Partida Rol por web

Kae salió de su habitación descalza y con ropa más cómoda. De hecho, llevaba unos tirantes de talle corto y holgado y unos shorts de leggins, muy distinta a como había aparecido para tomar el bus.

Buscó con la mirada la que debería ser la puerta de la habitación de llamato. Miró de nuevo su teléfono tras asegurarse del mensaje que le había mandado Bellow-senpai y lo bloqueó antes de levantar la mano y llamar a la puerta con los nudillos, sin querer hacer demasiado ruido.

-¿Yamato-kun?-lo llamó, educadamente. Esperó respuesta de pie en el pasillo, aguardando.

Yamato se levantó de su cama al escuchar que lo estaban llamando, lentamente se acercó a la puerta mientras intentaba esquivar los muebles de la habitación que estaba a oscuras.

Una parte de su cabeza decía No abras la puerta, y la otra le pedía abrirla.

-¿Q…que ocurre Yûsei-san?.-Pregunto medio abriendo la puerta y sacando parte de su cuerpo afuera. Yamato no estaba muy presentable, estaba despeinado, y algo pálido. Además de que no llevaba puesto su característico abrigo.-Ha…hace frio.-Declaró mientras se acariciaba los brazos en un intento de darse calor.

Cuando abrió la puerta habría querido abrazarlo de pronto efusivamente para bromear con el tímido chico, pero le pareció más pálido de lo normal. No hizo ademán de querer entrar sin permiso, así que permaneció de pie. Levantó la mano libre que tenía y la pasó por el pelo del chico.

-¿Estás bien, no? ¿Te encuentras bien?-le preguntó honestamente. Quizás era la primera vez que no le hablaba en tono burlón ni para provocar, si no que se preocupó por él. Luego le vio frotarse los brazos. Ella no tenía frío en absoluto, pero Yamato parecía un chico muy friolero. Le sonrió con suavidad-Me manda Bellow, aunque no era necesario tampoco. ¿Quieres abrigarte? Con la manta o algo, no quiero que tirites mientras hablo contigo-apartó la mano de su pelo y se apoyó en el marco con el cuerpo-¿Prefieres que entremos si estás mejor dentro? Como estés más cómodo, Buki-.

Steph respondió mucho mejor de lo que creía al beso, estaba claro que quería aprender. Decidí no defraudarla y la besé con más fuerza, respondiendo a su mordida con otra un poco más fuerte. Durante unos segundos, realizamos una batalla con las lenguas en la que, a pesar de mi experiencia, no estaba muy segura quien hubiera ganado. Me sorprendió y agradó el toque del tirón de pelo. No me había dolido, pero le había dado una chispa al momento que me gusto. Besé con más ganas y empecé a llevar mi mano a la suya, que se apoyaba en mi cintura.

- No está nada mal, te adaptas y aprendes de maravilla, me pregunto hasta qué punto puedes aprender... - intenté agarrar la mano que jugaba con el cordón de mi tanga. No estaba mal, pero se podía ir más lejos, si la muchacha quería. Pero no llegué a tocarla. Antes de que pusiera mi mano sobre la suya, la apartó y cogió el móvil, interrumpiendo del todo el momento.

Ladeé el rostro mientras la contemplaba. Una idea cruzó mi miente y me hizo sonreír maliciosa. Me acerqué por detrás mientras hablaba, y le pasé los brazos por los hombros, posando mis labios junto a su oreja. Le di un suave beso en el lóbulo y le susurré - ¿qué te parece si pones tus nuevas habilidades en práctica? Estoy segura que te han invitado también a la habitación de Hugo, y podríamos montar una fiesta de lo más divertida.

-…Estoy bien, solo tengo algo de frio.- Declaró el muchacho mientras empezaba a tiritar, desde pequeño había sido muy friolero, y desde pequeño intentaba abrigarse de todas las maneras posibles, ya que era bastante propenso a pillar resfriados.

Kae estaba resultando ser muy amable hoy, incluso le sonreía y le preguntaba honestamente, es animaba un poco a Yamato -B…Bellow…-Murmuro mientras abría ligeramente los ojos, al fin el muchacho asintió con la cabeza.-Es…está bien, pasa…-Concluyó mientras abría la puerta y encendía las luces.

La habitación estaba muy ordenada excepto por el enorme abrigo de Yamato que estaba en el suelo.-Per…perdona el estropicio.-Dijo avergonzado mientras lo agarraba lentamente y se disponía a doblarlo, lo que dejo al descubierto el rotulador que Kae tenía en el autobús esa misma mañana.

-No te importa…¿verdad?.-Preguntó mientras agarraba una manta que cubría la cama y se la ponía por encima mientras se abrigaba con fuerza dentro de ella.-¿Q…que te ha dicho?.-Preguntó mientras carraspeaba ligeramente.

-Sí que quiero practicar.- me gusta como me besa en la oreja, es agradable. Pese a ello debo hacer un esfuerzo para mis siguientes palabras -¿C-con quién sugieres que practique?

Me dejo caer un poco en ella, notando la presión de su pecho en mi espalda. Es más que agradable.

-Yo pretendía sorprender a Kae, ese beso que me dio en el autobús...hasta ella dijo, más o menos, que era de niña y no podría con más.- lo cierto es que eso me molestó un poco...probablemente era cierto pero me molestó. Debería poder con más. Sobre todo si voy a llevar ropa como la que tengo.

¿Ya has asumido lo de la ropa? Pendona ¬¬*

Cuando le dejó pasar le siguió adentro, movida un poco por la curiosidad. Cuando el chico recogió la chaqueta pudo ver el rotulador, que había quedado en la cama antes tapado por la chaqueta. Sonrió contenta de ver que no lo había perdido y lo cogió, dándole vueltas alrededor del pulgar de nuevo.

-No te preocupes, está perfecta. La mía está peor-lo tranquilizó, sentándose en la cama de piernas fruzadas. Lo miró antentamente y verlo tan envuelto con la manta le daba un inevitable aspecto adorable. Negó con la cabeza cuando le preguntó si le molestaba, y esperó a que se abrigase.

-Meee haaaa diiiicho...-entonó, alargando las vocales, como si pensara una excusa. Apoyó una mano en la cama y se inclinó hacia él, apuntándolo con el rotulador-¡Que no se vale esconderse y que o te vienes conmigo a la reunión en la habitación de Hugo o te suspende y no te gradúas!-bromeó exagerando mucho el gesto y una amplia sonrisa.

Yamato sonrió ante Kae.-Entiendo, aun…aunque no pareces muy desordenada Yusei-san.-Dijo con amabilidad.

Su corazón se detuvo cuando escucho lo de Kae, ¿ahora la profesora quería castigarlo?.-N…no, por favor…no quiero ir.-Declaró como si se tratara un niño pequeño mientras se tapaba la cabeza con la manta.-No es justo…-Declaró mirándola fijamente.

La profesora ahora quería que se relacionara con sus compañeros, eso le resultaba algo…”difícil” y más sabiendo que no estaba de muy buen humor.-¿N…no puede ser otro día?.-Pregunto a modo de excusa “T…tal vez la profesora Bellow lo acepta si voy otro dia…” pensó, aunque…tal vez eso complica todo más.

-N…g……-El muchacho se mantuvo en silencio unos segundos.-¿No hay otra solución?

- ¿Quien mejor que la misma Kae para prácticar? ¿No me dirás que después de todo el avance que hiciste conmigo, ahora te vas a echar atrás? ¿O es que quieres seguir practicando conmigo? - al notar como se iba apoyando en mi, pasé los brazos por la cintura y enlacé los dedos debajo de sus pechos. Me apreté un poco contra su espalda, de manera que pudiera sentir perfectamente mi presencia. Apoyé la cabeza en su hombro - Y si te sientes con más ánimos, puede que podamos incluso conseguir unos lubricantes de sabores para experimentar nuevas cosas - dije riéndome un poco al acordarme de las palabras de Kae después de recibir mi beso. 

Realmente, estaba medio bromeando con ella y tomándole el pelo. Steph era bastante inocente y me gustaba ver sus reacciones, pero no era lo suficientemente mala para meterme con una chica de mi propia escuela. Y menos cuando resultaba tan encantadora.

-Nah-hah-digo a modo de negativa. Dejó el rotulador a un lado y gateó hacia él, sentándose de rodillas. Luego estiró los brazos para bajarle la manta de la cabeza y dejársela a la altura de los hombros. No iba a forzarle a abandonar el caparazón, a ella no le gustaría que la forzaran a ella a algo que no quería.

-¿Porqué es tan terrible? ¿Tan insoportables te parecemos el resto?-le acarició de nuevo el pelo un momento antes de apartar la mano-Son algo nerviosos, pero no muerden. Yo tampoco... la mayor pare del tiempo, claro-intentó relajarlo con una broma. Realmente parecía que no le gustaba nada los compañeros que le había tocado y se preguntó si qzuiás ella estaba incluída en el saco.

-N..no, pero…-Yamato no sabía que excusa darle, y por cómo reaccionaba Kae, no encontraría ninguna manera de escaquearse de esto. El muchacho tenía problemas de ansiedad y muchisimos problemas para relacionarse con la gente normal, así que le resultaba algo costoso hacer todo esto.

-E…es…está bien, iré…-Declaró bajando la cabeza con vergüenza para luego levantarla y mirarla fijamente a los ojos con una mezcla de terror, curiosidad y timidez.-¿P…p…pero si no me gusta…puedo irme?.-Preguntó  con un hilillo de voz mientras se levantaba levemente de la cama aún tapado hasta arriba con la manta.

Esto le ayudaría…a fin de cuentas era lo que quería la profesora Bellow, que conociera a más chicas…y saliera de ese caparazón que llevaba siempre.-Va…vamos, antes de que cambie de opinión….-Murmuró sin mirarla fijamente a los ojos.

Giro entre sus brazos, quedando de frente a ella y directamente la beso, atacando con toda la habilidad de un karateka novato pero muy entusiasta. La empujo sin, mucha, violencia contra la pared junto a la puerta y sigo atacando sin piedad, usando mis dientes en sus labios a la par que subo mi pierna a su cintura y dos dedos de mi mano se engarfian en la cinturilla de su pantalón, bajándolo casi cinco centímetros. Momentos después me separo casi con un salto.

Woa...¿Qué ha sido eso?

He notado como un chispazo...como cuando enciendo el mechero para hacer algo en química. Mi madre siempre me ha dicho que es como si me transformase cuando hago química.

Igual es porque has encendido "fuego".

Descarto mis pensamientos y no puedo evitar reirme entre dientes por el desconcierto de Himeko*.

-Lo...ehm...¿Siento? No lo sé. Yo..puf. Es mucho de golpe. En cualquier caso nos están esperando. En la habitación de Hugo ¿Vamos? P-puedo ser...mala.- aunque suena extraño dicho con ese leve tartamudeo...lo digo en serio. Lo que me sorprende a mi mas que a nadie.

Verlo tan apurado hizo preguntarse si quizás debía moderarse con él, o acabaría odiándola. Suspiró aliviada cuando vió que accedía al trato. Asintió con la cabeza cuando le planteó sus dudas, se mostró más que comprensiva.

-Si necesitas una pausa me haces una señal, busco una excusa y te saco de allí. Y si lo pasas mal pues hacemos lo mismo y te vuelves a tu habitación, pero al menos inténtalo-le propuso a modo de coalición. Luego cuando le dijo de ir sonrió, complacida.

Se inclinó sobre él y le dio un beso en la frente como gesto cariñoso pero sin ser demasiado invasiva. Se apartó y juntó las palmas de sus manos y señaló la puerta.
-Genial entonces, le diré a Bello-senpai que accediste y que lo intentarás, ¿mejor así, huh?-lo animó contenta.

Yamato se sonrojo cuando Kae le besó la frente, agradecía que la muchacha fuera tan amable con el...aunque claro, la chica solo estaba demostrando afecto en el sentido de amistad, no en el sentido de interés “amoroso” Yamato lo comprendía, y no le molestaba lo más mínimo…al menos tendría una amiga…su primera amiga

-V…vale, lo intentaré…-Declaró mientras seguía arrebujado en su manta y salía al pasillo con ella, de esa manera parecía un niño pequeño que acababa de despertarse de una pesadilla y buscaba a sus padres.

Una parte de Yamato decía que debía quedarse en la habitación, que la pesadilla acababa de comenzar…y la otra le pedía a gritos que fuera valiente, y dejara su timidez de lado…que recordara lo de la confianza. Extrañamente la segunda voz sonaba parecida a la de Bellow.

Casi podía sentirla ahí mismo.

-Va…vamos.-Declaró armándose de valor y caminando por el pasillo, aunque a los pocos pasos volvió a la habitación.-N…no sé donde esta…la…habitación.-Se disculpó rojo como un tomate a cause del ridículo que estaba haciendo.

Finalmente Yamato salió de la habitación envuelto en su manta como si estuvieran en diciembre. A Kae parecía divertirle verlo así de gracioso y achuchable pero simplemente se mantuvo quieta hasta que se giró de nuevo a ella para susurrarle. La chica rió cantarina y se pasó la mano por el pelo, acomodándolo hacia atrás.

-Creo que es ésa que está entreabierta...-comentó sonriente mientras adelantaba a Yamato para indicarle cual. Cuando llegó a ella la empujó, golpeando con los nudillos en la puerta-¿Se puede? Aquí venimos dooos~-alargó la 'o' mientras asomaba medio cuerpo hacia dentro de la habitación. Le había parecido escuchar más de una voz, pero no estaba segura.