Partida Rol por web

En lugar de hacer el resto del tour, decido quedarme a limpiar los futones. Una buena noche de descanso vale oro...y es mi tarea. Junto a Himeko a la rokulerda.

-Claro...los sacamos y apilamos a un lado y los vamos extendiendo y sacudiendo uno a uno. ¿Los dividimos por instituto o por chicos y chicas?

Aprovecho un momento de distracción para acercarme a Himeko y susurrarle al oído.

-Oye...si la distraes unos diez minutos yendo a buscar lo que sea...yo puedo hacer polvos pica-pica y meterlos en los futones rokusen...dormirán bien casi toda la noche pero mañana no pararán de rascarse.

-había pensado poner algo en mitad del salón para dividir los institutos
Dijo intentando hablar como si hablara con alguno de su clase, tranquila y sin importarle nada, total tenía que aguantarlas y mejor que sea a buenas que empezar problemas. pero como queráis dividirlos. dijo mientras traía un cubo con agua y paños para limpiar las telarañas y el polvo

Con cada sitio que visitábamos me sentía más horrorizada. ¿En serio pretendían que durmiéramos o nos bañáramos en aquellos lugares? Tras llegar a la bañera, preferí no seguir con el tour por el lugar. Aquello era un auténtica pesadilla.

Llegué a la habitación donde íbamos a dormir, donde ya estaban Steph y la chica de Rokusen. Me dirigí a los futones y los miré como quien mira un un charco de barro en el camino. Agarré uno con los dedos y lo dejé colgando - en serio, esto debe ser una broma, tiene que haber alguna cámara oculta.

Lo agité un poco y lo solté al ver que caía polvo. ¿Pero cuanto tiempo habían tenido aquel lugar sin utilizar?

Con resignación ayudé a Steph a sacar algunos futones, pero si esperaban que hiciera un buen trabajo lo llevaban claro. Aunque quisiera nunca había hecho nada parecido, por lo que no tenía ni idea de como hacerlo.

- De acuerdo, cualquier cosa será mejor que estar cerca de estos futones, o al menos todo lo más lejos que se pueda - respondí guiñándole un ojo y disimulando, haciendo que la ayudaba con una pila de futones.

Sintaro miro a Shiru y después se puso a cepillar el suelo limpiándolo - si me fui, fue por que no pude mas... y el Suiroku era el unico centro cerca de casa a parte del Rokusen, créeme que me dolió mas a mi que no a vosotros irme, deje atrás a un amigo, o eso creía y a mucha gente que aprecio, pero, el miedo a ir al colegio nadie me lo quitaba.. Al menos he aprendido que debo hacer y que no debo hacer para que la historia se repita en el Suiroku... - contesto cuando se quedo mirando a Shiru, o mas bien, la espalda de la muchacha. 

Se quedo un par de segundos sin saber que hacer cuando asintió, - ahora vengo voy a guardar mis cosas a la mochila... - dijo suavemente cuando con palo de fregar y todo se dirigió a la mochila, allí guardo el móvil, se quito las lentillas rojas para guardarlas en su guarda lentillas, dejo todo aparato electrónico que tenia en cima y la chaqueta roja quedando en camisa negra y los pantalones realmente limpiar da calor. 

Cuando regreso con ella se la quedo mirando ahora con los ojos castaños naturales y se mordió el labio, no sabia que decir y como actuar, cuando recordó unas palabras de un amigo, asintió y se acerco a ella por la espalda, cuando estuvo a un paso soltó el cepillo liberando ambas manos - Shiru... - susurro cuando le agarro de la muñeca para girarla y que la viese, se le quedo mirando a los ojos sintiendo como todo se volvía en cámara lenta, entonces no dudo en hacer algo que tenia ganas de hacer desde hace tantísimo tiempo, tiro de la muñeca para acercarla y rodeo con el otro brazo la cintura de la chica - no tengo anda que perder... - menciono suavemente cuando le soltó la muñeca y llevo la mano a la mejilla de la peli azul, acariciándosela con ternura mientras se le dibujaba una pequeña sonrisa en el rostro de Sintaro. 

Sin dudarlo dos veces acerco el rostro al ajeno y sin detenerse junto sus labios con los ajenos, dándole un profundo pero cálido y suave beso. Duro un momento pero parecía una eternidad, Sintaro degusto los labios de la peliauzl con toda la delicadeza y ternura del mundo, mientras sostenía el rostro de la cica y le abrazaba con el brazo contrario.

Shiru lo mira con cara de preocupación, por un lado trata de entender la situación del chico pero no puede, si dice que la amaba era dificil entender por que se fue, ella también tuvo malos momentos y no por eso se fue del colegio dando la espalda a todos sus amigos.

Ella siguió limpiando por lo que no lo vio irse a guardar sus cosas.

No se, trato de entender tu situación pero yo no hubiera hecho lo mismo, se supone que si uno ama a otra persona por lo menos le explica las cosas cuando puede.. valoro que lo hagas  ahora pero no se si no será...

En ese momento Sintaro vuelve agarrando a Shiru con tal delicadeza que ella no llega a reaccionar, se queda mirandole los ojos, quizás sorprendida por el cambio de color o porque hace mucho que no lo ve sin los lentes, pero cuando quiere raeccionar ya es demasiado tarde y el chico la está besando. Shiru más por reflejo que por acto consciente le devuelve el beso apretnadose contra él y metiendo su lengua en la boca del chico hasta que le pone la mano en el pecho y con delicadeza lo aleja.

No, pará... te dije que te iba a dar otra oportunidad pero no me refería a... a esto...

Mientras habla se nota que está toda colorada y por el vestido puedes ver que tiene los pezones erectos.

... das lindos besos, pero... por más buen besador que seas quería que ganes puntos tratandome mejor, no dejándome así...

En ese momento se da cuenta de que se le notan los pezones duros y se tapa.

Sos un chico lindo Sintaro y das buenos besos, pero no se si podría seguir... que me digas que me amas es demasiado para digerir... y no puedo digerir mucho con las neuronas así...

Ella se gira dandole la espalda y mira una de las poca manchas de musgo avergonzada.

-Estoy acostumbrada a limpiar cosas polvorientas...- me ato un pañuelo a la boca. -Así que lo que debéis hacer es ir a buscar un cubo con agua y una pala de sacudir mantas. Mientras los iré extendiendo.

Las miro.

-¿Os parece?

Levi se quedo en la cocina junto a Kae Yusei sin seguir con el recorrido que restaba. 

-el cubo lo tengo aquí le dijo mientras limpiaba las lamparas de polvo y las ventanas que daban al patio. -al final como dividiremos la habitación?

Kae entró en la cocina y vio aquella montaña de cacharros sucios hizo que suspirara sonoramente. Se acercó a una mesa auxiliar pequeña que había y se desató la riñonera y la dejó allí para que no se ensuciara, juntamente con su mochila de cuero, la chaqueta y anillos y demás. Luego se giró y con una goma de pelo se lo recogió en una coleta alta para que no molestara ni ensuciarse demasiado.

Miró a Levi de reojo. Estaban solos. No era un ascensor que llegaría a su destino en breves ni un comedor lleno de gente. Se quedó en silencio mientras lo miraba. Luego se acercó al chico y se colocó detrás de él. Le pasó la mano por el pelo y le recogió las capa de pelo de arriba para hacerle una coleta detrás. Le acariciaba el cuero cabelludo con las yemas mientras lo hacia y recogía el cabello. Cuando terminó se apartó de él y caminó delante suyo para mirarle.

-Ya que tengo tu bandana, así el pelo no te molestará ni se te ensuciará-aclaró. Dejó que procesara su acto de consideración gratuito mientras encontraba un paño y se lo ataba por la cintura-Tenemos unas horas antes de que el resto termine su parte ¿Voy limpiando y miras que podemos cenar?-el hecho de que le hubiesen encargado algo para trabajar juntos hizo que no fuera tan desafiante, aunque tampoco era familiar del todo. También quería aprovechar aquel momento a solas para ver cómo se comportaba Levi sin la presión de pillarlo por sorpresa.

Shiru se pega al chico cuando el la agarra por la espalda. Si bien no estaba del todo segura le estaba empezando a gustar. En ese momento el la agarra y la empieza a besar con más seguridad. Shiru le corresponde los besos pero cuando él hace el comentario sobre Stephanie la chica se aleja y se ríe.

Yo no necesito abrirme de piernas para que me mires, ahora... si lo hago seguro será mucho mejor que con ella.

Shiru no duda y se levanta levantando a Sintaro y empujandolo hacia el taburete donde había estado sentado.

¿Dices que te vuelvo loco? ¿Que me amas? Bueno, por un ratito te voy a dejar disfrutarme, luego tenemos que terminar de limpiar esta mugre.

Empuja al chico para que se siente en el taburete, cuando lo hace se sienta sobre las piernas del chico tratando de quedar sobre su pene y vuelve a besarlo, esta vez con más ganas. En un momento le muerde el labio inferior rápidamente (aunque no muy fuerte) y se lo cincha.

¿Esto es lo que quería señor Kisaragi, tenerme para ti así?

Dejo sus cosas en un costado, el suelo estaba bastante limpio por lo cual no tuvo temor en dejarlo allí ya que no se ensuciarian del todo, observo el lugar con cuidado mientras mantenía las manos en los bolsillos, el lugar no estaba tan mal, varias cocinas y lugares en donde podrían establecer un buen limite, aunque claro aquello no le interesaba, mucho menos con la pelimorada como compañera. Se quito la chaqueta que tenía puesta y la dejo a un costado sin interesarle en demasía donde la depositaba, con que estuviera limpio le bastaba. 

La mirada del pelirrojo estaba casi perdida en el horizonte, no estaba observando los platos, tampoco la sala más bien era como si estuviera soñando despierto, su ojo casi perdido sin brillo, como si la esmeralda se hubiera alejado de todo tipo de pulimento, se había llevado las manos lentamente hacia el cabello para hacerse una coleta, lo hacía cada vez que peleaba o tenía que ponerse serio en algunos asuntos en donde pudiera ser usado en su contra, pero en el momento en que iba a tocar sus cabellos sintió como alguien le tocaba el cuero cabelludo, pudo sentir aquella sensación en la espalda que solo ocurre cuando alguien te relaja con suaves caricias, pocas veces podía sentir como su cuerpo se relajaba a tal punto de dejarse llevar, aquello podría facilmente ser una adicción a largo plazo. Su ojo volvió a brillar debido a aquello, mantuvo el cuerpo firme y las manos en los bolsillos mientras se mantenía en silencio hasta que la chica le hacia la coleta. Pocas veces podía sentirse así, las veces que había sentido los gestos de cariño desinteresados habían quedado en el pasado y siempre que tenía una relación física se basaba en la agresividad del pelirojo y la pasividad ajena, pero aquello era completamente diferente, cuando la joven le miro al rostro frente a frente aún se podían apreciar los restos de un rubor en las mejillas del muchacho.

La sensación en su espalda aún se mantenía mientras desviaba la mirada levemente avergonzado, al parecer la situación quisiera o no le había hecho recordar viejos momentos, cosa que hasta el día de hoy no había enfrentado, volvió a mirarle cuando escucho las palabras ajenas, esbozo una leve sonrisa afilando la mirada tal como habría sido antes pero esta vez no era algo malo, más bien era un tanto de respeto hacia ella, no dijo nada hasta que ella estaba dispuesta a ir hacia losa sucia. -No. -Dijo con voz tranquila para luego llevar su mano derecha hasta la nuca de la chica, entrelazo sus dedos con los cabellos ajenos e incluso se dio el tiempo de acariciar con los dedos el cuero cabelludo ajeno, simplemente para hacerle sentir la misma sensación. -Lo haremos juntos, un buen Chef debe aprender a hacer todas las labores de su cocina. -Mantuvo la mirada en la de ella, con la sonrisa levemente ladeada y la mirada afilada con la mano en sus cabellos, cerró el ojo para hacer que la sonrisa fuera más amable y amena soltandole con delicadeza, paso por un costado de ella y camino hacia donde estaban las cosas sucias, se levanto las mangas hasta los hombros mostrando un fisico bien trabajado y empezó a limpiar aunque se detuvo al instante y miro hacia Kae con incredulidad. -Ehm, ¿Como se limpia esto? 

Estaba de pie al lado de la pica cuando sin esperarlo lo más mínimo notó como Levi le acariciaba la nuca con sus dedos. Lejos de relajarla, su cuerpo se tensó y se quedó muy quieta, tan sólo agachó la cabeza, algo inquieta. Aunque el gesto era agradable se sintió incómoda, como si no supiese reaccionar. Incluso rehuyó su mirada. Cuando el pelirrojo apartó la mano pareció que se relajaba un poco más, siguió con los ojos sobre la pica sucia. 

Hasta que no le hizo la pregunta no pareció volver a prestar su atención en el. Lo miró sorprendida. ¿Nunca había limpiado cacerolas? Debía tener alguien que cocinase para él, porque ella que vivía sola había tenido que aprender hace años. Sonrió incrédula y se acercó a él. Le tendió un estropajo y le remojó con jabón que había, agradeciendo que hubieran cosas más modernas como aquél jabón y no uno de pastilla. Lo remojó bajo el grifo y lo apretó para que saliera la espuma y se lo tendió con la mano llena de ella, goteando por su antebrazo.

-Frota con éso la cacerola por dentro y por fuera. Cuando no queden restos y lo veas limpio, lo enjuagas bien con agua para quitarle la espuma...-le indicó con media sonrisa, como si no se creyera lo que estaba diciendo. Luego miró la montaña de cacerolas colocadas estratégicamente. Necesitarían sitio para usar bien el grifo sin esquivarlas. Alargó los brazos para desmontar la gran pirámide que había. Consiguió sacar la parte de arriba pero no era tan alta y una cacerola pequeña que coronaba la toerra de babel rodó hacia abajo y le dio en la cabeza, cayendo luego al suelo sonoramente. 

-Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhh-aspiró aire entre los dientes, aguantando el dolor-Shit-maldijo entredientes, no solo por el golpe, si no por el ridículo que acababa de hacer en tan cómica situación.

- Yo iré a buscar lo que haga falta o ayudaré con el resto, no tengo muchas ganas de dar golpes a esos futones llenos de polvo - miré a Sakura y me acerqué dejando a Steph que se encargara de organizar aquello - ¿vamos a por lo que haga falta? Tendremos que preguntar a la anciana dónde está todo.

Aquello le gusto incluso más que el haberle logrado relajar, completamente distinto a lo que otra chica hubiera sentido, el cuerpo tenso ajeno significaba que dificilmente alguien hubiera actuado de esa manera con ella o que incluso no le gustaba en ese aspecto aquellas sensaciones, era una multitud de pensamientos que podía concluir con solo haber realizado tal acción, mantuvo la sonrisa para si mismo hasta llegar a la suciedad y haber hecho la pregunta, cuando la joven se acercó dejo que realizara sus acciones, que se mantuviera con la iniciativa en sus manos. Cuando observó que la chica creaba espuma mantuvo la mirada fija como si pocas veces hubiera visto aquello, había visto a su hermano un par de veces hacerlo mientras terminaba de hacer todas las cosas en la cocina, pero desde que se había ido a la academia y luego de los 18 años a la gran comunidad de Francia ya no se pasaba mucho tiempo en la cocina, más bien la pasaba en el sotano o en terreno. 

En primera instancia solo tomo la espuma de las manos y el antebrazo ajeno pero cuando notó que también estaba el jabón lo tomo entre los dedos y noto como intentaba escaparse, mantuvo la sonrisa tranquila mientras lavaba los trastes, miro de reojo al escuchar como la chica intentaba tomar una cacerola del lugar más alto y al no poder lograrlo ésta hizo rodar una pequeña que no lograba verse en monumento a la suciedad y golpeo la cabeza de la pelimorada de manera jocosa, aquello hubiera hecho que cualquiera se preocupara pero Levi abrió el ojo más de lo normal por la sorpresa, un tanto inocente y mantuvo el silencio por unos segundos para luego comenzar a reirse a carcajadas. -Jajajajaja. -Por primera vez en muchos años, más de una decada quizás que el pelirrojo no se reía de tal manera, había cerrado el ojo y una pequeña lagrima estaba a punto de salirse por el rabillo del ojo mientras se llevaba la mano izquierda al estomago. -Jajajjaa...Eso fue demasiado gracioso Kae. ¿Estas bien? -Intento aguantar la risa pero aún cuando intentaba preocuparse por ella la sonrisa se dibujaba en su rostro, como si hubiera olvidado lo que le había tenido en trance. Además no se había dado cuenta del hecho que aún tenía el jabón en la mano derecha y cuando intento ayudarle con el golpe apreto el jabón mojado el cual salió disparado hacia arriba y golpeo la nariz de Levi, el jabón cayó al suelo y el muchacho observó la escena esta vez con una mirada más inocente, como si no fuera el chico con mirada fría y ojos filosos, aunque un pequeño rastro del aura del joven dejaba en claro que todo seguía allí, que confiarse era como pensar que un León no te devoraría luego de hacerte un cariño.

Aguantó los segundos de silencio hasta que escuchó a Levi explotar en carcajadas. Se llevó la mano seca a la cabeza frotando el sitio del impacto, murmurando toda una retahíla de tacos en inglés.

-Sí, sí, estoy bien...-gruñó mientras presionaba el rasguño. Lo miró impotente mientras él se moría de la risa. Apretó los labios molesta consigo misma por haber hecho el ridículo de ése modo. Sus ojos azules estaban frustrados y no tenía nada a mano para lanzarle a la cabeza de modo que simplemente agitó la mano llena de espuma hacia él, manchándolo-No la ví, eso es todo...-seguía gruñendo. Se giró dándole la espalda para agacharse a por el jabón y la cacerola con calma y luego se volvió hacia la pica. No estaba sonrojada, pero poco le faltaba. Empezó a fregar sin mediar palabra, si querían cocerlo todo necesitarían tiempo y tenerlo todo limpio cuanto antes. 

Lanzaba miradas furtivas a Levi. En su mente se preguntaba muchas cosas sobre él, sobre sus cambios drásticos de personalidad. Si había una parte más auténtica que otra o si su personalidad era la suma de todas ellas. No le disgustaba ninguna. Aunque después del ridículo no veía como conducir la conversación a algo productivo para pincharle o simplemente hacerle hablar. Se quedó enfurruñada, fregando.

El muchacho no aguanto mucho más sin hacer algo por ella, la joven estaba actuando de manera más centrada debido a que un accidente así puede ser un tanto vergonzoso aunque en sí el muchacho no tiene mucho de ello, la vergüenza no es algo que el sujeto tuviera muy pendiente. Cuando la joven comenzó a limpiar las cosas, el pelirrojo acerco una banca hacia donde estaban los fregaderos, la coloco en un lugar especifico y miro a Kae quien le había mirado levemente. -Ven, sientate. Yo me encargare de ello como compensación por reirme. -Pronuncio con facilidad, no era por lastima ni penca más bien deseaba que la chica no realizara esa labor, la energía la necesitaba para otros asuntos y le cocina era algo a que Levi se le daba bastante bien, hasta cierto punto debido a que con un solo movimiento podía acabar con todo. A pesar de alguna negación de la muchacha éste le tomo de la mano, dejo sentir su mano firme en la de ella, se podía notar como poseía fuerza a pesar de no estar haciendo nada y que también tenía durezas en las partes más cercanas a los dedos. El asiento no estaba a más de un metro de distancia por lo cual no debían hablar muy fuerte como para escucharse el uno al otro, solo el sonido de Levi limpiando los platos con bastante rapidez, sacaba la suciedad con facilidad debido a la fuerza y al jabón, daba un poco el agua para limpiar y luego lo cerraba cuando era necesario, si seguía a ese ritmo no le tomaría mucho tiempo terminar con todo y tenerlo listo para poder empezar a cocinar. El joven sonreía mientras realizaba tales acciones y como la joven estaba para el sector en donde estaba su parche cada vez que deseaba mirarle tenía que girar todo el rostro hacia ella y cruzar miradas, le dedicaba una leve sonrisa amable y de vez en cuando cerraba el ojo para intensificar la sonrisa, aunque hubo un momento en el que Levi dedico unas palabras. -Dime Kae. ¿Existe algo que quiere preguntarme? -Pronunció como si fuese algo que la chica le traspasara, pero aquello solo tenía una respuesta, solo era un protocolo, le habían enseñado a que debía conocer a las personas y darse a conocer para quienes conocía, pero claro aquello siempre había sido para asuntos de negocio y nunca algo personal, siempre debía responder las mismas cosas o incluso a veces solo mantener silencio. Tal como la vez en donde su padre lo ofreció como carne de pelea, le hizo parecer un niño de 13 años, debilucho y pálido para enfrentarse a un negro, si, un exclavo como no va a ser de otro color. Aquello fue una masacre, Levi termino con un par de costillas rotas, la mano fracturada y con un trofeo en forma de globos oculares en sus dedos, destrozo los testiculos a rodillazos y casi se rompe un par de dientes al cortarle los dedos con la boca al sujeto. Pero al menos aquello ya no era necesario contarlo, Kae Yusei no era una compradora ni Levi era el chico que recurría a todo lo necesario para ganar. -Entonces...¿Hay algo?