Partida Rol por web

Neblin entra en la tienda y su mirada se pierde en el sinfín de objetos que decoran cada palmo de pared. Enseguida se encuentra curioseando estanterías, objetos y artilugios sin mucho temor a que le estallen en la cara.

Con la aparición de Gorim, el mediano lo mira fugazmente y mientras vuelve distraerse entre cachivaches comenta: -¿La mano de Vecna?-

El pícaro sonríe burlón.

Mialee observa toda la tienda y las maravillas que almacena. Su mirada se centra rápidamente en las armaduras y armas que cuelgan de los soportes: su bella manufactura, su resplandor, el afilado filo, la decoración ornamental....

- Querría una armadura de cuero encantada que me protegiera mejor del daño

Sonrie al mediano, y parece pensar en una respuesta cuando las palabras de Mialee ponen en marcha su alma de comerciante.

- Por supuesto bella, ah.. elfa - se atraganta un poco, no muy acostumbrado a tratar con los de tu raza, pero al ver que no ha errado del todo continua más osado - tenemos una gran variedad, desde los sencillos encantamientos de protección hasta exóticos conjuros provenientes de más allá de este valle... - acompaña sus palabras con hechos, pues va poniendo varios ejemplares sobre el mostrador mientras detalla sus cualidades.

- La verdad es que nunca he comprado este tipo de objetos, dice un poco contrariada al no saber cuál elegir. Me gustaría algo que no fuera muy leve...tengo casi 3.000 po ¿qué me puede ofrecer?

Neblin saca la nariz por detrás de Mialee.

-Es importante que no tape mucho, para distraer a los enemigos.- Hace un guiño al enano -Ya me entiendes.-

Después de eso desaparece fugaz hacia una zona que ha llamado su atención. ¡Pergaminos!

-¿Tendrán alguno para que se les caigan las enaguas a alguien?- Se pregunta con una risa infantil.

Husmeando los papeles e ignorando si Mialee habla o no, Neblin pregunta desde su lugar -¿No tendrás un ritual de Transferir Encantamiento y el Auxilio de los Compañeros?-

- Tres mil monedas - el enano sonrie mientras quita la mayor parte de las piezas que ha ido sacando - permitidme que os enseñe algunas de las joyas que tengo.. - le oyes abrir algo bajo el mostrador mientras no deja de hablar - por cierto, me llamo Gorim, disculpad mis modales... ah si, veamos que tenemos aquí - extiende otras tres armaduras de cuero junto a la que ha quedado de las anteriormente expuestas.

- Esta de antes es una armadura convencional, muy común, nada que no se pueda encontrar en cualquier tienda, pero por tres mil monedas podemos obtener algo más interesante, más personal. Por ejemplo aquí tenemos una bella armadura, casi tan bella como usted si me lo permite... - carraspea y continua con su charla - en ella se ha capturado la esencia de un elemental del viento y le permitirá atraer a tus enemigos mientras sus agiles piernas bailan alrededor del pobre desafortunado

- Naturalmente tenemos algo de un corte más clásico, ideal si se va a combatir dragones, sin duda protegerse del frio o del fuego de su aliento no es poca cosa. Las tenemos en distintas tonalidades y podemos hacer que se ajusten al color de sus preciosos ojos. Son un clásico y no ha de temer porque pasen de moda.

Se acerca y susurra como si compartiera un secreto - se que pasa algo del presupuesto, pero esta joya, es un lujo por tan solo cuatrocientas monedas más. Hoy en día los caminos no son seguros, hay bandidos y cosas peores, así que es una gran satisfacción saber que la magia de esta maravilla es capaz de transmutar el, por ejemplo, veneno que corre la sangre en un balsamo sanador durante unos pocos minutos. ¡Una joya se lo digo yo!

Mira expectante, mientras aguarda que las examines y tomes una decisión.

Muy callado y extremadamente pensativo había estado el dracónido desde que salieron de los túneles que ahora yacían inundados, la pérdida de sus amigos los enanos había sido sin duda una pérdida que le había afectado en lo mas profundo de su corazón.

En el último tiempo, su vida se había centrado en el monasterio junto a su maestro Kalad, pero ya ese monasterio era historia.

Peor aún fue la despedida con su maestro; Kalad había escuchado la voz de Bahamut en sus sueños y le había encomendado una misión que debía resolver solo, había dicho que el destino del dracónido era ahora estar con el grupo que lo había rescatado de las sombras de la muerte y que su responsabilidad como seguidor de Bahamut era cumplir con lo correcto -Ellos nos salvaron, casi entregan su vida..... Ahora hijo mio, deberás hacer lo mismo por ellos -Fueron las últimas palabras de su maestro.

El gran apetito por el licor que lo describía normalmente, ahora estaba apagado, como su lengua y sus ojos, apenas y probó la copa de vino en la taberna, aunque del asado no dejó ni los huesos.

Pero en medio de la civilización, se sentía como un bicho raro, no le agradaba y solo se limitaba a curiosear ligeramente finas telas en el mercado y algunos alimentos extraños que olfateaba, mientras miraba como sus compañeros habían forjado una amistad de la que él se sentía un invasor, pero era su obligación, su destino, por ahora........

Finalemnte, y después de su "ausencia" que había hecho olvidar a mas de uno de sus compañeros que él estaba ahora con ellos, abre su boca.

-Yo no deseo nada... -Dice dirigiéndose al mediano, quien parecía el mas amigable de todos -Tan solo un par de botellas de buen vino. -Alza su mirada al enano Gorim -Sabes donde puedo encontrar un buen vino? -Lo que menos deseaba ahora era beber, pero sabía que una vez le pasara su consternación por la pérdida sufrida, lo desearía donde quiera que se encontraran.

El mediano le sonrie al hombre dragón desde su recoveco analizando pergaminos.

-¡Confn shafaer!, wux zklaen tuor creolnali... filki siofme zahae coi.- Le responde en draconico.

Neblin aún no tenia muy claro donde había aprendido a hablar como los dragones, pero tampoco es que hubiera pensado mucho en esos detalles. Siempre le había divertido pensar en si mismo como una caja de sorpresas.

Miró al enano.

-¡Eh! Gorim, ¿me has escuchado?- Insiste impaciente al ver que el draconido quiere ir por la suya, a ser verdad sus compañeros habituales eran mas bien poco habladores. Quizá es que ya no quedaba nada por preguntarles. Madmartigan tendría historias nuevas que aprender ... no podía dejarlo escapar tan facilment.

Neblin ha dicho:

-¡Venga ya! Alguna cosa tienes que querer ... solo tienes que pensar en ello.-

Galid se junta a Neblin en la inspección de los pergaminos. Aprender nuevos rituales era algo que siempre lo satisfacía, por lo que no puso ninguna objeción a la idea del dicharachero mediano.

Cuando Madmartigan pregunta por el vino, Galid lo mira un segundo, y luego sacude levemente la cabeza.
Acabamos de estar en una posada- contesta secamente. Para Galid no había gran diferencia entre los distintos vinos, por lo que a lo que el respectaba, bien podría haber conseguido un “buen” vino en la posada.

- Rituales, si señor, - dice mirando a Neblin. Luego se gira a la elfa - si me disculpa mientras toma una decisión... - va a dirigirse al mediano cuando lo piensa mejor y se vuelve hacia Mialee - en cualquier caso si necesita cualquier aclaración o ver otros productos no deje de avisarme - acaba la frase todo sonrisas.

Ahora si se vuelve hacia el mediano - si señor, rituales, es lo que usted necesita, y ha venido al lugar indicado si señor. El bazar de las maravillas de Gorim tiene toda clase de rituales - habla y habla mientras rebusca entre polvorientos libros. En un momento dado al retirar uno y empezar a hojearlo media docena se van detrás y aterrizan en el suelo levantando una pequeña nube de humo

- ¡Diablos! - agita la mano mientras tose - apesar del percance el viejo enano sigue buscando - marrón, yo diría qu estaban en los libros marrónes - masculla en voz alta... - ¡Ajaja! - exclama triunfante levantando un ajado libro marrón con una vistosa mancha de grasa en la contraportada.

- Arcane Lock, Brew Potion, Tenser Floating Disk, Endure Elements, Silence... - va pasando el dedo por las paginas mientras lee en voz alta con los ojos casi pegados al libro y de cuando en cuando se lame el pulgar para pasar página - aquí, aquí - sonrie satisfecho - Comrades' Succor y...si, Transfer Enchantment

- Um, no soy muy entendido en vinos mi buen señor - dice mientras Neblin hojea el libro que rápidamente su curiosidad ha hecho que coja de las manos del enano - soy más de cerveza, aunque quizás más tarde pueda preguntar a algún comerciante amigo mio y conseguirle una dirección.

Neblin sonrió satisfecho.

-¡Perfecto! Gracias maese Gorim- El mediano hizo unas palmaditas en la pierna de Galid (no llega al hombro). -Los rituales serán para el ... al menos hasta que no me enseñe como lanzar yo mismo los rituales o sepa imitarlo-

Se apartó dirigiéndose al sediento Draconido.

-Y nuestra hermosa elfa pagará los gastos junto la armadura, aunque creo que es Morgran quien tiene el dinero. Al salir de la tienda le doy un aviso-

Sonrió a Madmartigan.

-¿Vamos a buscar ese vino?-

Mientras salia de la tienda añadió.

-Ah! Galid, luego hablamos para que transfieras un par de encantamientos de mi equipo.- Hizo una reverencia con su nuevo sombrero y salió.

Yo te sigo mediano!!.

Silenciosamente como había permanecido durante las últimas horas, el dracónido sale de la tienda, con su imponente armadura ahora manchada y algo abollada por los intensos combates de hacía algunos días.

-Poco he sabido de ustedes, mediano, salvo que te llamas Nublon y no mucho mas...... en que aventuras y desventuras han estado antes de mi llegada??

La elfa consulta con su compañeros y cuando aceptan prestarle el dinero vuelve con el enano: Maese Gorim, creo que me voy a quedar esta, dice señalando la más cara. Entonces pasa a una pequeña habitación a la que le conduce el enano y allí se cambia de armadura, la vieja la guarda con cuidado pues a su manera le ha protegido durante estos años.

Al salir Mialee parece más radiante que antes, los brillos de la armadura se reflejan en sus ojos y su sonrisa al sentirse más segura muestra que la confianza ha vuelto a ella.

Vais de tienda en tienda buscando una buena bodega, al rato algo se os hace extraño, giráis otra esquina y se confirma, os están siguiendo.. pero al frente parece que vienen más, unos hombres os miran con un pergamino en la mano. Sonrien, y va a ser que no es por un chiste.

- Tirad las armas, dadnos la llave y sobreviviréis - la gente se aleja de los puestos y el ajetreo hace que un caballo atado a un carro empiece a dar coces, más vale no acercarse.