Partida Rol por web

Saga Umbría

Cazando Monstruos

Cargando editor
11/02/2018, 18:40
Ivar Albertson

-Por mí podéis hacer lo que queráis con ella. -Contestó rudamente al tiempo que dejaba caer su arma que cayó pesadamente contra el suelo. -No para de meterme en putos líos todo el rato.

Cargando editor
13/02/2018, 23:50
Yngrar Hoskuldson

Yngrar, pese a estar herido, consiguió retener su furia y calmarse. Al igual que los hirdmen bajó su lanza. La seguridad de sus compañeros era muy importante, no podía permitir volver con menos personas juanto a Vlödi.

- Tiradas (1)

Motivo: Resistir furor

Tirada: 1d10

Dificultad: 7+

Resultado: 3(+6)=9 (Exito)

Cargando editor
18/02/2018, 18:00
El Skalda

La sangre inunda toda la cubierta del barco. El hombre retiene a la skalda, que no puede moverse ni un ápice de la presa a la que está sometida. De pronto llega otro grupo de hombres. Son 5 más, armados completamente con escudo, lanza, hachas, cascos... como si a la guerra fuesen a ir. Junto a ellos el hombre que envió el jefe de los hirdmen a buscar ayuda. En el centro de la formación una mujer que parece ser más vieja que el tiempo. Viste sencillas ropas y porta un cayado. 

-Vosotros, ayudadnos con estos- dice el capitán de la tropa apresuradamente en cuanto ve aparecer a la comitiva.

Los hombres se afanan en cumplir las ordenes. Pronto, los héroes se encuentran apresados con sus manos agrilletadas y a la espalda. También apresan a Harald.

-Malditos, entorpecéis mi misión, no lo entendéis...- dice en un tono que mezcla la súplica y la altivez

La comitiva es conducida fuera del puerto, a través de las calles y callejuelas, ascendiendo cada vez más hasta llegar a franquear la empalizada que separa al palacio del Konung de Hirsk del resto de la población. 

Al franquear las puertas los héroes se encuentran un salón repleto de gente que escucha con gran atención lo que está diciendo el Jarl. Al parecer dicta sentencia sobre un contencioso en el que un hombre le reclama a otro el asesinato de un esclavo propiedad del primero. Lo que más impresiona a los héroes es que en los laterales de la sala la acostumbrada guardia real de los jarl, que normalmente son Hirdmen, aquí son guerreros ferales. Hay seis en cada lado, más dos detrás del trono. Están impávidos, en silencio, terribles e imponentes. Así se las gastan en Hirsk, la ciudad de las cadenas. 

Cuando el hombre en el trono termina con el caso y va a pasar al siguiente el capitán de la tropa que ha apresado a los hombres de Rohald interrumpe la sesión.

-Señor, siento interrumpir- dice con voz temerosa- Pero aquí traigo a los hombres que ayer asesinaron a esa escoria en la parte baja de la ciudad. He de decir que a su cuenta se han sumado varios de mis hombres al apresarles... Creo que... 

El hombre alza la mano para que se calle y le lanza una mirada fulminante antes de hablar.

Cargando editor
18/02/2018, 18:28
Ari Stiyggson

El hombre no parece nada contento con que le molesten y lo deja ver en su rostro y sus gestos.

-¿Cómo osáis interrumpir al Konung cuando este imparte justicia?- dice lanzando una mirada que helaría la sangre del más aguerrido guerrero de Scandia. Mantiene unos minutos de silencio, seguramente para poner más nervioso al capitán de sus hirdmen, hasta que vuelve a hablar.

-Bueno, se podría decir que esto tiene prioridad. No todos los días llegan a mi ciudad unos asesinos sanguinarios como estos.- Empieza a acomodarse en su trono como si fuera a ponerse cómodo para disfrutar de lo que viene.- ¿Sabéis cual es la pena en Hirsk por matar a los hombres del Konung?- dice dirigiendo esa misma mirada heladora a los tres oriundos de Rohald. De pronto mira a la sala como si se diera cuenta de que hay más gente en ella- Se acabó la justicia pública por hoy. Todo el mundo fuera de mi salón común. Vamos.- Aunque hay algunos conatos de protesta con un solo gesto del hombre la gente calla y sale ordenadamente de la sala. -Vosotros, idos también- dice dirigiéndose a los guardias que les han escoltado hasta allí. Todos obedecen sin rechistar, salvo la Volva que se queda apartada.

-Me llamo Ari Styggson y soy el Konung de esta ciudad- su tono es frío y arrastra las palabras de tal forma que parece saborear todas y cada una de ellas con una calma propia de aquel que degusta el más exquisito manjar.- Habéis roto mis leyes y antes de acabar con vosotros de alguna forma creativa a la par que horrible me gustaría escuchar que excusas ponéis. ¿Y bien?

El silencio se hace sepulcral y todos los presentes quedan a la espera de lo que puedan decir los héroes.

Cargando editor
18/02/2018, 20:24
Ivar Albertson

Ivar pensó en decir lo primero que vino a su boca... pero se refrenó... En su lugar permaneció mudo en su sitio hasta que finalmente pronunció unas palabras algo más escogidas, no muy inteligentes pero al menos toscamente escogidas:

-Vuestros hombres os lo dijeron, eran escoria y querían tomar a la mujer a la que escoltamos. Skalda. -Quiso aclarar para indicar que no era una cualquiera.

Ni un ápice de excusa por matar a los hombres del jarl.

Cargando editor
20/02/2018, 00:00
Yngrar Hoskuldson

Yngrar permaneció callado. Sabía que lo que habían hecho tendría consecuencias, aunque hubiese sido para salvar a su compañera. Ademas, no se le daba bien hablar, era mas un hombre de armas.

Cargando editor
25/02/2018, 16:37
Ari Stiyggson

El hombre se revolvió en su asiento y una sombra de decepción asomó en su rostro.

-Vaya, creí que unas personas capaces de asesinar a varios de mis guardias tendrían algo más que decir que unas parcas palabras.- dijo con un tono de voz bajo y monocorde- Aceptemos que asesinasteis a escoria a la cual no le importa a nadie.- al decir estás palabras elevó el tono de voz un poco más- ¿Tenéis alguna excusa por la cual hayan muerto mis hombres?- 

Les miró con sus fríos ojos como si les traspasara el alma con ellos.

Cargando editor
25/02/2018, 17:07
Ivar Albertson

-Estábamos en una misión para nuestro järl, volvió a insistir Ivar. De hecho seguimos en esta misión. -Aunque insistió en el retraso al que se estaban viendo sometidos, pronto comprendió que sería en vano. Supuso que a aquel líder su parquedad no sería de su agrado por lo que decidió alargar su justificación. -Nos ordenó que escoltásemos a esta Skalda, Helmi, y a ese hombre Harald. Afirman haber oído la voluntad de los dioses y por ésta debemos matar a una bestia. No somos quienes para cuestionar la voluntad divina, además coincidirás que los hombres no debemos hacer otra cosa sino plegarnos a los mandatos del Valhalla.

Dejó que sus palabras fluyeran unos segundos antes de terminar.

-Por eso murieron vuestros hombres. 

Notas de juego

creo que debería hablar la skalda y hablar de los dioses y tal patatín.

Cargando editor
04/03/2018, 14:04
Ari Stiyggson

El rubio hombre se impulsó hacia delante levantándose de su asiento y caminando hacia los héroes. 

-¿Se te ha comido la lengua el gato?- dijo al enorme feral- Vaya, estáis de misión para vuestro Jarl, ¿Y quién es vuestro Jarl? Si se puede saber...- su tono seguía siendo frío y distante.- Seguís la voluntad de los dioses decís, AJJAJAJAJAAJA- estalló en una violenta carcajada que inundó toda la sala.

Al mismo tiempo Harald, que no se había pronunciado hasta ese momento, estaba cada vez poniéndose más rojo de rabia y justo cuando parecía que iba a estallar la puerta de la sala se abrió de par en par entrando un guardia que avisó apresuradamente.

-SEÑOR, EL AGUA SE HA EMBRAVECIDO Y SE HA TRAGADO "LA SERPIENTE DE FUEGO" SU BARCO INSIGNIA- 

El rostro de Ari cambió automaticamente mientras el de Harald se iluminaba con una gran sonrisa.

-¡VETE!- estalló, siendo obedecido por el hombre acto seguido. El Jarl se tomó unos segundos en silencio mirándolos fijamente antes de volver a hablar.- Me trae sin cuidado que mataseis a escoria. Pero matar a mis hombres es otra cosa, en todo caso vais a tener suerte. Si me hacéis un favor os perdonaré la vida.- les miró y bajo el tono como si temiera ser oído- Tengo problemas con el jefe de mis Hirdmen, Ake Gunderson, digamos que... sospecho que cuando cobra los impuestos no todo el dinero que debe llega a mis arcas integro.- su voz bajó un poco más- No puedo ir contra él sin pruebas, pero tampoco puedo investigarle con ninguno de los hombres de la guardia pues todos le son fieles y mi guardia personal de ferales llama mucho la atención.- miró y se acercó a Ivar- Necesito que lo investiguéis y determinéis que está pasando. 

Volvió a subir a su trono y se sentó en él para volver a hablar antes de dejarles responder.

-Por supuesto que tengo que tener alguna garantía de que no me traicionaréis, así que tanto vuestro capitán como vuestra deslenguada skalda se quedarán bajo mi custodia para asegurarme de que cumplís con vuestra misión.- dijo pausando mucho las palabras, como si se quisiese asegurar de que le entendían- Y bien, ¿qué me decís?

Cargando editor
04/03/2018, 19:53
Ivar Albertson

-De cazadores de monstruos a cazadores de hombres... ¿Qué será lo siguiente? ¿Campesinos?- Pensó con ironía Ivar en cuanto oyó la petición de aquel Jarl que parecía dar más valor a la traición a su ego que a la vida de sus propios hombres.

-¿Después de todo esto cuál será tu excusa para que deambulemos libremente?- Inquirió en lugar de responder, algo que sabía que probablemente le trajera problemas pero aquel hombre parecía demasiado preocupado por encontrar una excusa para ahorcar a los suyos que no parecía haber anticipado cómo resolver aquella situación.

Cargando editor
04/03/2018, 23:26
Yngrar Hoskuldson

-De una misión a otra, asi no acabarían nunca para volver con Vlodi- Pensó Yngrar para sí mismo.

-Si con esto quedamos libres, de acuerdo, pero mi compañero tiene razón.- No parecía una misión precisamente fácil para un campesino y para un feral, pero claro, desconocía las habilidades de subterfugio de su compañero.

 

Cargando editor
11/03/2018, 15:25
Ari Stiyggson

El jarl mira a Ivar con una sonrisa en sus labios

-Eso es lo más fácil.- Dijo con un tono bastante sibilino- ¿Acaso no habéis sido hechizados por la pérfida bruja para que cumpláis sus deseos? Entre ellos, acabar con unos simples guardias que iban a buscarla por asesina...- Dice mientras su dedo señala a Helmi, la cual no puede ni hablar, probablemente por el exagerado moratón que la está apareciendo en el mentón y que quizá signifique que su mandíbula esta seriamente dañada.

-Llevaos a los presos- uno de los ferales sale de su puesto y se lleva a Harald y Helmi saliendo de la habitación con ellos.- Ya sabéis, sois libres, de momento. Ake suele frecuentar los tugurios del puerto, se pasa el día jugando a los dados y calentando la cama de esclavas. Sed discretos y descubrid que trama ese bastardo. Idos.

Al terminar de hablar otro de los ferales os acompaña hasta la puerta quedando fuera del salón comunal y viendo otra vez a un mortecino sol que indica que ya pasaban más de las 14:00.

Cargando editor
12/03/2018, 20:43
Ivar Albertson

-Estoy empezando a estar hasta la polla de que me digan qué debo hacer. Por mí se pueden ir todos al puto vasto abismo... -Maldijo Ivar más para sí mismo que para su interlocutor. Unas palabras que parecían encerrar algo de verdad tal y como confirmó con sus siguientes palabras que pretendían sondear a su compañero.

-¿Cómo lo ves? ¿Hacemos caso a otro Jarl o empezamos a forjar nuestro maldito destino?

Cargando editor
18/03/2018, 18:26
Yngrar Hoskuldson

Por desgracia creo que a Vlodi no le gustaria que abandonásemos a Helmi aqui, ni creo que tengamos escapatoria ya que podrian acabar con nosotros aqui mismo. No es lo que mas me apetezca pero parece que tendremos que seguir el juego. 

Cargando editor
18/03/2018, 21:31
Ivar Albertson

Ivar resopló con resignación.

-Supongo que tienes razón. -Reconoció echando a andar.- Supongo que nuestra mejor opción empieza por pedir hidromiel. Integrarnos... jumm 

El nórdico esbozó una media sonrisa al recordar que su gaznate estaba seco.

Cargando editor
25/03/2018, 23:06
El Skalda

Los dos hombres ponen rumbo a la zona de las casas de hospitalidad donde ya han estado alojados. Todas son más o menos iguales, con los mismos deshechos, tanto humanos como materiales, con la misma comida mala, con la misma hidromiel picada y las mismas posibilidades de encontrar problemas. 

Cuando los dos héroes abren la puerta parece que nadie les hace ni el más mínimo caso, todos están a sus asuntos, a cada cual más turbio. El olor ocre flota en el ambiente haciendo más desagradable aún la estancia allí. No les cuesta mucho encontrar un sitio entre esa gente y acto seguido una esclava les pregunta que quieren, y acto seguido les han servido... ya conocen el mecanismo.

Mientras beben sus jarras de hidromiel se dan cuenta de detalles que antes pasaron desapercibidos... Empiezan a hacer algo de ojo y de oído también, pudiendo distinguir someramente entre nativos y extranjeros. Y empiezan a ver como se mueven algunas cantidades de dinero. Hay ciertos personajes que esperan sentados bebiendo, casi todos responden al patrón de ser nativos. Estos hombres reciben la visita eventual de uno u otro, a veces de grupos, que les dan una cantidad concreta de plata y luego se marchan con algo entre sus manos, algo que el primero se dedica a grabar en un objeto que no distinguen...

Cargando editor
27/03/2018, 09:13
Ivar Albertson

Ivar pegó un codazo a su compañero, sin embargo parecía que ya lo había visto.

-No sé si tiene algo que ver con lo que dijo ese fulano. -Se negaba a llamarle por su título pues sólo respetaba a su propio jarl. -Le están pagando pero no hay forma de saber cuánto muerden de ese dinero…

-No sé si deberíamos asaltar a uno de esos, que sea extranjero y ver qué es ese objeto… O preguntarles -Concedió con una sonrisa a sabiendas que lo más probable es que se mostrasen reacios ante forasteros.

Cargando editor
27/03/2018, 09:19
Yngrar Hoskuldson

Yngrar no era precisamente alguien elocuente, por lo que sabia como acabaria ese interrogatorio seguramente. Sin embargo no habia ningun otro indicio que les encaminase a su objetivo por lo que con un gesto de cabeza afirmo y tras eso se tomo el resto de hidromiel que habia en su jarra. 

Cargando editor
27/03/2018, 09:26
Ivar Albertson

-No eres amigo de hablar mucho, ¿verdad? -Corroboró el campesino antes de apurar su propio pichel de hidromiel.

-Vamos a ello pues, se me ocurre que uno puede aguardar en el exterior a la espera de poder pillarles de improviso en un callejón. El otro tendría que ver quién recibe ese presente extraño… -Concluyó dejando las palabras en suspenso.

Notas de juego

Pues eso, uno dentro para escoger víctimas y el otro fuera para detenerles y hacer de cebo

Cargando editor
01/04/2018, 16:47
El Skalda

Sin decir mucho más los dos hombres ponen en práctica su argucia. Yngrar observa desde dentro y no tarda mucho en ver, una vez más, la extraña ceremonia que se repite con un hombretón pelirrojo, posiblemente noruego, que entrega su plata y a cambio recibe esa pieza que guarda a buen recaudo en una bolsa que pone en su seno, debajo de su camisa. Una vez hecho esto se da media vuelta y sale por la puerta. El elegido de Odhin se levanta y va tras sus pasos.

Ivar escoge un puesto tranquilo donde disimular hasta que salga su victima. Apoyado contra la pared de la casa de hospitalidad espera. No tarda mucho en ver salir a un pelirrojo que es seguido cautelosamente por Yngrar. Un gesto del feral le indica que ese es el elegido.

El hombre se encamina hacia los muelles mientras el sol comienza a caer. Todo el mundo empieza a recogerse, buscando guardarse del frío de la noche y entregándose al alcohol para pasar un día más en aquel agujero...

- Tiradas (1)

Motivo: Percepción+Instinto

Tirada: 3d10

Resultado: 7, 2, 7 (Suma: 16)

Notas de juego

Vosotros decidís que queréis hacer. Si queréis seguirle sin que os detecte tenéis que hacer una tirada de Instinto+Discrección enfrentada a su Instinto+Percepción, cuyo resultado es UE 14, esa es vuestra dificultad. Si queréis hacer otra cosa decidlo.