No hay un cajón de arena... El cuarto de baño es el cajón de arena de los humanos.
El gatico ninja, al ver que todo está tranquilo y silencioso se sienta en el suelo despacio y moviendo el rabo lentamente, con Ofelia a su lado, al principio del pasillo. Justo al subir las escaleras. Se queda en esa postura unos segundos, atento a algún movimiento y nada.
-Maldición, han cerrado las puertas. Humm.. ¿Habrá algo interesante en el cajón de arena de humanos?
Se levanta despacio y sin dejar de prestar atención, con las orejas en tensión y los dorados ojos muy abiertos, comienza a caminar cautelosamente en dirección al cuarto de baño. Llega a la puerta y mira dentro. Moviendo la cabeza para mirar aquí y allá, y también la cola de lado a lado.
Tras Bola de Nieve, Ofelia avanza en la misma dirección, aunque deteniéndose en frente de una de las puertas, la primera a la derecha. Se sienta frente a ella, mirando lo alto de la pared de madera, moviendo la cola de un lado a otro mientras se preguntaba si debía abrirla o no. Quizás Lasalergias estaba allí...
Con ambas patitas, pero sin sacar las uñas, empujó la puerta con todo su peso, intentando abrirla suavemente por si estuviera solo junta y no cerrada.
Fusfus entró en la cocina mientras buscaba la máquina para el café humano y paseó la mirada por la sala mientras que Felicia se preguntaba qué era un pitorro y él era incapaz de explicarlo, esa palabra la usaba su humana apra referirse a ese aparato, pero no sabía bien qué hacer.
-Eso es -dijo mientras señalaba un aparato blanco con cosas metálicas bajo un mueble con puertas de cristal. El aparato tenía cuatro tacitas verdes encima, y Fusfus pensaba en como podrían fastidiarlo- Tiene que parecer que funciona pero luego que esté mal -pensaba- Felicia, intenta subirte y examínalo de cerca, a ver si hay algo con que fastidiarlo. Además, en los cajones cercanos suelen tener las cosas de café.
He usado como referencia la imagen, y en esta hay una cafetera donde lo describo. Si no es así, borra el post y lo escribo de nuevo ^^
¡Uoh! No lo había visto. XDDDDDDD
Si la máster con firma y da permiso, me acerqué como dice Fusfus. ^^
Mientras Sphynx regaba el "putogüifi", Fusfus y Felicia se acercan a aquella cosa que parecía hacer aquel líquido marrón. Al lado ven un bote metálico que huele a lo mismo que la cafetera, pero más fuerte. Si los gaticos supieran leer, en el bote metálico pone "café". Pero leer es de razas inferiores, todos los gaticos lo saben.
¡Puse esa cocina porque tiene cafetera! xD
Seguía intentando abrir el armario cuando Fusfus me llamó la atención. Seguro que volvia a echar de menos oirse maullar, pensé.
Por suerte, ésta vez había dado con la pista buena. -¿Eeeeeeeh?¿Es eso?- Me quejé extrañada mientras daba un ágil salto para ponerme a su lado e investigarlo de cerca. Ladeé la cabeza sin entender del todo aquél aparato. Lo olí, me aparté, volví a olerlo, lo rodeé para volverlo a oler. Entreabrí la boca disgustada por aquél nauseabundo y fuerte olor. ¿Aquello era el café?
Fuera como fuera, y sin saber como neutralizarlo empecé a darle con las patitas delanteras. -Toma, toma, toma. ¡Traidor! Lamenta tu existencia.- Dije en un arrebato de adrenalina mientras lo hacía sufrir. Entonces me pareció ver otra gata encerrada en su superfície*, y quise acercarme y liberarlo, pero ella se acercaba y se alejaba a un mismo tiempo. -¡¡Quieta!! O no podré sacarte.- Advertí. Ella también abría la boca, pero no conseguía oír sus maullidos. ¿Qué embrujo era ese?
Sin querer desistir en mi empeño, me tumbé en la boca abierta e inerte de aquél artefacto y empecé a golpearlo con las patas traseras más fuerte cada vez. -Meawjajaja. ¡Ríndete! Libera a mí hermana.
Pues... ¡premio al peludo! XDDDDDDDD
Felicia intenta aporrearla, seguramente toque más de un botón. XDDDDDD
*No entiende que es su propio reflejo :P
Bola de Nieve entra en la caja de arena/sala de acicalado. Allí aparte de un montón de ropa sucia, no encuentra nada muy interesante. Aunque algo entre la ropa sucia huele bien. Mientras tanto Ofelia trata de empujar una de las puertas, sin éxito pues están cerradas.
De repente los gaticos oyen un pitido, seguido de un ruido burbujeante que interrumpe el silencio de la casa. Viene de la cocina.
Felicia emprende una pelea a muerte con aquel aparato, que además había atrapado a otro gatico como ella. Golpea y golpea el trasto hasta que, sin saberlo, pulsa el botón de encendido. Aquello suelta un pitido y comienza a hacer café, con su borboteo y sonido correspondiente. No era un ruido muy fuerte, pero interrumpía el silencio que asolaba la casa a esas horas.
Estaba batiéndome en la lucha de mi vida contra esa máquina infernal, pero ella no iba a quedarse indiferente a mis zarpazos. Sin esperarlo sentí que algo caliente envolvía el pelo de mi vientre. Maullé y salí corriendo de su boca. Fue la sensación más desagradable de mi vida. Me sentía empapada, y olía, olía, olía mal. Me olfaté tres veces para constatar que así era.
Para el colmo de todo ello, la maldita psicópata-odia-gatos empezó a delatar nuestra posición, a llamar a sus amos. ¡Había que neutralizarla! Así que dejé de lamer mi pelaje, que sabía a rayos, y emprendí de nuevo la lucha con valentía. Entonces lo vi. Mis pupilas se dilataron. ¡Un cordel!* Me olvidé de mi lucha y emprendí una nueva contra él, con uñas y dientes, y con mis potentes patitas traseras. -¡¡¡Meawwww!!! ¡Eges mgío!- Lo amenacé con él en la boca, roéndolo con mis dientecitas traseras.
* pues nada, emprendo ahora una lucha a muerte contra el cable de la cafetera. :P
A ver si funciona -_-'
Uuuuhhhh sssí....... uuuuuuuhhhh.
Sphynx estaba en plena vorágine de placer urinario, esa sensación embriagadora de liberarse cuando está a unas gotitas de vaciarse por completo... ese estado de éxtasis se veía claramente en la postura del gato, encorbada pero con el lomo ligeramente erizado y los enormes ojos dorados ocultos tras la fina piel de los párpados que no disimulaban la forma de huevo de estos y, para más información, tenía el hocico estirado hacia delante con las minifauces abiertas como si estuviese soplando.
Y entonces aquel sonido del demonio le interrumpió el pis ¡SU pis! Saltó como si le hubiesen pisado el rabo y las gotitas, esas últimas gotitas malignas, se desperdiciaron al desperdigarse de forma aleatoria en los alrededores del putogüifi con aquel salto que más quisieran muchos poder hacer.
MECAGOENMIDUEÑA.
Corriendo por la alerta, con las patitas traseras resbalando por el suelo de forma que si daba cuatro pasos solo avanzaba como si hubiese dado dos, llegó hasta la cocina para ver a Felicia en plena exhibición de sus aptitudes de pelea.
-¡Haced callar a esa cosa!- bufó a gritos por lo bajo, que es esa modalidad de susurro en la que uno habla alterado como si estuviese gritando.
Fusfus seguía divagando mientras Felicia emprendía ese combate por salvar a su congénere de la máquina infernal que tenían que destruír para conseguir liberar a "Lasalergias" cuando, de pronto, empezó a hacer ruido como ella sola- ¡ACABA CON ELLA! -animó el enorme gato a la gata mientras esta peleaba, pero parecía que no podía con ella y necesitarían, de nuevo, fuerza felina superior.
Así pues, sin dudarlo un momento más, el enorme gato peludo saltó para subirse a la repisa y empezó a darle zarpazos para arrojar la cafetera por el borde- Tírala -instó a Felicia mientras le daba con sus enormes patas para arrojarla- y la lata después por encima -enfatizó. Cuando estuviera todo en el suelo, el enorme gato les dejaría un regalito.
-Mmm.. ¿Qué será eso que huele tan bien? Bah, voy a acercarme. Ofelia vigila. Espero que no la cague.
El gatico ninja atraviesa la oscuridad del cuarto de baño hasta que llega a la ropa sucia y comienza a buscar con el hocico por la zona de donde proviene el olor. Aparta ropa con una patita... Y de repente un sonido extraño viene de abajo. Un pitido y burbujeo.
Bola de Nieve se queda muy quieto. Con la pata con la que apartaba la ropa, en alto, los ojos muy abiertos y las orejas en tensión. No movió un músculo, a excepción de un tic en la oreja derecha, mientras duró el ruido y un instante después.
-No. Nononono, NONONONO, no puede ser. ¿Qué ha sido eso? Viene de abajo. Por la cola de Bastet, ¿Ya la han fastidiado?
En un rápido gesto olvida ese olor y se dirige de nuevo a la puerta del baño. Se asoma a ver si algo ha cambiado en la casa. -Tengo que salir de aquí. En ésta zona estoy atrapado. Ve a Ofelia delante de una de las puertas. Le susurra:
-¡Ofelia, cuidado, ocúltate!
Sphinx llegó de pronto, pidiéndonos hacer callar aquél enemigo resistente que quería delatarnos. Pero yo no sabía como hacerla callar. Más aun, ni me acordaba de su chillido histérico, tan enzarzada como estaba peleándome con aquél cordel que se resistía a mis poderosos ataques y que me encandilaba haciendo que olvidase mi misión.
¿Qué queréis que os diga? Una tiene sus debilidades propias de un ser mortal.
La voz de Fusfus se elevó animándome a acabar con mi enemigo, pero él era resistente y por mucho que masticaba con mis poderosos dientes, no cedía. Entonces, me ordenó olvidarme del cordel y echarlo abajo. –¿Ein? ¿qué?- Dije recordando repentinamente la misión. –Claro. ¡Tirémoslo!- Me animé intentando ayudarlo. –Pero vigila, ¡que no se te meé encima como a mí!- Advertí preocupada sin dejar de empujar ese monstruo que se había tragado a mi amiga felina.
Estas debían ser las puertas más pesadas de la historia. O las mejor cerradas. En cualquier caso, no pudo solo empujarlas para abrirlas, aunque eso rara vez le funcionaba... Pero nunca estaba de más tratar, ¿no? Es que los humanos tienen una obsesión por sellar sus refugios. ¿Cómo se escapan entonces? ¿Ah,ah?
Ante la advertencia de Bola de Nieve, se queda paralizada por un segundo y mira las escaleras. ¡Pero el ninja! ¡Se va a quedar solo! - pensó, pero luego se corrigió prontamente - No. Para eso están los compañeros.
Corriendo casi a saltos alcanzo el baño donde estaba la negrura aquella y se esconde tras la puerta. ¿Y ahora como salimos?
De repente se oye un golpe que resuena por toda la casa, de algo grande que cae contra el suelo. Veis que la luz se enciende en una de las habitaciones, ya que se cuela por debajo de una de las puertas cerradas. Oís como uno de los humanos habla con otro. Los humanos se habían despertado con el ruido que provenía de abajo.
La pelea a muerte con aquel cacharro acaba con el cacharro estrellado contra el suelo. Algunas partes se desparraman por el suelo de la cocina y se oye un gran golpe al caer. La jarra donde aquel líquido asqueroso negro se recogía, se hace mil pedazos contra el suelo.
Empujamos entre Fusfus y yo, puse todas mis fuerzas en destruir aquél aparato infernal, y como un equipo, conseguimos abatir a la presa. Y cuando cedió a la gravedad y sonó su peso contra el suelo, sentí el placer de la victoria apoderándose de mí. -¡¡¡MEEEEEuwww!!!- Maullé eufórica y victoriosamente levantando mis dos patitas. Creí nuestro el triunfo, pensaba que habíamos vencido al monstruo meador y tan solo quedaba suprimir esa lata que con tanto énfasis me señalaba mi enorme compañero para que también lo entregase en caída. –¡¡Chúpate ésa!!- Exclamé mientras obedecía.
Contemplé nuestra obra desde las alturas, orgullosa antes de saltar al suelo de la cocina para olfatearla asqueada de cerca.
Fue entonces cuando vi el desastre…
-¡¡Oh, no!! ¡Ésta gata sigue aprisionada en su interior!- Lamenté moviéndome de un lado a otro tan nerviosa como ella. –¡Tranquila! ¡¡Te ayudaré!!- Intenté consolarla aunque no me pudiera oír, mientras, con mi zarpa arañaba aquélla prisión mágica.
Mira atento, con los ojos muy abiertos y las orejas lo más puntiagudas posibles, cómo sucede todo. Y esa luz por debajo de la puerta.
-¡Por Bygul y Trjegul! ¡Hay que avisar a los demás! Y éstos humanos para mí.
-Ofelia... Dice a la indómita gata sin dejar de mirar fijamente con los ojos muy abiertos a la luz bajo la puerta. Ensimismado. Tenemos que avisar a los otros y entretener a los humanos. O cazarlos. Elige tarea. Si quieres ir a avisar, no temas. Yo me ocupo del resto. Dice mientras se agazapa un poco, sin dejar de mirar la rendija encendida. uueeeooww...
Oh no, oh no, oh no. - piensa con pánico al ver las luces de las habitaciones cerradas prenderse y escuchar a los humanos susurrar.
No, no... tu ve. Eres rápido y te camuflas, a mi me verán en seguida. - dice mirando a Bola de Nieve, determinada a cumplir con su propósito - Yo los entretendré.
Al ver que está tan concentrado con la lucecita, lo empuja un poco con su patita, para que se concentre.
¡Ve! ¡Antes que sea demasiado tarde!
-¡Por Bygul y Trjegul! ¡Hay que avisar a los demás! Y éstos humanos para mí.
Te amo, nada más que decir xD.