Partida Rol por web

- ¡Padre! - grita una joven mientras acerca corriendo hacia el grupo. Cuando la mujer se percata del grupo de gente que rodea al Jarl reduce su velocidad a una caminata decente y baja su mirada hacia el suelo mientras se acerca a su padre.

- La cena esta lista, en cuanto acabeis de contar vuestras historias puedes pasar por casa a cenar - el tono bajo y sumiso que utiliza suena artificial y forzado, sus mejillas muestran un asomo de rojo.

Los ojo del Jarl parecen lanzar en cuanto ve a su hija correr, pero en cuanto la joven se acerca con un comportamiento más propio parece calmarse y una sonrisa asoma a su cara.

- En cuanto acabemos jovencita, no debes interrumpir a los mayores - la regaña con poco convencimiento.

Bjorn no puede dejar de mirar a la hija del Jarl corriendo es algo extraño queuna chica preciosa como ella aga esas cosas y mucho menos que no guarde sus respetos y su posicion, la hija del Jarl normalmente no hace nada que pueda poner en evidencia a su padre ni ahcer que pierda algo de su honor, es imposible que aquella actuacion haya sido simplemente para avisar a su padre de la cena.

- Si me lo permitir Jarl estaria encantado de escoltar a su hija a casa mientras seguis bebiendo y degustando aqui la comida-

Tal vez un poco de sutileza aqui fuera lo mejor pero conociendo al Jarl seguramente lo mas sensato abria sido decir las cosas habiertamente y punto, pero Bjorn tenia un concepto del Honor demasiado alto para algo asi.

Le ofrece tambien la carne a Rublev para que comiera. Siempre ha sido muy generosa, primero los demás y luego ella, aunque se quedara sin comida, ella se la ofrecía al resto, no le importaba. Cuando Vanir se sienta a su lado, le da una palmada en la espalda dandole la bienvenida y le sonríe amable, aunque su cara cambia cuando siente que tocan su pelo como si se tratara de un animal o un muñeco, eso la ponía bastante nerviosa. Y, como siempre, el culpable era Jurgen.

Le mira de reojo y le responde descarada.

- Te sorprendería saber lo que una mujer pequeña como yo es capaz de hacer..

Le mira y sonrie satisfecha por su respuesta.

Paró de masticar cuando ella le respondió así, torció la boca en una sonrisilla.

-¿Berrear y saltar para intentar ser útiles como una gallina?

Siguió con la broma, continuó masticando la carne y acompañó el bocado con un trago de su cerveza, movió el cuerno ante la mujer cazadora.

-Puedes ser útil rellenándome esto...jejeje

Jurgen sonrió con la mejilla hinchada por la carne que masticaba, pero le extrañaba que no le pegara ya un puñetazo. Saludó a la joven hija del Jarl con un poco más de respeto que a las demás, pero simplemente por ser quien era.

Erik echó mano a un trozo de la carne y saludó a la joven Brynhilde cuando esta pasó para avisar a su padre.

En fin... Cuanto antes se vaya el jarl a cenar antes podremos irnos el resto...

Ante los comentarios que rozan la grosería de Jurgen, Erik sonríe levemente.

El día menos pensado la bocaza de este muchacho le va a traer más de un problema.

Al menos la carne estaba en su punto y la cerveza calentaba el ánimo.

Me agrada las palmadas de Dagna en mi espalda, después de todo hacía mucho tiempo que nadie no me tocaba, era raro volver a sentir esa sensación, de echo mi cuerpo reacionó como una especie de temblor en esos instantes después cesó cuando Dagna me quitó la mano de encima para enfrentarse a Jurgen,  movería el rabo si es que tubiera pero no podía por esa razón mi cuerpo era el que temblaba simulando tal movimiento. Me hacía mucha gracia estar de nuevo entre personas , mi nariz comenzó a olisquear un olor diferente en el ambiente era parecido al olor de Jarl, al volverme vi a una chica caminando lentamente para indicar a su padre que la cena estaba lista, me hermano se había ofrecido a acompañarla, lo cual me recordaba que yo tampoco había cenado así que cojí un poco de carne timidamente. " No te lo zampes d eun bocado no te lo zampes de un bocado"  mi nariz comenzaba a olisquear como lo aría un perro con su comida puesta delante de él "contente no delante de su hija" me volví hacia mi hermano para olvidarme del cacho de carne que tenía en mis manso solo verlo me daban unso impulsos atroces de deborarlo pero debía de contenerme. -Si quieres acompañarla yo te esperaré aquí así aprobecho a comer un poco - dije sonriendo timidamente para disimular mi esfuerzo por no comerme aquel delocioso chuleton que tenía entre mis manos sin poder evitarlo mi nariz se seguía moviendo como si de un trik se tratara para olfatear bien ese olor tan peculiar, cuando me percaté de ello me llevé una de mis manos a la nariz y simulando un estornudo.

Agradeció con un gesto el cuerno que Dagna le tendía, bebiendo con ansias mientras observaba con curiosidad al, para ella, desconocido que había interrumpido la conversación. Se acercó curiosa al grupo para escuchar mejor sus palabras, por lo visto los dos habían vivido experiencias en el bosque aunque, a diferencia del joven, ella había sobrevivido mejor gracias a que prefería esquivar el peligro antes que enfrentarse directamente a él.

Miró con furia a Jurgen ante su comentario, pero aún así aceptó con un bufido la carne que le tendía, escuchando las bromas entre él y la joven cazadora.

- Yo que tú Dagna le incrustaba el cuerno en esa dura cabeza que tiene –comentó mientras miraba con sorna a Jurgen.

- Si señor - contesta la joven al Jarl - Muchas gracias por su ofercimiento se lo agradezco - dice a Bjorn con una sonrisa - pero puedo llegar a casa sola.

La joven empieza a recoger la vajilla sucia con delicadeza y en silencio y deja el grupo para irse hacia su casa. En cuando pasa al lado de las dos mujeres les guiña un ojo y comenta en voz baja:

- Espero que el estirado ese no me acompañe, menudo aburrimiento... es igual que mi padre.

Me levanto del lado de Jarl y me acerco a su hija que estaba susurrando algo al resto de chicas.

- Por fabor si tengo que aguantar las formas delante de tu padre un minuto mas me dara algo asique deja que te acompañe- le dije susurrandole solo a ella al odio.

- Insisto en acompañarte nunca se sabe que clase de bestias puede andar por la ciudad a estas horas Jurgen es un claro ejemplo de ello- dije despues de susurrarle a ella para que me olleran claramente todos y que el Jarl no pensara nada extraño.

Jurgen estalló en una sonora carcajada al oir lo que dijo su compañera Heda, lo cierto es que si, él mismo se daría un golpe si pudiera ¡Pero jamás lo admitiría! además todo aquello le divertía mucho.

-¡No le des ideas, mujer!

Protestó, hizo una pausa para beber del cuerno y recordó que ya no le quedaba nada dentro, torció el gesto, decepcionado.

-Pero no os hagáis ilusiones, ninguna de las dos podría conmigo ¡Ni un gigante podría!...seguramente.

Lo cierto es que tenía sus dudas, tenía confianza en matar gigantes desde luego, aunque jamás había visto uno, pero no quería provocar a Odin.

Brynhilde mira con extrañeza a Bjorn.

- No sabia que te molestaba guardar las formas... - se encoje de hombros y vuelve a caminar hacia su casa - Si tanta ilusión te hace, acompáñame... - mientras se aleja hace un gesto de despedida al resto del grupo con cara seria.

Rublev acepta la carne que le ofrece Dagna y empieza a comerla perezosamente. Escucha las conversaciones de los demás a ratos, medio sumido en sus pensamientos.

Si alguien sabía bien como enfurecerla, ese era Jurgen, sabía darla donde más le dolía. Ya debería estar acostumbrada, porque llevaban mucho tiempo juntos, pero siempre saltaba con sus comentarios.

Asiente a lo que dice Heda, pero responde al hombre.

- Debería.. pero en el fondo no sabe ni ponerse las pieles, aún necesita ayuda de su madre..

Le mira de forma amenazante, entrecerrando los ojos mientras le coge el cuerno y se lo rellena.

- No tendré fuerza.. pero tengo otros métodos para tumbarte..

Le rellena el cuerno dándole la espalda, sonrie por lo que la hija de Jarl les dice y se despide de ella cuando se va. Y se gira a Jurgen entregándole su cuerno lleno de cerveza, con una sonrisa de oreja a oreja.

- Toma..

Dijo con una sonrisa maliciosa.

Bjorn se despide del resto tambien con un gesto y se marcha tras Brynhilde, cuando se asegura que estan lo suficientemente alejados de los demas para que no puedan orilos entonces empieza a hablar.

- Gracias por darme la escusa para irme de alli, tu padre puede ser el mejor Jarl pero la verdad es que sus reuniones son muy aburridas siempre contando las mismas batallas yo queria hablarle de otros temas pero ya sabes cuando se levanta un cuerno ya no hay nada que hacer-

Miro un poco a Brynhilde se a combertido en una chica preciosa y muy ruda se notan los genes de su padre.

- Bueno tu padre aun tardara un rato en volver a tu casa que te parece si nos vamos a montar un poco a caballo, no te preocupes tu padre no se enterara y asi nos divertiremos un rato-

Al poco tiempo de marchar la hija de Jarl con mi hermano pequeño el trozo de carne me duró tres segundo tenía un ambre abrumadora y me apatecía mucho la carne, pude respirar traquilo un tiempo después por un segundo me olvidé de las personas mientras miraba aqueñ azulado cielo que estaba muy despejado las estrellas dibujaban diferentes formas en ellas parecía la historia contada por un libro de fantasia sin haberme dado cuenta estaba tumbado en el cielo mirando aquellas estrellas. "Ya no necesito ser un salvaje ahora he de volver a acostumbrarme otra vez a vivir con las personas y no los animales". Seguí contemplando aquel azulado cielo parecía que no me percataba ni del paso del tiempo ni del poco frio que hacía me había quedado inotizado con aquellas imagenes que se formaban en mis retinas y me contaban miles de historias diferentes al mismo tiempo.

Se rió con ganas al oír el comentario de Brynhilde, pero a pesar de todo Bjorn se había salido con la suya. Apuró la cerveza que quedaba en su cuerno y, apartando el plato ya vacío, se acercó al barril para rellenarlo. Observó a Rublev al pasar a su lado, “¿en qué estará pensando?, se le ve tan callado y ensimismado”.

Rellenó su cuerno y otro más, el cual tendió a Rublev cuando volvió a pasar ante él.

- Bebe y anima esa cara tan sombría –las palabras sonaron un poco más rudas de lo que ella pretendía. Desde luego las relaciones sociales no era lo suyo...

Jurgen miró mal, muy muy mal a Dagna.

-Mi madre no me pone las pieles...porque siempre anda tras de mi para que no me las quite jajajaja

El guerrero volvió a reir y cogió su cuerno de las manos de la joven, casi arrancándoselo de entre los dedos.

-Ya me contarás como, mujer, pero primero bebe más.

Jurgen le devolvió el favor a Dagna, en señal casi de respeto, cogió el cuerno de la cazadora y lo sumergió en la cerveza, para luego ofrecérselo, como si fuera una señal de igualdad.

-Buff estoy deseando romperle la cara a esos berracos, o mejor aún, buscar gente nueva allende los mares para eso, batallar con los mismos me aburre.

Confesó, antes de darle un trago largo al cuerno de cerveza.

La joven se aleja del grupo acompañada de Bjorn.

- ¿Tu quieres que mi padre te mate? - contesta - Ademas no me gusta cabalgar por la nieve, prefiero los trineos para el invierno. - añade en tono de cotilleo.

¿Realmente quieres ser un traidor?. En ese caso podría tener un papelito para ti, pero tiene una condición, solo te podrías volver a atrás, es decir cambiarte al grupo de los otros jugadores, a partir de cuando yo te avise.