Partida Rol por web

Erika asiente a la pregunta de su compañera y comienza a hablar:

- Esto... no se realmente como se llama, pero por lo que se...su anterior usuaria la usaba para hacer pactos con seres o algo asi, yo creia que era para invocar o algo asi, pero el profesor me ha confirmado mi otra hipotesis que depende de la sangre del que la porte

Sonrie levemente y dice:

- Parece que tiene que ver con la sangre, no se, me da un poco de respeto pero...pero no me senti mal al estar con ella, asi que tambien es pequeñita como yo y creo que podria servirme mejor algo asi pequeñito

Seguía mirando con interes el tipo de espada que llevaba Erika y mi curiosidad aumento mucho más al escuchar su explicación... un arma que utiliza la sangre del usuario? Vaya...eso es algo demasiado util, aunque supongo que la anterior portadora se debilitaba por el uso excesivo de sangre, no?

Oh bueno...y aunque sea un arma de el mismo tamaño tuyo, cumple la primera regla de cualquier espada, clavar al enemigo en la punta, te las apañaras...aunque no dudes en que te cubrire la espalda con mi pequeña arma- sonrei un poco mostrandole mi Kusarigama

Cuando su compañera de cuarto habla sobre clavar el arma Erika niega con la cabeza y dice:

- No..no...yo no podria hacer eso

Entonces habla sobre su propia arma, Erika la mira con la boca abierta contemplando lo larga y grande que es, ademas le da la sensacion de que debe ser muy pesada:

- Vaaaya que arma mas grande, y puedes cogerla? esto no quiero decir que no seas capaz, solo que es muy grande no? y bonita tambien, y tiene alguna leyenda o algo relacionado?

Erika mira a su compañera y dice:

- Es muy bonita, pero no se muy bien que peude ser, si quieres puedo intentar investigar algo sobre ella

Parecia que en cierta forma le hacia un poco de ilusion el conocer mas cosas sobre esa arma y en cierta forma siempre le pasaba cada vez veia algo nuevo que no conocia

Si quieres saber cosas sobre mi... porque le preguntas a ella y no a mi?

Dice tu arma

Si, tiene un tamaño algo particular, pero eso es lo que la hace tal especial, que a pesar de ser grande...tiene la facilidad de ser manejable, aunque claro...tendre que aprender muchas tecnicas para sacar todo el provecho de esta nueva amistad- comienzo a girar nuevamente la cadena con cuidado de no golpear ni hacer ninguna clase de daño, cuando la voz aniñada de mi arma llega a mis oidos

Kusari-chan, recuerda que yo solo puedo escucharte, pero ya mismo doy tu mensaje- sonrio gentilmente mirando a la cuchilla del arma para luego posar mis ojos en Erika -Mi arma dice, que si quieres saber cosas sobre ella, deberias de preguntarselo directamente y no a mi

Erika se queda sorprendida ante lo que Yuki dice y mirando tímidamente el arma dice

-Umm esto. Señorita arma... Encantada de conocerla soy Erika y ummm podría contarme algo de usted es que tengo mucha curiosidad

Decía algo extrañada por hablarle a un objeto pero en el poco tiempo que había estado allí se había dado cuenta que podría pasar cualquier cosa y que una arma hablase no seria para nada algo dxtraoedinario

-¿Y por qué me llamas "Innombrable"? -preguntó a la chica- Tengo que tener algún tipo de mote, si no los patrocinadores no me darán nada y moriré el primer día -dijo sonriente mientras daba otra vuelta a su bate, que no parecía pesar nada en sus manos.

La sala de armas era prácticamente lo más grandioso que había visto alguna vez en arsenal compuesto por armas blancas y armas de fuego. También había que decir que lo único que había podido ver sería algo semejante en un canal de televisión, aunque ciertamente estas armas no se encontraban tan juntas ni tan bonitas.

Unas cuantas le llamaron la atención, pero primero decidió acercarse a una espada con una empuñadura bastante extraña. Una vez estuvo a una distancia suficiente como para cogerla, tragó saliva, se suponía que las armas de las que le habían hablado le parecían bastante irreales, al igual que el vuelo en autobús, pero eso no le hizo achantarse. 

Aún así, y colocando muy cerca su mano de la empuñadura, decidió ladear la cabeza para dirigirle unos momentos al Innombrable. - Ella te llama así por que eres el único que no ha dicho su nombre, en mi caso no podría postular eso, normalmente no me entero de las cosas y no sé si has acabado presentándote o no. - Musita con voz socarrona.

Una vez hecho esto, oprime sus dedos contra la empuñadura, y la coge para intentar manejarla, aunque tan pronto como lo hace nota un peso extraño y un malestar que le recorre todo el cuerpo, provocando ganas de vomitar que aguanta por higiene y status personal. El arma cae al suelo pocos segundos después de entrar en contacto con su piel, dejándose caer el propio Chad sobre sus rodillas, victima de la flaqueza momentánea. Una vez en el suelo mira la mano varias veces, sin saber muy bien que pensar.

- Es cierto que sí, que las armas tienen pensamiento propio. Parece que esta y yo no seremos muy buenos amigos. - Piensa para sí, mientras se acaricia la mano, la cual parecía levemente quemada. Aunque probablemente fuese otra cosa, viniendo de aquella espada que podía elegir a su dueño, podía esperar cualquier cosa.

Después de tomar sus armas había estado presenciando una locura más en aquella escuela, todos sus compañeros hablando con sus armas, ya no sabía que más esperar aquí. Un poco desesperado decidió intentar salir a probar sus armas con algún blanco real, a ver que tal funcionaban. Entonces se dio cuenta que no había abordado la cuestión de las municiones, se dirigió al tutor Komura, hola quisiera disparar ésta arma, que municiones puedo utilizar, cuantas puede cargar y como se usa en general además de su pasado si es que contiene. Termina la frase sonriendo, practicamente quería saber todo sobre el arma, nunca había tenido una.

Me acerco hacia Chad y sin mediar palabra, me agacho un poco a su lado, tomando la espada con suma delicadeza, sosteniendo la empuñadura con la mano derecha y el filo con la izquierda

Cálmate preciosa..... no te harán daño......

Digo en voz baja, mientras me levanto para depositar-la nuevamente en su sitio

Luego, miro hacia Chad

Parece que tu aura no le inspira mucha confianza a esta espada

Es entonces, cuando Kaoru se me acerca y mi mirada se torna mas severa hacia el chico

Las armas no son un juguete, no se pueden usar así como así, de hecho.... salvo momentos puntuales, esta terminantemente prohibido usarlas en el recinto escolar, salvo que un profesor de su consentimiento y este presente, o que sea un caso extremo de vida o muerte

Pero cuando todos tengáis vuestras respectivas armas, iremos al gimnasio

Cualquiera que le vea a sus ojos, sentiría miedo en ese instante

Notas algo extraño, cuando el profesor se pone serio y lo miras, te parece ver a su alrededor una especie de aura oscura rodeando-le, no sabrías decir de que se trata, ya que es la primera vez que lo ves

Casi sin aliento llego a la sala junto a los demás y me paro en el marco de la puerta recuperando el aliento mientras ponía una mano sobre mi cintura y me doblaba hacia delante – Uff… Hola… Lo siento me he dormido… Espero no llegar tarde… - Digo intentando no ruborizarme demasiado, no era normal en mí, normalmente era el primero en llegar pero aquel día le había sido imposible levantarse de la cama antes… Era tan cómoda…

Mire a mi alrededor y vi como todos ya tenían sus armas en las manos y las admiraban con ilusión y yo me encontraba con las manos vacías, supuse, que habían escogido las armas, o bien se las habían entregado los profesores… No lo podía saber al haber llegado tarde… Pero en silencio y con un poco de vergüenza camine hacia donde estaban las armas, mirándolas con cierto “recelo” pues nunca había empuñado una… Como mucho algún palo para jugar a las peleas a modo de espada, pero nada que pudiera “quitar una vida”…

Iba caminando, cuando de repente siento como algo que me llama, mi curiosidad me hace pestañear y buscar desde donde viene esa sensación, parecía que era del montón de las armas… Andaba con cuidado, intentando sentir esa sensación de nuevo, cada vez moviéndome hacia donde la sentía con más fuerza hasta que llegué, sin duda venía de aquel objeto… Si se le podía llamar objeto…

La verdad era extraño aquel objeto… No parecía un arma… Al revés… Parecía una armadura… Pero en aquella sala no había visto ninguna armadura, ni escudos, ni cascos ni nada parecido, además, parecía de un tejido muy liviano, poco pesado, más orientado a dañar que a proteger… Porque tenía unas cuchillas anexadas a diferentes partes de su anatomía… En los antebrazos unas un poco más grandes y alargadas, y en las articulaciones otras más pequeñas, distribuidas por igual en pies, codos, puños y rodillas…

Entonces mis manos, casi sin poder evitar la tentación se acercaron a intentar tocar aquello que me llamaba tanto y con tanta fuerza – Esto… ¿Lo puedo coger? – Pregunté titubeando, sin saber si era una pregunta de permiso al objeto, al profesor, o solo quería justificar que estaba a punto de tocarla con mis manos…

Cuando Chad explicó a su compañero el por qué de innombrable asintió con la cabeza muy seria. Iba a añadir algo cuando el individuo de los caramelitos y cruzada antitabaco despertó el lado ultrasevero del profesor y, con la piel erizada por la sensación amedrantadora que emanaba el profesor, se deslizó de tal forma que usó a Chad como escondite, aferrándose inconscientemente a la naginata de tal forma que los nudillos fueron palideciendo paulatinamente.

Y en aquel momento de tensión se escuchó una voz de chico, que parecía no haber olvidado los modales a la hora de pedir permiso y que parecía darle lo mismo el estado anímico del profesor...o quizá no se había enterado de lo ocurrido, no estaba segura de haberle visto durante las distintas clases.

Pero para ser un primer día tampoco se sentía mal por no reconocer todas y cada una de las caras que debía tener cerca o no.

Miro al recién llegado, y como de entre todas las cosas, parece ir directo hacia ese traje

Vaya.... ya no recordaba que eso estaba aquí

Mi expresión vuelve a ser ligeramente mas normal ya no intimido tanto

Si, cógelo, todos estáis eligiendo un arma para un futuro, espero que puedas llevarte bien con ella, tiene un carácter... difícil

Añado luego, mientras reviso a todos los presentes a ver si falta alguien por tomar un arma, fijándome en que solo quedan 2

No tenemos todo el día.....

Y por cierto.... Darren.... intenta no llegar tarde la próxima vez