Partida Rol por web

Los dos grupos habian sido alertados por los aldeanos, pero ellos actuan con rapidez para anularlos y que no lleguen a dar la alarma. En el grupo A Aestus es el primero en disparar y la flecha se le clava en todo el pecho. El hombre cae abatido en el suelo. Alisse y Lucius tambien dispararon, al mismo momento clavandose la lanza de Alisse sobre una pierna, y la flecha de Lucius en el abdomen. Tres disparos certeros que dejaron con la boca abierta al pobre aldeano.

El grupo B se encontro delante de 3 aldeanos, alertados por uno de ellos al ver a Cain. Lerna ataca la primera con una flecha rapida que atraviesa el cuello de uno. Cain y Assuan se abalanzan rapidamente sobre los otros dos con sus gladius. Cain lo clava sin titubear en el pecho, mientras Assuan cercena el cuello del otro.

Dalila siguio avanzando camino y se encontro con un aldeano en un rincon entre casas. Sin ser advertida, decide acabar con él con una flecha en la cabeza.

Evaluo para treparme en el tejado del gran edificio que tenemos por delante (lo que parece una posada) para desde la altura poder cubrir a Dalila en caso de que sea necesario. Si logro subir, me fijo en la especie de torreon o fuerte que hay a nuestras espaldas por si hubiera alli guardias parapetados y luego recorro el techo en dirección a la plaza buscando un lugar desde donde apuntar con mia flechas a cualquier enemigo que pueda poner en peligro a la guerrera germana.

Si alguno de los dos guardias sobrevive los ataques de Assuan o Cain la chica arquera no le da mas tiempo para reaccionar y le dispara antes de cubrirse con ls pared trasera de la cabaña grande mientras que les susurra al par:

- Eliminen los y cubran se pronto - Si le es posible ponerse a cubierto Lerna buscara trepar sobre la cabaña o arrastrar se por debajo de ella, lo que le sea mas posible para no ser vista mientras que avanza sobre o debajo de ella apuntando con su arco por si es necesario ocupar lo

Había sido rápido y limpio. Miro hacia el suelo y compruebo que el ser está yaciente con la garganta abierta, con gesto de satisfacción, me agacho y limpio el filo del gladius en las ropas del sujeto. Cuando estoy a escasos centímetros del ser no puedo evitar detener los ojos en él curiosamente, recordando las enseñanzas de mi tierra sobre los muertos. Le toco la mano para ver la temperatura que tiene.

Mientras tanto Lerna parece parapetarse para poder disparar, yo tengo que estar más cerca si quiero intervenir, así que tras una pequeña revisión decido adelantarme unos metros para poder actuar cuando la líder provoque a nuestro jefe.

Aestus sube por una escalera de madera que habia en una pared hacia el tejado de la "taberna". Desde alli puede observar ampliamente la plaza y como alli parecen hacer vida normal los aldeanos. Existe un pequeño mercado con paradas. Los aldeanos recogen enseres y empiezan a subir calle hacia el norte de la aldea en direccion al templo que hay en la montaña. Van en grupos de cinco algo separados unos de los otros. En la plaza propiamente quedan los ultimos, 6 en total.

Dalila sigue avanzando con tranquilidad hacia la plaza con paso firma y arco en mano. Aestus ve en ella una decision de acabar con el enemigo. Assuan con el grupo del sur se pone a investigar las cercanías en busca de alguna pista o algo que pueda ayudar. Encuentra una pequeña daga con mando de cobre y hoja oscura, parece el mismo material que la piedra encontrada del campamento. Posiblemente pertenezca al enemigo.

        - Trataré de cubrirles con el arco, pero avancen silenciosos -  Susurró Lerna a los otros chicos, tratando de no ser vista ni oída.

        Tras haberse cubierto en los arboles o arbustos frente a los tipos caídos la novata guerrera trata de llegar a la cabaña que esta por delante sin ser vista para trepar al techo y tener un buen tiro para cubrir a Dalila si ella sigue acercándose al centro del pueblo o a los otros chicos que caminan cerca de ella

Recojo la daga del suelo y me la meto en el cinto para enseñársela a Dalila después.

Asiento con la cabeza al escuchar las palabra de Lerna y señalo hacia la plaza, también hago un gesto a Cain para que me acompañe mientras avanzamos sin perder de vista a la líder.

Miré con un poco de pena al hombre del suelo.

Lo habíamos trinchado por todos lados. Yo solo quería detenerlo! Pero mis compañeros decidieron neutralizarlo. Puede que fuera lo mejor, pero me costaba echara perder así como así la vida de alguien.

Saqué mi lanza de su pierna y le cerré los ojos abiertos de par en par, para que el dios de la muerte no se llevara su espíritu sacándoselo por lo ojos. Eso me habían contado.

No había mas tiempo, debíamos seguir pues Dalila avanzaba por la calle principal y nosotros debíamos guardarla los flancos.

Cain registró a su enemigo. Tras lo cual continuó avanzando, lentamente con sus compañeros. Pero su instinto le decía que algo iba a pasar...

Desde la azotea veo a los aldeanos en lo que pareceria un mercado en la plaza, a diferencia de los que nos habiamos topado estos parecerian estar enfrascados en sus tareas normalea y no dan cuenta de ser criaturas enajenadas, con lo cual podrian o bien ser esclavos de aquel hombre que ha convertido en muertos caminantes al resto o simplemente aliados suyos. El encuentro de Dalila con estos seria inminente y estaria pendiente de como se desarrollara el mismo, dispuesto a defender la vida de la germana aunque evitando tomar una vida de manera innecesaria.
Preparo una flecha en el arco y mantengo cierta tensión en el mismo para estar liato de lanzarla ante la menor probabilidad de un ataque hacia nuestra lider.
Busco mientras tanto cob la mirada al resto de nuestro grupo para ver sus poaicionea y cuidar que no estuvieran en peligro tambien

Las dudas de Aestus al ver a los aldeanos eran bien claras. Estos aldeanos estaban vivos, no mostraban la putrefaccion de los que habias encontrado hasta ahora. Aunque no hablaban entre ellos, hacian sus rutinas con naturalidad, pero sus movimientos eran bastante ortopedicos, algo torpes para una persona normal. Todos hacian lo mismo: Cargar fruta en cajas y llevarlas hacia el templo formando grupos de cinco. Se mostraba claro que tambien estaban bajo el influjo del enemigo.

Mientras Aestus seguia de vigia apuntando con su arco, Alisse y Lucius se esconde en el pasillo estrecho entre la casa pequeña y la taberna, cerca del camino que sube al norte. Nadie los descubre y son testigos de como van subiendo en grupos hacia el templo.

El grupo de Lerna, Cain y Assuan pasa por detrás de la casa en forma de U, y cobijan en la sombra cerca del camino principal, con la plaza a la vista. Son testigos de los aldeanos. Nadie precisa de echar un vistazo a los alredederos y estan mas preocupados de su faena.

Dalila se acerca casi a la plaza y pasa enfrente de Lerna y compañia. Ella mas avisora se detiene y hace un gesto de pausa al verlos alli escondidos. Aestus desde las alturas es consciente de ello y de la posicion del otro grupo. De alguna forma esta indicando reagrupacion.

Desde la altura puedo dominar la situación, entiendo que aquellos aldeanos estan bajo algún tipo de influjo aunque aun posiblemente conserven la vida a diferencia de los otros que hemos enfrentado, por lo que deberiamos priorizar no enfrentarnos a ellos. Cargaban todo hacia el templo como hormigas.

Me doy cuenta del gesto de Dalila y entiendo que no se enfrentara a los aldeanos, por lo que tenemos que reunirnos para buscar al lider y derrotarlo, seguramente entonces liberaremos a esta pobre gente de su dominio. 
Busco llamar la atención de Alisee tirandole un pequeño guijarro que hay en el techo y en cuanto me vea le indico que Dalila ya esta en la plaza y hay que enfundar armas. Todo esto con señas y a la distancia.

Mis ojos permanecían atentos a cualquier movimiento pero solo encontré a unos aldeanos sometidos, cargando comida de un lado a otro.

-¿Esclavos?..- Susurré a Lucius que era el mas cercano a mi.

Mas bien estaban sometidos. Miré a Dalila aparecer en el centro de la plaza. Era evidente que si el que había hecho eso no se mostraba no podíamos hacer nada. Al final los aldeanos eran esclavos y no por estar sometidos nos daba derecho a a acabar con ellos uno a uno. 

Un movimiento sobre un matorral cercano me llamó la atención. ¿Que?

Miré a todos lados y vi sobre el tejado a Aestus que me hacía señas. Asentí ligeramente y di un codazo a Lucius para llamarle la atención. Había que reunirnos así que me erguí y puse mi espalda pegada a la casa asomándome desde la esquina, y preparándome para cualquier cosa. La lanza a mi lado descansaba como si fuera un bastón, pero no descartaba el uso de tener que usarla en algún momento.

Me mantenia al margen de un perfil bajo, intentando no llamar la atencion de cualquier aldeano o enemigo que estuviera alrededor, lograndolo con un claro exito. Pero el problema no era ese, todos los aldeanos al parecer se dirigen al templo, en donde seguramente alli se encuentra la persona que controla a todas estas personas y el causante de toda esta desgracia... - No... No son esclavos... Ellos no estan conscientes de lo que estan haciendo, seguramente... - Dije en voz baja, con cierta molestia en mi rostro solo al escuchar la simple palabra "esclavo".

Al recibir el codazo de Alisse, inmediatamente la segui con flecha y arco en mano cuidando su avance, es logico que debemos de avanzar hacia el templo y acabar de manera sorpresiva con la persona que causa todo esto... ¿Pero, lo lograremos? Una persona con el poder de hacer esto... ¿Cual es la diferencia de esas personas con nosotros? 

Tras separarnos para abarcar más terreno ahora la líder nos hace señas para que nos juntemos.

Avanzo sigilosamente aunque nadie parece estar ya por las cercanías, se dirigen a algún templo.

Hasta ahora era sencillo: acatar órdenes.

Todos os reunis delante de Dalila cerca del camino principal, algo ocultos respecto a la plaza central. Ella os empieza a explicar sus impresiones:

Estoy segura, como muchos ya debeis sospechar, el asesino se encuentra en el templo de la montaña. Desde vuestra posicion se podía ver perfectamente. Desconozco el estado real de estos aldeanos, pero por su apescto parecen estar vivos. No sé si los podremos salvar, pero mi consejo es que si quereis vivir, la solucion es matar. A pesar de su comportamiento semi natural, no es normal, y todos parecen llevar fruta como ofrendas al templo. Me incita a que puede ser un trampa.

- ¿Una trampa? - Fue lo primero que dije cuando todo el grupo se habia vuelto a reunir, empezando a planear nuesto avance hacia aquel templo, pero el hecho de que Dalila diga que para sobrevivir y avanzar al templo debamos matar a esas inocentes personas, solo por el miedo de que sea una trampa. - Ellos no son conscientes acerca de lo que estan haciendo, me niego a matar a otro inocente, incluso, ¿Por que seria una trampa? Si fuera asi significa que en el fondo el asesino ya sabe de nuestra presencia. - Dije en voz suave, pero algo tenso debido a mi molestia interna de ya haber acabado con varios inocentes, solo por "la mision". - Deberiamos de avanzar en dos grupos para no llamar tanto la atencion y simplemente flanquear el templo sin acercarse a los aldeanos... 

Él sabe que sobrevivi a su ataque anterior y que soy la unica que lo puede hacer frente. Seguro está esperando que regrese a buscarle. Sabe bien que planeo venganza sobre él. De alguna forma me conocía ya y de mis capacidades. Asi que yo haré de cebo. Vuestra presencia será la sorpresa y lo usaremos a nuestro favor.