- Dejate de hielo y de mariconadas...
Agarro la solitaria botella y el primer vaso libre que tenga a mano. El vodka quema el paladar y la garganta, pero al menos hace que, si me tiemblan las manos, pueda echarle la culpa al alcohol.
- Pirado de las narices...
Gary rodeando con su brazo, por el hombro a su "presa" de noche buena, escuchaba sin demasiada atencion hasta que observo como Martin bebia a morro incluso demasiado deprisa para un borracho como el.
-Que narices estais diciendo, ¿Os habeis cruzado con el yendo a la licoreria? Que pasa que los locos en bata tambien necesitan ahogar sus penas? De que narices habeis estado hablando.
"Pero que chorradas dicen... maldita casualidad..."
En ese momento se percato de las invitadas a la fiesta y la extraña mirada le dirigia aquella pelirroja, Gabriel no pudo mas que responder a esos ojos con una leve y nerviosa sonrisa.
"¡Mierda! Otra vez he hablado de mas, maldita sinceridad... Ahora si que vamos a terminar con la noche..."
Me acuerdo de su apellido. Era una especie de apellido de esos nobiliarios de unos tipos que pretenden enlazar con la realeza sajona o algo así. Staunton-Jones, si. Eso era. Pero su nombre.... Erika... Helen...
La visión de los dos hispanos, enloquecidos y alcoholizados mientras beben el vodka como si fuera agua le saca de su ensimismamiento. Pero con mucha calma y flema británica emite un ingenioso y tranquilo:
Deberíamos haberos encargado dos botellas. Craso error el nuestro. Por cierto, ¿Qué tal si os sentáis un rato y os tranquilizáis? Creo que a Carol, Finnie y Emma ¡Eso era! ¡Emma! Menos mal que me he acordado a tiempo. las encantaría también probar ese néctar divino que os ha vendido Woo.
¿Han dicho que han visto a Gallagher?. Gallagher no tiene clase ni estilo para vivir aquí. Debe de ser un delirio navideño o una maldita broma hispánica. Vaya mierda de sentido del humor que tienen los españoles. Me van a espantar a las chavalas y como se corra la voz de que me junto con chalados alcohólicos, no arrimaré la cebolleta en esta ciudad hasta dentro de varios años. Claro que con lo que han bebido éstas mañana no se acordarán de nada.
Sonrío a Bruce:
- Sí, estoo, sí, creo que tienes razón, debería tranquilizarme...
Me dirijo a la cocina en busca de ese hielo y me preparado una copa de ese vodka que hemos comprado en la tienda del chino. Una vez el vodka empieza a recorrer mi paladar recuerdo porqué no solía beber vodka:
- ¡Dios! Sabe a rayos... pero me tranquiliza.
Me siento en el sofá, dejo volar mi pensamiento pero al único sitio a donde vuela es a esa escena en el tejado...
- ¿A qué coño se refería ese lunático?
Miro a Bruce y a Gary y tuerzo el gesto. Meneo la cabeza a los lados:
- Mañana será mejor día para discutir esto. Terminad lo vuestro, compañeros.
Gente, ¿no deberíamos desmarcad a Patrick?
¿Terminar lo nuestro? Se acabó hace por lo menos dos horas digo mirando las botellas vacías que se van acumulando en la mesa del salón, salvo un espantoso brebaje de Peppermint.
Ignacio ha ido a la cocina, pero del congelador solo ha traido hielo y no el sorbete de limón. Una lástima. Soy yo el que regreso con él.
Voy preparando unas copas de labrado cristal de Bohemia y en cada una de ellas deposito metódicamente una cucharilla de plata y una porción de helado.
Veréis, esto lo aprendí en Belgrado hace varias navidades. Era vodka casero y usaban crema congelada hecha a base de limones salvajes de Markina, pero nuestros sustitutos pueden ser perfectamente válidos. afirma Bruce dejando bastante claro que hoy no le interesa Gallagher, y a juzgar por las grandes cantidades de vodka que deposita en cada copa, mañana tampoco.
- Bien, como era de esperar no les importa una mierda algo que no tenga que ver con las fulanas que tienen delante. ¡Mejor! No tengo las ideas muy claras como para contarles ahora esos "sucesos"
Miro a Martin y me encojo de hombros. Me levanto y cojo uno de esos brebajes que Bruce a preparado. Es delicioso.
- Quizá esta noche me pierda, ¿quién sabe? Además, que coño, lo necesito.
Levanto la copa hacia Bruce y termino de un trago mi copa antes de servirme otra. Poco después me aíslo un poco. No me interesan las fulanas, prefiero disfrutar a solas de ... esto.
Riiiiing !!!!!! Riiiiiiiiing !!!
Son cerca de las 6 de la mañana, y el teléfono suena provocando q más de una cabeza se ladee de cierto mareo.
Bruce va al teléfono y contesta.
Al otro lado del teléfono está Patrick Dingwall, q extraño q llame a éstas horas... parece decirte una vocecilla...
He averiguado algo. Voy para allá. - Es lo único que consigues entender en los apenas 7 segundos que dura la comunicación entre ambos, antes de que Patrick cuelgue el teléfono.
- Oh..... OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOH.... Vale... - Me levanto tambaleándome de "¿del suelo? ¿Me he dormido en el suelo? Aaaah..." y me dirijo al baño, a meter la cabeza bajo la ducha todo lo fría posible, arrastrando los pies.
-¡QUE ALGUIEN CALLE ESE MALDITO TELÉFONO!
Oigo el sonido del teléfono y doy un respingo del sofá donde quede dormido:
- ¡Ufff! ¿Con qué haces esos brebajes Bruce? - digo mientras pienso en levantarme, acción que desestimo cuando veo el movimiento del suelo.
Me dejo caer de nuevo sobre el sofá y espero a que alguien calme el insistente sonido del teléfono. Busco a Bruce en la habitación y en caso de no verle yo mismo cojo el teléfono... al menos para que deje de sonar.
Martin, recuerda que no está Patrick!!
¿Hallo? dice Bruce con una débil voz tras descolgar el auricular, y se clavado un instante. Seguidamente cuelga y se encoge de hombros.
Era para vosotros. tenéis visita, y llegará en breve.
Dice mientras parece buscar algo con la mirada. bueno, a alguien. Quizas carol se haya despertado y quiera retozar. Claro, que seguro que me dice que "la duele la cabeza". Y hoy será verdad.
Pasan más de las 6 y media y la única chica que queda en la casa es carol, que se encuentra en la sudada cama que hay en la lujosa habitación de Bruce.
Aún resacosos intentáis espabilar ante la inminente llegada del ex policía. La casa se encuentra a una temperatura aceptable, pero fuera el frío sigue intenso, y comienzan a caer algunos copos de nieve que indican que va a haber una navidad helada.
El reloj no da tregua y antes de que os déis cuenta las agujas marcan casi las 7 de la mañana. Cuando de repente suena el telefonillo.
Patrick había llegado.
Para hacer un poco coherente la noche, elige me tu un lugar de despertar y si lo hice solo como cada noche o que paso al final con la "mujerador"
Yo posteare en consecuencia.
SAlud
Pues creo q el unico k triunfó fue bruce no ?Casi no hace falta ni k despiertes, son las 6 d la mñn puede q aun estuviérais liaos :P
Siete de la mañana...
Gabriel dormitaba aun en una de las habitaciones del piso de arriba, asi como lo hiciera la primera noche que llegaron a Londres, ni el telefono, ni los gritos de sus compañeros parecian despertarle, tan solo su mano rascandose el torso desnudo daba indicios de que aun estaba vivo, a su lado nada mas que el aire y su otra mano descansado encima del colchon.
Ni las tiradas exitosas le dan exito al pobre arqueologo... :S
Pese a haber disfrutado apenas una hora de sueño, Bruce baja con un extraordio aspecto por las marmoladas escaleras de su modesto dúplex y ataviado con un batín modelo British classic "supplied by Harrods". Confía en que alguien haya hecho café. La coca le habría ayudado a despejarse, pero no hay nada de nada en casa, así que tendrá que conformarse con cafeína.
Buena suerte. No hay resaca aunque si mucho cansancio. Quizás aún estoy borracho, lo cual explica que no sufra dolor de cabeza. Todavía.
Ignacio me espeta algo sobre los brebajes de la noche anterior. Normal que se encuentre fatal, después de todo de trincó varias botellas antes de sufrir una alucinación colectiva junto con Martin referente al defenestrado y desmejorado Gallagher dando paseos nocturnos por Belgravia. No había dado importancia a sus comentarios, aunque por la mañana me asoma una duda. Quizás no confundieron a un simple vagabundo con el policía, y quizás si que era él.
Mientras acciona el botón para que la puerta del portal se abra dejando entrar a Dingwall.
Estáis en vuestra casa. Si os apetece hacer café, adelante.
Al abrir la puerta aparece Patrick, llevando la misma ropa que llevaba ayer, más arrugada incluso. Su rostro está mortalmente pálido, unas ojeras terribles enmarcan unos ojos vacíos.
Mi hermano ha muerto...
Las palabras de Patrick me hacen salir de mi estado de catatonia e, inmediatamente me levanto del sillón y me dirijo al viejo policía. Le pongo una mano en el hombro:
- Mis condolencias Patrick.
El sonido de la mañana ha cesado en la casa tras las palabras de Patrick. Este año la nochebuena no seguía lo que literalmente significaba, al menos para Patrick.
Después de un pequeño silencio, doy un abrazo a Patrick mostrandole mi más profunda pena por su dolor:
- ¿Estaba enfermo acaso?
Salgo del baño a tiempo para escuchar la noticia. De repente todo esto me resulta estúpido y ridículo: Gallager, la cena, la Navidad, la Merrick... Todo es absurdo y estúpido y no tiene ninguna importancia.
Y, como otras muchas veces, no sé que decir ni que hacer en este momento.
No Ignacio... no estaba enfermo.
Patrick pasa dentro y se derrumba más que sentarse en el sofá, hundiendo su cara entre sus manos.
Lo han matado. El mismo que mató a Mason. El que convirtió a Gallagher en lo que ahora es.
El expolicia murmura algo más, en voz baja, parecen incoherencias, pero si se le escucha con atención se puede entender algo.
Klodzinsky debía saberlo... Es la unica explicación... Todo estaba relacionado... Pero no lo entendí hasta que fue demasiado tarde y ahora Brian está muerto...
Patrick comienza a emitir un gorgoteo, mezcla de sollozo y risa.
¡Pero ahora se cómo te llamas, cabrón!
Y extrae un pedazo de papel arrugado de su abrigo, dejándolo sobre la mesilla.
La carta que Patrick deja en la mesa la tiene el Director. No se si es posible meterla aquí, ya está en pdf.