Partida Rol por web

Gremlin? En serio le habían llamado gremlin? - Que es une Gremlin? No sé de qué me estás hablando. - le contestó Diana a la rubia. Lo cierto es que la Madison la intimidaba mucho, pero no debía dejarse defenestrar por la rubia. Volviendo a su laptop, Diana la giró y le enseñó que estaba buscando noticias sobre ella, aunque no le mostró las búsquedas relacionadas a Jordan ni a Leslie. - He descubierto que sobrevivir al ataque de un psicópata al parecer puede volverte rico. Técnicamente en la bolera yo también sobreviví, así que estoy investigando cómo hacer para sacarle provecho a la historia. - No sabía que buscaba provocar en la rubia, pero por ahora solo quería tocarle los cojones. 

¡Oye, eso no ha sido muy amable por tu parte! - añadió Veronica a la conversación, algo mosqueada.

Sshh. - le rechistó a Veronica. - Déjala trabajar. Ya ha sobrevivido una vez ¡seguro que entiende como sobrevivir otra! - si bien en cualquier otra ocasión a Leslie no le habría gustado tampoco el comentario, estaba completamente cegada por la fama que iba a conseguir al estar cerca de una famosa.

Patética. Su respuesta sólo me conseguía dejar algo en claro (que ya desde antes anunciaban sus pintas a kilómetros): o se estaba haciendo la estúpida, o directamente lo era.

-¿Te lo deletreo para que lo busques también?- resultaba desesperanzador ver cómo los adolescentes de hoy en día tenían el conocimiento justo para hacerse selfies en mitad de un tornado, pensar que el balconing no entraña riesgos... e incluso seguir en redes a aquellos que se consideraban influencers (gente que conseguía dinero a cambio bailar, jugar a cosas absurdas e incluso sacarse mocos delante de una cámara con tal de hacerse viral).

Cruzándome de brazos esbocé una sonrisa maliciosa de medio lado –Me alegra que quieras seguir mis pasos- ¿Quién no? –Pero creo que te decepcionará saber que yo ya era multimillonaria desde antes que una farmacéutica pirada se dedicara a matar.

Además, bajo mi punto de vista, la supervivencia de Betty la fea _(Diana) no se trataba de ningún logro. Más bien lo podríamos denominar un acto de ignorancia o piedad por parte del nuevo cutre enmascarado. Como cuando decides no pisar esa horrible oruga que te encuentras en mitad de la acera.

-Yo que vosotras no me desviaría del tema. Sé cosas que pueden ayudar. Y no me importará contarlas, siempre y cuando compartáis la información que, por ahora, seguís escondiendo.

Jordan permanecía ahí apoyado disimulando con el móvil en la mano, aunque realmente estaba pendiente de la conversación. Reconocía todas las voces y se congratulaba pues tenía ciertas sospechas de esa tal Madison. En su mente encajaba al 100% con el perfil del asesino.

Notaba que la rubia estaba bajando un poco los decibeles, y que no iba a presentar una batalla Bully-Nerd. Ok, está bien. - dijo Diana y sacó su celular. Buscó el audio que había enviado a su padre, en el que se escuchaba lo dicho en la cinta. 
Le pidió a las chicas que se acercaran un poco para escuchar el audio. 
 

Hola querido pueblo de Anderson Creek.
Puede que muchos os estéis preguntando ¿por qué ha vuelto Ghostface? ¿Por qué vuelve a asesinar personas sin ton ni son? ¿Será el heredero de Dana Scully? ¿Un fan?

No importa quien sea yo, pero si que comparto la visión de Dana Scully. Este pueblo está lleno de falsos, de mentirosos, de gente sin moral y aprovechada que solo desea beneficiarse, sea cual sea el coste. Este pueblo está lleno de corrupción y el mal y la avaricia ha echado raíces por todas partes. ¡Solo hace falta ver que a nadie parece haberle importado que el monumento insignia de este pueblo sea una asesina serial! ¡Y no hablemos ya de el lucro que están recibiendo algunos por las tan malas películas que se están haciendo en su honor!

Pero yo, panda de desagradecidos, pienso hacer limpieza, pienso limpiar el pueblo de esas personas y arrancar de raíz el mal creciente, en busca de que el pueblo quede más limpio y deje de idolatrar un símbolo para empezar a temerlo.

Mañana, durante el festival de la Luna Sangrienta, otra festividad hecha para lucrarse de una desgracia, todos aquellos mentirosos acabarán cubiertos de rojo.

- Si te refieres a esto, pues no lo estábamos ocultando. En cualquier momento aparece en las noticias. Pero en cuanto a ti, te acabo de mostrar mis cartas, dime que tienes tú que nos puede ayudar en esta situación. 

Esta perra se grabó el audio, ¿qué coño quiere, ser famosa como la otra? Menuda estás hecha Diana, ¡qué sorpresa!, pensaba Jordan mientras escuchaba todo aquello, alucinando un poco con aquella revelación. Aunque por otro lado descartaba a Diana como una posible asesina, no tenía sentido sino todo aquello.

Tal y como había previsto, una de las impopulares de clase _(Diana) optó por darme algo de información.

No es que fuera muy revelador por su parte, pero como suelen decir cuando pierdes bochornosamente a un juego infantil: “lo importante es participar”.

-¿Eso te lo ha enviado a ti?- dije nada más terminé de escuchar el audio, pues eso podía relacionarla indirectamente. A lo mejor tenía algo que ver su padre (un periodista de dudosa reputación según mi afinado criterio).

-¿Sabéis toda la historia de la loca del demonio _{(Dana Scully)}?- comencé preguntando antes de proporcionar algo que no entendieran. Lo cual consideraba terriblemente posible viendo que no sabían ni peinarse, ni lo que era un gremlin –Antes de suicidarse contó que esperaba que su sucesor, aún puro y sin sangre en las manos, hiciera un mejor trabajo.

La gente desvirtuaba en exceso. Mezclaban Robin Hood con Saw –He descubierto que fue donante de óvulos.

Y esas fueron las últimas palabras de Madison, también de Diana y cualquiera que estuviera allí, ya que era muy tarde y el dueño del local los echó a todos, muy educadamente, eso sí.

Ryan y Sam llegaron a la cafetería, la cual parecía especialmente tranquila hoy, pues no parecía haber nadie conocido en el lugar.

Ryan tenía un cúmulo de emociones y nervios después del día tan movidito que habían tenido. ¡No todos los días uno se lanza encima de una criminal! Se pidió un café descafeinado, si no sabía que después no iba a dormir nada bien si encima se metía un chute de cafeína.

Miraba a Sam, tímido, pero le costaba mantener la mirada fija en ella, hasta que finalmente, mirando su taza, se decidió a hablar. - Siempre intento cumplir mi palabra. - comentó para romper el hielo. - Así que como dije, aquí me tienes Sam, todo para ti, para escuchar cualquier cosa que me tengas que decir ¡y para apoyarte si lo necesitas! - se puso un poco rojo, pero esta vez sabiendo que no había dicho ninguna cochinada. - Y si no quieres volver a casa y necesitas un lugar donde dormir, mi cama siempre está disponible para ti.

Y ahí estaba, no podía controlarse. Se echó las manos a la cara, para tapársela entera, solo para abrir un poco un hueco para la boca y pronunciar. - Ya me entiendes... Yo dormiría en el sofá y tal... - intentó arreglar.

-Un café, con tostada de mantequilla, amigo.- Pedí al entrar y sentarme en algún lado.

La boca de Ryan, como siempre, iba a su bola.

Alguna vez me pregunté si realmente pensaba lo que decía. Hace ya tiempo que desistí en pensarlo. Eso no quería decir que hubiera veces que me hiciera gracia, como ahora. Esas cosas me... relajaban. Y últimamente, con lo que estaba pasando, más que nunca. Aun así, se notaba que le daba vueltas a algo en mi cabeza.

- Puede que... esta noche tenga que dormir en tu casa, Ryan.- Miré directamente al café y la tostada cuando me llegó, sin levantar la cabeza hacia el chico. - Mi padre... ayer... me echó de casa. Tuve que irme a casa de Barbara.

Reconocí aquello como si fuera un golpe bajo y con cierta molestia. No me gustaba pedir favores y ahora parece que suplicaba por ellos. Y encima me sentía mal, más que nada porque con ello involucraba a Ryan. Él que siempre había sido tan bueno conmigo y yo ahora... O estaba segura de si eso era aprovecharme de él o, de alguna manera, seguir estando cerca de mi casa.

- Yo... em... ayer... con mi padre ... Hablamos... Él me echa la culpa de todo, que es mi culpa, su muerte, la de todos, pero... no me entiende, yo... no puedo evitarlo...- Me costaba siquiera poder empezar. Entonces me di cuenta, al levantar la cabeza y encontrarme con esa mirada, que no quería hacerle daño. 

¿Seguro? ¡Y por qué no!

Miré a todo los lados y tomé la mano de Ryan con cierta impaciencia. Le miré a los ojos muy seria. 

- Ven conmigo- Dije levantándome de la mesa, cogiendo algo y entrando en el baño, sin esperar siquiera a que él me siguiera. Necesitaba que nadie más lo supiera.

Ryan miraba con atención a su amiga, sin entender muy bien de que iba todo aquello. - Ya me lo imaginaba cuando vi que salías corriendo de casa... Y detrás fue Barbara. - respondió ante los comentarios que había hecho la chica respecto al no poder volver a su casa.

No te preocupes. - comentó dándole la mano para tranquilizarla. - Aquí está tu vecino friki y salido de confianza para cubrirte las espaldas y darte cobijo siempre que lo necesites. - lo de salido esta vez lo dijo para intentar quitarle algo de hierro al asunto, se la veía muy afectada y estaba intentando hacerla reír, aunque no se le diera muy bien.

Pero pronto la chica, avanzó sin miramientos hacia el baño. - ¡Espera, espera! - decía nervioso, intentando murmurar y no gritar, mientras la seguía. - ¡Qué no llevo condones ni nada y hacerlo en el baño público es muy antihigiénico! - negó con la cabeza, esta vez no se dejó ruborizar por sus cerdadas. - ¡No, joder, no es eso! ¿¡Qué van a pensar si nos ven entrar y salir del baño juntos!?

Aún con esas, tampoco ofreció mucha resistencia, pero estando encerrados allí si que se le podía ver muchísimo más nervioso de lo normal, que ya era decir, tanto que se notaba como su cuerpo temblaba ligeramente y era ciertamente incapaz de pronunciar palabra. Tampoco se fijó en nada de lo que Sam pudiera haber cogido, pues estaba demasiado preocupado como para haber visto aquello.

Diana llegó al café para ver que allí no había mucha gente, sin embargo le llamó la atención que habían un par de cafés servidos sin tomar en una de las mesas.

Al haber tan poca gente, Diana preguntó por sus amigos y el camarero no tardó en comentarle que aquellos cafés servidos eran de las personas que describía, sin embargo parecían haberse metido corriendo en el baño del local por alguna razón desconocida.

Que extraño… Se estarán escondiendo? De quien? Parece que el resto no vio de lo que ellos se estaban escondiendo. 
Diana le dio las gracias al buen señor, y se dirigió al baño. Y abrió la puerta silenciosamente para no asustarlos. 

Lamentablemente, la puerta parecía estar cerrada con el cerrojo, sin embargo no era gruesa y su material era la madera, a diferencia de la gruesa y metálica puerta del baño del lago, así que si Diana ponía la oreja...

Poner la oreja pensó, y lentamente la acercó hacia la puerta. Pero un segundo antes de escuchar nada se arrepintió. Tal vez no era lo que pensaba, o tal vez sí. En todo caso, no invadiría la privacidad de nadie. 
Diana se volvió sobre sus pasos, se alejó un poco y dio una vuelta más, volviéndose a poner de frente al baño. Comenzó a avanzar de nuevo, exagerando el ruido de sus movimientos, y cuando llegó a la puerta, la golpeó con fuerza.

-Sam! Estas ahí? Necesito que veas algo con urgencia. Soy Diana! 

Al poco de entrar los jóvenes en el baño, un par de golpes sonaron en la puerta y una voz conocida sonó a través de esta.

-Sam! Estas ahí? Necesito que veas algo con urgencia. Soy Diana! 

Aún así, parecía que tampoco estaba forzando la puerta más allá de eso y si hablaban en voz baja, Diana no les escucharía.