Partida Rol por web

Un viejo edificio de apartamentos en la zona barata del pueblo.

Al llegar a casa junto con Matt, River se pudo encontrar con su padre, muy tranquilo tirado en el sofá, mirando un poco al infinito. Al ver llegar a River se levantó, con toda la calma del mundo, se estrió un poco y acarició la cabeza de su hija. - ¿Tú nuevo rollete cariño? - le preguntó a su hija mientras miraba a Matt Doe. - Recordad usad protección. - comentó con una sonrisa pícara.

¿Qué te trae por casa cielo? ¿Necesitas algo más de material? - se cruzó de brazos. - Aunque espero que no lo vendas, ya sabes, la alegría hay que compartirla, en cierta medida eso sí, que tampoco se puede regalar todo. - suspiró, añorando una época pasada en la que sentía que sí podía regalarlo todo.

El camino desde el portal hasta su piso se le hizo eterno a River. Había estado pensando en Ghostface, en como había atacado a Benny, sus palabras en la grabadora... y durante un momento, se quedó paralizada frente a la puerta, con miedo de abrirla. Si no solo los adolescentes eran víctimas de Ghostface, y su padre estaba solo en casa, ¿sería posible que algo le ocurriera sin que ella se enterara?

Alejó sus preocupaciones forzándose a terminar de abrir la puerta, notando como se terminaban de ir del todo cuando encontró a su padre en el sofá, sano y vivo. Entre el miedo que acababa de pasar y que llevaba sin verle desde antes de que ocurriera todo lo de Ghostface, River fue a abrazarle.

-Lo sé, lo sé, pero no venimos por eso.-dijo con una sonrisa y con tono de estar acostumbrada a charlas sobre rolletes y protecciones varias, pero que ahora mismo, agradecía volver a oír.

-¿No le recuerdas? Es Matt Doe, el hijo de los granjeros a los que íbamos a comprar--.-estuvo a punto de añadir "con mamá", pero en el último momento se calló, dejando solo una pausa extraña al final de la frase.  Intentó disimularlo yendo a recuperar de debajo del sofá su vieja tabla de skateboard, en realidad heredada de Luke, además de un destornillador y un par de llaves alien para el mantenimiento de esta.

-Sí, es que me lo he gastado todo ya.-admitió poniéndose en pie y sacudiéndose el polvo de la ropa. Le daba cosa admitirlo, porque normalmente no fumaba tanto, pero con todo lo que había pasado... River miró a Mickey, por primera vez con timidez, sin saber como preguntarle lo que quería preguntarle. -¿Has oído sobre lo que está pasando en el pueblo?

Aunque River no lo pudiera ver, al recibir el abrazo de su hija una pequeña sonrisa apareció en la cara de Michael. - El joven Doe... Sí, lo recuerdo. Perdona, mi memoria anda un poco mal últimamente, sobre todo desde que voy a comprar al supermercado en vez de ir a por productos naturales. - se notaba que su voz se apagaba a medida que hablaba sobre aquello, como si anhelara retroceder a un tiempo pasado en lo que todo era más feliz.

No me queda ahora nada, tampoco quiero que cojas de lo que se está cultivando, que anda creciendo ¿vale? - comentó mientras echaba un vistazo hacia su "jardín". - Gracias por tu sinceridad, bichín, ya sabes que no soporto que me mientas, como aquella vez que te pillé cogiendo sin permiso.

Se separó un poco de su hija al escuchar lo que estaba ocurriendo por el pueblo. - Sí, claro. Como para no enterarme. - admitía el padre. - Quizá ella tuviera razón, quizá este pueblo tiene algo extraño. O quizá soy yo, que tengo unos ideales que no cuadran con los de esta ciudad. - decía con cierta melancolía, aunque intentó recuperarse para no preocupar a su hija. - Pero estoy bien y estaré bien, no te preocupes ¿vale?

Le dio un beso en la frente a su pequeña. - Qué no te pase nada a ti tampoco ¿eh? Te he entrenado muy bien con todas esas pelis de miedo que hemos visto. - bromeó, para entonces dirigirse a su cuarto. - Voy a asearme un poco y a trabajar, te quiero bichín. - ultimó a modo de despido antes de cerrar la puerta.

El timbre de la casa de River sonó y puesto que no tenían ya mucho más que hacer allí, Matt y River decidieron bajar para encontrarse que quien estaba llamando a la puerta era la temible Elba Ginaso.

River y Matt querían ir a la biblioteca, pero ¿qué podría tener Elba que decirles como para llamar al timbre de la casa de River?

La paciencia de Elba Ginaso estaba disminuyendo a pasos agigantados, a fin de cuentas había pasado parte de la noche paseando por el pueblo en donde lo único que recibía eran críticas culinarias -hoy todo el mundo es crítico- o leves acusaciones de secuestro de niños pequeños. -Hoy todo el mundo es policía... en especial la policía la que la acusó-. Esperaba que en esta casa que llamara la situación fuera diferente.

-Veeeeegaaaaaa... -Gritó el apellido de la habitante de la casa- Vengo a cobrar la deeeeeeeudaaaaa...

¿De qué deuda hablaba?. Eso a saber, ya se buscaría alguna excusa para sacarle los cuartos a la muchacha. Hasta entonces iba a ser como una mosca cojonera por ahí, y una bastante gorda.

Cuando oyó que no quedaba nada de maria, River se forzó para que no se le notara la decepción. Vale que había estado tomando más de lo normal estos días, pero es que fumar le ayudaba a relajarse. No es que necesitara necesitara fumar ahora mismo, pero veía muy posible quererlo en un futuro, y si hubiera sabido que se iba a quedar sin, se habría esforzado en racionarse un poco más.

-Vale.-respondió sonriéndole y riéndose con sus bromas, aunque sus palabras no le terminaban de tranquilizar. Seguro que los asesinados también confiaban en su supervivencia, y aún así habían acabado mal.-Ánimo con el trabajo, yo también te quiero. Pero si pasa algo llámame, eh.

Y lo decía de verdad. Pero en cuanto cerró la puerta, lo único en lo que pudo pensar fue en como conseguir más maria. Si todavía estaba creciendo, no tendría sentido cogerla, los cogollos no le darían para nada. Joder, ¿de dónde más podría conseguir...? Mientras pensaba, escaneó la habitación y recordó que había dinero guardado en uno de los cajones.

-¡Cojo algo de dinero por si acaso, que me quede sin!-explicó guardándose un par de billetes en los bolsillos. Y haciéndole un gesto a Matt, le hizo saber que ya podían irse.-¡Adios, Mickey!

River todavía estaba pensando en alternativas para su pequeño problema de maria, cuando oyó a alguien llamarla.

-¿Qué deuda?-preguntó, totalmente tomada por sorpresa. Terminó de bajar los últimos escalones con precaución, puesto que lo último que había oído de Elba era que había estado en la casa de Jordan pintando animales en las paredes, y no tenía ni idea de qué buscaba ahora en su casa.

Elba Ginaso se sorprendió que River Vega le preguntara por la deuda, generalmente la gente no llegaba tan lejos y simplemente le daban un billete de 50$ porque sí y para cuando se daban cuenta ella ya había desaparecido, dejando un rastro de destrucción a su paso.

-Ni idea, pero escuché que Matt -el otro- la palmó. Y ya no podré gonorrearle dinero secuestrando a su hermana. Así que tengo que improvisar. -Comentó encogiéndose de hombros mientras esperaba que le llegara a la mente una excusa de mierda para pedir dinero- Oh, vale... ¿Qué tal si me das dinero para que te diga quien es Ghostface?. Apuesto que una chica como tu tiene ganas de saberlo... ¿Quieres el Spoiler?.

River parpadeó confusa, sin entender nada de lo que la chica le estaba hablando, ni de porqué le estaba admitiendo algo de que secuestraba a la gente y robaba dinero... bueno, si es que era eso de lo que siquiera le estaba hablando. A ella también le estaba pidiendo dinero, pero River tenía muy claro que tenía que guardárselo para luego.

-Quiero decir... quiero saberlo.-admitió, todavía tanteando la situación.-Pero imagino que si lo sabes se lo habrás contado a la policía ya, ¿no?

Nada de lo que estaba pasando tenía sentido, y River se sentía como si tuviera de repente a un alien de repente. Además, ahora que lo pensaba, llevaba sin ver a Elba desde... joder, desde que anunciaron la paliza a Matt.

-¿Qué has estado haciendo todo este tiempo? ¿Te has enterado de... bueno, todo?

La situación no parecía mejorar, y por mejorar una se refiere a que River Vega iba a sacar la cartera para pagar a Elba Ginaso su buen dinero ganado con la sangre y el sudor de su propia frente... a Elba Ginaso, que ni había ni gastado sangre, sudor o esfuerzo alguno en resolver todo aquello.

-La policía no paga dinero, la policía dice "Es tu deber como ciudadana, blablabla" , "Si no lo dices incurres en un delito de obstrucción, blablabla" , "No puedes hacer vídeos haciendo "Roast" a las tumbas del cementerio, blablabla"... -Comentó la muchacha girando sus ojos a medida que iba dando ejemplos como, la policía, no era para nada cool- Así que si no quieres pagar porque te lo revele, entonces te quedas sin saberlo y santas pascuas.

La respuesta ahí quedaba, Elba no iba a ahondar más, lo tomaba o lo dejaba.

-Pues he estado ganando dinero de forma honrada y legal por medio de donaciones. ¿Y a ti qué?.

Decididamente River no tenía ni idea de como tratar con Elba, pues entre lo rápido que saltaba de un tema a otro, y la ligereza con la que parecía tomarse todo, la tenía perpleja. Así que decidió responderle a lo único que tenía claro, es decir, el qué había estado haciendo antes de encontrársela.

-Pues... venimos del hospital, donde han curado a Ryan y Jordan después de... ya sabes... todo el lio en la bolera. Y ahora íbamos a investigar a la biblioteca.-explicó señalando con el pulgar a Matt. Y ahora venía una parte de la que no sabía si se arrepentiría, porque aunque por una parte la chica la dejaba desconcertada con cada palabra, quizás sí supiera algo sobre Ghostface que ellos no supieran.-¿Te quieres venir?

Elba Ginaso se encogió de hombros, realmente no tenía nada más que hacer durante aquella noche, por lo que se apuntó a aquel pequeño viaje hacia la Biblioteca, a fin de cuentas, había pasado por casas de otros y parecía que no estaban para atormentarles, así que al menos se aseguraba de estar cerca de alguien que le podía soltar algún billetito.

-Vale. -Comentó con un tono neutro mientras se disponía a viajar con ellos- ¿Sabías que Matt antes de morir me dijo que no quería mandarme una foto de su polla?. Me pregunto si el asesino va a volver a mandarnos fotos... si es así, necesitaré algo que re-enviarle... Es ley de Internet. ¿Te puedo sacar una foto a tus tetas?. -Comentó como si nada a River Vega. -¿Y a tu polla?. -En esta ocasión se dirigió hacia Matt Doe.

-Fue el amigo de Laszlo, no Matt, el de la foto.-le corrigió River, volviéndose a aferrar como a un clavo ardiente a lo único que podía decir con seguridad frente a Elba. 

Claro que tras unos segundos de procesar lo que les estaba pidiendo, River decidió que no era posible que Elba fuera así de rara de verdad, que tenía que ser que tenía un sentido del humor curioso y oscuro que River no estaba pillando. Todavía. Así que sonrió, y tímidamente tanteó el terreno con una pequeña broma.

-¿Y no tienes todo el internet para conseguir fotos así? Quiero decir, suena a que quieres nuestras fotos por otras razones.

-Lo que yo decía. -Se quejó Elba Ginaso de que River Vega no la escuchara- El asesino me mandó una fotopolla de Lazlo, pero ahora que se ha cargado a Matt, quizás me mande la fotopolla de Matt Muerto. -Volvió a explicar- Por eso necesito algunas fotos que mandarle de vuelta. Y del Internet no sirven, tienen que ser de verdad.

A la muchacha no le parecía interesar demasiado los desnudos de aquellos dos, tan solo quería ser cortés y devolver un poco de imágenes subidas de tono de primeros planos a quien fuera que se las había mandado. Así es como el Karma funcionaba.

-Por eso mismo no puedo usar mis fotos del only-fans. Y porque aún no me he depilado el chocho.

Matt se limito a escuchar lo que decia Elba, le parecia una locura que supiera quien era el encapotado. -Bueno, entonces vamonos.

Al llegar a casa, River pilló a su padre a puntito de salir, de hecho no se chocaron en la puerta de milagro. Al ver a su hija llegar, sana y salva, le dedicó una sonrisa y esta pudo ver que su padre se había arreglado un poco.

Hola cariño.

He decidido salir al festival. - comentaba con cierta emoción. - Al escuchar las noticias, me he sentido ciertamente animado. Hoy no han asesinado a nadie ¡eso tiene que ser una señal! - parecía estar aferrándose a una idea que River sabía que era falsa, lo cual le hizo pensar, pues era extraño que un periodista de renombre, no supiera que han asesinado brutalmente a un adolescente y que en comisaría ahora se encontraba presa Eleanor Rigby, una de las asesinas de hace diez años.

Igualmente, verle con ganas de hacer cosas, era algo que River no acostumbraba a ver. - Por cierto vinieron tus amigos preguntando por ti, los que suelen ir bastante... En trance espiritual. - rió levemente. - Querían saber si ibas a ir al festival y si estabas bien, pero como ibas a irte a meditar al bosque, según me han comentado, no te han querido molestar hasta saber que habías vuelto. - le puso una mano en la cabeza. - ¿Qué tal fueron tus meditaciones pequeña? - parecía especialmente contento con aquello.

River subió las escaleras casi de tres en tres, buscando refugiarse en casa lo antes posible, cuando se cruzó con su padre. Se lo quedó mirando sorprendida, por poco le había confundido con algún comerciante o testigo de Jehová. Hacía mucho que no le veía así, tan arreglado y tan... animado.

-Que guapo estás, Mickey.-se esforzó en sonreír. No mentía, pero no quería decir nada que fastidiara el buen humor de su padre. No quería ahora preocuparle con todo lo que había pasado en el bosque, quizás ni siquiera debía decir nada hasta que se tuviera claro qué plan iban a seguir. ¿Por qué tenía que tener una vida tan complicada de repente? 

-Ah, lo del bosque... La verdad es que no hubo mucha meditación, pero estuvo...-buscó una palabra con la que describirlas, pero la mente se le quedó en blanco. Era eso o volver a pensar en lo cerca que habían estado de morir como Matt.-Bueno, es una historia larga, mejor te cuento luego.

Y abrazó a su padre, no queriendo decir nada más que pudiera causarle la más mínima preocupación.

-Yo también iré ahora al festival, pero primero quería algo de café y una ducha. Estoy molida.

Al menos eso todo era verdad.