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Sangrientas Navidades 4: Los regalos de Santa

Ilusión navideña

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04/05/2021, 15:39
Jim Thompson

Se encogió de hombros y puso una cara de circunstancias, algo como "¿Qué si no?". Aunque en realidad, si que se había marchado, solo que no por mucho tiempo.

Fui a la Universidad, pero aquello no funcionó y volví. —Hizo un ademán, restándole importancia—. Casi todos os largasteis, así que me quedé solo en este agujero, un poco a lo mío —dijo, intentando sonar indiferente pero sin poder evitar una nota de amargura en la voz—. Me pasé unos años sin hacer nada, y al final acabé por encontrar un curro basura que me permite no tener que ir a la oficina la mayor parte del tiempo. No cobro mucho, pero tampoco lo necesito, así que estoy bien. Pero no demos más vueltas a lo mío, ¿qué hay de ti? Te piraste hace diez años, ¡y ahora vuelves con una cría! Eso si, igual de inmaduro, ja, ja. Venga, cuéntame.

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05/05/2021, 18:13
Sidney Jacobson

-¡Eh oye! - Exclamó Sid tras las palabras de Jim. -¡Yo no soy ninguna cría! Pero ¿te has visto en el espejo? Aunque... tienes razón. De los tres, no hay duda, yo soy la más madura. - Añadió mirando de reojo a su padre con una sonrisilla.

A Sid le había caído bien Jim. Le hacía gracia y aunque se mostró ofendida por lo de llamarla cría, no lo decía muy en serio. Y desde que se había ofrecido a pagar la cena en la pizzería le caía mucho mejor. Incluso se rió con algunos de sus chistes, y eso que hacer reír a Sid era bastante difícil.

En la pizzería, Sid comía a manos llenas. Había pedido una pizza completa para ella sola y pidió que se la hicieran por mitades, una de cuatro quesos y otra con jamón y extra de queso. Comía con una porción de cada mitad en cada mano, dando mordiscos alternativos en ambas direcciones. Aunque haría justicia más bien decir que engullía. Parecía mentira que aquella mocosa raquítica tuviera capacidad para comer tanto. Al tiempo que comía, también tragaba vasos enteros de Coca-Cola. En la pizzería había una oferta, por la que la bebida era ilimitada, y Sid parecía dispuesta a llevarla al límite. Pero igual que todo lo que sube baja, todo lo que entra sale, y Sid empezó a hacer un bailecillo nervioso en su asiento mientras apuraba los últimos trozos de pizza. Finalmente no aguantó más y tuvo que ir al baño.

-Que nadie toque mi última porción. -Advirtió con mal genio. -Voy a mear.

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05/05/2021, 18:26
Director

La gente del parking no paraba de mirar a Halle como si hubiera perdido la cabeza por completo mientras ella corría entre los coches gritando y llorando desesperadamente. Por supuesto, nadie movió un dedo para ayudarla, en parte porque la miraban como si estuviera loca, y también porque no entendían a qué se refería. La furgoneta terminó escapándose rampa arriba y ella, abrumada por la frustración de no poder nada y la tremenda desesperación que sentía porque su hijo le era arrancado prácticamente de su regazo.

Se le produjo un nudo terrible en estómago que se fue convirtiendo en un dolor sordo que le obligó a caer de rodillas primero y después tumbarse en el suelo en posición fetal mientras lloraba desconsoladamente. Ahogada en lágrimas se quedó allí tendida mientras un par de personas se acercaban a ella para ver qué le ocurría, aunque ella apenas los llegó a sentir ni escuchó lo que le decían. Su dolor se fue haciendo cada vez más grande hasta que de su vista desapareció todo lo que había delante, y solo pudo pensar en Steven.

Cuando volvió en sí se encontraba tendida en un sillón dentro de una sala con dibujitos verdes y varias fotografías del centro comercial. Sean se encontraba frente a ella, discutiendo con un agente del sheriff que le pedía calma mientras intentaba hacer una llamada por la radio que llevaba en el hombro. Ella fue poco a poco volviendo en sí y su mente conectó de nuevo los sentidos que había perdido durante todo aquel tiempo. No se había llegado a desmayar, pero había quedado en estado de shock durante todo ese tiempo y no era consciente de quién la había llevado hasta allí ni dónde se encontraban, aunque suponía que era alguna sala del personal del centro comercial. A pesar de todo, recordaba el número que había visto en la matrícula: 12-MAR

-Señor, le pido que se tranquilice, por favor. Soy consciente de la situación y estoy avisando al sheriff. Pero hasta que su mujer no se despierte y nos cuente qué ha pasado en el parking no podemos saber más... Estamos comprobando las cámaras de seguridad pero...

Notas de juego

Full. XD

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05/05/2021, 18:54
Mary Ronan

-¿Stark? - Le preguntó Mary cuando ya hubieron salido de la habitación de Jessica. -¿El maníaco aquel que se disfrazaba de Santa Claus? Pe... Pero, ¿no estaba muerto?

Jessica miraba con preocupación a Charlie, sin darse cuenta había vuelto a coger su mano y la apretaba mientra la miraba con sus intensos ojos. Charlie le decía que debía irse para hablar con Jonathan y contarle todo lo que había averiguado, no cabía duda de que las dos desapariciones estaban relacionadas. A pesar de las festividades, un traje de Santa Claus en ambos casos era demasiada coincidencia. Lo único que no le cuadraba es que la secuestradora de las imágenes de las cámaras de seguridad fuera una mujer.

-Ten cuidado, vale. Todo esto parece peligroso y yo... yo tengo que quedarme aquí. Si de verdad crees que es ese asesino... Avísame cada hora, ¿vale? Solo para que sepa que estás bien. No te preocupes por Jessica, la cuidaré.

Fue a la hora de despedirse cuando Mary se dio cuenta de que todavía sujetaba la mano de Charlie, la miró como sorprendida pero no la soltó, al contrario, apretó con más fuerza y se acercó a ella. Sus labios pasaron cerca el uno del otro, Charlie pudo sentir la respiración contenida y el anhelo de besarla. Pero en lugar de eso la abrazó, como si se hubiera arrepentido en el último momento. La abrazó con fuerza y después echó a llorar. Luego le plantó un beso en la mejilla y de separó bruscamente de Charlie.

-Yo... Lo siento. Debo irme. - Dijo retrocediendo por el pasillo. -Por favor. Ten cuidado. Y avísame.

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05/05/2021, 20:48
Charlie Peyton Crookshanks
Sólo para el director

Sí, estaba muerto y regresó, y volvió a regresar, y ahora parece que de nuevo está aquí, pensó Charlie, mirando a Mary sin saber qué decir. Después de todo, no tenía ningún sentido, pero así era cómo ella lo había vivido y parecía repetirlo de nuevo.

-Tiene que ser él... o algo relacionado con él -dijo, convencida.

Jessica apretaba su mano cada vez con más fuerza, pero era comprensible. Claro que el sufrimiento que debía tener Jonathan sin duda debía ser incomparable.

Era cierto que lo de que fuese una mujer resultaba extraño, pero no le llamó eso tanto la atención como para perder de vista a Stark y pensar que él, de alguna forma, estaba detrás de todo aquello. 

Mary se ofreció a quedarse allí y eso, además de tranquilizar a Jessica y a la propia Charlie, esta sintió que de verdad, había algo todavía entre ellas, sobre todo al darse cuenta de que ambas se sostenían de la mano. En ese momento, Charlie la miró directamente a los ojos y Mary se acercó tanto, que dejó de respirar. Por un momento incluso pensó que la besaría, pero en lugar de eso, la abrazó. La decepción no duró demasiado, puesto que sentir tan cerca a Mary, su calor, su respiración, casi como si de nuevo estuviesen juntas a pesar de todo, era como un regalo adelantado.

Finalmente, cuando Mary se marchó, Charlie apenas pudo balbucear un "claro" entre susurros y tartamudeos, viendo como se marchaba y girándose, muy a su pesar, para ir al encuentro de Jonathan.

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05/05/2021, 21:53
Troy Jacobson

Troy escuchó atento, sin intención alguna de interrumpir a Jim. Sólo cuando hizo mención a todos dejando el pueblo se permitió hablar.

- ¿Y qué querías que hiciéramos? Cualquier agujero parecía mejor que esto.

Pero eso es todo lo que se atrevió a decir. Al fin y al cabo, había alguien más en la mesa, alguien que desconocía la historia del lugar. Y ese alguien también parecía desconocer todo concepto de mesura, a juzgar por su táctica Monstruo de las Galletas a la hora de ingerir.

- Ya veo... -dijo cuando su hija se levantó para ir al baño.- Eres tan madura que los del local se están planteando venderte la máquina de bebida, viendo el cariño que le has pillado. -observó cómo se marchaba, y cuando desapareció se giró hacia Jim. Se mostraba ahora más serio.- Estuve buscando a mi madre un tiempo. Después conocí a la madre de Sid y... Bueno, no puedo decir que las cosas fueron muy bien. Estuve casi dos años en la cárcel, y al salir me di cuenta que las cosas tenían que cambiar. -apoyó la cara en una mano mientras jugueteaba con el vaso con la otra, distraído.- Entonces supe que mi padre había muerto, así que Sid y yo vinimos aquí. A intentar empezar de nuevo y esas mierdas. -volvió a mirarle.- Ella no sabe nada de lo que pasó aquí, y espero no tener que explicárselo hasta que sea mayor. 

Se echó hacia atrás en su asiento, respirando hondo. Nunca hablaba de la matanza, al menos no de forma directa, y eso era algo que no tenía previsto cambiar.

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06/05/2021, 15:30
Halle Morrison

Halle acabó perdiendo la consciencia de alguna manera en aquel frío suelo de asfalto, puesto que, cuando volvió a su ser, ya no estaba en posición fetal tirada y llorando desconsolada.

Ahora se encontraba en un lugar más cómodo y seguro. Comenzaba a salir de un estado en el cual no había estado nunca. Ni con un colocón de vicodina con su jefe, el doctor House, en su cama, después de una buena sesión de sexo.

Y en eso precisamente pensó Halle en ese momento, en House y la vicodina y un mal viaje.

Pero frente a ella estaba un hombre que no tardó en reconocer como su amado esposo y un agente del sheriff. Sus sentidos comenzaban a despertar al igual que ella y pronto trató de incorporarse, llevándose la mano a la cabeza por el mareo sufrido al intentar levantarse tan deprisa.

- Sean...Susurró algo confusa aún, sin tener claro que había pasado y que hacía allí. - ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estamos? ¿Y los niños? - Preguntó al no ver a ninguno de sus hijos presentes. Y su móvil comenzó a sonar. Era el tono de llamada de su jefe y solo podía ser para dos cosas: una consulta de urgencia o preguntarla que ropa interior llevaba puesta. Pero fue el sonido lo que la hizo despertar.

¡Steven! - Exclamó ignorando su móvil. - ¡Tienen que encontrarlo! ¡Se lo llevó un malnacido vestido de Santa Claus en una furgoneta con los cristales tintados! - Miraba al agente nerviosa. - ¡Era blanca y la matrícula era... - Se llevó las manos a la cabeza. Sentía como su corazón latía a mil por hora y cerró los ojos, buscando la matrícula en sus recuerdos. - ... de este estado... 12-MAR... sí, creo que era de aquí... - Dijo apretando su cabeza con las manos y su mirada comenzó a humedecerse al darse cuenta de nuevo de la realidad. Sus ojos buscaron a Sean y reclamaron su atención y sus abrazos.

Mi pequeño... - Logro decir entre lágrimas antes de mirar a Sean. - ¿Dónde está Tina? - Preguntó con urgencia por su hija a su marido al volver a darse cuenta de que no estaba con ellos.

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06/05/2021, 16:58
Sean Morrison

Los dos, tanto Sean como el agente, se sorprendieron a escuchar la voz de Halle. Sean corrió a colocarse a su lado y le acarició la cabeza y le dio un beso en la frente. El agente le preguntó si estaba segura de lo de la matricula y tomó nota de la información que le había dado de la furgoneta, después se comunicó por la radio para informar de ello y que los coches patrulla estuvieran al tanto.

Sean estaba tremendamente preocupado, su rostro así lo reflejaba. Preocupado por Steven, por la medicación que necesitaba, por su estado y por lo que pudieran hacerle, pero también había algo de alivio al ver que Halle se recuperaba y que ya podía dejar de preocuparse también por ella.

-Tranquila, Tina está bien. Está con tus padres.

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06/05/2021, 17:30
Halle Morrison

Cuando Sean se sentó junto a Halle, después de decir todo lo que debía y recordaba, se abrazó a su marido y trató de contener el dolor y el llanto.

Sí. Estoy segura de la matrícula. - Dijo entre sollozos. - Es fácil de recordar. - Era similar a una fecha, sólo le faltaba el año para serlo. Y con esas palabras se pegó con fuerza al cuerpo de su esposo.

- Estaba siendo un día perfecto... - Susurró verdaderamente afectada por aquel secuestro donde no pudo hacer nada para rescatar a su hijo. Su temblorosa mano acarició el rostro de Sean. Aquel día prometía ser perfecto y la noche más.

Ahora era una pesadilla.

- La hija del sheriff... ¿Apareció? - Preguntó al aire, sin mirar a nadie, buscando en su cabeza cuando se acercó aquel Santa Claus a ellos y se llevó a Steven sin que se diesen cuenta, mientras que en su cabeza seguía la idea de que, efectivamente, la niña estaría sana y salva y ahora Steven ocupaba su lugar.

Necesitaba tomarse un calmante, pero si se tomaba una de "las pastillas para la migraña" y se relajaba, Sean se daría cuenta de que algo raro pasaba. Era profesor, pero de medicina y no era tonto precisamente. 

Las manos de Halle buscaron las de Sean temblando cada vez más. - Creo que voy a necesitar asistencia sanitaria... Mira mi pulso... Mi respiración agitada, mis nervios... Pronto empezaré con una taquicardia y un ataque de ansiedad. - Logró decir bastante entera. Se notaba que estaba peleando para no perder el control y por otra parte, que aún le hacía efecto la pastilla que consumió en el centro comercial al entrar. Pero de esa no hablaría.

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07/05/2021, 16:09
Jim Thompson

Jim se encogió de hombros, restándole importancia; estaba de acuerdo en que cualquier sitio era mejor que ese. No estaba enfadado con su amigo, con nadie de aquellos años, lo entendía perfectamente. De hecho, se alegraba porque algunos se hubieran podido marchar, cambiar de vida, olvidar incluso, si eso era posible.

Cuando Sid se levantó para ir al baño, dejó escapar una leve risilla e hizo un gesto militar con la mano—. ¡A sus órdenes! —Dejó que se marchara antes de volver a mirar a Troy, que parecía ligeramente perturbado.

Tranquilo, no diré nada. Y vaya.. Mmm, lo siento. —No tenía muy claro que decir. Tampoco hasta donde tirar del hilo. Preguntó de manera suave, casi en voz baja—. ¿Qué pasó con su madre? —Se refería a la de la niña,

Que la tuviera él, un exconvicto —cosa en la que no quiso incidir—, significaba que nada bueno. Tal vez no debería haberlo mencionado, pero tenía curiosidad y, para cuando quiso pensar en que su colega podría molestarse, ya había hablado. Tampoco pudo contenerse a la siguiente.

¿Y con la tuya? ¿La encontraste?

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08/05/2021, 19:49
Troy Jacobson

Troy hizo una mueca. Hacía tiempo que no pensaba en todo aquello, y acababa de recordar porqué.

- La madre de Sid gastaba más de lo que tenía. Los dos lo hacíamos, y eso fue lo que me metió en problemas de verdad. Cuando salí, me la encontré malviviendo con Sid en un motel. Yo volví a conseguir trabajo en un bar donde había estado antes, bendito sea aquel hombre... -sacó un cigarro y se lo llevo a la boca.- Una noche apareció Sid por la puerta, diciendo que un hombre estaba pegando a su madre. Fuí para allí y le partí los dientes al tipo. Ella aun le defendía e intentaba echarme, después de que aquel hijo de puta le había destrozado la cara. -Se encendió el cigarro y guardó silencio unos instantes.- Sid se vino conmigo. Fue entonces cuando recibí noticias de que mi viejo había muerto. -extendió los brazos.- Y aquí estamos. 

Se recolocó en su asiento. "Maldita suerte la nuestra", pensó al recordar a la madre de Sid y a los buenos momentos que pasaron juntos. Cogió lo que quedaba de su pizza y lo puso junto a la de Sid, seguro de que no le importaría encontrarse con ella.

- Mi madre sigue siendo un misterio. Lo único que pude conseguir fue encontrar ese bar donde trabajé, ella estuvo allí alguna vez, eso es todo. -apagó el cigarro desinteresadamente.- Me sorprende lo de tu curro basura, tío. Siempre fuiste un cerebro, contaba con que estarías inventando la cura definitiva para la resaca o alguna otra cosa importante. ¿Tan mierda fue la universidad?

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09/05/2021, 17:29
Jonathan Seabert

Charlie fue al aparcamiento del hospital, cogió su coche y se puso en marcha de nuevo por aquella larga carretera que transitaba entre los pinos cubiertos de nieve que hacían de típica estampa navideña de Minnesota. Mientras conducía le iba dando vueltas a todo en su cabeza. No hacía tanto, cuatro años atrás, habían creído terminar con un Erik Stark que se suponía muerto pero que había logrado volver de su tumba. Habían luchado con él en aquella misma carretera por la que ahora iba, aunque no pudo determinar el sitio exacto porque la similitud de cada rincón en ese lugar era enorme y porque su cerebro había intentado olvidar lo sucedido aquella fatídica noche. Y ahora había vuelto. Él, o como le había dicho a Mary, algo relacionado con él.

Llegó de nuevo a Birchmont y fue directo al centro comercial, donde esperaba encontrarse con Jonathan. Le preguntó a un agente que se encontraba en un coche patrulla en el parking controlando los accesos y éste le indicó donde podía dar con Jonathan, avisándole por radio de su llegara para que le esperara junto a la tienda de calzado deportivo del centro. Jonathan estaba hablando por el móvil cuando Charlie llegó, tenía la misma cara de preocupación que antes y se movía intranquilo.

-Ven conmigo. - Le dijo cuando colgó el teléfono. -Tenemos que ir a las oficinas del centro comercial, al parecer ha desaparecido otro chaval y la madre tiene información que puede ser de ayuda.

Jonathan no la esperó, tan apenas le saludó más que con un ligero movimiento de cabeza. Se puso a andar hacia las oficinas del centro comercial mientras le contaba todo aquello. Charlie tenía que ir correteando detrás de él para alcanzarle el ritmo.

-¿Qué tal Jessica? ¿Te ha dicho algo?

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09/05/2021, 19:09
Charlie Peyton Crookshanks
Sólo para el director

El miedo atenazaba mis músculos y hasta conducir me resultaba especialmente complicado. Sobre todo se debía que estaba viendo el mundo desmoronarse a mi alrededor, esta vez, como si yo fuese una testigo de excepción, porque no me afectaba directamente, salvo que hiciese mío el sufrimiento de Mary por aquel pequeño, y el de Jonathan por su hija.

Era increíble, inconcebible, pero estaba segura de que Stark tenía que ver con todo aquello. ¡No podía ser casualidad que un Santa Claus, hombre o mujer, o lo que fuera, secuestrase niños como si de una maldición se tratara!

Cuando llegué a donde se encontraba Jonathan, entre los nervios, mis propios temores y la falta de aire por mover tantos kilos durante tanto tiempo, algo a lo cual no estaba acostumbrada, llegué casi jadeante. Y lo peor de todo era que aún debía continuar en movimiento.

-Está... bien. Vamos allá -dije, con voz entrecortada y resoplando.

Mientras caminábamos, le fui explicando todo lo que había ocurrido en el hospital, la desaparición del muchacho y cuanto me había dicho Jessica, sobre todo aquello de Tim Allen en su puerta.

-No puede ser casualidad. Además... si en un caso fue una mujer y en el otro un hombre, esta vez es un poco diferente a lo que sucedió con Stark, pero tiene que ver con él, estoy segura. Deberíamos... ir al cementerio. Sé que allí es donde empezó todo la última vez, así que por qué no en esta ocasión también. 

Yo solo podía dar ideas, pero esperaba que alguna de ellas no fuese particularmente mala. Lo que estaba claro es que durante su ataque la otra vez, costó acabar con él, pero en aquella ocasión eran niños los que estaban siendo abducidos y no podíamos esperar que ellos lo lograsen por su cuenta. Había que adelantarse. 

-Cualquier lugar relacionado con Stark debería ser revisado -añadí.

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11/05/2021, 19:36
Jonathan Seabert

A Jonathan le afectó que Charlie mencionara a Stark y cualquier mención a los disfraces de Santa Claus. Se detuvo y Charlie por fin pudo alcanzarle y ponerse a su lado. Jonathan le miró de hito en hito, con una preocupación al borde de la desesperación.

-¿Estás segura de eso?- No podía creer que la desaparición de su pequeña pudiera estar relacionada con Stark. De ser así, pocas esperanzas podía albergar de recuperarla con vida. Aquella máquina de matar no entendía otro lenguaje que no fuera el de asesinar con su hacha a todo el que se cruzara en su camino.

-M... Mandaré a alguien a comprobar su tumba pero... Espero que te equivoques. No quiero creer que otra vez tengamos que enfrentarnos a ese monstruo.

Llegaron a la sala donde estaba la mujer cuyo hijo también había desaparecido, pero Jonathan se detuvo y le pidió a Charlie que le esperaba un momento mientras entraba al baño y se despejaba la cara con agua fresca. La noticia le había afectado bastante y ya mostraba un estado bastante perjudicado antes de eso. Después entraron a la oficina. Allí se encontraron a un agente hablando con una pareja. El hombre visiblemente alterado y la mujer en un estado bastante similar al que Jonathan había tenido cuando le había hablado de Stark, solo que ella no parecía haberse repuesto todavía. Charlie ya los había visto antes, cuando se había encontrado fortuitamente con Jim y Troy.

Notas de juego

Puedes marcar a Halle.

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11/05/2021, 19:49
Jonathan Seabert

La puerta de la oficina se abrió y Halle pudo ver a un hombre joven, rubio, bastante atractivo, pero una cara de haber pasado por la mayor tragedia de su vida, una cara como la que ella misma tenía tras la desaparición de Steven y que reflejaba el mismo dolor. Solo que en su caso, además, tenía la responsabilidad de encargarse de la búsqueda como sheriff.

-Deben de ser los Morrison. Soy el sheriff Seabert. - Dijo estrechándoles la mano a ambos.

Tras él venía una chica pelirroja, oronda y con una forma física bastante desmejorada. Venía jadeando, sudando como si hubiera corrido una maratón y completamente enrojecida. Era la misma chica que había visto tras su encuentro con Jim y Troy en el centro comercial y que no había terminado de reconocer.

Notas de juego

Puedes marcar a Charlie.

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11/05/2021, 19:56
Director

La conversación sin Sid en la mesa derivó hacia temas más adultos y peliagudos que ambos habían estado evitando en presencia de la pequeña, a quien seguramente le hubiera encantado poner oreja y enterarse de todos esos temas que estaban vetados para ella. Ya llevaban un rato hablando cuando empezó a extrañarles que Sid no hubiera regresado todavía del baño. O bien le había sentado mal tanta pizza y le había dado un apretón, lo cual no sería nada de extrañar. O bien estaba teniendo algún tipo de problema femenino adelantado del que Troy esperaba no tener que afrontar al menos en unos cuantos años más. 

Ambos eran conscientes de que las mujeres solían tardar más tiempo que los hombres en hacer uso del servicio, especialmente por las colas que se solían formar frente a la puerta de los baños femeninos, pero pronto empezó a resultar preocupante el tiempo que le estaba llevando a Sid ir al baño.

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11/05/2021, 20:15
Charlie Peyton Crookshanks

Entre asfixiada y asustada, a Charlie le costaba seguir el ritmo de Jonathan, pero no tanto como para no darse cuenta del efecto que sus palabras habían tenido en su amigo. Al igual que ella, el sheriff también sabía que lo que le estaba diciendo podía, por muy fantástico que sonara, ser cierto, y eso era demasiado terrible como para no reaccionar ante aquella posibilidad.

-E-estoy segura de lo que te he contado, en cuanto a mí.... yo creo que tiene algo que ver, seguro. No creo en las casualidades -le dijo Charlie, tartamudeando ligeramente, pero convencida -. P-pero no nos adelantemos. Solo... será mejor no dejar pasar nada.

Lo diferente en aquel caso era que estaba secuestrando niños, sin saber por qué, sin una relación aparente entre ellos, pero también que no era un Santa con una apariencia única, sino al menos, dos diferentes. No era igual que la otra vez... pero no podía ser casualidad.

Cuando llegaron la puerta de la sala en donde estaba la pareja a la que le habían secuestrado su hijo recientemente, Charlie los reconoció a través del cristal, pero también aumentó su confusión respecto a aquel caso.

Antes de entrar en la oficina, agarró del brazo a Jonathan.

-Jonathan... tenemos que saber qué tienen en común los niños... o sus padres. Tiene que haber a-alguna conexión. Entre ellos, e-el niño del hospital y-y tú, puede que haya algo.

Era duro tener que hablarle así a Jonathan, porque su tortura era demasiado palpable como para no sufrir al verlo. Pero quizás para eso estuviese ella allí, para ayudar a mantener la cabeza fría.

Charlie le dio un abrazo rápido y un beso en la mejilla.

-No t-te desesperes. Eres el mejor y la encontraremos -le dijo, antes de entrar en la oficina con él.

Cuando entró en la oficina, Charlie se echó a un lado, en silencio.

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11/05/2021, 20:33
Halle Morrison

Abrazada a Sean y loca por consumir un calmante y sin encontrar en ese momento la excusa perfecta, por si lograba que se lo suministraran de manera legal, esperó abrazada a su marido gimoteando por su hijo Steven. - Sean, en serio... mira mi pulso... somos médicos los dos, sabemos que ocurre en estos casos... acabaré con un ataque de ansiedad si no...

En ese momento se abrió la puerta y el sheriff, con rostro descompuesto, entró en la habitación acompañado de la mujer que estaba con Jim y Troy y que Halle no logró reconocer. Miró a la mujer confusa, pensando por un momento que era parte de la oficina del sheriff, pero de serlo, no hubiese estado de charla y comiendo bollos con Troy y Jim, sino que buscando a la hija de su jefe. Eso le llevó a Halle a una pregunta. ¿Qué pintaba ella allí?

- Sean y Halle. - Respondió Halle al sheriff. - Aunque puede que me recuerde como Halle Harrison. Pero no es el momento de recordar los tiempos del instituto. - Le dijo con dolor en su voz y miró a Charlie. - ¿Trabaja para ustedes? - Preguntó con curiosidad a la par que con tensión. - Porque mi hijo ha desaparecido y no me apetece que lo que tenga que decir acabe siendo la comidilla del pueblo. - Añadió con un tono más duro y serio. Por un momento a su marido su mujer le recordó al jefe de ella. Alguien frío y sin escrúpulos dispuesto a soltar cualquier cosa por la boca y que sin duda aprovecharía esta ocasión para machacar y pisotear a Halle.

Porque nada mejor para hacer daño a uno de sus empleados que poder usar su vida personal contra ellos y que fuese el hijo autista el desaparecido le convertiría en algo más morboso y divertido a aquel viejo cojo cabrón.

Tras aquellas palabras, Halle buscó refugio de nuevo en los brazos de Sean. Su maquillaje se había arruinado por el llanto y su cuerpo volvía a temblar como una hoja. La mujer de piel de ébano no podía más. - Empieza la migraña. - Anunció a su marido y sacó de su bolso un frasco de medicamentos, los cuales Sean conocía muy bien. El Imitrex estaba hecho precisamente para detener las migrañas y Halle procuraba tomarlo cuando sabía que debía hacerlo.

La mujer sacó un comprimido rápidamente del frasco y se lo introdujo en la boca, para luego guardar el frasco de nuevo en su bolso. Eso aliviaría todos sus males, salvo el de la pérdida de Steven. Bajo el brazo protector del hombre de su vida, miró al sheriff, esperando la respuesta del motivo por el cual estaba aquella mujer allí metida. - No... no quiero perder el tiempo con esto... así que cuanto antes aclaremos lo de esta señorita, antes hablaré de Steven y de lo que vi. - Y su mirada se clavó en el ayudante del sheriff, esperado que tuviese el decoro de no hablar delante de aquella absoluta desconocida ni contase nada de nada, al menos por el momento.

Luego miró al sheriff y por sus ojos comprendió que su hija aún no había aparecido. - Lo lamento. Creí que aquel cabrón había soltado a su hija y se llevó al mío en su lugar. - Temblaba hasta su voz y tragó saliva. - Espero que su amiga sea de confianza o esto se le irá de las manos. - Temblorosa sacó el móvil de su bolso, en él se veían al menos cinco llamadas perdidas cuando ella solo fue consciente de dos. Sacó la foto más reciente de su hijo y se aferró a la mano de Sean para tomar fuerzas y hablar. - Este es Steven. Es autista.

Del niño destacaban dos cosas. La edad, que debía estar entre los 9 y 10 años y el color de pelo. Los padres lo tenían oscuro y el hijo más bien castaño con tonos rubios. En la foto no se apreciaba mucho más. Debió costarles un triunfo hacer que no pareciese autista y sonriese al menos. - Estábamos en la bolera. - Continuó hablando Halle. - Los niños estaban con nosotros, en la misma mesa. - De hecho, la mujer aún llevaba el calzado del local puesto. - Cuando después de lanzar mi bola junto a Sean, me giré y Steven no estaba... salimos corriendo a buscarle. No suele irse salvo que algo le atráiga mucho. Por eso estábamos tranquilos en la bolera, porque las luces, los bolos... todo era nuevo para él y sabíamos que no se movería de allí... cuando salí fuera, pude verle entre la gente agarrado de la mano de un tipo disfrazado de Santa Claus.

Halle se tensó y Sean lo notó en la fuerza con la cual su mujer se aferró a su mano. - Le perseguí hasta el parking, donde le perdí. - Dijo saltándose los empujones e insultos de la gente. - Hasta que escuché una furgoneta blanca, con los cristales tintados, derrapar en la primera planta del parking. Su compañero tiene la matrícula. - No iba a repetirla delante de la mujer sin saber quien era. - Puede que consigan el modelo de la misma por las marcas de las rodadas... tal y como sonó, seguramente dejó el neumático marcado en el suelo... pero ese es su campo... el mío la medicina y mi hijo necesita atención médica constante y su medicación.

Al fin miró a Jonathan a los ojos. - Deben encontrarle. - Dicho esto se abrazó con fuerza a Sean, que debía estar tan roto como ella y rompió a llorar sin aguantar más el dolor y el sentimiento de culpa de no haber podido hacer más por su hijo. Menos cuando estuvo tan cerca.

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12/05/2021, 10:43
Jim Thompson

Jim torció el gesto, cada vez más indeciso sobre que decir o que no. Esas situaciones siempre eran desagradables y nunca había una buena palabra que solucionara tanta mierda. Lo único que se le ocurrió era la misma típica frase de siempre—: Lo siento tío, debió de ser horrible. —Dándose cuenta de lo gilipollas que debía parecer, suspiró—. En serio, no sé que decirte, pero bueno, no te ha salido tan mal la cría. Demasiado tú, pero eso se puede arreglar si os quedáis por aquí. Y bien está lo que bien acaba, ¿no? —Sonrió intentando animarle.

También se quedó algo más satisfecho con esa respuesta. No mucho más, pero un poco. Al menos esperaba alejar a Troy de aquellos funestos pensamientos sobre su pasado, que no harían ningún bien a su colega.

Respecto a la Universidad, no duré mucho. Después de todo lo sucedido, digamos que me centré demasiado en lo mío, y menos de lo debido en los estudios, ya me entiendes. Acabé suspendiendo casi todo el primer año y ya no remonté. Me volví, busqué un curro fácil que no me quitara mucho tiempo pero me permitiera mis caprichos, y aquí me he quedado, el rey de este agujero. La verdad es que no sé ni quienes quedarán de cuando íbamos al insti. Entre los que... —titubeó; ¿Qué coño iba a decir? ¿Los que murieron? Puto payaso. Carraspeó y siguió, intentando evitar el tema—. La mayoría se piró, antes o después. ¡Ja! ¿Y a qué no adivinas quién se casó y se fue hace no demasiado? Tu gran amigo, Kurt. —Dejó escapar una risita al verle la cara de asco—. Se había quedado con el taller de los Townsend, pero de repente desapareció del mapa. Creo que algo pasó, pero claro, aquí siempre pasan cosas —resopló—. A todo esto, ¿no está tardando mucho la criaja? Deberías ir a ver, a lo mejor te toca hacer de padre responsable y todo, verás que divertido, ja, ja.

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12/05/2021, 17:54
Jonathan Seabert

Jonathan ni siquiera lo dudo. Cuando Halle preguntó si Charlie trabaja para él asintió con la cabeza inmediatamente y mintió de forma tan descarada que incluso el otro agente del sheriff que se encontraba en la sala tuvo dudas.

-Sí, trabaja para mí. No se preocupe, hable sin miedo. - La mirada del sheriff fue dura. -Somos una oficina de pueblo pero sabemos ser discretos y mantener el secreto que exigen los casos con investigación en curso. -Halle no lo sabía, pero el secreto por parte del sheriff se había mantenido incluso en casos ya cerrados, como la trágica vuelta a la vida del maníaco homicida de Stark y la masacre desatada hacía unos años que se atribuyó a un imitador.

Después, Jonathan escuchó con atención todo lo que Halle fue relatando, haciendo anotaciones en su libreta cuando consideraba importante alguna de las informaciones que ella daba como la descripción de Steven, su nombre y su condición de autista. La mención al Santa Claus hizo que cruzara una mirada con Charlie, mantuvo una pregunta en sus labios pero esperó a que la mujer terminara de hablar para poder hacerla y la felicitó por haber anotado la matrícula.

-Es muy importante que haya anotado la matrícula. La comprobaremos de inmediato. Una pregunta, el Santa Claus al que vio... ¿Cree que era un hombre o una mujer?