Partida Rol por web

De repente apareció un hombre de lo más extraño. No era que me sorprendiera porque en realidad había pedido a gritos un médico pero tampoco esperaba que lo hubiera. ¿Suerte o casualidad? Independientemente de cómo fuera no podía dejar de mirar al presunto médico mientras cargaba a mi hermano.

- ¿Un curandero como usted? ¿Y quién es usted si se puede saber? ¿Y a dónde nos dirigimos? - quise saber mientras caminaba de la mano de Anya.

No quería perder de vista a aquel hombre que cargaba con mi hermano. ¿Y si era una trampa? Podía ser realmente un médico pero en ese caso, ¿tendríamos que pagarle con esos dichosos créditos por sus servicios? ¿Todo en aquel mundo se conseguía así? Miles de preguntas me asaltaban la cabeza pero tampoco quería escupirlas todas pues las primeras que le había formulado al supuesto médico eran las dudas más urgentes de resolver.

La chica miró abrumada al joven que disparaba preguntas.

- Soy un ser de otro mundo que llegó a este sin saber muy bien porque, al igual que tú. Y no es que sea tu, solo me he diluido en tu sangre y corro por tus venas, pero puedo entrar dentro de tu mundo al hacer eso y este es tu mundo, el mundo que hay dentro de ti.

La chica se estiró y caminó un poco.

- Comida… creo que no habrá y lo que soy se podría decir un vampiro, pero no te preocupes, no te voy a matar ni nada por el estilo. Por otro lado, será mejor que despiertes y le digas algo tú al médico, yo tampoco sé que quiere hacer contigo.

Mientras caminaban el doctor fue contestando a sus preguntas.

- ¿La chica? A saberse donde se ha metido, pero he oído que es fuerte, así que quizá haya escapado. Y sí, soy un curandero, tengo la habilidad especial de curar y saber cuan herido está alguien, y este muchacho, por alguna razón, se está regenerando a altas velocidades. Ahora vamos a mi casa que está…

Tras dar unos pocos pasos señaló una casucha de un callejón, donde había muchas de ellas, la cual destacaba por tener un cartel mal hecho donde pone "Doctor Herber".

-Ahí. La razón, más que supervisar que se cura bien, es porque este chaval ha usado dos poderes de grado A, una armadura de paladín, y control de la sangre, y este último lo está usando ahora mismo para curarse. A sí que atraeréis a demasiada gente si os quedáis donde se os vea después de eso y a cambio, solo quiero saber de dónde habéis sacado poderes de tal nivel…

Abro los ojos todavía algo aturdido y veo el suelo y una bata blanca

-oyee... que no soy ninguna princesa... ni un saco de patatas- aún me noto condolido pero bastante mejor que hace un rato. Giro la cabeza hacia mi hermana con un ojo cerrado y una media sonrisa -tranquila...que estoy bien- 

Espero a ver si este señor doctor me deja en el suelo o no y hablo sonriendo pero con una mirada seria -creo que ellas no saben mucho del tema...y tendrás que esperarte un poco a que me encuentre mejor...- y a que entienda un poco mejor todo esto.

-Tranquila, no te delataré. ¿Los vampiros no chupaban sangre? ¿o brillaban con la luz del sol? ¿o se quemaban con el mismo? ¿comes ajo? No sabía que los vampiros podían manipular así la sangre...- sacudo la cabeza todavía demasiado aturdido -supongo que si has aparecido aquí como yo no sabrás demasiado del lugar... ¿has descubierto algo de para qué nos han traído aquí? Pfff... creo que llevas razón, debería decir algo para que no se preocupen, además, noto mi cuerpo bastante mejor gracias a ti- cierro los ojos dispuesto a volver a mi estado físico normal, pero los abro de pronto mirándola 

-¡ah! ¿sabes a lo que se refería con eso de poderes de grado A?-

¿Poderes? ¿Paladín? ¿Sangre? ¿Pero de que habla ese médico loco? ¡Y encima Damon parece que sabe de lo que habla! ¡Lo que faltaba! Han ido a la ciudad solo para encontrar la forma de volver a casa y saber quien ha hecho que acaben ese mundo tan extraño.

-No, no tengo ni idea de eso de los poderes. Así que ya podéis estar cantando los dos.

No le gusta saber que hay un secreto y no enterarse. Sobre todo si es un secreto tan molón como que tiene un amigo con superpoderes y que encima el tío se lo tenía callado.

-Creo que Dafne también quiere saberlo... al menos, ahora que sabe que su hermano se autorregenera como las lagartijas.

Aún no había podido asimilar lo sucedido cuando de repente empezaron a hablar de cosas tan extrañas como todo lo que había en ese mundo. Y lo más curioso es que Damon hablaba como si supiera a lo que se refería ese misterioso doctor.

- ¿De qué va todo esto? ¿Qué nos hemos perdido? ¡Explícate ya mismo, Damon!- exclamé, empezando a enfurecerme por desconocer lo que era mi hermano en aquel mundo.

¿Acaso teníamos poderes ocultos o algo así? Si ese fuera el caso, ¿cómo diablos se habían activado? ¿Tendríamos cada uno un poder diferente? Miles de preguntas me asaltaban la cabeza pero no podía hacerlas todas de golpe, necesitaba antes que me explicaran lo que había sucedido.

Ari tras caminar un poco por la habitación y se tumbó en una montaña de cojines que había (Aunque Damon no se había percatado de la presencia de estos hasta ahora…) y le respondió a sus preguntas.

- Yo hace casi un mes que estoy aquí, sobre los vampiros… no sé qué habrás oído sobre ellos y que no, pero el sol no me disgusta y no entiendo lo del ajo. Por otro lado, mi poder de sangre es una habilidad que poseo como vampiro, otros vampiros poseen otras habilidades.

Que giró sobre los cojines, colocándose boca arriba y mirando al techo.

- Sobre el grado, por lo que tengo entendido las "habilidades especiales", se clasifican según sean más poderosas o útiles con mayor o menor grado. Siendo, las de grado A más fuertes y las de F las más débiles. Aunque hay otras que se consideran de grado S, cuyo poder está más allá, y permitiría cosas como bueno… venir o irse de este mundo, en resumen, funciona como la puntuación de un examen.

El extraño doctor entró en la casa con Damon y tras entrar las dos chicas, cerró la puerta tras ellos.

Caminó por un pasillo y llegó a una habitación donde había una camilla a un lado y una mesa con sillas a otro, tras poner a Damon en la camilla, se sentó en la silla, tomó un vaso de los que había en la mesa y lo llenó de agua con una jarra que había, entonces ofreció a las chicas sentarse a beber y a comer de unas frutas que también había.

Mientras, continuaba hablando:

- ¿No sabéis como funciona este mundo? Eso es peligroso… en este mundo hay mucha gente con poderes y se puntúa su poder, como quien puntúa un examen, con A, B, C y esas cosas… por otro lado, todo puede apostarse aquí y eso incluye los poderes, así que ¿Esos son tuyos joven o has ganado alguno de los dos?

Me siento en la camilla con cierto gesto de dolor, aunque poco a poco se iba pasando esta sensación. Mientras muevo la muñeca miro al doctor -¿a qué te refieres con "ganar"? Digamos que por lo menos uno de los poderes me viene de fábrica, hipotéticamente hablando- me aclaro la garganta y comienzo a mover las piernas balanceándolas en el aire -¿es de eso de lo que trata este mundo?, ¿de robar poderes?, ¿eso son los créditos?- enarco una ceja curioso.

Tras hacer las preguntas miro a las chicas -no me matéis anda, que sabéis que os aprecio- sonrío mostrando los dientes -además, esa chica parecía necesitar ayuda, yo solo quería hablar con el gigantón... lo que pasa es que creo que tenía la regla o algo por el estilo- es un murmuro lo suficientemente alto como para que lo oigan, pero con un tono de broma.

-ajam...- medito pensativo mientras la veo echarse sobre una pila de cojines -¿acaso tú también puedes hacer aparecer lo que quieras en mi mente?- sacudo la cabeza con una sonrisa -eres un caso... pero me caes bien- camino un poco hacia donde está, pero acabo apoyando la espalda sobre uno de los muros con los brazos cruzados -creo que más o menos lo entiendo...¿y ya conoces el funcionamiento de los "créditos"? Quiero decir... a mi modo de verlo, creo que los créditos son los poderes de cada uno, aunque es probable que esté equivocado. Al principio pensé que se trataba de dinero o algo por el estilo.

-Acabamos de llegar... no sabemos nada de este mundo...

Acepta el vaso de agua que le ofrece el médico extraño y bebe para aclarar la garganta que ahora que se da cuenta está bastante sedienta y muy muy hambrienta y sus tripas lo confirman en ese momento. Mira un poco avergonzada a los demás, aunque sus dos amigos deben de estar igual.

-¿Entonces el señorito tiene poderes especiales al más puro estilo héroes de marvel? -le mira mal - Que escondido te lo tenías, ¿eh? Anda que avisas - sigue mirándole mal.

No bebí agua y tampoco cogí nada de lo que me ofrecía. Había salvado la vida de Damon pero si algo me decía mi intuición es que no debíamos fiarnos del primero que quisiera ayudarnos. ¿Y si se trataba de una estrategia? ¿Y si aquel médico estaba interesado en los poderes de Damon?

- ¿Todos nacemos con un poder por defecto o cómo funciona eso? ¿Por qué Damon si no había estado antes aquí tiene ya un poder y nosotras no tenemos nada?- pregunté.

En el interrogatorio anterior habían quedado muchas preguntas en el aire que no había formulado por miedo a parecer esquicofrénica o algo así. Poco a poco las iría haciendo.

Muevo las manos delante de mí como queriendo espantar una mosca -¡te juro que no tenía ni idea de que podía hacer algo así!- me muerdo la mejilla por dentro para no hablar más de la cuenta -oiga señor... doctor Herber, ¿no?- lo digo dando a entender que todavía no conocíamos su verdadero nombre pero que cuando estaba medio inconsciente era bastante consciente de lo que ocurría a nuestro alrededor -¿y qué nos dice que podamos confiar en usted?- enarco una ceja esperando respuesta. 

-Anya, si lo hubiese sabido antes no os habría dejado así ahí... os lo habría explicado. Créeme cuando te digo que estoy igual o más sorprendido que vosotras y sigo sin entenderlo del todo...

Bajo de la camilla andando después de todo el trote anterior y me acerco a la silla donde está Dafne revolviendo su pelo -¿crees que tengo estos poderes por defecto, enana?- me alejo unos pasos y comienzo a pasear en círculos por la sala -no creo que sea el lugar el que me ha dotado de los poderes, sino más bien las circunstancias en las que me encontraba...- comienzo a divagar sobre las distintas opciones que paseaban por mi cabeza -porque digo yo que todos aquí tenemos un yo especial dentro, ¿verdad? Dispuesto a salir cuando más lo necesitamos y cuando menos lo esperamos- miro al doctor haciéndole una pregunta indirecta, buscando respuestas no sé muy bien de dónde.

-Y por cierto- le señalo con el dedo índice como acusándolo. Luego dirijo el dedo señalando mi estómago mientras rugía -tengo hambre, ¿tiene algo que me pueda llenar?

La chica se quedó aturdida con la primera pregunta.

- Este mundo es onírico, algo como un montón de cojines no es difícil de hacer aparecer, cuando te acostumbres, podrás estar tan cómodo como quieras. Sobre los créditos, representan tu existencia, si llegas a cero, es como si nunca hubieses existido, incluido recuerdos de los demás y se puede usar para comprar cualquier cosa aquí, así que también es dinero. Curioso ¿Verdad? No pierdas todos mientras yo esté aquí, te lo agradecería mucho.

El doctor sonrió y tras pasarle una pieza de fruta a Damon

- Creo que has llegado al punto donde quería llegar yo - dijo el doctor mirando a Dafne- hay una forma de comprobar si tienen un poder o no, conozco una forma de forzar a vuestro poder, en caso de que tengáis, salir… no suele ser agradable, pero os ayudará a conoceros a vosotras mismas…

Luego miró a Damon y contestó a su pregunta.

- ¿Confiar en mí? En este mundo no podéis confiar de nadie, y de quien menos, de vosotros mismos, todo el mundo busca poder, para volver a su lugar de origen, unos pocos lo logran, muchos mueren y algunos aprenden a vivir aquí… pero al menos hay algo que podéis tener claro, cualquier trato que se haga que incluya créditos o cualquier cosa similar, es imposible no cumplirlo, aunque el propio mundo deba tomar control de vuestra voluntad.

Tras contar esto, dejó unos segundos para que asimilaran las palabras.

- También es ilegal pelear fuera de un duelo, si un espíritu guardián o algo similar te ve, probablemente te rete a algún juego injusto como castigo… haciéndoos perder algo muy importante para vosotros… desde simples créditos, hasta a quien mas queráis.

Todo está pasando muy rápido, pero al menos hay alguien que les está dando información sobre lo que está pasando y al menos ya saben que es posible que no consigan volver nunca a casa. Pero ¿quién querría que se quedasen encerrados en un mundo como ese? Es más ¿quién de sus conocidos sabe de ese mundo? No conoce a nadie que hable sobre mundos extraños como ese.

-¿Hay una forma de saber si tenemos poderes de esos tan chulos? Aunque eso no te libre de nada, Damon. ¡Te podrías haber metido en un lío! ¡No puedes pelearte así porque sí!

Le pega una colleja aunque esté dolorido por la pelea, que bien que se la merece y sabe que Dafne no le va a dar una aunque tenga ganas. Le roba el trozo de fruta a Damon como venganza por su comportamiento y por comportarse como si ya supiese todo eso... porque como lo sepa de antes, se va a enterar.

-¿Y que hay que hacer para averiguar esos poderes? - le da un mordisco a la fruta.

Permanecí atenta a todo lo que el doctor decía. Me impresionó bastante que hubiera una forma de conocer nuestros poderes y no lo hubiera mencionado hasta que yo lo pregunté. Una razón más para desconfiar de ese hombre, pero no nos quedaba más remedio que seguir escuchándole si queríamos saber más.

- Ha dicho que no es agradable... ¿De qué se trata? ¿Es una especie de tortura? ¿Acaso tenemos que ponernos en peligro como le pasó a Damon para que aflore nuestro verdadero poder?- quise saber.

Herber paseó por la habitación, mientras contestaba a las preguntas:

- Es mucho más simple que eso y aunque podríais hacerlo así, tampoco es que sea fiable que pase si estáis en peligro. El método que yo hablo es tan simple como ingerir un medicamento, el problema es que hay dos inconvenientes, cuesta diez créditos cada ampolla de este y el consumirla no es agradable, si no que causa dolor y extenuación en el cuerpo…

Se apoyó en una pared y dejó que pensaran un poco en lo que les ofrecía.

- A cambio claro, obtendréis conocimientos sobre vuestras habilidades y capacidades, aumentando mucho vuestra supervivencia en este mundo.

-Yo no me fío de usted- digo sin pensármelo dos veces. Me pongo erguido, lo cual hacía que fuese un poco más alto que el doctor. 

-¿De dónde se sacan esos brebajes? Después de todo los poderes son parte de uno mismo- me giro para intentar explicárselo a las chicas -yo no tenía ni idea de mi poder hasta que me vi en una situación extrema, además de que mi poder oculto trataba precisamente de lo que intentaba hacer- me contengo de dar explicaciones, después de todo, el doctor podría conseguir información innecesariamente. Me giro hacia él nuevamente posando mis manos sobre el respaldo de la silla de Mary -¿usted también está aquí por azar? ¿o es parte de este lugar? ¿cómo podemos conseguir créditos, además de trabajando, y cómo es que tiene usted esto montado? ¿De verdad cree que voy a dejar que le de o le venda un brebaje así a alguna de ellas? Está loco.

Me giro de nuevo hacia ellas -está loco... yo dejaría que los poderes salieran de forma natural. Si es parte de vosotras tendrá algo que ver con vuestra personalidad, con vuestros deseos más ocultos... No voy a dejar que toméis nada raro que pueda haceros daño.

Las preguntas se amontonaban, aunque más que preguntas parecían acusaciones. Decido callarme y contentarme con mirarlo simplemente a los ojos de manera grave -no me fío de usted- repito lo primero que ha salido por mi boca tras su interrupción anterior y, ahora sí, me mantengo callado a la espera de que diga algo más.