Partida Rol por web

Secretum Laviana

PARS PRIMA - Por caminos de mal terminar.

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17/10/2016, 22:31
Lázaro "el Randa"

Aquellos nubarrones me recordaron las estrepitósas aventuras en Burgos, en el valle del Mena (estrepitosas no para uno...), en las que la nieve era el color imperante y las fuertes lluvias no eran sino lo que caulquiera describiría como "descanso" antes un temporal agitado. Aquestas nieves aún en tierras asturianas eran del mismo calado, pero tardábanse en formar y ello era aún peor: atemorizaba con tiempo a cualesquiera que las otease, sabiendo que habríase de buscar refugio o saberse calado hasta los huesos. Ahora descendíamos el Medero, y aquello tornábase mal y agitado, y miraba de tanto en tanto a los del carro. Veía que Nela se agarraba al bordillo del mismo mientras Inacio se cagaba, seguramente, en Dios o váyase vos a saber en qué (por tal atmósfera).

El caso es que levanté un poco las manos casi por instinto mientras descendía, sin dejar de mirar al suelo y sin hablar demasiado (que para eso estaban los truenos y las lloviznas en el horizonte cercano). Y comencé a descender lo más cautamente posible.

- Tiradas (1)
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18/10/2016, 03:43
Nela "La Roxa"

Que los cielos nun diben ayudanos demasiáu naquella misión taba bien claro, pos les negres nubes, cada vez más amenazantes, descargaríen la so fuerza d'un momentu a otru. Y asina foi. Nin siquier esperaron a que yá tuviéramos al otru llau del monte yá que, nel visu, empezó a cayer l'agua como si del mesmu diluviu tratárase. Pero lo que más amedranaba nesos paraxes despejaos yera'l retumbar los truenos contra les peñes. Taba acostumada a pasar munches tormentes allá na mio cabana del monte, pero aquella a campu abiertu... esa paecía como si los xinetes qu'anunciaben el fin del mundu tuvieren a puntu de saltar a tierra.

Yera tal l'agua que cayía que nin el cobertor que llevaba enriba de mi ayudara a que nun me moyara, sintiéndola más pesá que cuando la puse. Lo peor yera que nun-y daría tiempu secar llegá la nueche y entós... ¿A ver con qué díbame abrigar yo con asemeyada moyadura y fríu?

El descensu taba faciéndose demasiáu difícil y, a pesar que caminando nun yera muy diestra y el terrenu nun ayudaba a la mio coxera, decidí baxame del carru pos con tanto pesu corríamos el riesgu que quedara trabáu en barru muncho primero de lo deseyao.

Con precuru, mirando atentamente onde pisaba, fui baxando de a pocos, intentando nun perder contactu colos demás. Sudaba pol esfuerzu que taba realizando, lo que compensaba'l fríu que facía y la moyadura.

- Tiradas (1)
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18/10/2016, 08:24
Blanca

Caían buenos chuzos de punta et dificultosa se presentaba la caminata. Mas era mejor que el sitio do venía et me recreaba con la tormenta. Fuí bajando con cuidado,o ra deslizando un poco los pies, ora pisando firme. Pero aquesto non representaba mayor problema para mí, acostumbrada a corretear por los campos en busca de presas. Mas se complicaba la cosa, et el carro podía ser un problema por aquestos camino-¡Necesitamos refugio! et es que la lluvia non parescía amainar.

- Tiradas (1)
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18/10/2016, 19:52
Sixto de Salamanca

A nadie respetaba aquel tiempo impío, que parecía propio de un carromato dirigido a los infiernos, y no en pos de una misión como la que acometíamos. Pronto hubo de calarnos la lluvia, implacable, tomando cada palmo de tela de nuestros ropajes, y haciendo que mis huesos se resintieran de heridas pasadas, maldiciendo en silencio mientras yo me aferraba al carro, cuyo traqueteo incesante parecía el preámbulo del desastre. Allí estaban mis bártulos, los útiles y también los componentes, que con esmero había reunido y empacado, y que ahora bien podían acabar en nada. Tampoco es que confiara yo más en la marcha, como hacían aquellos que nos acompañaban, quienes prestos se habían apeado, temerosos del descalabro al que aquel Inaciu pareciera dirigirse.

- ¡Aguantad la marcha, Inaciu, que non son aquestas cosas que puedan andar al vuelo! - grité al carretero entre las aguas de la lluvia y los truenos - ¡Por el amor de Dios, calmad a las bestias!

Me aferré al carro, sintiendo el traqueteo, mientras miraba con aprensión los frascos tambaleándose en lo alto, y trataba de juntar los que pudiera, envolviéndolos lo más posible entre mantas y otras protecciones.

Notas de juego

Yo voy a confiar en la pericia del carretero xD. Entre tanto, no sé si puedo tirar por algo (HABxN?) para intentar envolver mis enseres (pociones y útiles de alquimista) entre trapos y cualquier otra cosa que pueda protegerlos en caso de accidente.

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18/10/2016, 20:12
Narrator

Notas de juego

Hombre confiado... xD. Una tirada de Suerte será suficiente para ver en qué acaban convertidos tus bártulos (si es que la tirada de Inaciu, que haré tras la de Pelayo, acaba en descalabro...).

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18/10/2016, 23:29
Pelayo de Arango

Pusose el tiempo realmente desapacible et el pobre caballo mio no hacia mas que sufrir al pisar en charcos et barros. Temiendo que la pobre criatura torcierase una pata desmonte y le agarre de las riendas aguantando estoicamente el aguacero

-Inaciu! Llegaremos a resguardarnos a algun sitio? Conoces algun refugio cerca? No se cuanto aguantaremos bajo esta tromba!!

Le comento al carretero por ver si me da esperanzas con alguna de las suyas respuestas. Intento seguir la trazada del carro agarrado a mi montura por las riendas

- Tiradas (1)
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19/10/2016, 19:55
Inaciu

Inaciu maniobraba, como Dios le ayudaba en tales circunstancias, el carro que rodaba cuesta abajo por el embarrado camino que se había tornado en barranquera. 

-Cerca quédanos riañu. -respondió a Pelayo mientras tiraba de acá para allá las riendas del animal, consiguiendo con tales movimientos que éste fuera evitando las zanjas que se formaban cada vez más hondas a causa del aguacero.
-¡Habemos de llegar al pueblu!, que por aqui nun hai ningun llugar p'abelugase...

Entonces un relámpago hendió el cielo sobre el Pico del Medero; fue repentino, atronador, cegador... -¡Futir!. -Exclamó el carretero. Esa vez cayó muy cerca y el animal que tiraba de la carreta se encabritó temeroso. Inaciu, a duras penas, consiguió calmar a la bestia. Lo justo y suficiente para no acabar tanto él, como el viejo salamantino y la carga transportada, desbarrancados en aquella senda dejada de la mano de Dios. -¡Mierda! -espetó antes de bajarse del vehículo que afortunadamente se acababa de detener.

No tuvo que examinar demasiado. Las ruedas se hallaban hundidas en un socavón imposible de franquear, al menos no hasta que el agua dejara de bajar con tanta fuerza por aquella pendiente.

-El carru quedóse atolláu. -fue lo último que dijo, sentenciando así lo evidente.

- Tiradas (1)
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20/10/2016, 18:36
Narrator

Con el carro atollado en medio del embarrado camino, los pertrechos totalmente empapados, y los cuerpos ateridos por el viento frío que silbaba al pasar entre las ramas de los árboles, la desesperación parecía querer apoderarse del corazón de los viajeros. Otro trueno distante resonó en el cielo. Las densas nubes tormentosas seguían castigando aquel viaje lanzando zigzagueantes relámpagos entre las hirvientes masas de nubes. Aciago se presentaba el destino de aquel viaje, más quiso la suerte y también, por que no decirlo, las buenas habilidades de campo las que revelaron, cerca de donde se había atrancado la carreta, una senda que se alejaba del camino principal.

Pocos fueron los desvíos que se vieron durante el viaje, lo cual hacía pensar que, con suerte, aquel camino pudiera llevar a algún lugar en el que encontrar refugio. Tal lógica, junto a las pocas opciones disponibles, hizo que los viajeros decidieran explorar el camino antes de que la tormenta fuera a más. Así pues, tras recoger los empapados pertrechos del carro con ayuda de Inaciu, quién regañadientes desató la montura dejando la carreta donde se había atollado, se adentraron en la nueva senda.

Ésta ascendía, estrecha y serpentina, entre frondosos helechos e imponentes árboles. No tardaron en llegar al tramo final de la subida, a pie y con andar cansino, procurando no resbalar con algunas de las piedras que se apelmazan en el lindero. La lluvia dificultaba aún más la marcha, ya de por si complicada. A la izquierda se veían unos matorrales de celindas, a la derecha se acumula la broza y la bardoma.

 

Y finalmente llegaron a lo que algún día debió de ser una ermita o capilla. Alrededor de ésta todo se encontraba anegado de barro. Había ortigas y maleza por todas partes. El templo se hallaba deshabitado, y no se escuchaba ruido de animal alguno, ni si quiera de los pajarillos que, asustados ante tales inclemencias, solían volar en busca de refugio. Sólo se escuchaba el intermitente golpear de los truenos en la distancia. El estado de ruina del lugar era casi total. Los muros y techos que aún se mantenían estaban ennegrecidos por el paso del tiempo, llenos de hierbajos y musgo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

-Las paredes y techos están destrozados en su mayoría, aunque, si os "ajuntáis" bastante, es posible que podáis guareceros todos de la lluvia. Eso si, Los animales habrían de quedarse fuera, bajo la lluvia, pues no hay techo para ellos. Aunque las paredes si que los protegerán del viento frío.

-En pocas horas se hará de noche.

-Todo está empapado... Así que a ver como os la ingeniáis para hacer un fuego para pasar la noche ;).

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20/10/2016, 19:33
Inaciu

-Esti llugar dame malu escayu. -dijo el carretero. Su rostro se mostraba pálido. Desencajado. -nun pienso pasar aqui la nueche. ¡Nin llocu!.

- Tiradas (1)
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20/10/2016, 20:42
Narrator

Notas de juego

Aún no sabes en que estado está tu preciado libro, que bajo semejante diluvio no te atreves ni a mirarlo. Lo sabras cuando tengas un momento de calma al amparo de la lluvia y lo desempaques. Dejo en tus manos, para ese momento, la tirada de Suerte. Aplicale un bonificador +25 por haberlo envuelto con mantas y demás ;).

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20/10/2016, 20:59
Sixto de Salamanca

No podía creer la fortuna, dentro del infortunio, que nos había venido a acompañar en el arranque de aquella empresa. Vuelto el mundo en contra nuestra pareciera, viendo los relámpagos descerrajar y la lluvia calar nuestros útiles y nuestros huesos. No había fortuna ni Dios que sacara nuestros pasos de aquel brete imposible, y, al mismo tiempo, quedaba entre semejante delirio un lugar para la esperanza. Que el carro encallase fue sólo el menor de los males, el imposible entre los seguros, que no eran más que desgracias. No pude sino respirar aliviado cuando, viendo aquel torpe artilugio encabritarse en la cuesta abajo, acabó todo en un mero tropiezo, y nada más. Pasados los nervios, aún latiendo en mi interior el temor de un descalabro mortal, no hubimos ocasión de otra cosa que recoger nuestros bártulos, tantos como pudimos cargar, y rezar porque hubiese un refugio cercano, el cuál, según Inaciu, no existía. Y sin embargo, allí estaba: recorrida la senda, viejo caserón presto a servir de resguardo para nuestros helados cuerpos, y quizá evitarnos que aquel frío del Demonio se llevase nuestras almas por delante. Y sin embargo Inaciu no pareciera andar por la labor de meterse ahí, algo que en verdad poco importaría, si no fuere el que nos había de conducir hasta el lugar que buscábamos. Y bueno, que todos los hijos de Dios son tales, y no por burros se les debe tratar de asnos.

- Inaciu, non seades bruto, que aquesta lluvia vos habrá de dexar tan calados los huesos que non habrá quién vos saque del hoyo a la mañana. ¡Peor ha de ser aquesto que lo que quiera que aguarde ahí! Et que acompáñanos omne de Dios, et buen protector, don Pelayo. Nada habedes de temer*.

Dije aquello confiando en que entrase en razón el hombre, mas, si no lo hacía, no haría yo noche fuera con él, tal estaba claro.

- Tiradas (1)

Notas de juego

* Eso no me lo creo ni yo, pero bueno xD.

Dejo una tirada hecha, si no queda claro el uso, lo aclaro. Supongo que esa es de las que quieres que vayan ocultas.

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20/10/2016, 21:02
Sixto de Salamanca
Sólo para el director

Notas de juego

Cita:

Aún no sabes en que estado está tu preciado libro, que bajo semejante diluvio no te atreves ni a mirarlo. Lo sabras cuando tengas un momento de calma al amparo de la lluvia y lo desempaques. Dejo en tus manos, para ese momento, la tirada de Suerte. Aplicale un bonificador +25 por haberlo envuelto con mantas y demás ;).

Ya me figuraba xD. ¿Puedo usar Suerte en una tirada de Suerte?

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20/10/2016, 22:02
Narrator

Notas de juego

En este caso, puedes.

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20/10/2016, 22:06
Inaciu

Las manos, agarrotadas y temblorosas del carretero, aferraban su zurrón mientras respondía al viejo salamantino: -Que non, que non. Yá vos digo yo que nun duermo ahi nin llocu. -decía dando pasitos hacia atrás cual cangrejo marino.
-Llamadme medranu* si queredes, ¡nun m'importa!. ¡Que antes métome sol** carru que duermo nesti llugar malditu nel que nin los pajaros abelúguense!***.

Notas de juego

*Cobarde.
**Bajo el.
***Se cobijan.

NOTA: Eyra, perdón de antemano por los errores/invenciones en la manera de hablar de Inaciu ;).

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21/10/2016, 10:33
Pelayo de Arango

-Vamos, omne, Inaciu, non seas loco!. ¿Que mal puede haber aquí?. Non es mas peligroso estar bajo el aguacero sin ningún guarda ni parapeto?. Al fin y al cabo non es esta la casa del señor? Si abandonada y maltrecha mas el señor, padre nuestro, non abandonaría completamente su casa. Si de algo te sirve bendeciré estas cuatro paredes ajadas por el tiempo. Eso si, seria fundamental que consiguieramos facer un fuego, aunque con toda la madera mojada y con esta tormenta arreciando se me antoja una tarea imposible.- 

Volviéndome a Sixto, pregúntole- Sixto compañero, se que tus conocimientos han hecho prodigios que se escapan a mi entendimiento. Podrias vos facer el milagro de facer fuego en nuestra situación?. Diganos vos que necesita y se lo proporcionaremos  

Notas de juego

A mi me gusta mucho la forma de hablar de Inaciu y la de Nela, y agradezco las traducciones que es verdad que las mayoria de las veces se me escapa lo que dice la peliroja

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21/10/2016, 11:29
Blanca

Non pude evitar más que reirme del pobre omme que se negaba a guarecerse bajo techo et avancé firme al lugar que se nos brindaba. Era lo mejor que podíamos conseguir y para mí estaba bien. Si el carretero quería morirse allá fuera allá él. Me puse cómoda et esperé a ver que fazian los demás. Saqué algo para comer et puse a mascar el tocino seco para recuperar energias.

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21/10/2016, 12:57
Nela "La Roxa"

Que nun díbamos siguir camín nel carru víase venir, y nun nos quedó más remediu que buscar dalgún llugar onde guarecenos. Tuvimos suerte, anque poco abelugu(1) paecía danos el sitiu qu'atopamos, una vieya ermita abandoná, a lo menos taríamos protexíos del vientu que, xuntu a l'agua, consiguía que yo nun dexara d'arrecir(2). Inaciu yera'l más ronciegu(3) a quedase ellí y, a pesar de los intentos del restu y dalguna qu'otra burlla, él nun paecía querer dar el so brazu a torcer. Nun dixi ná, pos si él taba empeñau en qu'aquel nun yera'l llugar meyor p'acampar... les sos razones tendría. Nun sería yo la que-y intentara convencer, pos si l'home prefería moyase y pasar fríu, a riesgu d'una bona enfermedá, yera'l so problema y non el míu. Pela mio parte busqué un llugar onde estar tou lo meyor que podía, al abrigu del vientu. El cobertor(4) pesábame por culpa de l'agua y poca protección frente al fríu podía dame yá, como nun consiguiéramos un milagru en forma de bona foguera, muncho me tarrecía(5) que toos nós acabaríamos per amalecer(6).

Dexáilo yá. —Dixi a los qu'intentaben a toa costa facer entrar en razón a Inaciu—. Si él nun quier entrar na ermita va ser por algo. El mieu ye bien llibre y medranes(7) tenemos toos.

Notas de juego

(1) Abelugu → refugio.

(2) Arrecir → tiritar.

(3) Ronciegu → reacio.

(4) Cobertor → manta.

(5) Tarrecer → puede significar tanto temer como aborrecer.

(6) Amalecer → enfermar.

(7) Medranes → temores.

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21/10/2016, 13:32
Lázaro "el Randa"

Habríale de preocupar la lluvia, pero aquel tipo preocupábase más por las cuatro maltrechas paredes que por el viento helado, el agua y aquella tempestuosa tormenta. ¡Sería posible! Harto tiempo anduve por los caminos rurales, y que en verdad aquel tiempo y recorridos, por muy malos que fueran, se me tornaban en la memoria como otros tantos que ya recorrí (y haciendo maldades para subsistir, claro). Por ello, me alegró encontrar esa especie de iglesia o capilla (o lo que fuera), pero no me hubiera importado "apañármelas" tapándome con una manta y apretándome contra un arbol mientras me empapaba.

Duro es este tiempo -respuse-. Habrá que hacer alguna guardia por si acaso acaece algo en este lugar. Yo puedo hacer la primera -dije ofreciéndome-.

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21/10/2016, 18:06
Sixto de Salamanca

Parecía empeñado Inaciu en no salir de sus trece, y desde luego yo ya andaba bastante calado como para perder más el tiempo con aquel borrico. Si quería helarse y morir de frío, allá él. Sin perder mucho más tiempo, dirigí mis pasos hacia la ermita, echando un vistazo en el interior en tanto escuchaba a don Pelayo preguntar si pudiere hacer yo hoguera en tal lugar.

- Quizá, mi senyor, si halláremos maderos secos que encender a tal menester, pudiere obrar la mia scientia algún arreglo, mas non milagros, que esos sont cosa de santos. - dije, hablando casi a gritos entre las lluvias.

En verdad no veía el momento de cobijarme de aquellas lluvias, con fuego o sin él. Quizá Dios estuviese de nuestra parte y quedase alguna bancada seca (o al menos no en exceso húmeda) en el interior de aquella ermita. Escuché también al tal Randa mencionar tema de guardias, algo que los más jóvenes habrían de acometer.

Notas de juego

Por el momento quiero asomarme al interior de la ermita. No sé si alguien lleva madera encima (de recoger madera seca ni hablamos xD).

En cuanto a las guardias, Sixto hace como que no lo oye. Lo siento (aunque es mejor para todos xD).

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21/10/2016, 20:33
Narrator

Con semejante temporal no tardó la compaña en adentrarse en aquel lugar en ruinas, otrora lugar de descanso, oración y recogimiento. Ascendieron tres escalones en rampa atravesando el pórtico derruido del que, por las ruinas que aún se mantenían erguidas, se adivinaba que en su día fue abierto en sus lados exentos por arcos de medio punto y cubierto por tejadillo a tres aguas, hallándose tras él, el único acceso al interior: una portada con arco entre pilastras que habrían, de estar enteras, de sostener el entablamiento. La Ermita poseía una sola nave cubierta por bóveda cuyos restos se hallaban esparcidos por el suelo, amontonándose restos de piedra y hojas muertas por todas las esquinas. Los muros de la nave, partidos y desmoronados también, acompañaban en lugar y estado a los restos de la mencionada bóveda.

Aunque lo realmente extraño e inquietante era el altar, pues lo que quedaba de él se hallaba partido por la mitad, como si una fuerza brutal hubiera profanado aquella piedra destinada a disponer los objetos rituales y de culto, y para dar mayor relevancia al oficiante. En el lateral derecho del presbiterio, mirando hacia donde se encontraban los restos del altar, se abría un hueco de paso a la sacristía, siendo ésta estancia el lugar mejor conservado, tanto de techo como de paredes. Ese sería, evidentemente, el lugar elegido para pasar la noche, la cual pronto llegaría.

La luz de la tarde disminuía, y los cambios en las tonalidades de la luz solar fueron a más mientras los hombres y mujeres se afanaban en coger el sitio más guarecido y en encontrar combustible seco para alimentar la lumbre que habría de darles calor en la anochecida. Tal era la premura en tal menester, que poco asunto pusieron todos a la marcha de Inacui; hombre terco y supersticioso a más no poder que, poniendo incluso en riesgo su propia vida, prefirió desandar el camino yendo en dirección a la carreta atollada. ¿Acaso se podía ser más necio que aquel negado de entendederas?.

Un rayo hizo tronar el cielo, iluminando las tinieblas violáceas que se cernían sobre las retumbantes montañas. Seguidamente, volvió a rasgar el cielo un relámpago, algo más deslumbrante que el anterior...

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

-Parece haber "suerte" y hay algo de material aprovechable: Hay varios montones de hojas secas así como ramas de algunos de los árboles que con el paso del tiempo han hecho suya la ermita (pues han roto incluso la piedra de las paredes en algunos puntos y se han "colado" dentro del recinto). La mala noticia es que, a parte de que éste combustible no está seco del todo, no es suficiente, ni de lejos, para mantener un fuego toda la noche. Quizá aguante para una o dos horas, no más.

Encender las hojas y las ramas sólo con ayuda de un simple yesquero es una tarea MUY difícil. Se requiere una tirada exitosa de HAB sin modificadores, a razón de un intento por hora.

-Inaciu se marcha. Si alguno va tras él ya sea para convencerlo o para compartir su decisión, éste es el momento.

-Poneos de acuerdo con las guardias (si es que las hacéis). No me hace falta saber el orden, sólo quien hace y quien no. De momento excluyo a Sixto de las mismas.