Partida Rol por web

Era un Domingo por la tarde, habíais quedado en encontraros a las 16:00h al centro de estudios secundarios y la preparatoria Suiroku de Yokohama, allí cogeríais un autobús que os llevaría a Kyoto que durara 5 horas de viaje, es la opción más barata de llegar.

Allí, en el centro Suiroku, ya está la señorito Yamaguchi, con su traje blanco, sus gafes, sus collares de oro mostrados por que lleva la camisa semi desabrochada, sus zapatos de piel oscura y como no, un cigarro en la boca, tambien lleva una plancha con un par de papeles, a su lado la profesora Bellow  vestida con unos pantalones cortos tejano verdoso, una camisa naranja de tirantes, unas medias blancas y unes deportivas, con su coleta alta dejando ver el rostro a la perfección, ambos están con sus maletas esperando a los alumnos.

Antes de que llegarais, algunos alumnos ya están en la Puerta, Eikichi los ha apuntado en “presentes” y estos se van juntando en mini grupitos, están los aficionados al deporte que no paran de hablar del partido de futbol y la paliza que le dieron a Japón, las aficionadas al Dorama del momento  y están comentando el capítulo de la noche anterior, los aficionados a los animes que hablan sobre algún capítulo de algún manga y los dos chicos que fumadores que están fumándose un cigarro pues no podrán aguantar el mono de 5 horas sin echarle la mano al vicio.

Si, el profesor Yamaguchi seguramente les dio permiso para que fumasen por el tema vicios, al parecer eso está discutiendo con Bellow ya que ella no soporta el tabaco. Pero, no chillan simplemente se dicen lo que piensan con un tono normal.

El bus, está ya aparcado, con la Puerta abierta del compartimento de maletas, todas las de los compañeros que ya han llegado estan ya dentro, ellos solo llevan algún bolso o una maleta con patatas, bebidas, bocatas o chuches para comer o beber de camino

Aún quedan unos cuantos, unos 8 alumnos todavía y el bus podría partir.

Me he pasado un rato esta mañana pensando en lo que ponerme. Al final, me decido por un traje ligero de verano, de color negro y con la camisa gris marengo. Una corbata negra estrecha completa el conjunto junto a unos mocasines de cuero italianos, de color negro también. Quizás sea un poco demasiado para un excursión ,pero el estilo es el estilo.

La ropa interior...por ahora es mejor dejar algo de misterio sobre uno mismo.

Llego a el punto donde debemos tomar el autobus pero Ranma no ha llegado. No es que me extrañe, no ha llegado puntual a nada nunca asi que no se le espera. Viendo el panorama, me decido por acercarme a la profesora Bellow, que a fin de cuentas es la que mejor me cae de los presentes.

Señorita Bellow, que tal se encuentra en esta maravillosa mañana?. La miro de arriba abajo aunque con cierto disimulo no muy evidente. La profesora se encuentra en una forma física excelente y desde luego es un placer mirarla. El detalle de las medias blancas...impagable. Como siempre, es un placer verla señorita. Ni yo mismo tengo claro si lo digo con doble sentido.

En mi mano, aguanto aun la maleta que se apoya en sus ruedas, no quiero que quede al fondo del maletero. Colgado del hombro el portátil en su funda y varios accesorios electrónicos mas y el neceser atado sobre la maleta, dejándome una mano libre.

Yamato llegó como de costumbre, en silencio, callado…como si se tratara de una especie de sombra que se movía lentamente y de manera tranquila.

El muchacho iba vestido como de costumbre, pantalones largos de color oscuro, unas deportivas negras y rojas, una chaqueta de color negro con adornos rojos a juego con las deportivas y por ultimo su mirada cansada y sombría.

Yamato no era un chico muy popular, tampoco muy social, solía pasarse la mayoría del tiempo jugando y haciendo cosas solo…por lo que era bastante normal verle sin ninguna compañía.

Acercándose al autobús despacio y calmadamente, Yamato dejo su mochila dentro del autobús, pero no sin antes sacar la videoconsola.

Lentamente se acerco al profesor Yamaguchi y a la señorita Bellow, una vez frente a ellos hizo una reverencia en silencio y se aparto unos cuantos metros, los había saludado y ahora era el momento de distraerse.

Lentamente se apoyo en un árbol cercano y encendió la consola.

Hace un gran día. Realmente agradable...aunque nadie lo diría por lo incómoda que me siento. Y es que mi madre me la ha jugado bien la muy...lianta. Por su culpa he estado a punto de llamar y decir que no venía, motivos de causa mayor. Solo recordar lo que me ha hecho me hace ponerme colorada de nuevo, algo que empeora al ver a un conductor mirarme fijamente mientras me deja pasar en el semáforo.

Otro que se ríe de mi. ¡Jo mamá!

A mi madre le ha parecido muy muy divertido esconder mi maleta con ropa, y toda mi ropa, y hacerme una nueva ella con cosas que me ha comprado sin yo saberlo. Como resultado, voy haciendo el ridículo por la calle.

Una camiseta de tirantes, ceñida y ¡Hasta algo de escote! Una minifalda 40 cm demasiado mini ¡Y con algo de vuelo! Y unas botas hasta justo debajo de la rodilla. Con tacón. Al comprender que me las tendría que poner entiendo porque me ha hecho practicar estas semanas el andar con tacón. Y he visto unos zapatos de tacón fino en la maleta, me dan escalofríos de pensar en usarlos. Y la ropa interior, no soy capaz de describirla.

Y lo peor de todo es que llego tarde y todo el mundo me mirará...aunque ¡igual se han ido ya! Si eso pasa...tendré que quedarme. Por favor Zeus todopoderoso, que se hayan ido...

Termino por llegar al autobús, sin mirar a nadie y dejo la maleta en el maletero. Roja como un semáforo intento hacerme invisible mientras me siento en un banco...pero claro, minifalda ¡Se sube! Demasiado muslo queda al aire unos segundos antes de que me de cuenta y me levante como un rayo, más roja aún.

Mamá...se van a reir, jo...

Como de constumbre llego tarde, pero no es mi culpa, ese maldito tendero del combini no me quitaba ojo de encima, el muy capullo debe sospechar que soy yo el que le manga los dvd´s porno y no me quedó más remedio que comprar una bolsa de patatas fritas para disimular y no marcharme con las manos vacias. Pocas veces me había costado tanto conseguir un poco de porno occidental y de hentai como este dia lo que me hace plantearme la posibilidad de alejarme de esa tienda al menos por unas semanas y dejar que se olviden de mi.

Doy unas últimas caladitas al canuto pero lo tiro al ver a los profesores con Hugo y me acerco a ellos. Doy una colleja amistosa a Hugo y me quito el sombrero para saludar a la profe. Vaya, sensei, cada día me gusta más su ropa digo mirando su escote mientras doy un golpecito al tutor para que se fije en la panoramica que nos regala la sensei con su camiseta de tirantes.

Eto... creo que me acabo de enamorar bromeo al ver a Stephany bajandose la falda. Lastima que se haya dado cuenta, su tanga era muy bonito sonrio y abandono a Hugo y los senseis para acercame a la british Steph-san, cada día estás más guapa, antes pensaba que en la playa todos mirarían a la profesora Bellow, pero al verte a ti ya no estoy tan seguro de eso.

-Gra-gra¿cias? Supongo.- mi tono pasa de la verguenza a la duda terminando por escepticismo.

Genial, encima de tener que llevar esta ropa ya no sé ni sentarme con falda, y claro, tiene que venir a burlarse. >.< te odio mamá.

-Todos venís elegantes.- me fijo especialmente en Hugo Jaeger, que va hasta de traje -Yo he...tenido un percance con la ropa. ¿No he llegado la última? Pensaba que iba tarde.

Mi tono de voz es bajo, claramente falto de confianza. Normalmente solo se me escucha hablar en química, y allí lo hago confiada y casi tiránica, nada que ver.

Saludo con la mano a los profesores, sonriendo incluso a la señorita Bellon. Ella me hizo descubrir el volley. Solo por eso haría lo que me pidiese.

Eikichi  fue apuntando algo en tu tableta cuando se percata de la presencia de Hugo, le sonríe y le levanta el pulgar – Ei Hugo que tal estamos? -  pregunto cuando puso una X justo al lado de su nombre indicando que ha llegado y le mira – con ganas del viaje? – pregunto cuando se percató de Yamato y alzo la mano - Yamato Hola! – menciono animado cuando simplemente lo vio alejándose, eso hizo que se le dibujase una venita en la frente “ en estas vacaciones are que hables más que una maruja" pensó para sí mismo cuando le anoto la asistencia.

Acto después apareció Stephany cuando apareció ella sonrió muy amable y algo dulce – Fiu Fiu... pero que guapa me vienés hoy hermosura – dice mirándola de arriba abajo, se dedicó unos segundos a analizarla el modelito que tiene, realmente hoy iba chica boom boom y no se lo esperaba de ella, pero al empezarse a sonrojarse negó varias veces y se dedicó a anotarla en la lista de presentes.

Después apareció Ranmaru, este sintió los golpes y miro hacia donde le indicaba – ya ves, pedazo pechotes... – murmuro babeante pero, la pedazo colleja que le dio Bellow le dejo atolondrado durante unos segundos algo mareado

Bellow por su parte se dedicó a saludar por orden que van viniendo, cuando vio a Hugo le sonrió de manera cálida – Espero que nos lo pasemos bien todos juntos Jaeger – dijo cuando vio a Yamato simplemente le saludo con la mano tan amable y cariñosa como siempre.

Al ver a Stephany se quedó impresionada, con los ojos como platos y con la boca abierta alucinando – es cierto, pero que guapa  estas, te queda súper bien ese conjunto – menciono cuando vio a Ranmaru, simplemente le saludo con la mano sin darle tiempo ya que noto que el profesor Yamaguchi le estaba mirando los pechos descaradamente, y encima no lo arreglo con ese comentario, así que hizo lo que mejor se puede hacer con una cabeza hueca como el, dejarle más tonto, así que se froto las manos y después, le dio un golpe de colleja tan fuerte que todos han podido escucharlo dejándose la mano roja del golpe 

Jejejeje de nada guapa. Rebusco nervioso en los pantalones buscando la bolsita de la marihuana y la placa de costo y suspiro aliviado al encontrarlas, después saco la billetera y comienzo a contar los billetes, llevo dinero suficiente y es posible que consiga más si vendo algunos huevos de polen en la playa. Necesitaré mucho dinero si quiero ir con Hugo a una casa de geishas o para invitar a las chicas de clase. Eto Steph-san, cuando vayamos a la playa me sonrojo al hacer esta proposición y apreto fuertemente los puños para darme fuerza mental ¿vendrás conmigo a comer un helado? por supuesto yo invito

¿Elegantes? venimos como siempre, bueh tal vez Hugo-chan no pero ya sabes es extranjero y tal vez en Europa a la playa se va de traje. Me abanico con el sombrero. Que calor hace hoy en realidad el calor me lo da la inglesa con esa ropa pues si ha sido un percance espero que tengas muchos más afirmo de forma decidida pensando en poder disfrutar viendola más días vestida como hoy.

-¿Un helado? Pues, no sé...es que estoy a dieta y eso p...- cierta parte de la frase traspasa al fin mi duro craneo.

Playa.

Me lo quedo mirando un poco con aire de boba, pero en realidad no lo miro a él sino que trato de profundicar en una idea que no acaba de salir a la superficie. Cuando lo hace me pongo pálida de pronto.

Playa. Bikinis. Ay, dios...dios...mamá...no habrás sido capaz...no, seguro que no...si. Mierda, lo ha sido. Seguro.

El rojo regresa a mi rostro, aún más furioso que antes, al imaginarme el tipo de bikinis que mi madre habrá metido en la maleta que hizo. Pasando al lado de Ranmaru me acerco a los profesores. Cojo de la manga a la señorita Bellon y la miro, con un puchero adorable absolutamente real, no hay nada fingido. Hasta me brillan los ojos, como si fuese a llorar. Adorable.

-Profe. No puedo ir. Estoy...enferma. Si. Debe ser ébola, muy contagioso.

En mi pánico bikinifóbico le suelto la misma escusa que le puse para no salir a entrenar con el equipo de volley el primer día con el uniforme de volley.

Bellow primero se sobresalta ante aquello pero la mira tan desesperada, con ganas de llorar, y diciendo eso que solo se limita a sonreír de manera dulce, la agarra de la cintura pasando la mano por su espalda y caminan juntas alejándose del grupo 

Una vez alejados y donde nadie pueda escucharlas ni verlas la mira seriamente poniéndose frente a frente – Stephany, dime que te pasa ¿tienes miedo de algo? – le pregunta poniendo amabas manso en los hombros de la chica

Tu no eres de ponerte así, algo te ocurre y se que no estas enferma porque si no, me hubieses llamado antes para decirlo.. – le dice de manera cálida pero algo mas seria que de costumbre, cambia su cara dulce cuando frunce el ceño fon fuerza y pone su mano derecha a la mejilla de ella secándole las posibles lagrimas con el dedo pulgar – si Ranmaru te ha dicho algo ofensivo me lo dices y le meto la bronca – le dice muy segura de querer hacerlo.

No es que fuese a llorar, al menos no lo había notado, pero esa caricia en la cara me calma un poco. Y sale todo de golpe mientras le cojo y aprieto la mano.

-No. No, Ranmaru no me ha dicho nada...malo. Creo que quería reirse de mi pero es que es normal ¿No ve como voy? Es culpa de mi madre ¡Me ha escondido mi maleta! Y solo me ha dejado otra llena de...de...¡esto! No hay nada más que ropa de tia buena. No sé por que se empeña en que me ponga esas cosas si me quedan horrible. No son para mí. A usted..o Kae...seguro que le van bien pero...ya se que mi madre siempre dice que da igual lo que piensen de ti, que no es nada malo estar gordita y tener "otra figura" pero a mi me afecta. Me gustaría tener un cuerpo que luciese esa ropa pero no lo tengo. Así que me parece...cruel...no sé por qué lo hace. Y es que Ranmaro ha dicho algo de la playa y he pensado en los bikinis que me habrá puesto y...como se parezca solo un poco a la ropa interior que me ha metido...

Ya estoy roja otra vez.

-No puedo pisar la playa. Se reirán todos.
 

Mi limusina llegó al lugar de encuentro cuando apenas quedaba nadie fuera. No había llegado tarde, yo nunca llegaba tarde, mi hora de llegada era cuando yo así lo precisaba. Con un gesto altivo y paso seguro, bajé elegantemente del coche y me dirigí hacía los pocos que quedaban fuera del autobús. Encontraba aquel medio de transporte de lo más incómodo, molesto e irritante, de haber podido hubiera contratado un coche que me llevara, pero debía compartir mi tiempo con los demás compañeros, después de todo era nuestro último viaje juntos.

Me había puesto una ropa cómoda para el viaje, que al mismo tiempo no ocultara mi bien formado cuerpo. Una camiseta pegada con el nombre de un conocido grupo de música, unos pantalones negros muy cortos y unas sandalias de diseño fabricadas pro la empresa de mis padres.

Mis impetuosos pasos me llevaron frente a algunos de los compañeros que conocía de clase. Allí estaban Hugo y Ranmaru, el duo maravilla que nunca se separaba. Siempre resultaba interesante compartir momentos con ellos, especialmente en algunos momentos especiales. Un chico que iba a mi clase con el que apenas había hablado debido a lo callado que era, no lo conocía mucho, pero tenía pinta de ser bastante soso. Vi al tutor, hablando con estos últimos, y a la señorita Bellow un poco más lejos hablando con otra chica, otra de aquellas chicas calladas. Su mano para la química era un punto a su favor, pero hasta ahí llegaba mi interés.

Llegué donde estaban los demás y les dediqué una amable sonrisa - Buenos días a todos, señor Yamaguchi - incliné con respeto la cabeza y miré a mis compañeros - Hugo, ¿pretendes meterte en la playa con eso? Vamos de viaje escolar, no a una entrevista de trabajo - mi sonrisa se volvió un poco sacástica, y luego susurré al oído de Ranmaru - si la profesora te ve con todo ese dinero, te lo requisará y te podrías meter en un buen problema. Yo esperaría a estar en el hotel a solas para admirar el fruto de tus... negocios - aún sonriente, saludé también a Yamato - buenos días, Yamato-kun, veo que no te olvidas de traer diversión para el viaje.

Hice un gesto a mis sirvientes de que dejaran mis maletas en el portamaletas y, con una reverencia y desearme un buen viaje se fueron. Saludé a la profesora Bellow y a Stephany con un ligero gesto de la cabeza.

Con la cabeza acompasando la música que escuchaba por sus auriculares enchufados a un iPod, Kae apareció entre los árboles del aparcamiento, caminando con tranquilidad y tirando aparentemente sin demasiado esfuerzo de una maleta bastante grande. En la espalda llevaba además una mochila de cuero colgada y su arco de Kyudo, ya que aunque era viaje de fin de curso algún tiro pretendía hacer de tanto en tanto. Pero posiblemente aquello no llamaría la atención de sus compañeros, si no la ropa que vestía: muy rockera, cuero, metal e incluso un collar de pinchos y un cinturón de balas.

Hasta ahora sólo había coincidido con sus compañeros en el centro escolar de modo que siempre la habían visto de uniforme. Pero ahora no era necesario y Kae no parecía la compi de clase que hacía tiro al arco con el kimono holgado de Kyudo con aquella ropa o la que corría maratones y esprintaba en la pista con aquellas botas que hacía sonar al pisar con fuerza. Y aun con todo, se la veía bastante cómoda con todo aquello.

Al llegar al punto de encuentro fue directa al portaequipajes del autobús donde consiguió levantarla y meterla sin demasiados problemas. Luego se giró hacia el resto y se acercó al tutor para señalar que ya podía apuntarla en la lista de asistentes mientras se quitaba los auriculares y los dejaba descansando en el cuello.
-Buenos días, profe-saludó manteniendo las distancias con el efusivo profesor. Justo había llegado detrás de Himeko que parecía comentar algo de lo adecuado que podía ser o no la ropa de Hugo. Puso una mano en su cadera basculando el peso y sonrió de lado, divertida-A lo mejor Jaeger lleva el bañador debajo de ése traje y en el momento menos pensado se arranca la ropa y se lanza al agua...-bromeó algo burlona de forma divertida. Luego miró a Ranmaru un momento y Himeko aunque decidió que comentar sus negocios no le divertía y simplemente miró distraída alrededor, viendo que Yamato jugaba a algo. Tuvo el impulso de sacar su consola de la mochila pero no quería agotar la batería tan pronto, aún quedaba un viaje largo.

De reojo veía a Bello-senpai hablando con Stef. Le habría gustado saludarla aparte, pero parecían hablar de algo así que esperaría a que su compañera de pupitre volviera para charlar con ella. De hecho al parecer Kae había sido de las últimas. Tampoco le importaba mucho, se había tomado su tiempo para llenar la maleta de cuanto pudiese necesitar y lo último que le apetecía era arrastrarla corriendo.

Yamato sonrió cuando escucho una voz que le hablaba, era Hanabi, la chica popular del colegio. El muchacho ya sabía que lo mejor era no molestarla.-Buenos días Hanabi-san.-Declaró para luego volver a la videoconsola mientras de vez en cuando iba alzando la cabeza para ver que le rodeaba, vio a Yûsei, Tano, Ichinomiya a Jaeger…estaban todos allí, y todos parecían hablar y pasárselo bien, Yamato se dedicaba simplemente a seguir jugando mientras se mantenía en silencio.

No le parecía necesario hacer amistades con nadie, al menos de momento…nunca se sabe cuándo su padre puede volver a mudarse de ciudad, así  que prefiere optar por lo más sencillo, quedarse callado y jugar.

Cuando iba por el segundo nivel, su consola empezó a vibrar levemente mientras una serie de pitidos agudos salían de la consola.-Batería…-Murmuro con los ojos abiertos en blanco y la cara blanca como la leche, se le había acabado la batería, no habían enchufes en el autobús, no se había traído más consolas…este era el fin.

Lentamente se quedó en silencio mirando la apagada pantalla con ganas de morirse o de tirarse bajo las ruedas del autobús, con un poco de suerte le aplastaban cuando empezara a moverse…pero eso era inútil, lo mejor que podía hacer es quedarse quieto y fingir que está jugando, o tal vez sacar el móvil y hablar con algún amigo…si tuviera.

Mis ojos se abren como platos cuando estando junto a la señorita Bellos, el Eikichi se refirió de forma mas que clara y lasciva a las curvas de la profesora como pechotes. una expresión que no he oído nunca, aunque por la colleja que le cae al tutor seguro que no es muy positiva. De todas formas, luego le preguntare a Ranma. Desde luego no se lo preguntaría a la profesora o una de las chicas.

Luego me fijo hacia donde babea Ranma y como este se ha alejado de mi a toda prisa. En dirección a la chica despampanante que ha aparecido con un conjunto de ropa nueva, como si aun le colgasen las etiquetas. Es muy guapa y la ropa le sienta genial. Me suena pero no la sitúo bien. Tal vez una de las jugadoras de Bolley?.

Luego llega Himeko y durante unos segundos el mundo deja de girar, mi corazón deja de latir. Al verla se me olvida hasta lo que hago aquí y solo reacciono cuando me dice algo sobre la ropa. La ropa y playa...No te preocupes Himeko, en la maleta llevo un par de bañadores, por algo soy del club de natación. Le sonrío a la joven mientras hablo y me pregunto como reaccionaria si la besase en publico. Aun no me trata o habla como si fuéramos algo mas que conocidos, cosa que me tiene muy perplejo.Ante el comentario de Kae rio y niego con la cabeza. Me temo que te voy a decepcionar Kae, lo que llevo bajo la ropa es un slip de seda roja de Calvin Klein, que si bien no me importaría lucir como bañador, no me permitiría nadar muy rápido. Entonces mi mirada se hace picara y le guiño un ojo. Pero si quieres verla, no tengo el menor problema en dejar que lo hagas. Lo que haga falta para despejar las dudas de una compañera y amiga.

Quizá sea por este tipo de comentarios por lo que es tan fría conmigo en publico.Somos novios, no?, solo un pasatiempo para los fines de semana...

Tratando de aclararme un poco, llevo mis cosas excepto el portátil al maletero y al volver con los demás me fijo en el aspecto desolado del chico...Yamano?...Yamato?. Así que me acerco a el justo para oírle decir algo de la batería.

Hey tío...se te ha terminado la batería?. Yo odio que me pase eso. Espera un segundo a ver...meto la mano en uno de los bolsillos de la bolsa del portátil y saco una batería portátil para varios periféricos, como consolas portátiles, smartphones o tablet. Se la tiendo al muchacho.

Esta a tope y es de 21mil, así que deberías poder cargarla rápido. Mientras hablo con el, trato de establecer contacto visual con Himeko, esperando que me mire para hacerle un gesto para irnos a un lado.

Yamato noto como el pelo de la nuca se le erizaba al ver a Jaeger acercarse.-No, no…gracias…nada.-Declaró alejándose un par de metro de el, no le apetecía nada de un indeseable como el…y menos un cargador que seguro que era robado, a fin de cuentas el ya tenía muchos en la mochila…no quería arriesgarse.

Rápidamente se alejó bastantes metros…casi tantos que parecía estar forzando la puerta del autobús para meterse dentro y esconderse.-Ábrete…ábrete…-Dentro se estaría un poco más fresquito y posiblemente no le vendrían a incordiar los delincuentes, era eso o que tener que aguantar que le dijeran cosas o le ofrecieran objetos que luego seguramente tendría que pagar o...enviar a la policía.

Bellow suspiro y se separo un paso para mirarle de arriba a bajo - pero si te queda genial, estas guapísima y no lo digo por cumplir, mira, si te dejo uno de mis pantalones, seguro que hasta te quedarían grandes - dijo refiriéndose que Bellow tiene mucha mas caderas que Stephany.

mira, si te preocupa el tema el traje de baño, aremos una cosa, miras como es cuando lleguemos a Kyoto, y si no es de tu agrado, te compro en las tiendas uno que si lo sea, seguro que habra tientas de traje de baño - sonríe y se acerca para abrazarla suavemente, coma mucha calidez, ambas son casi de la misma altura, Bellow es solo 5 centímetros mas alta que la joven 

porfavor, vente, me arias muy feliz, quiero que vengas y que podamos disfrutar todos juntos del viaje - menciono cuando le acaricio la cabeza con la mano, deslizando los dedos por su cabello con mucho mimo - además si alguien se mete contigo, ya me encargare yo de que no se vuelvan a meter - acaba por decir antes de que se separe de ella y le acaricie la mejilla, uniendo su mirada a los ojos ajenos - ¿sí?  - sonrió amable y cariñosa, algo dulce también intentando que ella también coja ánimos ya que no le gustaba verla así.

¿Cómo decirle que no si lo pide así? Imposible.

Haciendo de tripas corazón, acepto ir. Eso sí, también me prometo a mi misma que no tendrá que comprarme nada ni gastarse dinero en mi. Apechugaré con lo que tenga que apechugar, muera o no.

-Gra-gracias profesora.- le doy un rápido abrazo, más impulso que otra cosa antes de que echemos a andar hacia el resto.

Hago el camino un tanto pensativa.

La profesora no es de las que mienten para nada...y estaba muy segura de que su pantalón me quedaría grande, incluso aunque ella tiene un tipazo...es cierto que la ropa me queda demasiado grande ultimamente ¿Será verdad eso de que estoy guapa?

Niego, es imposible. Lo que pasa es que quiere animarme y se ha dado cuenta de que he perdido un par de quilitos.

Viendo la reacción de Yamato termino por decidir que lo que sospechaba es cierto. El chaval es un racista que me evita por ser occidental. Bueno, allá el con sus cosas. Desde luego a mi no me quitaría el sueño lo que pensara o dejara de pensar. Bastante tenia con los problemas de verdad, como saber que había entre Himeko y yo.

Decidido a ignorar a partir de entonces al chico racista, me dirijo de nuevo hasta donde están Himeko y Kae. Ranma sigue entretenido con la ultima chica que parece haberle roto el corazón. A ver si le dura mas que las ultimas.

Ya estoy de regreso. Sonrío a Himeko y Kae cuando me detengo junto a ellas.

Mientras espero a que alguien diga algo, voy poniéndome al dia con los mensajes vía móvil e internet.

Kae, me gusta tu llavero con el casco de las tropas de asalto imperiales. Te gusta Star Wars?. En realidad me gustan muchas cosas mas, como el collar, las botas o la...chaqueta? de cuero, pero seria raro el decirselo.