Partida Rol por web

Ratas de Cloaca de enpié o us cuelgo de los güebos del palo mallor conyo!! El viejo August con la cara enrojecida quizá con un par de copas de Grog de más para hacer la guardia más soportable gritaba entre los camarotes para levantar a todo el mundo. Las furias!! Las furias de l'infierno angan sueltags demonios!!

Sueltas...

Demonios!!

Demonios!!

Habiendo dormido en peores sitios, no tardo en conciliar el sueño. Pero me despierto varias veces, y después me cuesta volver a conciliar el sueño, al no estar acostumbrada a dormir en alta mar... Por fin, consigo volver a dormirme. Me encuentro profundamente dormida cuando me despiertan unos gritos. Levanto la cabeza sacando la daga de debajo de la almohada... Qué ocurre ahora? Escucho atentamente a ver si consigo descifrar alguno de los gritos de los marineros... Ummhh.. Las furias? Extrañada me levanto del estrecho catre en el que me hallaba estirada y me coloco rápidamente las botas. Cogiendo el estoque de la pared donde lo tenía apoyado, y con la otra mano la armadura salgo del camarote dirigiéndome hacia la cubierta...

Cornelius no dormía. Simplemente estaba echado en el camastro, descansando, intentando olvidar lo sucedido, lo suficiente para poder dormir un rato sin pesadillas.

Cuando los marineros empezaron a gritar y moverse, simplemente se levantó, encintó las armas y salió a cubierta, con Khunder, desperezándose por el camino.

Ese grito sobre furias no podia traer nada bueno, y empezaba a ser un experto en malos presagios...

Varyan se encuentra en lo mejor de un sueño, en el que disfruta de un buen festejo en las playas de alguna isla remota, acompañado por una  bella muchacha, de ascendencia élfica y de gran parecido con alguien conocido,  cuando unos golpes seguidos de un buen griterío acaban con su descanso. De un bote, como impulsado por un resorte, abandona su cama, se hace con sus botas, agarra lanza y arco, que descansaban apoyados contra la pared, y en menos de medio minuto se encuentra abandonando el camarote en pos de la escalerilla de acceso a cubierta.

Escucha los gritos de los marineros, especialmente los atolondrados balbuceos del viejo marino, August, y la réplica de su loro.

- ¿Las furias? ¿A que se referiran esa panda de bribones? - piensa en voz alta -. Esperemos que no sea... empieza a encomendarse a su dios, recitando en voz baja un salmo.

En el camino a cubierta, me encuentro con Jazzmine y con Adler. - ¿Donde demonios está Sparrow? - lo busca con la mirada.

- ¡Vamos! - insta a sus compañeros, aunque al menos dos de estos ya se encuentran accediendo a cubierta justo por delante de él, dispuestos a enfrentarse a lo que sea que está provocando estos momentos de pánico.

Cuando decido irme a dormir, mas por estar preparado por lo que pudiera surgir durante el viaje, que por el sueño que tengo, observo el camastro roñoso en el cual tengo que acostarme afortunadamente llevo mi petate el cual coloco encima del camastro para separar mi cuerpo de las pegajosas y sudorosas telas en las cuales he de dormir.

Finalmente concilio el sueño, aunque me despierto en mas de una ocasión, por las tose y ronquidos de los marineros. Afortunadamente no estoy cansado, sino estaría a punto de matar a mas de uno de estos borrachos y mal olientes marinos.
 

Cuando escucho los gritos del uno de los marineros, maldiciendo y alertando no se exactamente de que. Uno de los insoportables golpes de tos de uno de los marineros, ya me había despertado, me pongo mis botas las cuales tenia al lado de mi camastro y junto a ellas mi espada, arco, flechas y la funda de pergaminos que me entrego la señorita Lavinia, cuando ya me encaminaba a la cubierta veo a Cornelius que también se dirige a ver que sucede, le miro y le digo: Después de ver que esta sucediendo, si no le importa me gustaría hablar con vos. Ahora suguiero que vayamos a ver que son esos gritos.

Cita :
 

¿Que les das elfita que les das....?

^^

Cuando llegaron a la cubierta del Blue Nixie comprovaron que el sol ya estaba despuntando en el horizonte, creando aquellas horas magicas en las que la noche se funde con el día, habían seguido recorriendo la accidentada costa. Un olor acre les recibió nada más pisar los maderos pulidos de la cubierta. Vieron como los marinos estaban al estribor del barco señalando nerviosamente a la costa y al agua, algunos de ellos con rostros cenicientos se apartaban de la barandilla con claros sintomas de hechar sobre la cubierta todo el contenido de su estómago.

Todo mortal es curioso, y el espectáculo terrible que se podía ver sobre la orilla hacía lamentar dicha cualidad. La tripulación del Blue Nixie observó como varias siluetas grotescas a la luz del amanecer que recordaban a las apacibles tortugas marinas se deboraban las unas a las otras, los capareazones estaban deformados y llenos de astillas de hueso coral, mientras protuberancias sin sentido de carne reptaban y se movian estulidamente y bamboleantes sobre sus patas desmesuradamente grandes e irregulares terminadas en afiladas garras. Una de ellas, la más grande cuya cabeza terminaba ahora con un hocico casi lobuno rematado en una hilera de dientes propios de un depredador volteó a la toruga rival mordiendo y arrancando grandes trozos del caparazón de su enemigo. Luego con un rugido triunfal y que heló las venas de los tripulantes procedió a comerse los intestinos de su víctima mientras esta se retorcía tratando de alcanzar alguna parte blanda para morder. Con la subida del sol desde el Blue Nixie se podía observar decenas de manchas de sangre en la arena.

Di os mig o mirasd en el agnua!! El viejo august señaló a la quilla del barco, justo en la linia de flotación.

Millones de burbujas salían del agua, como si centenares de peces nadasen a toda velocidad alrededor del casco del Blue Nixie. Khunder empezó a emitir un gruñido profundo advirtiendo algo más que un fenomeno natural.

Aunque aquello de los peces era fenomeno extraño, algunas veces se había producido, para lo que nadie del barco estaba preparado para la decena de cosas que empezaron a subir con el casco del barco. Eran o habían sido peces normales de aquellas aguas calientes lo que ahora trepaba con un hambre voraz hacia el suculento alimento que les observaba petrificado desde el barco. Empleando espinas que sobresalían de sus aletas, crostas y tumores coriaceos a lo largo de su cuerpo y dentadura más propia de animales de tres veces su tamaño, aquellas cosas subían chasqueando los dientes y retorciendose nerviosamente hacia lo más alto del casco.

Malditos olgazanes, hay que alejar el barco de aqui, venga todos a sus puestos, hinchad la mayor, el resto a las armas, no hay que dejar que esas monstruosidades suban a bordo.- Jack ya se dirigía a tomar el timón del Blue Nixie, para poner el barco fuera de peligro, si seguían en esa posición esas cosas seguirían subiendo

Tras llegara a la cubierta y ver tal horroroso espectáculo, ¿pero que es eso, por que se devoran los unos a los otros? De repente el creciente burbujeo que procedía de debajo del casco del Blue Nixie, llamo mi atención que se torno en sorpresa en ver que trepaban al barco con la intención de devorarnos, cogí rápidamente la funda de los pergaminos y empece a buscar alguno que nos pudiera ser útil para aquella situación, tengo que centrarme ahora, debo actuar rápido.

Tras examinar rapidamente los pergaminos que me había entregado la señorita Lavinia, escojo el de animar cuerda, Capitán voy a intentar capturar una de esas tortugas y acercarla lo suficiente al barco, puede que espante a los peces o que se lancen contra ella, de una forma u otra estaremos a salvo, ¿esta conforme Capital?

Empece a concentrarme para cuando me diera el visto bueno lanzar el hechizo del pergamino lo mas rápido y certero posible.

Por un momento me quedo clavada, mirando como esas criaturas se están devorando las unas a las otras... August hace que nos fijemos en el agua, un escalofrío recorre mi cuerpo al ver esa especie de peces deformados subiendo por el casco. Mierda... Son demasiados, piensa Jazzminne, piensa... Aceite... Claro...

Chicos, donde están los barriles de aceite?, rápido, que alguien me ayude... Grito mientras los busco con la mirada, esperando que alguien entienda mi plan... Si llenamos el casco de aceite, resbalarán, y no podrán continuar subiendo... O eso espero...

Jack tras ver durante un solo instante a aquellas cosas trepando por el casco del Blue Nixie le bastó para saltar hasta el timón, apartar de un empujón al estupefacto timonel y dar un bandazo para apartar al barco de la linia de costa. Mientras los demás miembros de la tripulación hacían todo lo posible para sacar aquellas cosas del casco. Algunos de los marineros reciaron el casco con aceite de ballena para hacer resbalar a aquellas cosas mientras los marineros más ancianos gruñían por lo bajo ante un posible incendio. Uldrich leyendo a toda prisa un pergamino que llevaba escondido entre sus ropas quitó el premio a la toruga vencedora hechizando una de las cuerdas del barco y lanzó a su moribundo enemigo contra las voraces criaturas-pez. El resto de los marineros usaban los palos y garfios de abordaje para pinchar y hechar a aquellas cosas del Bluie nixie entre rezos a Umberlee para que perdonara cualquier ofensa que le hubiesen realizado.

Al cabo de unos minutos de tensa reacción el Blue Niexie se alejó de la costa y de aquellas cosas, aunque debajo del agua y al paso del navío estallaban burbujas de sangre y visceras provenientes de las aguas más profundas que ahora surcaban. 

Mientras subo hacia la cubierta, me encuentro con Ulrich.

Escucho sus palabras sin mirarle a los ojos y asiento.

Claro... claro... después. Su voz denota que no tiene ganas, que es algo que no quieree hacer, pero algo le obliga a hacerlo.

Una vez en cubierta, observa el paisaje carmesí regado con las visceras de esas cosas.

¿¿¿Qué demonios es eso??? grita atónito.

Pero antes de poder esperar a una respuesta, ya hay más amenazas. Unas cosas parecidas a peces suben por la borda.

Agarra un palo con un pincho y empieza a empujar a los que están más arriba.

Una vez acabado con ellos, y con el barco con un nuevo rumbo, me relajo un poco. Tener cosas que burbujean debajo de un barco no me tranquiliza demasiado.

Cornelius se sumó a pinchar con los palos terminados en garfios, usados para acercar el barco a otro en ocasiones poco violentas, a las ultimas cosas pez que tenazmente se acercaban a la borda del Blue Nixie. Clavó profundamente el garfio en una de aquellos pescados infernales, el arma le atravesó de parte a parte con un ruido húmedo y espongoso que hizo que la bilis se asomara por la garganta de hombres que decían que ya lo habían visto todo. La cosa-pez estalló en una mezcla de líquido burbujeante y denso que se precipitó al mar. Cuando Adler hizó el palo vió que la punta de hierro había quedado derretida.

Mientras Jack al mando de la Enlutada laalejaba de aquellas aguas que parecían infectadas por aquellas criaturas vomitadas desde las mismas entrañas del infierno, iba entonando una vieja melodia

Una vez lanzado el conjuro y observando que el burbujeo persistía en aguas mas profundas saliendo a la superficie sangre y vísceras de a saber que monstruosa criatura, me centre en recuperarme y mantener la concentración, por si fuese menester volver a lanzar otro hechizo. Mientras no podía evitar pensar que aquellas monstruosidades marinas debían de ser causa de algún maleficio o algún hechizo malévolo.

Mateneos alerta esto aun no a pasado.