oír lo que decía el posadero.

Así que el jovencísimo mago siguió al antiguo tunante, con una sonrisa amable y con expresión de interés por los relatos del hombre.

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11/05/2012, 21:14
Director

Notas de juego

Esta noche en la posada no hay nadie. Tras los altercados de los últimos días y el despilfarro, hay poca gente con ganas de ir al salón a estas horas.

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11/05/2012, 21:15
Albert

 Finalmente llegaron a las golfas y si acercaron a un viejo baúl. Sacando una llave de uno de los múltiples bolsillos de su atuendo, Albert abrió la caja y empezó a remover bultos de su interior. Finalmente sacó uno cbastante informe y lo desenrolló.

 Era un conjunto de pantalon y chaleco negros, así como un ligero jubón de color crudo, de cuello abierto rematado. Eran sencillas, pero tenían bastante estilo.

 - Toma pruébatelos.

  Mientras el joven se lo ponía el posadero se puso a remover de nuevo los bultos.

 - Había algo más... por donde rondará...

 Tras remover bastante terminó de sacar algo triumfal. Sacó un cinturón de cuero negro también, con una vistosa hebilla metálica, lustrosa. De un lado de este cuelga una adaptación para colgar una vaina ligera, de una daga tal vez. Para ese momento el joven mago ya se había probado la ropa y le quedaba bastante a la medida curiosamente.

 - Toma, ¿a ver qué tal?

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14/05/2012, 11:09
Ulrien Falx

Al final notó que se había quedado mirándola, lo que con vergüenza y timidez terminó por girar su atención de nuevo al plato mientras se le subían un poco los colores.

A su reiterada pregunta se rió brevemente. [-Si, si, bien.-] Y sonrió un poco más aunque aquella cicatriz en la mejilla nunca le dejaría sonreir del todo.

Al sentir que ella suspiraba decepcionada se le encogió un poco el corazón aunque el joven Falx no advirtió que el motivo era la sopa que se había enfriado, por suerte la voz de Violant le sacó de sus nuevas preocupaciones.

[-¿A donde vamos?...-] La pregunta le sorprendió un poco y al final volvió a hacer algo muy inusual en él y que solo ella conseguía, de nuevo; se rió. [-No tengo un rumbo. Quiero ver el mundo, conocer sus bosques, sus arboles, quiero explorarlo todo.-] Había vivido su vida en una jaula y lo último que quería era encerrarse de nuevo. Su mente parecia perderse lejos de allí y soñar. Entonces olvidandose de todo abrió su corazón por primera vez casi sin darse cuenta. [-A donde quiera el viento.-] Se quedó un rato con la mirada perdida en la pared como si pudiera traspasarla y ver mundos increíbles. Ulrien había bebido mucho de libros de fantasias y de exploradores pero no le bastaba que formara parte de su imaginación.

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14/05/2012, 16:38
Violant de Bar

No pudo evitar fijarse en el rubor de las mejillas de Ulrien, y Violant sonrió para sus adentros, apoyando su espalda en la silla, un tanto divertida.

Podía intuir lo que pasaba por el corazón de Ulrien, pero nunca se había atrevido a hablar de ese tema al respecto. Y, ahora que lo pensaba, no llegaba a la conclusión de por qué no se había tratado ya de sacar un poco de luz a todo aquel asunto.

O, tal vez, me esté yo equivocando mucho y no tenga nada que ver conmigo, pensó, sacudiendo la cabeza, centrándose en lo verdaderamente importante en ese momento: fijar un rumbo.

Escuchó las palabras de Ulrien y una sonrisa fue asomando a sus labios. El entusiasmo del joven de los Falx se contagió un poco a Violant y tuvo que reprimir las ganas de saltar y decir a voz en grito: “¡Yo también! ¡Yo también!”.

Se serenó un poco, aclarándose la garganta, y miró a Ulrien.

-A donde quiera el viento, pues- corroboró, sonriendo.

Calló durante un segundo y añadió:

-Pero, no quiero caras largas, ¿eh?- advirtió, señalándolo con el dedo-. Al fin y al cabo, vamos a hacer lo que siempre hemos soñado, así que, no hay más motivo para no ser feliz.

No sabía durante cuánto tiempo había imaginado ese día. El día en que, por fin, partiría, en que saldría de su pueblo, en que abandonaba una vida para vivir otra completamente diferente.

No sería fácil, desde luego, ya había pasado el mal trago de despedirse de sus padres, pero era algo que quería hacer ella, que deseaba fervorosamente. Ahora que tenía la oportunidad no iba a desaprovecharla.

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15/05/2012, 19:54
Ulrien Falx

Al final aquellas palabras de Violant le devolvieron a la realidad, pero una realidad que con la visión de aquellos ojos verdes que le observaban nunca perdía la fantasía del todo. Así que lejos de sentirse triste por haberse visto arrancado de sus sueños, el joven Falx sonrió, con ella a su lado todo parecía posible. El futuro se hacía más resplandeciente que el mejor de los cuentos.

Lo de las caras largas lo tomó de improviso, él nunca había considerado que hiciera caras largas, pero luego se dijo que quizás había mostrado algo menos de euforia de la  que tan gratas noticias merecían. [-Ningún motivo. Y podremos partir por la mañana.-] Que bien si, por él habría sido, esa misma noche se habría despedido del pueblo. Lo último que deseaba era pasar una noche en la taberna entre desconocidos aunque, todo hay que decirlo, su carácter se había hecho menos arisco al respecto pero una aversión no se cambia en dos días. [-A no ser que… -] Sintió que los colores se le subían y no osó terminar la frase.

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15/05/2012, 22:04
Violant de Bar

Y estaba entusiasmada por saber que, dentro de unas horas, Ulrien, Judas y ella comenzarían a viajar, ver lo que siempre había imaginado en las historias, sentir lo que sólo había anhelado desde que era una niña. Por fin, el día que tan solo se le había antojado como un lejano sueño (e, incluso, como un sueño infantil) había llegado.

Se notaba totalmente pletórica, feliz  y entusiasmada. Tenía mucha fe en que aquello podía salir bien… No, bien no. Muy bien. Perfecto. Por supuesto que tendría que dormir a la intemperie, más de un día echaría de menos una comida caliente, dormir bajo techo, una cama cómoda y una buena hoguera donde calentarse tras un día duro de camino.

Da igual, pensó, determinante. Es lo que quiero. Es lo que siempre he querido.

-Estupendo- corroboró, sonriendo a las palabras de Ulrien-. Por la mañana. Estupendo- temía que su entusiasmo terminara por aburrir a Ulrien y trató por calmarse.

Relajó sus manos, sus hombros y suspiró profundamente, llenando sus pulmones de aire, y expulsándolo para controlar los latidos de su corazón que estaban hasta ese momento desbocados.

Alzó la vista cuando Ulrien dejó la frase colgada y frunció el entrecejo, instándole a que continuara.

-¿Y bien?- preguntó, curiosa-. A no ser que… ¿qué?- instó, sonriendo-. Oh, vamos, Ulrien, no me puedes dejar con la intriga. A no ser que ¿qué?

Obvió el hecho de que a Ulrien le subiera un rubor al rostro, ahora mismo lo que quería era saciar su curiosidad. Se inclinó sobre la mesa y lo miró fijamente.

-Vamos, dímelo- pidió, suplicante-. Venga.

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16/05/2012, 18:42
Judas Maldecap

Por unos momentos, el joven mago se olvidó de sus preocupaciones y sus planes de venganza. Por unos instantes la sonrisa, jovial y sincera, retornó al rostro de Judas. Se sentía como un niño con zapatos nuevos.

- Muchas… Muchas gracias… No se como podré pagarte… Atinó a decir el joven mago mientras observaba las prendas que Albert le había dado.

Notas de juego

Perdón, esta si que se me pasó UU

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16/05/2012, 21:32
Ulrien Falx

Casi había deseado que aquél último comentario hubiera pasado desapercibido pero como Violant inquirió sobre ello, y de forma reiterada, supo que su deseo era en vano.

[-A no ser que… queráis despediros de todo ahora y fundirnos sin más con la noche.-] Luego negó con la cabeza como quién ha dicho una estupidez. [- Nada, nada. Fue un pensamiento egoísta, sin duda queréis despediros de todo y todos como es debido.-] Él no había sentido la necesidad de decir adiós a la mansión, ni mirar atrás, ni despedir a nadie para partir hasta esa tarde con Tarien, pero en el presente no tenía “tareas” pendientes y no le apetecía lo más mínimo dormir en el pueblo.

Hizo acopio de levantarse de la mesa. [-Será mejor que quedamos en algún punto por la mañana para encontrarnos cuando creáis… tenerlo todo dispuesto.]

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16/05/2012, 22:17
Albert

 Albert sonrió complacido ante la reacción del joven Judas.

 - Son unas ropas demasiado buenas para que se queden aquí para ser roídas por las polillas. Les harás un favor llevándotelas.- Dice mientras asienta ante el resultado final.- Que recuerdos. En fin con esto irás mejor.

 El hombre cerró el baúl y se incorporó, haciendo crugir levemente la madera del suelo.

 - Bien vayamos, si mañana os vaís será mejor que durmáis, o por lo menos que descanséis los ojos.

El hombre emprendió el descenso por las escaleras.

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16/05/2012, 22:51
Violant de Bar

No sabría decir si se sintió desilusionada con la respuesta de Ulrien. Casi hubiera esperado una respuesta un poco más…

¿Pícara, quizás?, pensó, sonriendo para sus adentros, haciendo que chispearan sus ojos verdes durante un segundo. Deliras, Violant.

-Oh, ya, claro- fue lo único que salió por la boca de la pelirroja-. Sí, la verdad, prefiero salir al alba- confesó, encogiéndose de hombros-. Aún tengo que despedirme de Albert y pasar una última noche aquí… Te parecerá estúpido, pero quiero darme cuenta de lo que pierdo tomando la decisión de marcharme, por lo que quiero dilatar nuestra partida un poco. Sé que es egoísta- añadió, sonriendo-. Pero necesito saber que la vida que estoy escogiendo, que el paso que pienso dar el cual no tiene vuelta atrás, no hará que me arrepienta de ello al día siguiente a las pocas horas de viaje y me provoquen un ataque de llanto pidiendo volver bajo las faldas de mi madre- rio, sin poder evitarlo.

Estuvo tentada de tomarle de la mano para hacer que no se fuera. Aún quería estar un poco más con él, alargar la velada y seguir hablando de lo que fuera, aunque se tratara de cosas triviales, pero se mantuvo quieta, notando un rubor en las mejillas al pensar qué hubiera pasado después de tomarle de la muñeca y decirle que se quedara junto a ella.

Nada, se dijo a sí misma. Ya, claro, le respondió otra voz en su interior.

Suspiró y se limitó a mirar el plato vacío. Sin saber qué decir, ni hacer, alzó la vista y miró a Ulrien.

-Sí, aquí mismo, por ejemplo- propuso, encogiéndose se hombros-. Si no te parece mal, claro- añadió, cogiendo los platos y se levantó con intención de ir a la cocina y servir una última vez en la posada-. En fin, Ulrien, que descanses- se despidió con un gesto de la mano y se dirigió hacia la barra, bordeándola para dejar los platos sucios y lavarlos después.

Debiste tomarle de la mano y acabar la noche como bien sabes, se recriminó, cerrando los ojos, arrepentida. Basta.

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17/05/2012, 20:27
Judas Maldecap

- Gracias, gracias… Volvió a repetir, el ahora alegre Judas. Aun no podía creer que Albert le regalara aquellas magníficas prendas. No paraba de tocar la pechara de la camisa, ni el bonito cinturón.

Que bonitos… Murmuró mientras seguía al tabernero hasta el piso inferior. Era evidente que el joven mago no estaba acostumbrado a que le regalaran muchas cosas, y menos aun a tener cosas bonitas. Lucius había sido un gran maestro, y lo había criado como a un hijo, pero al fin y al cabo, era su maestro, y no su padre ni su madre. Por un instante, Judas volvió a pensar en sus padres.

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17/05/2012, 20:41
Ulrien Falx

El joven Falx no estaba avezado a las ironías, ni a las segundas intenciones, ni a los mensajes sutiles, ni a leer las expresiones de la gente. Convivir no era lo suyo así que no supo ver ni de lejos la desilusión de su compañera. A su preferencia se encogió también de hombros, supuso que lo que le decía era lo normal para nada estúpido.

[-No creo que sea, ni seas, egoísta.-] Dijo con el corazón un poco oprimido por la posibilidad de que la mujer se echara atrás en eso de acompañarle posibilidad que Violant había dejado entrever. Intentó dibujar una sonrisa delante de la risa de la chica pero aquella opción e incertidumbre seguramente le torturaría hasta que la viese dispuesta a con el equipaje por la mañana. Aquella decisión podía tener el destino de ambos en sus manos.

Cuando ella agachó la cabeza sobre el plato, Ulrien dio por entendido que ella había terminado aquella conversación así que acabó de levantarse dispuesto a irse. Fue entonces cuando ella concretó quedar ahí mismo. No le parecía mal, así que asintió: allí se verían. [-Que descanses… Violant.-] Y duermas bien… habría dicho de haberse atrevido.

Salió de la posada, tan solo mirando atrás para ver perderse aquél pelo rojo en la cocina y se fundió en la noche buscando un lugar en el bosque donde sentar la cabeza, que no dormir, algo que seguramente no conseguiría ni de proponérselo.

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18/05/2012, 10:54
Director

 Con el joven aprendiz de mago sumido en vagas reflexiones, tantas veces abordadas en los años pasados, pero que ahora le asaltaban de nuevo. Sus padres, ¿por qué lo abandonarían o entregarían en tutela a Lucius? ¿Lamentarían su decisión...? ¿seguirían vivos?

 Con estos pensamientos los dos hombres alcanzaron el salón. Violant estaba cargando los platos hacia la cocina para lavarlos mientras no había ni rastro de Ulrien.