Partida Rol por web

 Entra en la posada ya que no pretendía pasar la noche a la interperie y que de nuevo ese maldito astro enorme al que llamaban sol, la descubriese y le dañara los ojos hasta dejarla temporalmente ciega. Miro a los que había dentro de la posada, nada que le llamase excesivamente la atención, tampoco esperaba realmente encontrar nada que mereciese la pena. Se acerco a la barra.

-Una jarra de vino especiado- Seguidamente tomo asiento en una mesa que le ofreciese la vista de tooodo el lugar, y allí se quedo saboreando su primera jarra de vino, tras un largo camino, y observando a los lugareños.

Mira con sus ojos ambarinos a la mesa de aquellos cuatro personajes, dos enanos, hacia mucho tiempo que no veía enanos, un humano, y.... una elfa??!! ya estaban como no? los recogeflores infestando las ciudades con sus preciosos cánticos y estupideces varias, sus ojos se cerraron como en rendijas y miro a al elfa.

Sonrió como siempre con una ácida sonrisa, y miro a la mujer sola, una maga?? esto mejora por momentos.

Ohhh que delicia de carneeeee.... Me relamo los dedos tras comerme media pierna de cordero yo solita y beberme media jarra de vino. Continuamente voy llenando de vino el vaso de Ithilon cada vez que se vacía.

-Otra jarra por favor!- le pido a una de las mesoneras. Hoy comemos y dormimos y mañana a rob... digo a comprar los pertrechos necesarios.

"Venga, ya, con lo caro que es todo y sólo 50 monedas que me quedan, no me da ni para comprar una aguja de coser! Bah, mañana será otro día y siempre queda el viejo método del sinpa".

La carne estaba espléndida, y el vino ciertamente bueno, Ithilon no acostumbraba a beber, y aquella vez se estaba pasando un poco de la raya. Myrna no parecía darse cuenta de la situación, pero al cabo del tiempo la mirada de Ithilon se tornó algo perdida, el gesto un poco distraído, y realizaba continuos sonidos con la nariz aspirando fuerte, como aquel que estuviera resfriado o congestionado.

La camarera continuaba trayendo comida a la mesa, mientras que lel joven se quedaba mirando con descaro el culo y el escote de esta, embobado como si lo hubiesen embrujado. Esta parecía haberse percatado de las continuas miradas del joven, y no hacía más que poner un gesto de amargura y enfado ante la indecencia del hechicero, intentando ignorarlo en la medida de lo posible. De golpe Ithilon miró a su compañera de forma seria, y comenzó a emitir palabras entre ss mal pronunciadas y frases que parecían no terminar en su justa medida.

- Qgue buenahsh..., eshtais todas... -dijo cabeceando, de golpe recuperó la postura, de pasar a una encorbada, se irguió como si de un soldado se tratase. - ¡¡Un mhagooo.. shiempre mantiene la compostuuraaa...!! - exclamó alzando la voz y con una voz bastante aguda. De pronto, sin venir a cuento empezó a reírse, entre carcajadas ahogadas, produciendo un ruido similar a alguien que se está sonando los mocos.- pfffff...¡qué borracho..., estoy! -concluyó con una mezcla de exclamación y suspiro.

Sigo comiendo y bebiendo y riendome con la cogorza que está pillando Ithilon, ha sido fácil convencerle... Mientras la gente se queda con las excentricidades de un mago borracho yo voy observando y calibrando al resto de clientes, para ver si encuentro algún objetivo válido, porque con lo que nos queda a los dos de dinero, no nos da para armas de plata ni de coña!

-Un brindis compañero!! por el camino y el yayo!- alzo mi vaso lleno de vino, exagerando mi voz para que parezca más pastosa, pero lo cierto es que no he bebido ni siquiera lo suficiente como para estar borracha de verdad, que una tiene un rodaje elevado en esto de las tabernas!

Todo le daba vueltas, el vino no le había sentado nada bien, y al siguiente día se arrepentiría enormemente de todo lo que estaba haciendo ahora. Por el momento, había dejado de beber, pues unas nauseas continuadas, comenzaban a hacer presencia en el cuerpo del joven, así que miraba de un lado para otro, sin saber muy bien a donde mirar, ni tampoco lo que hacer. De golpe Myrna le recordó a Nerzul, lo cual, hizo que el hechicero reaccionase rápidamente.

- Pobre yayo..., ¿sabes?, yo quería... que me ensheñase a controlar a los muertos y... al final ha acabado toshtado... . Tan sholo con un conjuro... habría ssshido themido por todos, y habrria conseguido..., creo.., que, me mareo... -concluyó el joven, agarrándose el tabique de la nariz y cerrando los ojos fuertemente, mientras resoplaba como si de un caballo se tratase.

 Como siempre en ningún momento perdió su siniestra sonrisa, y parecía complacerle que la mirasen de aquella manera, después de todo, le gustaba que su fama como drow la precediese, eso infundía temor en sus enemigos y eso siempre era bueno "el miedo hiere mas que las espadas" o eso decían las sacerdotisas, a las que tanto despreciaba, aunque la frase era buena, sin duda.

Volvió de nuevo a la posada después de dejar volar su mente hasta los años pasados en Ched Nasad, nada le ataba a aquella cuidad ya, por lo que buscaría algo que hacer en la superficie, era buena matando, traicionando, escondiéndose... en todo lo que le habían enseñado desde que tubo uso de razón, por lo que algo encontraría, honrado o no le daba igual.

Con disimulo miro el contenido, lo vuelvo a guardar muy discretamente entre mis ropas y empiezo a hacer cálculos.

"Uhm... con eso ya son 100 monedas de oro, menos lo que hemos gastado en comida y vino... He de comprar una cuerda nueva para restituir pero eso me deja como mucho... Pues no sé si con eso me dará para comprar algún cuchillo con filo de plata o algo que se asemeje...", me quedo pensativa.

Lleno de nuevo el vaso de Ithilon y el mío sólo le lleno a medias. Sonrío y de nuevo hago un brindis con mi joven mago.

-Por nosotros! Creo que deberíamos irnos ya a dormir, estás suficientemente borracho- le digo, riendome.

"Es mejor no tentar demasiado la suerte o me pillarán, dos víctimas en el mismo local levantaría demasiadas sospechas, no hay que ser avariciosa, Myrna! Probaremos suerte mañana por la mañana con los mercaderes, a ver qué encontramos"

-Te ayudo a levantarte?- me acerco a éste.

Pido la cuenta a la mesonera, revuelvo entre las ropas de mi compañero y pago la comida y la bebida con sus monedas.

-Te parece si compartimos el mismo cuarto? nos saldrá más barato y así podremos mañana comprar más cosas para el viaje. Prometo no violarte!- digo entre risas, intentando levantarle del banco.

El joven hechicero aun continuaba algo mareado tras todas las copas que se había bebido. Myrna parecía querer irse ya, e intentaba levantarle del banco para marcharse ya del bar. De golpe parecía que la borrachera se le había pasado, y eso le extrañó un tanto al joven hechicero, pues su voz ya no parecía tan tomada como antes. Ithilon comenzó a levantarse poco a poco, apoyándose más en los brazos que hacían fuerza contra la mesa que en sus propias piernas. Cuando por fin se puso en pie, asintió a Myrna, para marcharse ya del bar. Su compañera le propuso compartir el mismo cuarto, para ahorrarse unas cuantas piezas de oro que nunca venían mal.

-Mmmm...- emitió una especie de gruñido como de asentimiento, mientras se estiraba y se desentumecía los músculos de la espalda, los cuales estaban algo tocados de estar tanto tiempo en una postura corvada mientras bebía.

 Miró al posadero, una vez salió de sus pensamientos.

-Igual tenéis una habitación minimamente decente- Dice con un fuerte acento, que claramente no era de allí -Si, creo que pasare aquí la noche-

A la mañana siguiente se dirigiría a la fortaleza de Handukar.