Partida Rol por web

Amanece una mañana tormentosa con intensos vientos, y de nuevo un cuerpo sin vida aparece en el campanario. Cómo esa tradición de lanzar una cabra solo que en este caso lo que lanzaron fue un ser humano, y atado a la manecilla grande del reloj y a su cuello. 

El cuerpo de vuestra amiga y vecina Paloma Hurtado es el que cuelga sin vida mientras sus manos están sujetas por clavos justo encima de sus ojos, con una escritura con su sangre sobre la frente: III.

En esta ocasión y aprovechando el tiempo tormentoso, Alma Yin salió de su tienda llevando consigo unos cuantos chuvasqueros amarillos, aprovechando que nadie en su sano juicio iba a sacar un paraguas con tanto viento, esta trató de hacer alguna que otra venta a costa del clima y la necesidad.

-¡Chuvasquelos! ¡Vendo chuvasquelos!. -Clamó cerca del nuevo cadáver de aquella convecina- ¡El viento es demasiado fuelte pala palagüas!. ¡Complen aquí sus chuvasquelos!. ¡Los tenemos de todos los buenos cololes: Amalillo y Amalillo!. ¡Chuvasquelos!.

Salió con paso cansino, esperando lo peor, y confirmándolo al llegar a la plaza. 

-Tres. Van tres. Esto ya no hay quien lo entienda. Deberíamo pararlo, no sé como, es una maldita maldisión. ¡Pongámono de acuerdo en quién votá! ¡Votemos toos al mismo! ¡O la misma! Pero si no empesamo a reacsionar nos van a ir matando uno trá otro!

Salía de buena mañana de casa pese al clima de perros que había, farfullando para sí mierda de pueblo, no hay salida, tengo que salir de aquí o me volveré loco...Se detuvo de golpe...Paloma...joder...Paloma...y yo pensando que tenía algo que ver con todo esto. 

La china vendiendo chubasqueros con un cuerpo presente...

Voy a ver que cerradura puedo comprar que sea de seguridad, esto no me gusta nada...pero nada...

 Al encontrarse con una nueva escena desgarradora al reunirse con el resto Vicenta solo pudo lamentarse en silencio: tal vez porque ya habían sido muchas lágrimas seguidas, o porque se le habían acabado los chistes malos sobre relojes, pero en todo caso, aportaría a la iniciativa de organizarse para acabar con aquello.

 - ¿Pero a quién votaríamos y por qué? Nadie ha hecho nada particularmente sospechoso... Aunque Alma Yin ciertamente parece estar sacando provecho de las muertes, y tanto ella como Fernando no han respondido a las preguntas de Isabel...

Cuando vio el cadáver de la mujer, se acercó con una chaqueta para ponérsela. Estaba cubriéndose del viento y de la lluvia como podía y, aunque miró con desconfianza a Alma, las palabras de Vicenta hicieron que Fernando le mirase con cierto desconcierto.

Isabel no me preguntó nada: fue a Alma y a Mariano. Aunque entiendo que el trauma te haya confundido.

Sonó afable al final pese a todo.

Teniendo en cuenta que Vicenta Valbuena la había nombrado para algo ajeno a la venta de chuvasqueros que estaba teniendo; Alma Yin trató de responderla de la mejor manera que ella podía, es decir, de forma completamente interesada y avariciosa por conseguir unos euros (o eulos, como ella decía) más.

-Si me pagáis pol lespondel pleguntas yo encantada de lespondel-las. -Dijo mientras agitaba los chuvasqueros- Hasta entonces yo seguil vendiendo mis chuvasquelos a gente con buen gusto. Pelo si no queléis pagalme yo seguil así, sin decil nada, mucho menos a amigos de Lucifel. -Dijo mirando a Fernando Navarro con cierta suspicacia en su mirada, o quizás simplemente no estaba entrecerrando los ojos, era dificil de decir.

Alguien... alguien...

Traté de hablar, de encontrar unas palabras con la que expresar mi congoja, mi pesadumbre. Otra muerte más. Total y absolutamente innecesaria.

Alguien tiene que haber visto algo. Haber... oído algo. No puede ser que la única persona que haya expresado algo más que vanos comentarios o futiles intentos de enriquecimiento haya sido yo. 

Andrés... ¿organizarnos para votar a alguien? ¿Elegido al azar? Tenemos que comenzar a plantear preguntas. Preguntas y que, joder, se respondan. Empezar a poner en común lo que se sabe, lo que se sospecha. Al final, se coge antes a un mentiroso que a un cojo... sin correr. Tenemos que... 

Por todos los santos, ¿es que soy la única que lo ve?

 - Oh, tienes razón: lamento la confusión, Fernando. Todo el asunto me tiene un poco en otro mundo... Pero mi punto no cambia: ambos pasan de responder - y esto era más que innegable de parte de Alma, quién se sujeto a su prueba más fuerte y poderosa para guardar silencio... el dinero.

 - Por otro lado, estoy de acuerdo con Isabel... Lo mejor seria organizarnos al votar, ¿pero como hacerlo sin tirar un dardo a ciegas? Si nos equivocamos, solo le haremos el trabajo más fácil al demonio...

Al parecer aquel trío se le habían subido a la chepa a Alma Yin, a pesar de ello, esta actuó de manera calmada, como si no tuviera miedo alguno de ninguno de los tres, o quizás su ambición desmedida por el oro era mayor al miedo que uno pudiera sentir a la hora de haber presenciado tres cadáveres.

-Si quieles que lesponda algo, hazme una plegunta plimelo. -Comentó un poco ofendida Alma Yin- Polque de momento solo me habéis dicho "No has lespondido nada", pelo es que no me pleguntasteis nada que pudiela lespondel. Palece que quieles distlael la atención hacia los demás... ¿Es polque eles amiga del Monstluo que está haciendo todo esto?. Polque algo dilé... y es que yo sé quien es uno de los Monstluos... -Comentó sin añadir ningún nombre más- Pol Tlescientos Cualenta y tles eulos puedo levelal-lo... y si me paga el Monstruo cuatlocientos tleinta y cuatlo no lo level-lo.

 - Bueno, para empezar, lo que dices es contradictorio: Ayer Isabel preguntó a ti y a Mariano sobre el motivo por el que votaron a los que votaron el día anterior... Claro que todo parte de una pequeña coincidencia sin demasiada relevancia, pero es una coincidencia al fin y al cabo. Cuando no se tiene nada a lo que aferrarse, lo mejor es seguir los patrones.

 Sobre las afirmaciones realizadas por Alma, Vicenta abriría la boca para responder, sorprendida, pero tras quedarse unos segundos paralizada terminaría por asentir.

 - Nadie quiere llevar la atención de todos sobre si mismos, incluyéndonos a nosotras dos: La gente se vuelve especialmente habladora cuando tiene miradas encima, ¿no? - declararía, con una sutil sonrisa en sus labios antes de negar con la cabeza. -. Bien. Esa es la oferta más útil que has hecho hasta ahora: ¿Ves que al final si puedes colaborar? Estoy segura de que todos aquí tenemos alguna manía, pero mientras trabajemos en equipo seguramente saldremos de esta.

 - Aunque... ¿Aceptas crédito? - Vicenta no estaba en su mejor estado económico actualmente: consecuencias de comprar vino frecuentemente.

-No. -Respondió de forma seca- Solo efectivo.

En ese caso, podríamos hacer una colecta... ¿no? Venga, tocamos a treinta y cuatro euros con treinta céntimos por persona.

Mientras decía eso me acerqué a la oriental, depositando la cantidad exacta a los pies de Alma Yin. No era cuestión de darnos el teléfono ahora y hacer un bizum.

Pero...

Añadí, arrepintiéndome en última instancia de dejar el dinero, manteniéndolo con el puño bien cerrado.

... primero debes responder a la pregunta que te hice. ¿Por qué votaste a Fernando?

La idea de la colecta estaba bien, siempre y cuando consiguieran reunir el dinero suficiente y no contaran a la propia Alma Yin para el reparto equitativo de riquezas, ella era la que recibía el dinero, no iba a apoquinarse a sí misma ni un solo céntimo de euro.

-Si lespondo esa plegunta luego no me pagaléis. -Comentó la mujer, diciendo más de la cuenta, y a la vez sin aclarar nada.- Pagadme o no explicalé nada... a no sel que lo que queláis sea que no explique nada, entonces eso sel muy sospechoso.

Empezaba a ser costumbre salir a disfrutar de la lluvia sin tutores de por medio y encontrarse un habitante del pueblo clavado en el campanario y de no ser porque el resto del pueblo estaba intranquilo y preocupado Robertito seguiría burlándose del acento de uno y conjurando lagartos fuera de las miradas de sus progenitores.

-¡Por los calzones de la abuela Angustias! -Salto a un charco, disfruto del agua estancada y volvió con los demás.

-Y porque no votar por Andres Guerra, ¿Que habla raro y siempre el primero, se tira de los pelos y nada mas? Menudo menso de adulto. -No entendía esa palabra pero el extranjero del kiosko la repetía mucho.

-O a Vicenta, esta señora huele raro y parece mas interesada que nadie en meterse con la señora china, esa es maja, a veces se le caen caramelos y si eres rápido te los llevas. -Sonreía con falta de dientes en su casi perfecta dentadura.

Emilio se apresuró a recoger con el rastrillo las hojas que durante la noche habían caído en la calle.

- Mal asunto, si seguimos así no quedará nadie que pague mi pensión -

Tras cargar con la pala el carretillo, levantó la vista y observó a la multitud que se arremolinaba alrededor del cuerpo y murmuró mientras observaba a Alma Yin y alguno de los demás.

- En los noticiarios dicen que los extranjeros vienen a robarnos el trabajo, yo solo digo eso.

Pensó cabizbajo mientras marchaba hacia el cobertizo -Hoy en día se muere gente que antes no se moría. - acordándose del señorito Eban con cierta melancolía.

Otra víctima más. ¿Cuántos más de nosotros iban a tener que morir? Y seguíamos como al principio: completamente perdidos. No podía ser que nadie tuviese nada de información. Alguien tenía que saber algo, pero, por algún motivo, nadie lo decía. ¿Sería por miedo? ¿Por qué no confiaban en los demás? ¿Porque creían que serían la siguiente víctima del demonio?

—Escuchad. No podemos ejecutar a ciegas. Eso no nos haría diferentes del demonio. Tenemos que descubrir quién de nosotros podría ser el demonio, pero para eso necesitamos información. Algunos de nosotros podríamos ser el siguiente objetivo del demonio si revelamos quiénes somos, pero hay otros que ya han descubierto todo lo que pueden aportar, como ya expliqué ayer. Nosotros somos más fuertes que las fuerzas del mal, pero sin información no lograremos nada. Nos matarán uno a uno hasta que no quede nadie en pie. Por favor, hablad.

»Yo me temo que todavía no he descubierto quién puede ser el demonio. Necesito algo de tiempo.

»Ha llegado a mis oídos, además, que hay un forastero entre nosotros. Si estás ahí, por favor, revélate. Nos ayudaría a hacernos una idea de lo que está ocurriendo.

Por el pueblo siempre había circulado la creencia de que los muertos serían capaces de comunicarse con los vivos incluso tras la muerte. Ahora era el momento de comprobar si eso era cierto.

—Paloma, lamento profundamente lo que te ha ocurrido. Te prometo que te vengaremos. No pararemos hasta mandar a ese demonio de vuelta al infierno. Pero, para ello, necesitamos obtener toda la información posible sobre lo que está pasando. Por favor, dinos quién eras. Dinos si averiguaste algo. Por favor.

Me arrodillé, juntando mis manos en una plegaria.

Andrés estaba molesto porque le acusaban injustamente, sólo porque hablaba con el deje de su tierra. Miró al crío con cara de pocos amigos, y luego asintió a Belén.

-Yo soy cubanito, pero no forastero, a mi me van los libros. Y soy inosente. Pero también sé que sí hay un forastero, po lo menos, y que lo es o Emilio o Fernando, uno de ellos sí es forastero, y por tanto inosente. La pinga si sé cual. Del diablo no sé ná. Ya os he comunicao cuanto se me ha revelao, que no es mucho, pero ahí queda.

Viendo que poco a poco se iban revelando quien era quien, y lo que era aun peor, de forma gratuita; Alma Yin trato de hacer ver a los presentes aquello tan importante que tenía que comentar, eso sí, por el precio previamente estipulado, no fuera a ser que no ganara nada con ello.

-Pues que Felnando y Emilio hablen. -Comentó Alma Yin- Polque yo hablalé cuando vea el monto que pido. ¿O es que aqui todos estáis más pelados que un delfín?.