Partida Rol por web

Saturday Night Vamp

Zona Camarilla

Cargando editor
08/06/2010, 13:37
Director

Labores y funciones del supervisor Camarilla. También, escena privada para Louis Henri Phillippe de Saint-Alin.

Cargando editor
08/06/2010, 13:45
Director

Nueva York. Más de un siglo después, esta ciudad se ha vuelto incomprensible, extraña... La tecnología ha invadido las calles y las vidas de mortales y Vástagos hasta un punto que a ti te habría parecido inimaginable. El gremio de los inventores, definitivamente, ha conquistado el mundo con sus artiulugios inútiles.

Cada día ves a los vivos hablar con pequeños aparatejos... teléfonos móviles, les llaman. Los carros, sin caballos, circulan a toda velocidad, guiándose por extraños e incomprensibles códigos lumínicos. ¿Qué se ha hecho de toda la clase que tenía tu época? ¿Qué ha pasado con la nobleza, con la aristocracia? El vulgo se mezcla con los ricos de forma indiscriminada. Se atreven a faltarles al respeto, y nadie da con sus morros contra el suelo.

Lo que es peor... lo que te aterra... Las calles están llenas de negros. Y de chinos. Y de... ¿Qué demonios es esa gente? Los llaman Latinos, pero no tienen nada que ver con los nobles Castellanos con los que luchaste antaño... ¿Qué ha sido de tu patria francesa, cuna de todas las artes? Y el idioma... Balbuceos acelerados, que más se asemejan a ladridos que a palabras... los viandantes asienten como si comprendiesen algo... cuánta hipocresía.

Todo el mundo, desde que has despertado, te mira como si fueras un leproso. Y todo por vestir con más clase, con la elegancia que corresponde a tu categoría. Ni siquiera tus compañeros de la Camarilla han sabido mantener su propia dignidad... esa ropa... calzones de campesino teñidos de los colores más desagradables que se pueda imaginar; capuchas de pordiosero que hacen parecer leproso al que las lleva; calzado futurista, en tonos indignos...

Al menos hay algo bueno: Las mujeres. Aunque se han vuelto rebeldes y contestatarias, han perdido el recato, y ahora se lucen como prostitutas sin importar su casta social. Eso no te deja indiferente... casi te gusta. Sin embargo, pese a su actitud de liberales y libertinas, cada vez que ofreces dinero a cambio de servicios, te ves envuelto en un problema nuevo.

Es una época de contradicciones, de fallas morales, de pérdida de valores. Ni siquiera la noche está a salvo de la corrupción. Las luces nocturnas no se apagan, los mortales no temen la oscuridad... incluso los niños pasean de madrugada, comiendo extraños manjares que se te antojan repugnantes.

Desde que has llegado a Nueva York, ningún Vástago ha tenido la paciencia de escuchar tu consejo. Nadie ha sabido valorar la sabiduría de tus palabras... pero esta noche todo puede cambiar. Tras unas semanas sin sentido, buscando afianzar tu posición política, el príncipe te ha concedido audiencia. No lo hacía desde que llegaste para presentarte y, en esa ocasión, fue frío y condescendiente. No había mostrado el menor interés en tu historia, en tus ideas, en tus valores... parecía demasiado absorto en sus placeres lujuriosos como para prestarte atención.

Esta audiencia podía suponer el principio del cambio, la vuelta a la vieja escuela. Si quería verte, era porque había reflexionado acerca de tus palabras. Intentas abrirte paso entre el tráfico, haciendo parar a aquellos hórridos carromatos sin caballos de chillones colores en tu camino... sus infernales bocinas te trepanan la cabeza, mientras mensajes publicitarios llenan el aire a tu alrededor... ¿Esta gente no aprecia el silencio? A lo lejos, un negro a medio vestir, con los calzones asomando sobre los pantalones, ejecuta una danza epileptoide a ritmo de... ¿Una música? Más bien parece el sonido de un taller de carpintería infernal.

Consigues avanzar hasta que llegas al edificio. Una galería de arte... indigno. Llamas con fuerza a la puerta, pero nadie viene a abrirte... Entonces recuerdas. Hay que pulsar un absurdo botón para que sepan que has venido... ¿No pueden tener un esclavo en la puerta, como está mandado? Pulsas el botón y te hacen pasar hasta una salita de espera. Los sillones mal tapizados, la luz excesivamente blanca, la decoración insoportable... la espantosa música que sale de... ¿De dónde sale la maldita?

Por lo menos es algo a lo que puedas llamar música... aunque sea de origen italiano. Esperas pacientemente.

Notas de juego

En esta escena jugaremos tu prólogo, marcaremos tus objetivos, jugaremos tus momentos de privacidad o trato con PNJs de la Camarilla... Aquí puedes exponer tus planes, ideas, reflexiones... es tu escena. También sirve para que me consultes lo que desees.

Empezamos con un breve prólogo para ir metiéndote en situación. No tengas prisa por contestar ni nada... si éste prólogo avanza más lento que el resto, podemos hacerlo 'atemporal' sin ningún problema.

Como Ventrue, sería interesante que especificaras tu 'exclusión de presa'... puede dar lugar a mucha comedia. No tengas miedo de pasarte... no te mataré de hambre. ;D

Cargando editor
08/06/2010, 23:40
Louis Henri Philippe de Saint-Alin

-Está decidido: tengo que buscarme una casa. Una buena casa, como las de antes, grande, hermosa, con un amplio patio y, sobre todo, con cuadras para guardar un coche y sus caballos. Donde vivo ahora está bien como refugio temporal, pero seamos serios: ¿Quién puede vivir en un lugar así? Ese apartamento, como lo llaman, solo tiene 300 o 400 metros cuadrados, no hay espacio siquiera para tener un dormitorio comme il faut. Por favor, si la cama ni siquiera tiene dosel. ¡Y tan alto! Menos mal que están esos armarios donde te metes y solo tengo que pulsar ese botón que dice Ático, lo que me evita subir ese centenar de pisos. O bajar. Porque cuando llegara al vestíbulo ya estaría próxima la salida del sol. Pero lo peor es que no hay donde guardar un coche de caballos. Aunque sea un landó pequeño, si tampoco pido demasiado, me conformo con poco, soy un hombre de gustos sencillos. Lo que no puede ser es que cada vez que salgo tenga que ir andando a buscar uno. Me dice el ¿conserje, le llaman? que tengo suerte porque aquí en Park Avenue North nos queda cerca Central Park y allí siempre hay coches de caballos para los turistas y las parejas de enamorados. Sigo sin entenderlo. Lo único que sé es que empiezo a estar harto de tener que andar para ir a buscar un coche.

Louis-Henri saca el reloj del bolsillo y mira la hora. Luego toca el hombro del cochero con el extremo de su bastón de plata en cuyo seno oculta un estoque. ¿Qué caballero que se tenga por tal puede salir a la calle sin una espada? Aunque sea camuflada, porque ya se sabe que llevarlas en público no está bien, no lo estaba ya a principios del XIX, menos ahora.
 
-Te dije que tengo prisa - le dice en un tono condescendiente. Añadir “negro” al final de la frase, como antes, tampoco está bien. Pues si es negro ¿Cómo tiene que llamarle? ¿Amarillo?.
 
El cochero lo mira por encima del hombro antes de encoger ambos y luego señala el colapsado tráfico.
 
Pero Louis-Henri no quiere mirar. No quiere saber nada de esas espantosas máquinas que echan un humo negro, ni de aquellos que van dentro y que no son más que vulgar chusma. No hay nobleza en Nueva York, no como la de antaño. Los que hay solo son nuevos ricos, mercaderes, conoció a muchos en el pasado. Están bien para compartir una velada pero ahí queda todo. Ni siquiera en el Elíseo queda nobleza, ni de sangre ni moral. Ya no hay honor en el mundo. Cuando pregunta si en Europa las cosas serán lo mismo todos se apresuran a explicarle que en la buena vieja Europa si, allí hay muchos nobles, y tan antiguos y más que él, y le animan a que regrese allí.
 
¿Volver a Paris? ¿A la Corte de ese Toreador que se hace llamar el Rey Luna? Pero hasta Villon sería preferible a tener que aguantar a este Príncipe que ni siquiera tiene modales para recibir a alguien de su edad y atenderle como se merece. Se ha perdido el respeto a la Sangre. Que vergüenza, por Caín, si su Sire levantara la cabeza...   
 
-Oíga, mesié, ahí está la galería de arte esa - el cochero señala con el látigo un edificio cercano -. Con la mierda de tráfico que hay llegará antes andando.
 
El Ventrue sale de su ensimismamiento, mira al cochero, luego al punto que señala y finalmente asiente. Saca su billetera y de él un billete de 100 dólares. Y por primera vez el cochero sonríe genuinamente, incluso se apea para abrirle la puerta. Louis-Henri no esperaba menos.
 
Casi ha llegado a su destino, intentando mantener la distancia con la plebe que le rodea, cuando una mujer que ya ha pasado los treinta empieza a gritarle.
 
-¡¡¡Leooooo!!! ¡¡¡Leonardooooooooooo!!! - y se arroja en sus brazos.
 
Vienen entonces las tediosas explicaciones. No, no es ese cómico italiano que representó una trágica función en la que moría, sin honor ni gloria por cierto, tras hundirse un barco. La mujer no le cree e insiste en que le firme en el tanga. Louis-Henri intuye que un tanga debe ser algún tipo moderno de papel y vuelve a echar un vistazo al reloj. Mírame a los ojos, querida. Un, dos, tres, unas pocas palabras y problema resuelto. La chica se queda apoyada en un poste de esos que tienen tres luces que cambian de color y el Ventrue entra en la galería.
 
-Hacerme esperar a mí, vivir para ver. Yo, que siempre tuve paso franco en las habitaciones del Rey, de tres Reyes en realidad, los Luises XIII, XIV y XV... y algunas de sus reinas y Madames, pero a las habitaciones de ellas había que acceder con cierta discreción. Si al menos la música fuera buena... Nunca me gustaron demasiado los italianos. Luego veré de hablar sobre ello con el Guardián, seguro que se puede encontrar algún Criado con gusto para que cuide de la música. Después de hablar con su Alteza. Seguro que ha meditado en todo lo que le dije. En esta Corte falta clase, y orden, y buen hacer. Que desastre de Camarilla. Que vergüenza. Menos mal que yo estoy aquí y puedo instruirles como es debido.    
 

Notas de juego

Te lei desde el curro y a poco tengo un disgusto de la jartá de risas que me eché XD Clavao, es que clavao, sobre todo lo de las mujeres XDD

Cita:

Como Ventrue, sería interesante que especificaras tu 'exclusión de presa'... puede dar lugar a mucha comedia. No tengas miedo de pasarte... no te mataré de hambre. ;D

¿Me lo prometes? XD Doncellas, o sea, dícese de las mujeres que no han conocido varón, hablando en términos bíblicos :P Blancas a ser posible, pero si hay hambre da igual que sean un poco morenitas :P

Editado:

Por cierto, que me aconsejas que haga con la historia? Pongo una resumida o una más larga? Por largo entiendo más o menos una versión extendida de lo que te mandé por mp. 

Cargando editor
09/06/2010, 13:52
David Carelli

Tras más de diez indignantes minutos de espera, la puerta se abre por sí misma, y una voz te llama desde el interior.

- ¡Entra, Louis!

Ni siquiera utiliza las formas correctas... nada de usted, nada de cargos... habla como un mozo de cuadra. Pasas a la salita en la que el Príncipe te está esperando. Es un hombre de unos 50 años en apariencia, algo entrado en carnes, de mirada fría y calculadora, y de aspecto hedonista. La salita tiene poca luz, y el Príncipe está inclinado sobre un escritorio en el que hay volcadas las más de 20000 piezas de un puzzle pornográfico. Tiene una lupa en la mano... ¿Qué demonios ha estado haciendo para que tuvieras que esperar tanto? ¿Un puzzle? Levanta la mirada, con media sonrisa irónica, y se dirige a tí.

- Bienvenido... Veo que te vas adaptando. Llevo un par de semanas pensando en tí... en qué hacer contigo, con tus talentos. En el pasado... hace ya siglos, demostraste ser un valor seguro para los nuestros pero, como ya has visto, los tiempos han cambiado mucho. Lo primero es esto... toma. - Te tiende una bolsa de material sintético, posiblemente usada para guardar calzones deportivos y demás parafernalia modernista. En su interior, hay una colección de libros; historia americana contemporánea, política para incultos, el mundo de la televisión, historia del cine, las 30 mejores bandas de rock de la historia, biografía de Elvis Presley... todo un arsenal de cultura contemporánea. - Es para que te pongas al día. Lo segundo... tengo un pequeño encargo para tí. Como sabes, la vida de los mortales ha sufrido drásticas modificaciones en este siglo. El gremio de los inventores, y el de los comediantes, han ganado una importancia que nadie habría sospechado. Las opiniones de los histriones afectan el curso de la política y la sociedad hasta un punto que, hace dos siglos, sería inpensable. Hay un pequeño grupo de ellos, Vástagos en su mayoría, que tienen un efecto determinante sobre los mortales... y sobre nosotros. Desafortunadamente, no tienen ninguna afiliación; son anarquistas. ¿Cómo?, te preguntarás... ¿Por qué no los hemos aplastado todavía?... No es tan simple, amigo... Este pequeño grupo mantiene la tensión entre el Sabbat y nosotros mismos de una forma muy astuta. Se muestran ante toda la población americana cada sábado, volcando su opinión sobre los temas más diversos. Un ataque frontal, nos expondría a la revancha del Sabbat, y supondría el riesgo de romper la Mascarada. en esta situación detestable, nos hemos visto obligados a pactar con ellos. Este grupo mantiene su poder, a costa de no perder la neutralidad. En cuanto carguen sus tintas contra nosotros, tenemos autoridad para atacarles sin piedad.

Se recuesta sobre la silla, dejando la lupa en la mesa. coge un cigarrillo y lo enciende... ¿Por qué hace eso? ¿Qué placer saca de rebajarse de esa manera? Fumar es cosa de mortales y de prostitutas... si acaso de Caitff descastados pero... ¡Un príncipe! ¡Acusando comportamientos propios de los vivos! La sangre te hierve, pero consigues controlarte, a duras penas.

Éste es un año especial... La democracia impera en la sociedad mortal, y es una de nuestras muchas formas de control y de enfrentamiento con nuestros enemigos; el Sabbat. Tradicionalmente, hay dos partidos; el Demócrata y el Republicano. Este año, los demócratas presentan a un candidato... negro. Un negro para liderar los Estados Unidos de América... Humillante. - Por una vez, este Vástago te cae bien. - La Camarilla ha apoyado de forma sistemática al partido Republicano desde hace más de 100 años, desde que Abraham Lincoln lo fundó. Este año no es una excepción a la regla; apoyaremos al Senador John McCain, y a su segunda de abordo: Sarah Palin. Si, una mujer aspira a la vice presidencia... son tiempos difíciles, y tuvimos que hacer una elección dura. Mejor una mujer que un negro. El Senador Obama, el negro, tiene el apoyo del Sabbat. No podemos permitir que gane estas elecciones; suspendería nuestras guerras con oriente, bajaría la seguridad interna, subiría los impuestos de los mortales... haría peligrar nuestra base de poder y la misma Mascarada.

Aspiró con fuerza e inimaginable placer el cigarrillo. Era incomprensible.

- Pero me estoy desviando de la cuestión. El grupo anarquista del que te hablé, los histriones afincados en el programa televisivo Saturday Night Live, nos han permitido, por este año, mantener entre ellos a un supervisor de los nuestros. Por desgracia, el Sabbat tiene el mismo derecho. Tu misión será ser ese supervisor. Vivir con ellos, pasar tus noches en su estudio de trabajo. Vigilar nuestros intereses desde dentro. Para ello contarás con dos apoyos: El primero, Michael Crumps, neonato del clan Tremere, será tu ayudante, dentro y fuera del estudio. No debería pasar mucho tiempo dentro; nos autorizan a implantar un supervisor, no dos... pero puede serte de utilidad fuera, investigando otro tipo de cosas en la ciudad de Neuva York. El segundo... Mi chiquilla, la ancilae Johana Biggs, te servirá de enlace conmigo. Ella te supervisará y te dirá los cambios en el plan. Ahora vete, reúnete con tus dos contactos. El primero trabaja en el Monday Night Magic, en la calle Bleecker Street número 45. Su show habrá empezado ya. Reúnete con él primero. A Johana la puedes encontrar en el Lace Club de la 7ª Avenida, en el número 725, esquina con la calle 48. ¿Alguna duda?

La mirada de Carelli no deja mucho espacio a preguntas.

Notas de juego

La exclusión de presa es perfecta. Te dejará mujeres núbiles para que te alimentes, pero siempre será en situaciones extravagantes (es lo que va contigo! XDD).

Puedes consultar lo que quieras a Carelli, aunque parezca no tener mucho ánimo para responder. Te lo he posteado como monólogo largo para que tengas toda la información de base reunida... si lo hiciéramos como diálogo, se podrían perder datos en el camino.

Respecto a la historia, la del MP era excelente, con eso debería alcanzar. Si te la copias en la ficha (en la sección que quieras, puedes dejarla privada, si lo deseas), sólo te faltará rellenar los datos para estar listo.

Cargando editor
10/06/2010, 00:25
Louis Henri Philippe de Saint-Alin

-No hay derecho. Es que no hay derecho a ser tratado así. A punto he estado de marcharme. ¡Un Saint-Alin no hace antesala! ¿Pero quien se ha creído que es? ¿Hardestadt? Vamos, vamos, que poca clase. Ya ni los Toreador son lo que eran, por el amor de Dios, y pensar que durante siglos rivalizamos en maneras y cortesía y etiqueta. Todo lo que éste Vástago tira a la basura. Es una vergüenza para todos. En mis tiempos ya se habría reunido la Primogenitura para ponerle en su sitio. ¡Que menos!

Louis-Henri lleva un buen rato haciéndose mala sangre, primero en la sala de espera y ahora en el despacho de ese... ese hombre que Nueva York tiene por Príncipe. Ni siquiera se ha molestado en rectificarle cuando le llamado, como quien llama a un criado, como “Louis” y no como “Louis-Henri”. Le ha saludado con un “Buenas noches, Alteza” y una pequeña reverencia, ya que no merece otra cosa, y cuando iba a continuar, Carelli tomó la palabra. No, las palabras suyas, de Louis-Henri y de media Camarilla de la ciudad y empezó a hablar... y hablar... y hablar...
 
El Ventrue, por supuesto, es demasiado educado para interrumpirle. Aunque sea para decirle que, por la Doncella de Orleans, no tiene la menor idea de lo que está hablando. Ha cogido en silencio, asintiendo, la bolsa que le ha tendido y que contiene... ¿Libros? Eso está bien, o lo estaría, porque hablan de cosas que no entiende a juzgar por los títulos estampados en los lomos. ¿Música? Bueno, llamar música a lo que se escucha en estos tiempos es insultar a Tepsícore y todos sus protegidos. Cuando vaa dejarla en el suelo, a su lado, ésta cae de sus manos y se desploma el par de palmos que le quedaba por llegar.
 
-¿Está fumando esas... cosas? ¡¿Fumando?! ¡¡Por Caín, pero donde se ha visto!! Yo he fumado en el pasado, buenos puros habanos, algunas noches, cuando los caballeros nos reuníamos para hablar de nuestros asuntos, temas serios como política, economía, la nueva muchacha de ese burdel selecto, y las damas se retiraban a otra sala, como Dios manda, para dejarnos tranquilos. No como ahora, que las mujeres parecen haber olvidado su lugar en la sociedad humana. ¡¡Pero que se ponga a fumar... eso!!
 
Al menos sus palabras suenan prometedoras, ha pensado en Louis-Henri, reconoce su valía, tiene un encargo para él. Eso está bien ¡pero las cosas no se piden así! Ay. Si es que el Señor nace y no se hace, así ha sido siempre, por eso los Ventrue siempre fueron tan selectos a la hora de conceder el Abrazo. Pero, pensando en sus cosas, está perdiendo el hilo del monólogo del Príncipe.
 
-¿Y estando las cosas de este modo a nadie se le ha ocurrido buscar una alianza temporal con el Sabbat y liquidar a esos Anarquistas de una maldita vez? Pues, o mucho han cambiado las cosas, o ellos sienten el mismo amor que nosotros por esos Autarkis que el diablo confunda. O buscar el modo para que cometan un error y, de ese modo, tener una excusa válida para atacarles. Aficionados... Si juegan a la guerra como juegan a la política, pronto esta plaza, quiero decir, esta ciudad, se perderá.
 
-Verdaderamente mucho han cambiado las cosas – empieza a responder – cuando ahora los Demócratas son nuestros enemigos y los Republicanos los humanos a los que nos interesa apoyar. Cuando estalló la guerra – naturalmente se refiere a la de secesión – las cosas eran al revés y apoyábamos a los Demócratas, por Caín, todo el buen sur lo era, mientras en el norte imperaban los Republicanos, y ya se sabe con que infaustos resultados. La emancipación y todo aquello. Supongo que una mujer como Vicepresidenta puede tener sus ventajas – reflexiona Louis-Henri - se le puede asignar esas tareas tan tediosas como visitar orfanatos, escuelas, hospitales, ir a bailes de caridad... Por Dios, ¿Un esclavo presidente? – La simple idea le espanta, ¡es el mundo al revés! - Eso sería como sentar los caballos en el coche y dejar que los hombres tiren de él. Y si tiene el apoyo del Sabbat es todavía peor, buscarán desestabilizarnos, como siempre.
 
-A menos que en esto también hayan cambiado las cosas y el Sabbat no se dedique a molestarnos como antaño. Hmm. Será interesante relacionarse con ese supervisor rival. ¿Será un Lasombra? ¿Un Tzimisce? Esperemos que sea un vástago medianamente civilizado... y no totalmente corrompido por esta absurda nueva sociedad.
 
-Entiendo la situación, Alteza. No obstante tengo dos dudas que resolver – Louis-Henri asiente pero algo de lo que ha dicho el Príncipe Carelli le hace fruncir las cejas. Como si no acabara de comprender – Supongo que la expresión “vigilar nuestros intereses desde dentro” significa evitar que el supervisor que el Sabbat envíe no juegue sucio y utilice el programa para que ese negro gane votos, utilizando a los Anarquistas o a los humanos. ¿Se trata de eso?.
 
-O no sé de lo que estamos hablando o que pretende que haga. Aunque se me ocurren varias cosas más.  
 
-En lo referente a a mis apoyos, no puedo decir que los Tremere se cuenten entre los Vástagos que cuentan con mi favor, pero le daré un voto de confianza al joven Michael. Ahora bien, sobre vuestra Chiquilla, Johana – Louis-Henri vuelve a fruncir el ceño, ahora no porque no entienda, sino como si algo de lo expuesto no le acabara de gustar – supongo que se limitará a ser mi enlace con vos... con usted? Entenderá que alguien de mi edad no permita ser... supervisado por una Ancilla. Eso resultaría tan absurdo como que ese negro llegue a ser presidente.
 
-¡Hasta ahí podíamos llegar! ¿Se piensa que soy idiota? Me carga con su Chiquilla para controlarme. ¡Ni que me hubieran Abrazado ayer!   

Notas de juego

Ea, ea, ea, el francés se mosquea XD

Cargando editor
10/06/2010, 12:06
David Carelli

El príncipe ha vuelto con su puzzle y casi ni te mira mientras hablas.

- Nosotros no hemos cambiado, han sido los mortales. Los Republicanos solían ser los del norte, los que abogaban por el fin de la esclavitud. Los demócratas surgieron algo después, cuando los Republicanos bajaron al sur, y comenzaron a comprender las ventajas de poner a los negros en su sitio. Tenemos una base muy fuerte en Houston, la infustria petrolífera y armamentística nos pertenece... Los del Sabbat, advenedizos que llegaron más tarde, entraron directemente a por los demócratas, controlando la prensa y demás... estrategias sucias e indignas. Tu labor será, efectivamente, impedir que el supervisor Sabbat juegue sucio, y asegurarte de que los Anarquistas son fieles a su pacto. SI cargan un poco las tintas a favor del negro por un tiempo, no pasa nada. Pero asegúrate de que después le den su merecido. Respecto a mi chiquilla... Tu supervisora... llámala como quieras, Louis. Yo soy un hombre ocupado, Nueva York no se gobierna sola... ella será mi portavoz ante ti. Le iré dando órdenes para que te las transmita, nada más. Si ella ve alguna irregularidad por tu parte, me la hará saber, y te aconsejará amablemente para que no te desvíes de la senda correcta. Nada más. Ahora, por favor, estoy meditando... La audiencia ha terminado.

Hace un sutil y amanerado gesto con la mano, como indicándote que sobras en la sala.

Notas de juego

Puedes seguir molestando a Carelli mientras lo desees. Es obvio que él no quiere ser interrumpido por más tiempo... pero eres libre!

Por cierto: Muy bueno el jugar con el parecido físico con DiCaprio... esto puede darnos muchísimo juego!!! ;D

Cargando editor
11/06/2010, 00:22
Louis Henri Philippe de Saint-Alin

-¡El muy...! ¡Pero si no me está atendiendo! ¡Si toda su atención la tiene ese...! ¡Ese lo que sea! ¡¿Pero donde se ha visto tamaña descortesía e ineptitud?!

La actitud del Príncipe no está mejorando el humor de Louis-Henri, sino torciéndolo más y más. Y para colmo le está tuteando como si fuera un... ¡un vasallo, un esclavo, lo más bajo! ¡Pero si no tiene ni la más básico noción de educación o etiqueta, de savoir faire! Muy bien, pues él le enseñará, les enseñará a todos. No sería un Saint-Alin y un Ventrue si no lo hiciera. Y pensar que ha venido aquí cargado de buena voluntad y buenas ideas, dispuesto a ayudar donde haga falta y... Pero este Vástago tan vulgar ha arruinado todas sus buenas intenciones.
 
-Trés bien, Alteza, así será pues, aunque tenga que lidiar con esa... chusma – le contesta Louis-Henri, que a pesar de las palabras de Carelli tiene muy claras sus ideas – Pasad una buena velada, Alteza. Efectivamente, ya veo cuán ocupado estáis y me hago cargo – añade haciendo una casi imperceptible reverencia, pues no se merece más, y abandonando la habitación. Audiencia, audiencia. ¡En estos tiempos a cualquier cosa le llaman audiencia!
 
-¿Supervisora? ¿A mi me va a supervisar una simple Ancilla Toreador? ¿Y Chiquilla de un hombre como éste? ¡Ja! ¿Y me a aconsejar? ¿¿A mi??
 
El humor de Louis-Henri es algo más que negro cuando camina pasillo abajo, desciende las escaleras y sale de la vulgar galería de arte. Ni siquiera se fija en el criado, porque supone que es un criado, que le acompaña hasta la puerta, pero una vez ésta se cierra a sus espaldas se encuentra de nuevo solo y perdido en Nueva York. Aunque ello no le va a detener. Se queda un momento pensando que hacer. ¿Qué hacer? Bien, lo primero ocuparse convenientemente del regalo de su Alteza y luego ir a ver al Tremere.
 
Su olfato le conduce pronto hasta esos enormes baúles metálicos donde los ciudadanos echan la basura. Antes se tiraba a los cerdos y resto de animales, Louis-Henri no entiende porque no lo siguen haciendo, pero es un buen destino para la bolsa que el Príncipe le entregó. Luego espera, observando a los transeúntes, hasta que un par de minutos más tarde una bella señorita pasa cerca de él.
 
-Pardon, belle demoiselle – le dice acercándose a ella y desplegando la mejor de sus sonrisas... y poder de seducción – Soy nuevo en la ciudad y me he extraviado. ¿Tendría usted la bondad de...?
 
Un buen rato después se encuentra frente al Monday Night Magic, en el 45 de la Bleecker Street, agradeciendo a la joven que le haya llevado acompañado hasta aquí. Ella insiste en acompañarle dentro, pero no, querida, no es necesario, te lo aseguro. Ahora puedes irte. La chica lo hace, con cierto aire de tristeza. Con lo guapo que es y tan amable y tan caballeroso. Si, él tiene razón, si los hombres ya no saben como tratar a las damas. Louis-Henri la ve alejarse, es una lástima que no le sirva para alimentarse, ambos habrían pasado una buena noche. Se encoge de hombros y entra en el Club. ¿Qué clase de Club será? Con ese nombre, por Caín, esperemos que no sea la Capilla local de los brujos.   

Notas de juego

Si, ya se que lo de Di Caprio puede dar lugar a situaciones equívocas, por eso lo elegí entre varios guaperas XD Ponerme a Orlando Bloom en plan elfo ya me pareció ir demasiado lejos XD

Por cierto que antes subí la ficha, cuando puedas le echas un vistazo y ya me dirás algo :)

Cargando editor
11/06/2010, 13:09
Mike Crumps

El Monday Night Magic es... como un saloon grande, con más luces hacia el escenario y menos hacia los parroquianos, donde la gente guarda silencio mientras algunos 'artistas' hacen números de ilusionismo en el escenario.

En el momento en que entras, un hombre vestido casi de payaso, está serruchando una caja de madera, dentro de la cual hay una bella e impasible jovencita. Tus ojos no dan crédito... está partiendo a la chica en dos con una sierra... y nadie hace nada. Todos miran con atención, conteniendo el aliento. Parece una extraña orgía del Sabbat, más que un espectáculo de variedades. Por un instante deseas gritar, pero algo falla en la escena... no huele a sangre. El serrucho ya ha cortado casi toda la caja, pero la chica sigue igual, sin inmutarse, y no caen chorros de vitae por el suelo.

Cuando el ilusionista separa la caja en dos partes, una con cada mitad de la jovencita, algo raro te hueles. ¿Enanismo? ¿Ravnos? ¿Un extraño uso de la Vissicitud de los temidos Tzimisce?... Nada. Un truco barato que te ha engañado por unos segundos. Te frustras. Te das cuenta de que estás quieto en la puerta, bloqueando la entrada. Varios de los concurrentes al espectáculo se giran, y se les ilumina la cara al verte. Se pegan codazos, susurran... por fin alguien reconoce tu categoría. Notas unos toques en el hombro. A tu lado, hay un hombrecillo nervioso, con el pelo largo... como un niño jugando a ser adulto.

- Su excelencia de Saint-Alin... es un honr tenerle aquí esta noche... su majestad Carelli ya me avisó de que vendría y... me siento honrado con su presencia. Venga, acompáñeme a mi... a mi despacho.

El trato del personajillo te agrada. Parece zalamero y ladino, pero al menos es educado. Le sigues por el local, reonfortándote por las miradas de admiración que vas recibiendo por el camino. Llegáis a una puertecita. Crumps la abre y salís a un sucio y oscuro callejón, lleno de cubos de deshechos amontonados. ¿Qué clase de despacho es este? Seguramente te llevará a otro sitio, a uno más elegante y... No. Se queda quieto, mirándote con un brillo servicial en la mirada.

- Bienvenido. No es gran cosa, pero en estos tiempos que corren, me conformo con cualquier sitio. Permítame presentarme. Soy Michael Crumps, Mago de profesión y vocación. Usted es, sin duda, el gran Louis Henri Phillipe de Saint-Alin... No me lo puedo creer. Es el mejor momento de mi existencia. Es usted una leyenda... ¿lo sabía? Estoy aquí para servirle, para ayudarle en todo lo que esté en mi mano. Conozco la naturaleza de su misión, y podré serle de gran ayuda, no lo dude. Pero creo que estoy hablando demasiado... ¿Cómo se está habituando a nuestra época? Supongo que le parecerá frívola e insustancial... es como usted piensa... y desafortunadamente peor, todavía.

El hombrecillo calla de golpe, sin perder su sonrisa enigmática... Es obviamente una pose aprendida. De seguro ha visto a alguien sonreír así, y ha tratado de imitarle. El resultado es transparente. Sigue pareciendo un niño al que el traje le queda grande, pero es la única persona que, hasta el momento, te ha tratado con el respeto que mereces.

Notas de juego

La ficha perfecta. Se trata exactamente de eso. Bien pensado lo del pelo, te dará juego. Creo que todos imaginamos que, de ser algún día transformados en Vampiros, pediríamos primero que nos dejaran crecer el pelo y demás... XDD

Se me ha ocurrido algo un poco extraño, y necesitaría tu aprobación para ponerlo en práctica. Dices que tienes un chiquillo, que te ha dado recursos (tus recursos, al fin y al cabo!). ¿Sería posible que tuvieras otro, cuyo paradero no conocieses? Tengo un PNJ que podría multiplicarse y multiplicarte de ser así. Igual, es tu elección.

Definitivamente, Leo DiCaprio tiene algo mucho mejor que Orlando Bloom... es mucho más finolis. XDD

Cargando editor
11/06/2010, 15:12
Louis Henri Philippe de Saint-Alin

En 400 años seguro que ha abrazado a más de uno XD Y si tu te crees que los tiene localizados a todos, cuando este no se localiza asi mismo ni con un gps... XDDD

O sea, que adelante ;)

Cargando editor
12/06/2010, 13:11
Louis Henri Philippe de Saint-Alin

El Ventrue empuja la puerta y entra en el Club. Que parece todo menos un Club. ¿Uh? Pero por Caín ¿Qué es esto? Un Club, en sus tiempos, era un lugar donde iban los caballeros a jugar a las cartas o al billar, a hablar de política, a cerrar negocios... Incluso los había que disponían de bellas señoritas para atender las necesidades de los socios. También era un lugar donde los caballeros de paso podían alojarse, pero ¿esto?. ¡Si parece una especie de teatro! De teatro barato, para la chusma...

Sus ojos quedan clavados en el escenario y lo que allí se desarrolla. Tenso, espera el momento en que la sangre empiece a brotar de la caja y los asistentes huyan a la desbandada, si no son más que humanos. Pero no pasa nada, no... ¿Qué es lo que...? Bah, un truco, no es más que un truco barato. Repara entonces que algunos de los presentes le miran y susurran a su costa, una chispa de orgullo prende en su alma... Pero no le lleva demasiado tiempo caer en la cuenta de que, naturalmente, deben de confundirle con el cómico italiano.
 
-Si en esta ciudad... no, en esta época en general, no me conoce nadie.
 
Alguien le toca el hombro y Louis-Henri, con la mirada encendida, se gira veloz hacia aquel que haya osado tomarse semejante familiaridad con él. No es más que un vulgar hombrecillo, un... No, un vulgar vástago, que no pierde el tiempo y antes de que pueda articular palabra se presenta y le invita a seguirle.
 
-Monsieur de Saint-Alin es suficiente – le aclara Louis-Henri – Hace ya muchos años que mi Ducado se extinguió. Le acompaño pues, Mr. Crumps. Este – mira alrededor – no es lugar para mantener ciertas conversaciones.
 
Porque este lugar es espantoso. Tampoco espera que el despacho sea mucho mejor, pero al menos gozarán de privacidad y estará a salvo de las miradas ajenas. Louis-Henri sigue a Mike mientras le estudia. Al menos posee modales. No naturales, se nota a la legua que son forzados. Uno tiene que nacer noble para desenvolverse con soltura, o tener mucha fuerza de voluntad para saber comportarse. Aunque debe reconocer que lo intenta, solo que siendo un Tremere... Su anfitrión abre una puerta y salen al exterior, a un sucio y maloliente callejón que parece sacado de la misma edad oscura del hombre. El Ventrue queda a la espera de ser conducido al despacho, pero resulta que este es el despacho. Levanta las cejas atónito.
 
-Si, yo soy Saint-Alin pero ignoraba que fuera una leyenda en estas noches tan extrañas, aunque sin duda en el pasado dí algo de lo que hablar – comenta Louis-Henri, por una vez complacido – Su Alteza me habló de vos y me dijo que seríais mi ayudante en esta tarea que ha despositado sobre mis hombros, por lo que espero que me sea de ayuda – vuelve a mirar a su alrededor y a tan indigno lugar – Respondiendo a su pregunta le diré que intento adaptarme a estas extrañas noches donde, sin duda, todos los valores de la Estirpe se han perdido y el caos y el sinsentido imperan por doquier – ha fruncido las cejas – Ni siquiera entiendo como aquellos más antiguos que todavía sobreviven son capaces de tolerarlo.
 
-Pero de eso ya me ocuparé más tarde. Pondremos las cosas en su sitio ¡Faltaría más! Y a ese Príncipe el primero, su lugar no es el trono, sino el arcón donde me deshice de sus obsequios baratos.
 
-En primer lugar, Mr. Crumps, usted se conforma con cualquier sitio – ¡Por Caín, si hasta los brujos han caído más bajo que de costumbre! – pero yo no. Busque usted algún sitio donde podamos reunirnos con cierta comodidad y, por supuesto, seguridad. Algún apartamento discreto pero decente – hace una pausa – Y ahora y antes de entrar en otras materias, dígame lo que sepa sobre el Sabbat, donde están, cuantos son, quienes son sus líderes... Lo primero, antes de entrar en batalla, aunque sea figurativamente hablando, es conocer al enemigo.

Notas de juego

Yo me preocuparía más por saber en que clan voy a caer XD Aunque no se que clan me aceptaría XD

Cargando editor
15/06/2010, 12:44
Mike Crumps

El hombrecillo se retuerce las manos mientras te escucha atentamente. La mención del Sabbat parece asustarle mucho.

- ¡Shhhh! No diga esa palabra tan fuerte, alteza... Nunca se sabe quién puede estar escuchando. - Mira alrededor, algo paranóico. - La zona norte de la ciudad, el barrio de Bronx, es territorio Sabbat desde hace más de un siglo. Lo conquistaron. Así de simple. Ahora convivimos en áreas vecinas, y no respetan nada. Tiene ciertos tratados diplomáticos que permiten la convivencia... pero siguen siendo muy peligrosos. Intentan mostrarse casi amigables; no se fíe. Se comportan casi como empresarios mortales... mercaderes a gran escala, para que me entienda. Pero son en su mayoría negros. Y latinos. A veces, se les podría confundir con Ventrue... Pero no se engañe. En el fondo sólo piensan en beberse su sangre y hacer una hoguera con sus restos.

El odio va creciendo en la cara de Mike. Por lo visto, el Tremere tiene sus lealtades bien claras.

Cargando editor
16/06/2010, 23:33
Louis Henri Philippe de Saint-Alin

Louis-Henri tiene una extraña sensación, parecida a la que tienen los humanos cuando son halagados y sienten una invisible mano, acariciando la nuca, que les estremece. Mike será un poco vulgar, y un Tremere, pero sabe como respetar a un antiguo, oh, si. ¡Le ha llamado “alteza”!. No le rectificará, es agradable.

El Sangre Azul sonríe, inclina la cabeza y apoya el peso de su cuerpo sobre su bastón de plata, balanceándose un poco. El brujo odia al Sabbat. ¿Alguna mala experiencia con ellos, algún mal encuentro?.
 
-Aunque no voy a fiarme de una primera impresión y por unas palabras como las suyas. No sería la primera vez que el Vástago que más fieramente odia a la secta rival resulta servirles en secreto... Seamos cautos y prudentes, Louis-Henri.
 
-Tenéis razón, Mr. Crumps, y es por ello que os he encargado... ehm, que os he encargado que busquéis un buen lugar, hablando en términos de seguridad y discreción, donde podamos hablar tranquilamente – repite el Ventrue, lanzando una desdeñosa mirada a su alrededor, el callejón resulta repugnante – Pero tranquilícese, no creo que aquí y ahora vayan a aparecer.
 
Se encoge de hombros mientras piensa que tendrá que hacerse con un mapa, eso del Bronx no sabe ni por donde queda, pero supone que si estuviera cerca de Manhattan lo sabría. Espera no tener vecinos tan inconvenientes.
 
-¿Lo conquistaron? ¿Y nadie hizo nada al respecto? – chasquea la lengua, entre despectivo e indignada – Incroyable. Semejante ofensa, en el siglo pasado – se detiene un instante – el siglo XIX quiero decir, nunca habría sido tolerado, y ni que decir antes - ¿Pero que tipo de Vitae corre por las venas de estos Vástagos? ¿Agua sucia? – No se preocupe, que sé como tratar con esa gentuza, no son más que basura vampírica. Para uno que se encuentra con el que puede tratarse, se topa usted con un centenar. ¿Negros y latinos? ¡Ja!. Ni en tres milenios se les podría confundir con un Ventrue.
 
-Ya supongo que alguno no desdeñaría cometer Amaranto conmigo, je, ni que yo fuera a dejarles hacerlo. Muy mal tendrían que ir las cosas. Que patética y humillante forma de acabar sería esa. 
 
-¿Y ningún Vástago hace nada al respecto? ¿Todos están conformes con esta situación y no piden explicaciones al Príncipe? ¿Cómo es eso? – pregunta inquisitivo – Hm. Éste me ha indicado que tengo que hablar también con otro... enlace, su chiquilla, mademoiselle Johana Briggs. ¿La conocéis? ¿Créeis que puede sernos de utilidad en esta tarea?
 
-Porque si la rama ha salido al árbol...
 
Cargando editor
21/06/2010, 17:22
Mike Crumps

El Tremere arquea una ceja ante el nombre de Johanna Biggs.

- ¡Hum! La señorita Biggs es de absoluta confianza. Si queréis, podemos ir a verla ahora mismo. En relación a los problemas con el maldito Sabbat... Estamos en una situación de equilibrio de poder. Lanzar una ofensiva seria sólo conseguiría desatar la guerra, y nos debilitaría demasiado. El Bronx es un barrio más o menos marginal, no molestan mucho ahí... aunque estarían mejor en el infierno, ciertamente. Pero son poderosos, se han organizado... ahora tienen disciplina y jerarquía, y unas redes de información formidables. Entre usted y yo... no se fíe de ningún negro. Seguramente sea un títere del Sabat... Espere un momento aquí, que voy a buscar mi coche y vamos a ver a la señorita Biggs.

Crumps desaparece por la puerta, tras hacer una reverencia, dejándote sumido en tus pensamientos.

Cargando editor
23/06/2010, 00:52
Louis Henri Philippe de Saint-Alin

 

Louis-Henri no tiene nada claro que esa señorita Biggs sea útil. Puede ser de confianza, eso no se lo negará aunque su Sire sea un Vástago indigno de ocupar tan preeminente posición como es el Trono, aunque tendría primero que comprobar que es una dama y no una de esas mujeres como... como todas las que se encuentra desde que despertó del letargo y que parecen poco menos que meretrices. Eso si, algunas son educadas y...
 
A poco se pierde lo que el brujo le está contando.
 
-Pero eso resulta absurdo – dice el Ventrue levantando sus cejas – A la Camarilla le interesa mantener esta plaza y de desatarse una guerra sin duda mandaría sus tropas, ehm, ¿gentes?, para defender la ciudad – entrecierra un poco los ojos – A mi no me parece que sea más que una forma de cobardía y de ceder posiciones ante el enemigo. ¡En mis tiempos esto nunca se habría permitido! ¿¡Pero donde se ha visto que...?! ¿Eh? – se detiene cuando Mike le dice que espere a que traiga el coche – Trés bien, esperaré aquí – casi suspira, seguro que no es un coche de caballos sino una de esas terribles e infernales máquinas – Y no os preocupéis, no me fiaría de ningún negro, aunque todos saben...
 
-... que no son más que esclavos, lerdos y torpes, inútiles y vagos. Bah.
 
Con desconsuelo mira en derredor suyo. No solo se ha quedado solo y sin nadie a quien terminar de explicarle lo que hacían en sus tiempos cuando el Sabbat osaba acercarse. ¡Es que encima está en semejante basurero, indigno incluso de cualquier... negro. Sacude el bastón para librarla la punto de un papel que ha quedado pegado y luego se apoya sobre él confiando en que el Tremere no tarde en regresar y que su máquina no sea demasiado espantosa.
Cargando editor
07/07/2010, 19:52
Mike Crumps

Un sonido alerta tu atención al fondo del callejón. Un ruido mecánico, agónico, carraspeante... muy desagradable. El olor a gasolina llega antes que Mike y su espantoso carruaje. Por lo menos es negro, pero con la cantidad de suciedad incrustada que tiene por encima, casi parece marrón. Para a tu lado, y baja a abrite la puerta, pidiéndote que entres.

Ya en marcha, tienes que agarrarte al asiento para no marearte, con la vibración infernal que tiene el cacharro, y la brusquedad con que Mike maneja el extraño timón.

- Como le decía, ya se ha intentado acabar tanto con el Sabbat, como con los Anarquistas, pero el equilibrio de poder es demasiado precario. Aquí se están decidiendo cosas que afectarán al mundo entero, por eso Carelli ha confiado en usted para esta misión; sabe lo importante que es. De lo que suceda en el plató de esa comedieta, puede depender el destino de la Camarilla y el Sabbat en Estados Unidos para muchos años.

En unos minutos, llegáis a la puerta del Lace Club, un lugar de aspecto limpio, pero absolutamente repugnante. Dos enormes porteros os dejan pasar al ver a Mike, y le saludan casi amistosamente. Entráis juntos, y os encontráis en un bar lleno de mujeres ligeras de ropa y hombres sentados charlando. Es un espacio pequeño, iluminado con luces cálidas y una atmósfera bastante privada... Te recuerda mucho a una casa de señoritas, pero más moderno. Puedes ver a algunas chicas bailando en un pequeño escenario que atraviesa el lugar, como una pasarela. Otras también bailan, pero pegándose mucho a los hombres sentados. Mike te arrastra hasta una mesita y se sienta.

- Johana sabe que venimos, supongo que en un momento estará con nosotros. ¿Quiere beber algo?

Notas de juego

PErdona el retraso, entre mi semi out, y el de algunos jugadores, estamos empezando muy despacio. Vamos a ver si esto avanza un poco. :)

Cargando editor
09/07/2010, 15:16
Louis Henri Philippe de Saint-Alin

 

-Sacré Nom de Dieu...
 
El coche del Tremere resulta mil veces peor de lo esperado. Para empezar el ruido que hace, ¡ja!, ¡como para pasar desapercibido!. ¡Pero si una docena de cañones arrastrados al campo de batalla causarían menos escándalo!. Y ese olor que deja, aunque habida cuenta de cómo huele el callejón... ¿Y como es que no se lavan?
 
A punto está de protestar, pero el señor Crumps le ha abierto la puerta y espera que suba. Seguramente buscar un coche decente llevará tiempo y tampoco es cosa de perderlo, y emitiendo lo que parece ser un suspiro de cristiana resignación, Louis-Henri sube y se sienta, se acomoda y...
 
Y definitivamente la sociedad habrá avanzado mucho en algunas cosas, pero no en el transporte terrestre. ¡Pero si es peor que antes! Mucho más incómodo y con tantas máquinas en las calles casi llegarían andando a su destino. Pero claro, eso de andar es de plebeyos, no es como si fueran a dar un paseo por un agradable jardín.
 
-Si, si, entiendo. Es decir, no entiendo, pero si entiendo. Oh, cielos, es igual – Louis-Henri sacude la cabeza mientras se sujeta, van a tomar otra curva.
 
Ni precario equilibrio de poder ni nada. ¡Memeces! ¡Excusas! Lo que hay que hacer es salir a la calle, bien armados y organizados, y pasar por la espada al enemigo, incendiar sus refugios, acabar con sus partidarios. Eso es lo que se hacía en su tiempo y en el tiempo de su padre. ¡Cuantas veces le escuchó narrar, de niño, la noche de la Matanza de San Bartolomé, cuando los buenos católicos salieron y casi acabaron con todos aquellos hugonotes, los protestantes franceses!. Pues esto es lo mismo ¿no?.
 
No, se vé que no, ahora hay que ir a no-se-sabe-que-sitio a hacer no-se-sabe-que-cosa.
 
Gracias a Caín y al Cielo no tardan demasiado en llegar al refugio, o negocio, de la señorita Biggs, por favor, que apellido más vulgar. Los Toreador solían ser exquisitos escogiendo a sus Chiquillos, pero con semejante apellido y, lo que resulta peor, semejante sire, ¿qué se puede esperar?.
 
El lugar parece... curioso. En las puertas hay dos guardias, aunque no llevan uniforme deben serlo. Saludan con familiaridad al señor Crumps, y Louis-Henri levanta la cabeza y les clava los ojos, para dejarles bien claro quien es, no se vayan a pensar que le pueden tratar del mismo modo. Hasta ahí podíamos llegar.
 
Al entrar y mirar alrededor sus ojos se entrecierran un poco para adaptarse a esa luz artificial que no se sabe de donde proviene, porque ni hay velas ni quinqués. En su apartamento hay más luz, se pulsa un botón y se enciende, se vuelve a pulsar y se apaga. Pero es una luz diferente. Debe ser una especie de club, como el del Tremere, pero entonces repara en las jóvenes que bailan desnudas. Bueno, llevan una especie de... ¿qué será eso?. De poco les sirve para cubrirse, si entre todas no reunirían suficiente tela para hacer una camisa para un recién nacido.
 
-Ah. Esto es un burdel ¿cierto? – pregunta al Tremere - ¿Es la señorita Biggs la encargada? – vuelve a preguntar mientras deja que Mike le arrastre a una mesa y se sienta.
 
-Extraña forma de bailar, mas sin duda... sugerente y estimulante. Que lástima que...
 
-No me disgustaría beber algo – responde a Crumps – pero dudo que en un local como este pueda encontrar algo que... satisfaga a mi paladar.
 
-De hecho, sería un milagro que aquí encontrase algo que beber. Algo así como el Segundo Advenimiento. ¿Seguirán organizándose subastas de doncellas en estos establecimientos?. Eran tan prometedoras... Y a mí no podían engañarme.
 
-Pero ¿por qué bailan encima de esos hombres? – el Ventrue pregunta, curioso, al Tremere, viendo un Lap Dance en ejecución - ¿Es que ahora se yace en público?. ¿O este local es pequeño y no hay habitaciones para solventar tales negocios en privado?.
 

Notas de juego

Nada, tranquilo, ya leí en los foros que andabas liadillo matando niños ;)

Cargando editor
19/07/2010, 14:08
Johana Biggs

Tras unos momentos de espera, aparece una mujer escasamente vestida. Lanza una mirada despectiva a Mike y se sienta a su lado, con una copa en la mano.

- ¿Es este? Muy bien. Bienvenido a Nueva York, Louis. Soy Johana Biggs, la que se va a ocupar de que todo vaya como la seda en tu nueva asignación. Supongo que David ya te habrá informado adecuadamente... y te ha dado a Mickey para que juegues con él.- Mike parece bastante intimidado; sonríe como una rata estúpida.- Esos comediantes creen que pueden pactar con el Sabbat cuando quieran y tratarnos como a idiotas. Debes demostrarles que no es así... pero con cuidado.- Te pasa una tarjeta. En ella, escrita con letra muy redonda, está la dirección del estudio de SNL.- Cuando llegues mañana, di que trabajas para la cadena, que eres productor asociado. Ya tienen tu nombre en lista para dejarte pasar. Tendrás acceso a todo su Dominio. Puedes empezar ganándotelos, y luego demostrarles quién manda... tu sabrás. No todos los que están ahí son Vástagos; hay ghouls y mortales, algunos de ellos no saben nada de la situación en la que viven. Es importante respetar la Mascarada. Tengo que bailar ahora... ¿Alguna pregunta?

Su forma de hablar, tan directa, tan poco cortés... te resulta desagradable. No parece una mujer muy educada.

Cargando editor
20/07/2010, 00:00
Louis Henri Philippe de Saint-Alin

 

Mientras espera la respuesta del brujo, Louis-Henri vuelve a mirar a su alrededor, examinando el local y sus protagonistas. No termina de entender el significado de este local. Antaño, antes de aquella maldita guerra que acabó con el sur y su estilo de vida, habían salones... algunos exclusivos y otros no tanto, donde habían señoritas que por cierta candidad de dólares se prestaban a hacer más agradables las noches de los caballeros, mientras sus compañeras cantaban o bailaban para entretener al resto. Pero, cielos, ¡no tenían nada que ver con esto!. ¡Pero si estas jovencitas van desnudas!.
 
Pero que lástima, porque ¿Dónde queda el misterio?. ¿El encanto de desvestirlas, de liberarlas del corsé, de ir descubriendo sus ocultos encantos uno a uno?. Este mundo está definitivamente loco y... ¡Un momento!. Una de las chicas se acerca a ellos y el Ventrue mira al techo con aire de resignación, no ha venido aquí esta noche para cerrar ningún negocio con...
 
Antes de que pueda darse cuenta la joven se sienta, con toda naturalidad y sin apuro alguno, a su mesa, junto a Mike, que parece ¿azorado?. ¿Pero como es posible?. Cuando está a punto de despedir a la muchacha y decirle que se vaya, la muy desvergonzada empieza a hablar y hablar... y Louis-Henri casi se desmaya.
 
¿Ha dicho “este”?. ¡Este!. ¡Y le tutea!. ¡Y le llama Louis!. ¡¡A él!!. ¡¡¡De este modo, como si fuera su igual!!!. ¿Un momento?. ¿¿Y llama “David” a su Sire y Príncipe??. ¿¿Pero de donde ha salido semejante... tal... esta...??. ¡¡Argh!!. Mira de reojo al brujo, que no parece reaccionar, ni siquiera al insulto. Quizás sea lo más adecuado, ya que no proviene sino de una meretriz... pero no, no es eso. ¿Qué le pasa, no tiene, es un decir, sangre en las venas, para contestar como un hombre?. ¿Está... interesado en ella?. ¿O es por su Sire?.
 
Coge la tarjeta en silencio y le echa una miradilla no muy apreciativa antes de guardarla en un bolsillo de la chaqueta. ¿Qué se supone que es un productor asociado?. Productor... que produce... Eso está bien, el producía algodón y tabaco en la plantación. Y lo de asociado... ¿a los dueños de ese lugar al que tiene que ir?. Productor asociado, de acuerdo, visto así suena bien y... ¡Pero bueno!. ¿Qué habla ahora?. ¿Le está diciendo ¡a él! lo que tiene que hacer?.
 
-Ninguna pregunta, mademoiselle Briggs – le responde levantándose y haciendo una seña al Tremere para que haga lo mismo – Pero si un par de apreciaciones. La primera, que Su Alteza no me ha “dado” a Mr. Crumps para que juegue con él, sino que ha puesto a dos Vástagos a mis órdenes para que me ayuden en esta tarea – las cosas hay que dejarlas claras desde el principio – Mr. Crumps ya me ha demostrado que tiene educación y conoce su lugar, y le agradeceré que usted le imite y, si tiene algún motivo para insultarle, lo solvente con él en privado y no en mi presencia.  
 
Ya en pié sacude la cabeza, indignado.
 
-Y la segunda, y muy importante – continúa – es que os abstengáis de decirme lo que tengo que hacer. Consejos, los acepto de buen grado. El resto, no – añade frunciendo el ceño y levantando un dedo en forma admonitoria – Empezando por vuestros comentarios acerca de la importancia de respetar la Mascarada. Cuando yo fui abrazado no hacía ni dos siglos que se había fundado la Camarilla y mi sire estuvo en Thorns. ¡No habláis con un vampiro recién creado!.
 
Hace un gesto disciplente con la mano.
 
-Ahora podéis retiraros y regresar a vuestros asuntos, si sois la propietaria del burdel seguro que tenéis que atenderlo – prosigue acercándose a Mike – y si no lo sois... mejor regresar a vuestro trabajo. ¿Mr. Crumps?. Estoy listo para marchar de aquí – le dice en voz alta. Pero luego se inclina sobre él y le susurra unas palabras, en tono paternal, casi conmiserativo, poniendo una mano sobre su hombro.
 
-Jovencito, creo que vos y yo tenemos que tener una conversación, como se decía antes, de hombre a hombre. Por Dios, no puede usted dejar que una muchachita le trate de ese modo. Las mujeres, mon ami, son como las yeguas, hay que saber domarlas, o luego no se dejan montar.  
 

Notas de juego

El último párrafo, me puede costar una semana de sofá si lo lee mi mujer :P No quiero ni pensar la que se puede montar cuando se junte con los otros vampiros y vea un plató, ¿tu estás seguro de que quieres un vampiro así en la partida? ¿Tienes algo contra la Camarilla? XDD