Partida Rol por web

Veo esa sombra... ese hombre... él empieza a mirarme...

Cuando empieza a andar hacia mí retrocedo varios metros, alejándome del barranco "Que demonios era eso?" Mi mente no dejaba de preguntarse si era real lo que habia visto pero no me sorprendería con todo lo que me había pasado.

-Maldita sea! Lo que dije, es un jodido laberinto de espejos! Es como en esas pelis estúpidas donde estás atrapado dando vueltas alrededor del mismo sitio, es una jodida trampa y hemos caído de cabeza! Otra vez!- protesto, cada vez más cabreado. Vuelvo a mi coche, abro la puerta del co-piloto, abro la guantera y saco una de mis armas, la pistola y me la meto entre la cintura del pantalón, mi espalda y la camisa.

-Hay que salir de aquí antes de que nos salga otra de esas cosas y decida que tiene hambre y tenemos que matarnos entre nosotros!- gruño.

Aaaarrrgggggg, ¿que le pasa a este jodido pueblo? Habíamos tomado una dirección cualquiera y apenas unos cien metros caminados encontramos que estábamos nuevamente en el punto de partida.

Jamal se apuró para alcanzar su auto. Se metió por el lado del acompañante y sacó un arma. Instintivamente di un paso atrás. Otra vez estoy en franca desventaja. Deberé tratarlo con cuidado si no quiero terminar con un agujero en la frente.

 -Por una vez tienes toda la razón. El tema es cómo rompemos esta jodida trampa. Te diría que fuésemos para el otro lado pero intuyo que terminaremos aquí otra vez. ¿Probamos con meternos en alguno de esos edificios?.

No veía muchas alternativas. Si por las calles no se podía atravesar el maldito pueblo, lo cruzaríamos por los techos, pero no pensaba quedarme allí, de brazos cruzados aguardando a que nuevamente quisieran matarnos.

Te alejas del pequeño barranco, intentando convencerte de que no pasa nada, pero el chirrido cada vez se acerca más y más, casi puedes imaginar como el ser se alza del barranco y va a por tí con su extraña forma de andar, no sabes que está sucediendo en el pueblo, pero trás lo de la playa te puedes imaginar que esa cosa no quiere nada bueno de tí...

El calor cada vez es más y más extenuante. No es el calor del verano, sino algo asfixisante como si una niebla se adhidiera a vuestros huesos. Jamal cuando se mueve hacía Tiffany con su arma en el cinto se fija que sus suelas se pegan, tambien Tiffany al dar un paso hacía atrás se de cuenta de que le resulta más complicado andar. Al mirar a vuestros pies os dais cuenta de que el piso de la calle se ha convertido en una especie de engrudo, cada paso hace que os hundais cada vez más, aunque los coches y los postes se mantienen igual... En realidad solo vosotros os hundis.

QUÉ COJONES??!!  El pavimento se ha fundido y está intentando tragarnos?!

-Vale, otro nuevo viajecito psicódelico nos espera, no?- ya no sé si luchar contra la arena movediza de asfalto o dejarme tragar, porque total, como mierdas escapas de unas arenas movedizas si todo está hecho para atraparnos? Me quedo quieto, no forcejeo ni lucho, esperando que esto funcione como las arenas movedizas de verdad, que cuanto más te mueves más rápido te traga y que lo único que se puede hacer era seguir la premisa de si no te mueves no te hundes. Y eso es lo que hago.

"Creo que ví algo así en el Discovery Channel, hacía mucho calor y se había estropeado la por cable...".

Aléjate! ALÉJATEEE!!! - grité con fuerza. Odiaba ver como se acercaba a mí. sentía asco, sentía miedo, sentía terror pues este pueblo de verdad quería acabar con nosotros - Dejame en paz! En la playa ya me probaron, no tienes que venir por mí!

Estaba tirada en el suelo, pegada a una piedra, a punto de caer presa del pánico. Por un momento sentí como me ahogaba en esta nueva pesadilla pero decidí correr. Me levanté como pude y corrí hacia el policía, quitando la llave de cruz de sus manos por si tenía que usarlo como arma. Me volteé hacia la sombra que se movía y pusé la llave de cruz frente a mí - alejate que nada tienes que buscar en mí...

El chisporroteo es casi tangible, pero intentas no mirar como la criatura viene hacía tí, trás unos momento de desazón, vuelves a ponerte en pie, obviamente la cosa le importa poco lo que quieras o dejes de querer. Su avance es inexorable, solo recordar lo poco que has visto de ella te da dolor de cabeza, corres hacía el policia y le quitas su llave de sus rigidas manos. Y con toda tu resolución te enfrentas a ese "hombre" que te mira con unos ojos extraños que pronto son parecidos a un dibujo, como los de una persona normal o de una forma extrafalaria, de su cabeza empiezan a salir una especie de cables de donde deberia tener pelo. Parece que intenta hablarte, pero solo escuchas el sonido de estatica más fuerte y flojo según lo modula con su boca que cambia cada poco tiempo.

¿Maldición, qué está pasando ahora? De pronto el suelo comenzaba a tragarnos. ¿Era esto posible? Ese día estaba resultando una locura. Jamal comenzó a vociferar algo, pero yo no prestaba atención. El terror experimentado en la playa aún era muy real y la impresión de haber visto morir a Kim y luego resucitar sin haber explicacion para ello, me hicieron caer en la desesperación. No podía dejar que el suelo me tragara. No debía. No.

-Al auto! vamos sobre el auto!- gritando, me apresuré a hacer lo que decía. De un salto estuve lo suficientemente cerca como para subirme al capó y esperar que este no comenzara a fundirse también.

Como si estuvierais en una de esas selvas de pega de las peliculas, donde el suelo es una trampa mortal, El suelo de cemento prensado de la calle se había convertido en una especie de arenas movedizas, el calor pegajoso que hacía en el exterior tampoco ayudaba a pensar, todo parecía otra trampa mortal creada por la sadica mente de esa cosa que habeis encontrado en la playa, una pequeña broma quizás, pero una broma mortal... Jamal siente como el cemento se ve más cerca cada vez llegandole casi hasta la rodilla, parece que por estar parado no desacelera su inmersión, en tanto que Tiffany consigue subirse al coche con solo unos pegote de cemento en sus zapatos con tacón que pesan como el demonio. Pero con horror se da cuenta de que el coche empieza a inclinarse, la parte delante se está hundiendo después de que Tiffany se subiera.

"Mierda, esto no se detiene, joder!!". No sé que hacer para salir de esta. Veo como la ejecutiva salta al coche y por un momento me planteo hacer lo mismo pero en seguida veo que mi coche, mi fabuloso Inpala, se está hundiendo también en el pavimento fangoso.

-Nooooo, mi cocheeee!!! Joder!!!!- grito, cabreado como una mona. Si no sirve de nada saltar encima de las cosas, qué hacer, engancharse a una farola, a una tubería, a qué?! La desesperación empieza a dominarme...

Por un momento me creí a salvo. De un salto estaba sobre la carrocería del auto, lejos del pavimento que parecía querer tragarse a Jamal. Estaba a punto de tenderle mi mano para ayudarlo a subir cuando noté como la zona donde me había refugiado comenzaba a inclinarse peligrosamente pues el mismo auto empezaba a ser absorbido por la calle. ¿Qué coño estaba sucediendo allí?

Desesperada me arrodillé cerca del parabrisas y me apoyé en la parte alta. Debía subir al techo. Si lograba centrar mi peso, el auto se hundiría más despacio que si se clavaba de punta. Tal vez desde allí algo se me ocurriera para salvar la vida.

Me impulsé con los brazos hacia arriba al tiempo que escuchaba los gritos de Jamal.

-¡A los edificios! ¡Tenemos que llegar a los edificios!- seguramente los techos de las construcciones ofrecerían un mejor sustento para nuestros cuerpos.

Con un movimiento de su potente musculatura que ha creado a base de gimnasios de mala muerte y peleas callejeras consigue arrancarse del cemento pegajoso y saltar a una farola cercana, por un momento suspira aliviado, cuando nota que la maldita farola empieza a hundirse tambien, como si estuviese en arenas movedizas en vez de en una acera. No sabes si llorar o reir locamente ante la locura de lugar, de las pruebas de sadico que alguien os está haciendo una y otra vez.
En tanto Tiffany, en un momento de camaradería del cual ella estaba bastante sorprendida intento darle una mano a Jamal, pero esté se habia encaramado a una farola que era lo más cercano. Por lo que decide intentar ponerse en el sitio que este más alejado del suelo encaramandose en el techo que poco a poco se esta inclinando hací el engrudo, como si todo se hubiese confabulado para mataros. Hay edificios a los dos lados, pero ahora mismo estais mas cerca de las dos filas de coches que de los edificios...

ponme acción :P es para mosquearte lo de la tirada jujuju

¡Mierda, esto no se acaba! Miré a Jamal, encaramado en una columna, intentando no hundirse junto con ella, mientras yo respiraba sobre el techo del auto. Sin embargo, mi descanso duró los que un suspiro; todas las superficies comenzaban a hundirse, la tierra nos iba a tragar igual.

-¡No podemos quedarnos quietos!- grité con desesperación. -¡A los otro coches! ¡y de ahí a los edificios! Tiene que haber algo en esta jodida ciudad que no se esté hundiendo!- acto seguido me incorporé como pude y me preparé para dar el salto a la siguiente fila. Tal vez, pasando de una a otra, llegáramos a un lugar un poco más seguro.

Por una vez en la vida, y sin que sirva de precedente, acepto la idea de la ejecutiva agresiva. No nos toca otro remedio que ir saltando de coche en coche y no parar de movernos, para no dar tiempo a que el suelo se hunda bajo nuestro peso. Pero cuanto tardaremos en agotarnos y caer al suelo de arenas movedizas?

-Te sigo morena!- respondo escuetamente e intento saltar hacia la próxima superficie posible a la que subirse o agarrarse.

Tiffany intenta saltar al siguiente coche, pero se queda a un metro escaso del siguiente coche, pues el inestable coche de Jamal le ha hecho resbalar, en vez de caer en suelo duro, parece como si hubiese caido en un pantano y se mete hasta la rodilla lo que le hace que sea muy díficil salir sin ayuda, y eso que está a solo un metro del coche donde Jamal ha saltado con ciertas dificultades, para notar como el mismo coche esta siendo tragado por el cemento, no sabeis cuanto podreis aguantar esta situación, pero cada vez lo veis peor el sobrevivir...

-¡Noooo!- el grito escapó de mi garganta cuando vi que no alcanzaba a llegar al siguiente auto y pensé que me daría de bruces contra el duro pavimento. Sin embargo, en vez de chocar contra una superficie rígida, mis piernas se hundieron hasta las rodillas. -Fuck! ¡¡¡Qué es todo esto!!! ¡Jamal!- pedí ayuda al dealer pero al levantar la vista me di cuenta que él estaba tan comprometido como yo. Su auto se hundía cada vez más, faltaba poco para que fuera totalmente tragado por la tierra y él también quedara atrapado allí.

-¡No voy a morir aquí! ¿Entiendes doctorcillo de mierda? ¡¡¡NO VOY A MORIR AQUÍ!!!- con resolución y desesperación me estiré lo más que pude para intentar alcanzar el siguiente coche. Tal vez lograra colgarme del espejo y hacer la suficiente palanca como para liberar un poco mis piernas. Si no, todo estaría perdido.