Partida Rol por web

Mikcey, Mike, Michael, entre otros tantos misteriosos nombres, se encontraba hablando con una profesora... O alguien del centro, la verdad es que no le sonaba a River, aunque si que pudo ver que era mucho menos formal que el resto del profesorado. Al ver a su hija, sonrió y se acercó a ella.

Hacía tiempo que no te veía tan arreglada, pero no caigas en las garras dem capitalismo ¿eh? - bromeaba, burlándose un poco de si mismo. - Estoy muy contento de estar aquí, he conocido a esa chica con la que estaba, es la psicóloga del centro. - le explicó a modo presentación. - Dice que trata con chicos desde primaria y la verdad es que parece una persona estupenda.

Miró alrededor. - ¿Tienes pensado con quien bailar?

Tras asegurarme de que el director o ningún profesor entraban en el baño (que haya moros en la costa, vamos), saqué la cajetilla de cigarrillos y el mechero de... mejor no preguntéis, porque ese vestido tenía pocos bolsillos.

Tras una larga calada, que me supo a gloria, entró Leslie. No tenía muy claro qué me fuera a seguir, pero al menos, no estaría sola. Curiosa palabra cuando un asesino rondando, lo mejor, sin duda, es estar sola. Sin, asesino, vamos.

- ¿Qué hay, enana?- Lo dije sonriendo de modo que no era más que cierta broma - No te he vuelto a ver desde la fiesta en el lago y... - me encogí de hombros.- ... Te cogieron como sospechosa. ¿Cómo te fue con eso? Supongo que fuiste buena actriz y te soltaron pronto. ¿No? Ya sabes... por eso de no decir la verdad y cosas así.

La observaba. Oh, vaya que si la observaba. Cada gesto, cada suspiro, cada mirada. No estaba segura si realmente estaba involucrada en algún asesinato, no tenía pruebas. Solo la terrible sospecha de que no era trigo limpio. Aunque ahora mismo, no me fiaba mucho de nadie.

Leslie al entrar se sorprendió al ver que estaba fumando allí, tal cual, por lo que corrió y tiró el cigarrillo al suelo de una palmada, lo apagó con el pie y con los brazos dispersó el humo todo lo rápido que pudo. - ¡Pero tía! ¡El detector de humos! - decía respirando agitadamente. - ¡Pensaba que te lo ibas a cargar o algo así primero! - suspiraba, algo aliviada. - Menos mal que no ha saltado, si no se habría disparado la alarma de incendios y nos habrían sacado a todos del baile.

Leslie se cruzó de brazos y miró mal a Samantha al escuchar sus acusaciones. - ¿Sabes que ayuda a que te suelten pronto? Que asesinen a varias personas en la bolera mientras estás entre rejas. - bufó. - Pensaba que ibas a querer decirme algo sobre el capullo del director o algo así, pero al final todos pensáis que yo soy la jodida asesina, incluso el pobre Matt que en paz descanse. Parece que la única que no sospecha de mi es Madison, menos mal que ha vuelto al pueblo... - miró al suelo. - Está bien tener a alguien que no te ve como una asesina...

¡Oh venga, porfa, solo uno rapidito! - pedía con cara de niño bueno mientras se acercaba a él un poco más. - Nunca he estado cerca de nadie tan famoso, quiero que me admiren en clase, después de todo, no todos los días uno puede hablar con su ídolo ¡y menos aún si ese ídolo es un periodista famosísimo que está jugándosela para decirnos a todos la verdad sobre lo que acontece! - no paraba de pelotearlo, de forma que al menos le cayera en gracia levemente.

Pero pronto se dio cuenta de que estaba llamando demasiado la atención, como suele hacer de costumbre, por lo que decidió no darle más bola. - Aunque lo entiendo. - se apartó. - Debe recibir muchos fans todos los días y no quiero que me recuerde como un pesado más, le dejaré disfrutar de la fiesta y de prepararse para dar la noticia en cuanto antes.

Ahora que ya había cumplido. a su parecer, su turno de vigilancia, echó un vistazo rápido al rededor, River parecía andar con sus amigos, Diana estaba entregando el móvil a la policía y Sam había desaparecido del mapa. - ¿Y ahora con quién bailo yo? - se preguntó a si mismo, con cierta decepción. Decidió volver junto con Lazlo, ya que aunque no tenía tanta confianza con él como con las chicas en las que había pensado, si que sentía que era mejor estar con él antes que cerca de Barbara, quien seguía pegada a Jordan.

¿Qué hay? - le comentó, sin saber muy bien que decir. - ¿Ya tienes pensado con quien bailar? - intentó decir para romper el hielo.

-¿Incluso en el baño abriendo la ventana?-le propuso, aunque la verdad era algo más complicada. River no quería decirlo, pero no le quedaba otra. Así que decidió tirarse a la piscina y ya ver luego como lo resolvía si se negaba.-Necesito que me prestes de vuelta. Me he quedado sin y el resto está creciendo todavía. Me vendría bien tener una pequeña reserva por si acaso. Cuando acabe todo esto te lo compenso, te lo juro.

No recordaba una sola vez en la que le hubiera tenido que pedir algo así. Normalmente era ella quien repartía, a veces compartiendo lo que pillaban de otros lados. Se sentía tan tonta por tener que recurrir a esto...

En cuanto se acercaron a Mickey, puso su mejor cara y sonrisa, fijándose en la mujer que le dijo. No le sonaba de nada, pero su profesión era interesante. River se preguntó si eso significaría que se ocuparía de tratar a Jackie en caso de que hiciera falta.

-Si tú no lo haces, yo tampoco.-sonrió devolviéndole la broma. 

Entonces llegó esa pregunta. Al principio, cuando llegaron al pueblo y se enteró de la tradición del festival, preguntar con quién ibas a bailar era casi una broma, una forma inocente de sonsacarle a alguien el nombre de la persona que le gustaba. A medida que se hacían más mayores, River se sentía más incómoda con la pregunta, como si estuviera en un interrogatorio.

-No había pensado bailar con nadie, es solo una leyenda cursi. ¿Tú ibas a bailar con alguien?-aunque de verdad pensaba eso de la leyenda, desvió la atención hacía Luke y luego hacía su padre.-¿Y tú, vas a bailar con ella? Parece maja. Y guapa.

Luke accedió, de bastante mala gana eso sí, a darle algo de material a River.

Mickey, por otra parte, volvió la mirada a aquella psicóloga tras escuchar las palabras de su hija, hizo que sus ojos se tornaran algo brillosos, pero pronto negó con la cabeza. - No. - negó. - Ya sabes que nuestra filosofía es no atarnos a nadie, vivir libres, dejar que cada persona decida si quiere estar con nosotros o no. - volvió su mirada a River. - Y dentro de esa misma filosofía, incluye el hacer que seas libre de elegir la forma de vida que tu quieras. - le puso una mano en la cabeza y le meneó un poco el pelo. - Aunque estaré encantado de enseñarte como vive un auténtico espíritu libre cuando quieras, como hizo mi padre conmigo y el suyo con él. - se le notaba cierto orgullo en sus palabras.

Aunque. - interfirió. - Aunque no baile con ella, si que me gustaría conocerla un poco más en profundidad, así que te dejo aquí con tu amiguito. - se despidió de Luke y marchó hacia aquella psicóloga.

La miré con cara de mala uva cuando me tiró el cigarrillo.

¡Con lo que costaba buscarse uno y que no te pidieran el carnet! Sin embargo, me resultó muy divertido el hecho de lo que dijo sobre el detector de incendios. Sonreí malévolamente. También cuando dijo sus cosas.

-¡Bravo!- Vitoreé aplaudiendo.- Una actuación soberbia, Leslie.

Me acerqué a ella dando pequeños pasos, cortos pero inexorablemente en su dirección.

- En primer lugar, te diré que hay dos asesinos. Y en segundo lugar, es curioso que una persona que no fuma se haya dado cuenta de los detectores de incendios de los baos. ¿Sabes? Si yo fuera la asesina y quisiera crear un caos para poder matar a la gente, solo tendría que venir aquí, y activarlos.- Aplaudí de nuevo.- Bravo, Leslie. 

Me quedé a un metro escaso de su posición mirándola de arriba abajo.

- También es curioso que todos piensen que eres tu la asesina, que por cierto... ¿Quieres son todos?- Puse cara de tonta.- Oh, si ya. Todos los que están muertos, cierto. ¿Crees que el padre de Diana o Eleanor Rigbe me han mentido cuando me han dicho lo que saben de ti?

Sonreí adelantando algo el rostro en su dirección.

- Te voy a contar un secreto, Leslie. Aquí dentro hay un asesino. Y si tú no lo eres entonces... debo serlo... yo.- De improviso cogí a Leslie del cuello y la empotré contra la pared.- ¿Tú que crees? ¿De qué lado estás, Leslie?

Esperaba que al menos el farol funcionara de alguna manera.

Pe-pero... - se quedó un segundo atónita al escuchar lo de los detectores. - ¿Pero quien no sabe lo de los detectores? Es evidente que si ocurre un incendio, saltan las alarmas. ¿O es que en el baño no hay cosas que ardan? -  señaló, sin apartar la mirada, los secadores de manos que allí habían, pero pronto retiró la mano y negó con la cabeza. - Más importante aún ¿cómo sabes que hay dos asesinos? - empezó a caminar hacia atrás, asustada.

A cada palabra que Sam decía, hacía retroceder más y más a Leslie. Parecía costumbre ya en el día de hoy para ella recibir ese tipo de reacción en el baño tras sus amenazas, aunque Ryan parecía mucho menos asustado. ¿Quizá porque estaba mucho más cachondo? Como fuera, Leslie buscaba desesperadamente la salida. - ¿Qué te han contado de mí un reportero y la superviviente de los primeros asesinatos? - parecía cada vez aún más confusa, sobre todo con la mención de Eleanor, la desaparecida.

Estás loca. - afirmó finalmente. - Tienes que ser tú. Tú eres la asesina. - dijo convencida. - ¡Voy a hacer que te arresten! - gritó antes de intentar salir del baño corriendo.

Antes de que escapara, la cogí del brazo y tiré de ella.

Ahora no bromeaba, estaba seria, Se revolvía como un ratón a punto de ahogarse, y tras unos segundos tensos, la hablé tranquilamente.

- Basta.- Tiré de nuevo de ella hacia mí.- Leslie, Basta. Solo era una prueba. ¡Necesitaba saber si puedo confiar en ti!

Me interpuse entre ella y la puerta, apoyando mi espalda en la puerta para evitar que pudiera abrirla.

- Necesito que vigiles. Tienen nuestros teléfonos pinchados. A ti no te vigilan, en realidad. El padre de Diana recibió unos mensajes del asesino. Dijo que iba a atacar hoy, así que te necesito.- Abrí las manos y las puse con las palmas abiertas hacia arriba.- ¿Estás conmigo?- La miré detenidamente -¿Lo estás? Porque no puedo contarte nada más si no confías, ¿vale?

Levanté una ceja al ver la reacción de Jordan a mis palabras pasando a reírme al escuchar sus palabras. 

- Estoy segura de que no supo con quien se metía - dije mientras escribía un último mensaje con una risilla divertida - la próxima vez que tenga un problema con esa tipa voy a tener que pedirte ayuda.

Me hubiera quedado un poco más, pero el festival nos esperaba, por lo que me cambié dejando que pudiera contemplarme mientras me metía en mi vestido lila y mis zapatos plateados de tacón de aguja.

- Bueno, ya estoy lista - dije tomándole del brazo.

Samantha agarró sin problemas a Leslie y como era muy pequeña y no solía entrenar, hacía que fuera muy fácil dominarla. Su respiración estaba muy agitada y sus pupilas muy dilatadas, se notaba que estaba realmente asustada, incluso podía notarse el sudor recorriendo en su frente. - Aunque fuera una prueba, te has pasado siete pueblos. - decía no muy convencida de lo que decía.

Además, ya salió en el noticiario que el asesino iba a "teñirnos de rojo" a todos hoy... Ni que fuera algo que no supiéramos ya todos. - forcejeaba, inútilmente, buscando así una vía de escape. - Joder ¡está todo lleno de polis por algo! ¿Pero sabes cuál es el único sitio que no tiene policía? ¡Los baños, donde estamos ahora! - miró a Samantha, con cierto desafío, aunque se notaba que estaba a punto de llorar. - Te escucharé si me dejas salir de aquí y volver donde allá al menos un policía, pero no pienso dejar de luchar hasta que salgamos de aquí ¡no pienso morir en un baño!

Con una sonrisa, le devolví el guiño a Jordan y tomé su brazo para entrar en la fiesta. Llevaba el pelo algo revuelto pero que no desentonaba con mi elegante vestido lila y mis zapatos plateados que lucía orgullosa mientras saludaba a todo el mundo al entrar. Al igual que Jordan, me encontraba de muy buen humor y lo demostraba a cada paso.

Mostraba una alegría algo exagerada, soltando al guna risilla de vez en cuando, pero sin perder en ningún momento mi actitud segura de Reina del Baile.

Vi a varias de mis amigas con quienes crucé algunas palabras, pero no pude ver a Bry, con quien quería hablar. Al parecer, no había venido, algo extraño sabiendo lo que le gustaban las fiestas. ¿Estaría herida por mis palabras? No es que me carcomiera la conciencia, pero sí que quería solucionar el problema.

Buscando, localicé al grupito de pringadillos y sonreí con gesto pícaro. Estaba de muy buen humor para ponerme en plan Evil Queen, pero al menos quería tomarles un poco el pelo. 

- Veo que hoy al menos habéis venido elegantes - dije al acercarnos a ellos - ¿Pero qué mierda? Se suponía que esto iba a ser el saludo perfecto de Queen Bee... es culpa del ron - Y como si fuera la respuesta a mi pregunta, volví a soltar una risilla divertida - Una buena fiesta, ¿no?

Sin embargo, parecía que todos se estaban dispersando, así que yo también pensé que era hora de divertirse.

- Venga, vayamos a bailar, tu primer baile tiene que ser conmigo - tiré de él hacia la pista de baile.

- No es solo eso.- repliqué a la canija.

La cogí de los hombros, al principio de forma violenta y después, poco a poco, relajé la tensión.

- El asesino lleva enviándole detalles de cuando y como, han sido los asesinatos con antelación. Con la condición de que Eggers ... Digamos que le dé publicidad y crédito a lo que hace.- Miré a los ojos a la chica, y respiré hondo.- En el último mensaje dijo que viniera aquí, a la fiesta, que estaría seguro. - Vocalicé, susurrando, detenidamente, las palabras.- Es una trampa, Leslie. Va a matarlo a él.

Eso es lo que creía.

- Veo que eres ciertamente inteligente. Porque si el sitio menos vigilado es el baño, y aquí no está el asesino... ¿Adivina donde está? Exacto. En el aseo de chicos o ahí en la pista.

La solté relajando la mirada de asesina que tenía. Me ablandé lo justo.

- Pero hay más. Elba descubrió pruebas en el PC de Jordan de que su madre tiene algo que ver con los asesinatos. Así que ahora vamos a salir las dos ahí fuera, fingiendo que nos lo hemos pasado aquí de puta madre. Y puedes elegir vigilar al padre de Diana o intentar sacarle algo a Jordan.- Sonreí maliciosamente.- Como sé que te mola puedo hacer que te tropieces y caigas en sus brazos. Quizá así... inicies una conversación con él...

Leslie estaba flipando con todo lo que Sam le decía, pues parecía que sabía incluso más que la policía ¿cómo había descubierto todo aquello? Por otra parte, no parecía mentir. - Jordan es guapo... Pero tampoco voy a ir detrás de él como una grupie. - admitía. - Vigilaré de cerca a Alex Eggers.

Tras llegar a un entendimiento, ambas chicas salieron de allí y decidieron poner en marcha sus planes.

Samantha y Leslie salieron del baño, ambas con cierta sonrisa en la cara ante cualquiera que las mirase. Ambas pudieron ver como Diana y River se habían separado del grupo del "Ryanmóvil", además de observar que Barbara, tirando de Jordan, estaba separando a este también de ese grupo que ahora solo estaba compuesto por Ryan y Lazlo ¡y es que estaba a punto de comenzar el baile!

Lazlo y Ryan, sobre todo Ryan, decidieron separarse en cierta medida para evitar que cierto director políticamente correcto, decidiera hacer un espectáculo con ellos, pero para sorpresa del joven virgen, Veronica Park lo cogió del brazo y lo llevo, de forma ciertamente violenta, a la pista de baile, sin quitarle el ojo de encima a Jordan, pues parecía que al igual que ella lo miraba, él lo mirara a él.

Las luces se atenuaron aún más, lo cual hacía que fuera casi imposible ver a un palmo de distancia, fue entonces cuando en medio de la pista se iluminó con algo de luz y empezó a sonar la música.

Todos los allí presentes que habían logrado adquirir una pareja, empezaron a bailar al son de la música, formando un casi perfecto círculo, rodeado por aquellos que no habían logrado o no habían mostrado interés alguno en bailar con nadie.

Ryan, tembloroso y sudoroso por aquél inesperado baile, miraba más al suelo que a su compañera de baile, tanto por vergüenza como por evitar chafarle los pies. Al igual que él, Veronica no dirigía la mirada a Ryan, pues seguía atenta a lo que hacía Jordan Hallwinter, su ex novio, quien parecía haber adquirido una increíble popularidad por todas las féminas con las que se cruzaba.

Otra llamativa pareja era la conformada por Maryam Hallwinter y un chico completamente desconocido por la mayoría de presentes, musculado cual toro, quien bailaba torpemente junto a una muy ágil chica, logrando así que fuera ella el centro de atención, moviéndose de forma muy vistosa y mostrando así su vestido a todos los presentes, dejando en un completo segundo plano a su acompañante.

Para sorpresa de todos, la psicóloga del campus sacó a la pista de baile, de forma ciertamente abrupta, como había hecho Veronica con Ryan, a Michael Ashton, el padre de River. A diferencia de la primera pareja inesperada, estos dos si que parecían tener cierta sintonía y sonreían como idiotas, pero aun así, se notaba que al pobre hombre no le gustaba ni lo más mínimo ser el centro de atención.

Para finalizar con las parejas que destacaban por encima de los demás, se encontraban Jordan Hallwinter y Barbara Charlister, quienes bailaban con una sintonía que parecía fuera de este planeta. Los dos reían, los dos se coordinaban perfectamente, los dos hacían cada paso como si supiera lo que va a hacer el otro a continuación...

Para sorpresa de nadie, cuando la canción estaba ya en su parte final, una luz roja se posó sobre la pareja Hallwinter-Charlister, mostrando así que, de una forma u otra, sus destinos iban a estar entrelazados por la sangre...

Y si bien a aquellos dos seguramente les gustara la idea de crear sangre nueva (o al menos el proceso para crearla) a partir de sus dos líneas sanguíneas, al terminar la canción se encendieron, de golpe, todas las luces del lugar, con un tono rojo, tiñendo así a todos los asistentes de rojo, menos a Jodie Jones, a quien parecía no llegarle la luz roja por alguna razón. Al mirar arriba, todos pudieron ver, con gran pavor, que era aquello que estaba haciendo sombre a la excéntrica detective.

Como era de esperar, el pánico cundió y prácticamente todos intentaron escapar de allí, pero la policía mantenía las puertas cerradas a cal y canto, era el momento de descubrir quien había podido hacer aquello y no podían dejar que nadie se escapara. Quien parecía bastante tranquila era Jodie Jones, quien, aún viendo la escena, decidió encenderse un cigarrillo mientras bajaban el cuerpo.

Cuando las luces se tornaron blancas, pudieron ver que quien estaba colgada allí arriba era ni más ni menos que Bryony. Al bajarla, Jodie fue la primera en acercarse, y tras examinarla en profundidad, sacó un papel de su bolsillo. Lo leyó para si misma y finalmente, miró a todos los demás, quienes andaban expectantes, para simplemente pronunciar. - Quizás estaba buscando entre las ramas, algo que solo aparece entre las raíces... - se acercó con paso firme hacia Alex Eggers y de forma violenta, le aplastó contra el pecho aquella nota, además de entregarle también el móvil de la fallecida, para acto seguido apoyarse contra la puerta y quedarse de brazos cruzados, mirando de bastantes malas formas a todos los presentes.

Alex Eggers, quien había estado grabando todo el tiempo, pronunció lo siguiente. - Parece que Ghostface ha cumplido su amenaza y nos ha teñido a todos de rojo. - fue entonces cuando se decidió leer con una media sonrisa aquél papel. 

No puedo más, simplemente, estoy harta.

Siempre soy el segundo plato de la gente, porque todo el mundo prefiere a la preciosa Barbara ¡y no la culpo, es mucho más guapa y talentosa!

Mis padres siempre me dicen que sea como ella, de hecho me apunté al club de animadoras para intentar algún día ser la capitana y ser tan talentosa como ella.

Siempre he sido su sombra, pero me consolaba teniendo una igual, mi amiga Mía, quien ahora está muerta y ha dejado un hueco enorme e inconsolable en mí.

Jordan tampoco ha dudado en ir detrás de Barbara a la mínima, incluso después de lo que pasó entre nosotros en el lago... No me ha llamado ni una sola vez desde ese día. No es que quisiera nada con él pero... Pensaba que al menos se interesaría un poco por mí.

Cuando esta mañana, después de despedirme de mi mejor amiga, Barbara me ha echado de las animadoras, mis padres me han dicho de todo, incluso que no soy más que una decepción.

Intenté llamar a Elba, con quien parecía haber hecho una pequeña conexión pintarrajeando un cerdo en la casa de los Hallwinter... Pero no le llegaban mis mensajes en todo el día.

Sola, vacía y sin nadie a quien acudir, me he dado cuenta de que todo es culpa mía.

Es culpa mía que mi mejor amiga muriera, por ir detrás de una polla antes que preocuparme por ella.

Es culpa mía que me hayan echado, por no tener ningún tipo de talento.

Es culpa mía estar sola, por no haber hecho ninguna amistad real.

Por todo ello, quiero dejar de ser una carga para todos, siendo al menos, por primera vez en mi vida, la estrella del baile.

Aquella desgarradora nota, generó un silencio enorme en la sala, menos para Alex Eggers, quien continuaba dando la noticia. - Tras leer los mensajes del móvil de la fallecida, se puede ver como, efectivamente, trató de contactar con Elba Ginaso... ¿Y esta le pidió un cable por la noche? - era curioso que le hubiera pedido justo lo mismo que la chica había usado para ahorcarse.

Tras ver los movimientos de la policía, decidido afirmó. - Parece que la policía afirma que no hay más marcas en la víctima, lo que apunta a que esto es un suicidio. Parece que este es el fin de la no...- se vio interrumpido al ver que su móvil vibró. Lo miró y su cara de superioridad, se tornó una de auténtico pánico. - ¿¡Cómo que este es mi último noticiero!? ¡En ningún momento es roto nuestro pacto! - gritaba acercándose a la cámara. - ¡No he dicho nada que no debiera! ¡No he descuidado nada, todo está a salvo! - parecía desesperado, pero entonces la policía se acercó a él y procedió a arrestarle, mostrándole el móvil que había cogido Diana de su despacho. - Dios mío no... ¡No! - forcejeaba. - ¡Ese móvil no es mío! ¡No sé de dónde lo habréis sacado! - miró furioso a su hija, pues seguramente era la única que había tenido acceso a aquél dispositivo. - ¡Diana! ¡DIANA! - profirió, intentando no decir nada más para evitar inculparse a sí mismo.

Poco a poco y visto que no iban a encontrar más culpables, el baile se dio por cancelado y permitieron salir a los asistentes, quienes habían pasado de sentir un estado de puro pánico, a un desanimado sentimiento de culpa.

No parecía que nadie fuera a quedarse allí más tiempo del necesario, por lo que poco a poco todos se iban encaminando a casa. Pero antes de que los jóvenes pudieran decidir si quiera como volver o hablar de lo que acababa de pasar, un policía se acercó a Barbara y le pidió que la acompañara, pues necesitaba hacerle algunas preguntas sobre el contenido de un tupperware.

Bueno... Otlo día sin podel usal la piscina.... - comentaba sin mucho tapujo luego de que por fin la escena nos diera un respiro, eso si ante la mención de Ginaso  no pude evitar acercarme al grupete de chicos - ehhhhh... ¿ esa que no sigue tlas las Rejas ?

Tras escuchar como leían la nota de Bryonny en voz alta empezó a negar con la cabeza, como si de alguna manera supiera exactamente todo lo que iba a decir. Sus ojos empezaron a humedecerse y a dejar paso gotas que luchaban por aferrarse a sus pestañas para no descender.

Había entrado en el baile pletórico, con Bárbara, se sentía el rey del mambo y el centro del mundo, de su mundo. El baile con ella, la complicidad, todo era perfecto. Pero ese castillo de naipes se derrumbó de un soplido. Primero Veronica y luego Bryony. Le dolía pensar como había podido provocar todo aquello por su inconsciencia.

Se derrumbó y se agachó para hundir su cabeza entre sus rodillas. Recibió un mensaje de móvil que miró por encima, aunque al ver el remitente lo leyó bien y terminó de agachar su cabeza.