Partida Rol por web

Este hospicio sirve tanto para recoger a huérfanos y buscarles un nuevo hogar como para dar asistencia médica, psiquiátrica y alimenticia a los más pobres y abandonados de las calles de Sevilla. Gestionado principalmente por voluntarios suple con ilusión y trabajo la muchas veces acuciante falta de medios económicos. Se trata de lograr que los parados encuentren un trabajo, y se da asistencia médica y alimentaria a todo el que la pide.

El hospicio cuenta con enfermería, comedor social, guardería, escuela, y con varias habitaciones para niños huérfanos así como para indigentes.

Anne llegó vestida con su habitual conjunto de vaqueros, camiseta, botas y pañuelo en la cabeza. Quizás pudiera echar una mano una hora o dos allí, con los desayunos, antes de irse a dormir. Podría practicar su relación con los humanos y, quien sabía, quizás hasta consiguiera algo de carne sin demasiadas molestias.

Antes, de entrar, se paró a liarse un cigarro en la esquina de enfrente, mientras observaba de reojo el lugar y el entorno.

Es evidente que la crisis económica está afectando personas de las más diversas esferas sociales. Desde el lugar en el que te encuentras ves como hay una variedad de personas haciendo cola para los desayunos. Igualmente hay gente mejor vestida entrando por una puerta trasera, que probablemente sean voluntarios.

Una de ellas te resulta totalmente reconocible. Y tu a ella también.

Con una sonrisa Silvia Viartola se acerca hasta donde estás

- Buenos días Anne. Me alegra verte por aquí

Aperece por una de las esquinas andando tranquilamente con sus vaqueris y su camiseta de tirante negra.Pasa andnado frente un edificio extraño, que hace que amaine su paso, eleve la cabeza y lea Hospicio.Esa palabra le traía malos recuerdos de su pasado.El tuvo familia, pero tenía muchos amigos que no tenían hogar ni familia, y menos nada que echarse a la boca.Baja la mirad anos instantes pensativo, le debía mucho a este país, y así además lograría hacer un acto de buena fe, el cual no se vio capaz de realizar en su pasado.Aquellos mafiosos le habían quitado parte de su vida, pero ahora disfrutaría del resto al máximo.Abre una de esas puertas bien elaboradas y entra en el interior.Se podía oler la pobreza allí dentro, cuanta soledad podrían tener cada una de esas personas.Sus caras, serias, miradas tristes y vacías, largas barbas y pieles sucias y arrugadas.Se podía ver en ellos el sufrimiento y la fuerza que han tenido para sobrevivir durante todo este tiempo.

Sin saber muy bien a donde ir, se dirige a uno de los que parecían pertenecer al Hospicio para ayudar a toda aquella gente.

-Hola, buenos días.Me gustarrría echarrr una mano.¿Qué tengo que hacerr antes de ponerrme a ello?- pregunta manteniendo sus manos dentro de sus bolsillos.

Al ver a Silvia, sonríe un tanto aliviada. Le hace gestos de que espere, pues se acerca a la calle para cruzar. Mientras los coches pasan, aprovecha para encenderse el cigarro y dar un par de caladas al pasar entre los coches que se han parado por los semáforos en rojo; se ve que le ha cogido pronto el tranquillo a la forma española de cruzar la calle.

- Hola – saluda alegre – Me alegra verte, Silvia. ¿Qué tal sigues?

No le ha dado apenas tiempo a terminar la pregunta, cuando Petrus pasa por allí. Parece que al principio no la ha visto, por lo que en cuanto pasa un poco de largo le coge suavemente del brazo, el cual suelta en cuanto el joven empieza el giro repentino.

- Hola, Petrus – le saluda con una sonrisa – Silvia, te presento a Petrus. Un primo del Alamillo recién encontrado. Petrus, esta es Silvia, una buena amiga de la Paloma. – presenta a ambos mientras se empieza a plantear si podría hacer carrera profesional presentando gente.

Siente una suave y delicada mano que le agarra del brazo.Se da la vuelta para ver quien era.Observa que era uan chica de rasgos orientales, y no podía ser otra que Anne, acompañada de otra chica de cabellos rubios.

-Buenos días Anne...- le responde al saludo para girarse totalmente hacia ellas.

-Un placer Silvia...- dice para acto seguido darle dos besos en las mejillas.Aún no entendía esa tradición de saludarse así, pero tampoco le desagradaba un poco de contacto humano.

-¿Habeis venido a colaborar?- les pregunta.

Héctor entró acompañado de Jade. Siempre que podían colaboraban con los necesitados y hoy podían. Al entrar reconoció a su "pupilo" hablando con Anne y con Silvia.

- Ey, buenos días.- Dijo interrumpiendo una conversación, como de costumbre.- Hoy tengo pasta y energía, así que ayudaré en lo que pueda.- Sonrió mostrando una blanca dentadura.

Se giró, miró a su compañera y le plantó un beso en los labios.

Entró acompañando a Héctor. El ayudar a personas sin hogar se había convertido en una costumbre. Admiraba mucho por parte de Héctor que lo poco que tenía, lo donara a otras personas. Bueno, al fin y al cabo él era un garou, su destino iba más allá que la de cualquier persona normal.

- Hola, buenos días.- Saludó con su radiante sonrisa. Luego dio un codazo a Héctor a la altura de las costillas. Había sido un codazo flojo, típico de cuando se quiere reprochar algo.- Disculpad por interrumpir. No hay manera de que pida permiso antes de intervenir.- Miró a Héctor y sonrió, momento que aprovechó éste para darle un beso. Gesto que hizo que se pusiera colorada en el acto.

Silvia sonrió a todos los presentes

- Un placer primo Petrus. Y sí, estoy encantada de que colaboreis... porque llevo trabajando como enfermera y médica de este hospicio... un par de años ya. Aunque reconozco que con la crisis todo es muy complicado y dificil. Se hace lo que se puede. Saludos también para ti, Hector. Y para tu amiga, saludos Jade. Así que por supuesto si quereis participar encantada. Pero tened cuidado. Hay algunos enfermos con mal temperamento, y personas adictas a las drogas. Todos sabeis que a veces es complicado no dejarse llevar por la ... furia... Pero las consecuencias de una pérdida de control serían gravísimas - Silvia se pasa la mano por la frente. ¿Quereis saber algo sobre el sitio? [/b]

- Cualquier información vendría bien. Sobre todo si teneis asiduos conflictivos y demás.- Respondió rápidamente a la pregunta de Silvia.- Jade te puede ayudar con los enfermos y los heridos, tiene amplios conocimientos en la materia, yo si quieres te los entretengo. No hay nadie como yo para esa tarea- Sonrió asintiendo sobradamente.

- Por cierto, Qué tal llevamos lo del concierto?- Preguntó a Silvia. Deseaba con todas sus ganas que el concierto fuera lo antes posible.

Los ojos de Anne se abrieron un poco más de la cuenta al ver la belleza que acompañaba a Hector. ¿Cómo la habría engañado? Era guapísima; tanto que le costaba trabajo centrarse en no mirarla a partes poco decorosas. Sin duda jamás había visto a ninguna mujer tan guapa.

- Hola, Hector – dijo un poco en un susurro, se aclaró la garganta – Perdón, hola. – miro a Jade – Soy Anne. Encantada de conocerte. – sin poder evitar ruborizarse un poquito.

Por suerte, Silvia sacó el tema del hospicio y la medicina, lo cual le ayudó a centrarse de nuevo en un tema familiar y que le atraía.

- Yo tengo algunos conocimientos básicos de medicina… Me gustaría poder ayudaros – miró de reojo a Jade, sonriendo un poco tonta – a Silvia y Jade, claro. – mira de nuevo sus botas - Me interesaría aprender más sobre medicina.

Silvia sonríe con gesto casi lobuno

- Pues... me viene bien vuestra presencia. Claro que si. Hector, pasea por el lugar, todo lo que puedas distraer, vendrá bien. Hay algunos que realmente necesitan ser distraidos. Jade, un placer conocerte guapísima. Anne, vamos. Iremos a la enfermería y trabajemos un poco allí. Hector, respecto a lo del concierto he pedido los permisos, a ver si nos los dan pronto

- Encantada- Dió dos besos a Anne lee y a Silvia diciendo la misma palabra.- A ti ya te conosco- Dijo sonriendo dando otros dos besos a Petrus.

Se ruborizó ante las palabras de Silvia.- Voy con vosotras, si no os importa, puedo echar una mano.- Era cierto que se le daba bien la enfermería.

Héctor dió una palmada y se frotó las manos.- Perfecto, ya tengo ganas de aportar algo. En cuanto te comuniquen algo dímelo, para poner la fecha en el cartel y demás.- Miró a su alrededor como analizando el sitio.- Bueno, cuidadme a Jade eh. Petrus, te vienes conmigo a conocer al personal? Vamos a alegrarles el día.

Poco habitual en ella, no reaccionó intentando evitar los dos besos de Jade, si no que se quedó allí como un conejo deslumbrado. De nuevo una voz conocida la mantenía en tierra. Siguió a Silvia un poco sonrojada, sin decir palabra, asintiendo sin más.

-Vamos parra hayá....- dice siguiendo a Petrus al interior del hospicio.Tenían un largo y tendido trabajo por delante, pero merecería la pena.

¿Habeis imaginado alguna vez un esquife frente a un temporal?

Pues algo por el estilo es lo que os enseña Silvia. Es evidente que el paro ha agravado la situación que existía, y que sólo un puñado de voluntarios con más ganas e ilusión que dinero evita que la cosa vaya a peores.

El hospicio tiene dos partes diferenciadas, aunque conexas. Por un lado está la zona infantil, en la que un buen número de niños y niñas, normalmente de familias pobres y desestructuradas, cuando no directamente miserables, viven, comen, y reciben la mejor educación posible. Esta "ala infantil" por asi decirlo tiene un comedor, unas aulas, y unas habitaciones (al margen de zonas de juego, aulas, y un patio interior). Luego está la zona pública, en donde hay una enfermería, un comedor social y una pequeña habitación para que los más desamparados puedan, al menos, dormir calientes. A eso se le suma despensa, trasteros, almacén y un par de habitaciones para que los voluntarios puedan descansar y cambiarse, así como un buen número de aseos.

Silvia os muestra toda el hospicio y os va respondiendo a vuestras preguntas. Vuestros sentidos aguzados de garou, y ciertos detalles, os hacen pensar que varias de las personas que os cruzais, deben ser parentela

 Anne sigue con mucha atención todo cuanto les enseña Silvia, haciendo varias preguntas sobre el tipo de enfermos que tratan, cuales suelen ser los problemas de salud que tratan,… Procura mirar lo menos posible a Jade, aunque parece que más por nerviosismo que por animadversión.