Partida Rol por web

Artai se quedó esperando a que Nacho acabara de hablar con Roberto. Sabía que le estaba pidiendo su arma, y estaba convencido que iba a conseguir el préstamo.

Se sentiría mucho más seguro con la pistola que con el cuchillo que iban a coger de la cocina, la verdad...

- Tyler, ven con nosotros. Tienes razón. Contra más seamos, mejor nos defenderemos...

Gonzalo observó como Artai y Nacho salían de la habitación y el psicólogo comenzaba a hablar con Roberto. Rezó porque hubiera entendido su mensaje, pero poco más podía hacer él por el momento... Aprovechando que estaba cerca del baño, se asomó allí y revisó bien signos de actividad reciente, tanto en la ducha como en el inodoro. ¿Había estado alguien realmente utilizándolo hacía poco?. Su mente seguía en modo Gymkana todavía, cualquier información sería útil.
Entonces escuchó a Tyler salir de la habitación, y se dirigió tras de él. No se iba a quedar solo en la habitación con el hombre antipático y el cadáver. - ¿Vienes, Pablo? - Al salir contestó a Tyler - Creo que tienes razón; es buena idea ir juntos. Creo que nos vendría bien coger un arma, por lo que pueda pasar; ¿vamos a la cocina?. - Tenía una navaja suiza que utilizaba para todos los campamentos, pero un cuchillo grande como el de Nacho le haría sentir más seguro, desde luego. Pero no se iba a alejar de la habitación hasta que sus compañeros fueran con él.

No... yo voy a mirar unas cosas antes en mi habitación y vuelvo... luego os busco. Pablo miró hacia los lados buscando a alguien y sin esperar muchas más respuestas se alejó dando largas zancadas de nuevo a su habitación.

     No ... no puedo.  De verdad. Miró con desconfianza a Nacho Me gustaría saber cómo sabes que tengo licencia y que suelo llevar mi arma cerca por protección escupió la frase con un matiz cargado de negatividad. Cambió el gesto Si.. si hubiera llegado a tiempo podría haberla salvado... pero fue todo demasiado rápido.

     No, no te voy a dar mi arma. No quiero más problemas de los que ya voy a tener encima pero toma se descuelga una llave pequeña y se la entrega a Nacho. Tú no sabes dónde está el maletín y yo no voy a poder abrirlo. Solo quiero que esta pesadilla se acabe...

     Al llegar al salón veis a Iago, impecablemente vestido pero con una cara de profunda preocupación, sentado solo en una de las mesas. Al fondo, en la cocina, oís el ruido de vasos.

     Por las ventanas ya se filtra la luz del día pero dentro del salón el aire se siente pesado y cargado por el humo de la chimenea que todavía no se ha podido ventilar. Iago levanta  la vista y os hace un gesto cansado He podido hablar a primera hora con comandancia y... vamos a estar solos hasta el lunes o martes seguramente. Parece que la noche ha dejado víctimas. Lo que hemos vivido aquí, si, ya se lo de Estela... parece que también ha pasado en las ciudades. Un caos.

     Por la puerta de la cocina asoma el rostro de Anne, lloroso y congestionado y con un vaso de licor oscuro en la mano. En el salón, además de Iago, está la mayoría de los huéspedes:

     Roberto siguiendo a Nacho, Gonzalo, Tyler y Artai que han llegado unos instantes antes. La mujer solitaria también está presente, abrazándose a si misma y un poco apartada del resto con gesto desconfiado.

Nacho no demasiado convencido aceptó la llave que se le daba, aunque no sabía bien si iba a tener que darle uso en algún momento.

En el salón habia mucha gente triste y preocupada. Pero eso podía esperar, para Nacho había otra prioridad.

_Vamos a lo de Daniel. Iago, Anne, ¿podrán quedarse un momento con Roberto? Sería importante que no se quede solo.

     Cuando Nacho habla con Anne para pedirle que se quede junto a él observa un brillo extraño en los ojos, un leve temblor en la mano que sostiene el vaso y el gesto de la boca más relajado de lo que debería ser normal. Amanece y la mujer ya está borracha o al menos con las capacidades algo limitadas seguro. Tal vez dejar a Roberto tras lo sucedido en la habitación junto a Iago que claramente está sobrepasado y Anne que tiene cierta dificultad para mantener la horizontalidad no sea la mejor de las ideas.

_Aunque... no, ustedes tienen sus propias cosas que atender. Mejor será que venga con nosotros. De cualquier forma, si todo sale bien, Daniel simplemente estará durmiendo y llevará un minuto.

Sabía que podía parecer loco desdiciéndose así, pero tenía sus motivos. Miró al resto del grupo.

_Iré a la cocina por un vaso de agua. ¿Me acompañas, Tyler? -avanzó unos pasos en dirección a la cocina y se giró-. ¿Alguno quiere que le traiga agua?

Solo cuando Nacho le hablo Tyler pareció reconocer su nombre y salió de su ensimismamiento.

Ruth... ¿Donde estaba Ruth?

-Yes... .- Asintió recolocándose las gafas redondas.- right behinf you... .- Musitó y se propuso seguir a Nacho a la cocina. 

Gonzalo tenía pensado también ir a la cocina, y no estaba con ánimos de hablar con nadie, así que no abrió la boca en el comedor. Se dirigió a la cocina y tomó un cuchillo con buen filo y punta, guardándolo con soltura en el cinturón del pantalón y ocultándolo bajo la camiseta. Tras esto, le preguntó a Anne, que se hallaba también en la cocina - Anne, ¿sabes dónde está Ruth?. Seguro que está cansada, pero han asesinado ya a dos mujeres, las habitaciones no son seguras y nadie debería estar sólo... Vamos ahora a avisar a Daniel, así que si nos dices dónde queda su cuarto podemos avisarla también.

Revisando bien que nadie más les seguía ni estaba a distancia de escucharles, apartó a Tyler y a Artai a un lado y les susurró - Roberto mintió al decir que Amador rompió la ventana. El campo fuera es un barrizal, y no hay una sola huella dentro de la habitación. No sé si ha sido él, o si encubre a alguien, pero quien mató a Estela, vino de dentro de la casa. -  Suspiró tratando de dejar salir algo de la tensión que llevaba acumulando desde hacía un rato. Se sentía ligeramente mejor ahora que había compartido sus sospechas, pero la situación seguía teniéndole completamente al límite porque se escapaba por completo de su compresión. Ya hablando en voz normal siguió con la conversación - Deberíamos hablar con Gregorio después de avisar a Daniel, para preguntarle qué escuchó exactamente desde la habitación de al lado; quizá nos dé alguna pista. - Que Nacho hubiera invitado a Roberto a acompañarles le parecía una completa locura; no le apetecía nada tener que estar cuidando sus palabras por tener al posible asesino al lado, pero supuso que el psicólogo tenía un plan, así que tendría que acomodarse a ello.

Cuando Artai llego a la cocina fue directo al banco donde estaban todos los cuchillos imantados en la pared. Sin dudarlo ni un segundo escogió el hacha de despiezar carne. 
Su filo cortaba carne y hueso por igual y, a pesar de que no podía guardarla en la cintura bajo el pantalón, le importaba bien poco.
 

A estas alturas, lo único que quería era poder defenderse en caso de ataque sin importarle lo que pudieran pensar el resto de inquilinos del pazo...
 

- Nacho/Tyler, vamos a buscar al resto de gente. Creo que lo mejor es que no haya nadie en sus habitaciones y estemos todo el grupo Unidos en el hall principal.
 

Dicho esto, Artai salió de la cocina en dirección al ala de las habitaciones... Veremos lo que nos encontramos....

Cuando vio que tanto Gonzalo como Artai se sumaban para ir a la cocina, Nacho decidió quedarse con Roberto en el salón.

_Bueno, no tiene sentido que vayamos todos. ¿Pueden traerme un vaso de agua cuando regresan, por favor?

Y no iba a desperdiciar la oportunidad.

_Roberto, ahora que estás más tranquilo, ¿puedes relatarme lo que ocurrió? ¿Estás seguro de que era amador? Pudiste verlo bien, y en qué dirección salió corriendo luego?

Nacho quería escuchar las palabras de Roberto atento a cualquier temblor en la voz, duda, contradicción o microgesto que de acuerdo a sus estudios pudieran sugerir algún engaño. Numerosos psicólogos como Paul Ekman se habían dedicado a estudiar cómo detectar mentiras.

     En el salón todo eran nervios y conversaciones entrecruzadas. Sollozos apagados de Roberto, palabras en gallego de Iago, en inglés de Tyler... Artai apareció saliendo de la cocina con un cuchillo cuya hoja era tan grande como su cabeza y Anne le miró primero asustada y después le dio una risa histérica que hizo levantarse a Iago para ir a protegerla. Como Artai no tenía ningún tipo de sensación de ser amenazante ahí quedó el pequeño susto.

     Nacho decidió quedarse en el salón junto a Anne, Iago y la mujer que ahora se había sentado en un rincón con la espalda apoyada en la pared y mirada preocupada. Artai indicó a Tyler y Gonzalo que le siguieran, su intención era ir por el momento a por Daniel y Pablo que estaban, o eso creían, en sus habitaciones.

     Cuando Gonzalo pregunta a Anne por Ruth, ésta comienza a girar la cabeza buscándola y parece darle un pequeño mareo que la obliga a sujetarse en la pared. ¿Ruuuth? No SE dooonde está la zagala de cabeza loca... por ahí... ANDARÁ... jijiji es joven, es joven. Su forma de hablar dejaba ver que había tomado alguna copa de más.

     ¿Quién iba a ser sino? Estaba oscuro hasta que estalló una bola de fuego y solo oía los gritos de mi mujer. Oí romperse la ventana y cuando salí del baño no había nadie. Tiene que ser ese psicópata... ¿No dijisteis que había matado a su mujer? ¿No le bastaba con eso que tuvo que venir a matar a la mía?

     Estaba en el baño y oí el ruido, luego el fuego, más ruido y los gritos... esos horribles gritos... Roberto rompe a llorar.

     Los tres avanzaron por el pasillo en dirección a la habitación de Daniel, el informático. Una de las puertas del pasillo estaba abierta y se sentía una fuerte corriente de aire frío que provenía de ella, al lado la puerta de Daniel estaba cerrada.

Gonzalo entró al salón seguido por Tyler y Artai y se giró hacia el último, que había causado sensación con la entrada de nuevo en el salón - Carallo, Artai, esconde un poco eso, que vamos a parecer la inquisición yendo a buscar a la gente a las habitaciones así, nos faltan las antorchas sólo. - De todas formas le reconfortaba ver a su compañero con el arma. Él había cogido la suya, que llevaba cuidadosamente asegurada en el cinturón, un poco como resorte automático por el miedo y la tensión, pero en verdad no sabía qué iba a hacer con ella llegado el caso - no había peleado con nadie en su vida, y menos aún cuchillo en mano.

Los tres avanzaron hacia la habitación del informático, notando una corriente fuerte de aire frío que venía de la habitación de al lado que estaba abierta de par en par. - ¿Quién estaba durmiendo en esa puerta, lo sabéis? - les susurró a sus acompañantes. Se acercó al borde de la puerta y analizó desde allí la habitación, con cuidado de no dejarse ver delante de la puerta y tratando de no hacer el más mínimo ruido con ello.

     Cuando miras dentro ves que la cama está deshecha, la puerta del armario abierta, en el suelo una maleta también abierta. Al fondo la ventana se agita junto a las cortinas por el viento y algunas gotas de agua comienzan a mojar el suelo de la habitación. Recuerdas que aquí era donde dormía Pablo Chacón.

Chicos, es la habitación de Pablo; la ventana está abierta pero parece que no hay nadie. La verdad es que ese tío es sospechosísimo... -susurra Gonzalo a sus compañeros. ​​​​​​- No creo que haya sido el asesino; al menos en el caso de la primera mujer no pudo ser porque estaba con Artai, pero está claro que tiene negocios sucios por aquí, como el tal Rufus. Seguro que temas de droga o algo. La verdad es que ya todas esas cosas me dan un poco igual.

Entró en la habitación y cogió una toalla del baño, envolviendo su cuchillo para poder llevarlo bajo el brazo sin causar alarma - llevaba un tiempo pensando que su entrepierna corría peligro con el cuchillo suelto en el cinturón. Les ofreció a Tyler y Artai - en especial a este último - si querían una toalla para un apaño similar. Y se dirigió hacia la puerta de la habitación de Daniel con sus compañeros. Les dejaría hablar a ellos, porque estaba bastante nervioso y tendía a liarla en este tipo de situaciones.