Partida Rol por web

Al igual que todos recien entro a esta escuela secundaria... Le respondo a Helen.

¿Como es posible que lleves dos meses en esta escuela si recien acaban de comenzar las clases? Acaso estas recursando?

Le pregunto a Momoka.

Yo me anote en el club de canto y en el de porristas! Espero poder ingresar facilmente a ellos :)

Entro de las últimas y me siento en el primer sitio que pillo, casualmente al lado de un chico. Le sonrío cuando me mira.

-Mola tu tatuaje - susurro en voz queda, para que no nos oiga la profesora- ¿Dónde te lo has hecho? Por cierto, me llamo Tsuki Ikeda.

Esto haver, alomejor entendi mal, Kuroda Uesugi , hace referencia a que lleva una katana, me puedes explicar esto, le dejan entrar con una a la escuela? la lleva escondida?
Me lo explicas, XD
Espero a que me respondas este post, para poder hacer una contestacion.

"Vaya, esto es empezar bien" El muchacho del tatuaje , ha pasado olímpicamente de mí, y la chica de la manzana, ha pasado de una especie de sonrisa medio apurada, a alejarse a otro lado. La sigo con la mirada, y veo sorprendido que hay una pelea. "Joder, diez segundos y ya hay pelea!" Me iba a alejar hacia donde estaba el grupeto que se había acercado, cuando una voz a mí lado, me hace parar:

Cita:

En ese momento se me olvida la pelea...alguien que me habla, y encima le gusta mi tatuaje!! Me pongo un poco nervioso, debido a mi falta de confianza..y tartamudeo un poco.
.-"Gracias, gra..gra..gracias...a mí también me gusta, es dec..es decir, que te guste...que, que me gusta que te guste.- Enrojezco, siempre me pasa lo mismo, me pongo colorado como un tomate, y como me doy cuenta, más calor me sube.
.- Yo soy Onoshi, un placer. Te, te gustaria que te hiciera uno?.- Le pregunto haciendo una ligera reverencia con la cabeza, y con mi color de cara cercano al púrpura.

 Etzuko llevó su mano a sus cabellos, agitándolos un poco, esos chicos darían de que hablar, pero para ella ya no revestían mucha importancia, pues, el único que había llamado su atención, por portar una katana, había demostrado ser demasiado melodramático, con esa frase de que no "importaba donde morir", la joven torció el gesto y se giró, detrás de ella estaba el primer chico que le había hablado, ahora con otra chica. 

-¿ um? - hizo un pequeño gesto la chica, y se acercó nuevamente a él, lo había dejado con las palabras en la boca, y debía intentar, por lo menos al principio, no parecer tan rara, se lo había prometido a su hermano mayor - disculpa, antes me hablaste...¿que decías? - le preguntó amablemente, y ladeo sus ojos hacia la otra chica, que parecía entretenida con algo, ¿que podría ser?, claro, Etzuko no había notado el tatuaje, podía ser demasiado distraida.

ves un mango de espada asomar de la vaina que muestra, al parecer si tiene una katana. estas muy extrañado y confundido "Que clase de colegio es este?" es lo que pasa por tu mente, mientras un escalofrío recorre tu cuerpo

Hola que tal? - pregunta un joven a la chica que tiene detrás - espero que seamos buenos amigos - y le dedica una amable sonrisa

Hola que tal? - Saluda a sus nuevos compañeros mas cercanos - Un gusto conocerlos

Mi sonrisa se ensancha, en parte por el apuro de Onoshi, en parte por la reverencia.

-Por ahora llevo suficientes tatuajes, aunque si me hago alguno más te llamaré. ¿Quieres saber donde...? -interrumpo mi pregunta al ver a una chica que se nos acerca, al parecer estaba hablando antes con él, y la saludo amablemente aunque parece distraída- Hola, me llamo Tsuki ikeda, encantada.

- Hola, yo también lo espero - correspondo a la sonrisa del chico que tengo delante- Necesitaré a alguien con quien hablar en clase cuando me aburra. ¿Cómo te llamas?

Tsukishiro Yukito, encantado de conocerte... - al no saber el nombre de la chica no puede completar la frase.

me quedo enbobado con rumiko al tiempo que pienso -("que bonita es")- unos segundos despues racciono y digo sonrojado -HOLA... yo-yo-yo soy JONATAN, pero mis amigos me dicen JONY, mucho mucho gusto je je ¿como te llamas...?- sonrio y pienso en el chorrazo que me estoy viendo

Rumiko, pero mis amigas me dicen Ruko - contesta con una amigable y pícara sonrisa

He, alumnos, yo soy la profesora a cargo! - Dice con una sonrisa amplia mientras levanta la mano con un cuaderno. - Yukari Tanizaki, Yukari sensei for you, how you can see, i'm the english teacher - mientras dice esto, parece leer su mano

 La voz de la profesora sonó con la suficiente fuerza como para llamar la atención de todos,por lo menos, de Etzuko que levantó la vista y fue a sentarse al fin a un puesto no lejos del chico que le habló primeramente y de la chica con la cual estaba. Contra la pared, y con la ventana cercana, podría distraerse lo suficiente cuando fuese necesario, el segundo banco, contando de atrás hacia delante, era por excelencia, su puesto ideal. Sentada y con su cabeza apoyada en su mano, miraba a la profesora presentarse. "hará presentarse delante de los demás?", se preguntó la chica, soltando un resoplido de hastío por la mera idea.

Kamijyo había escuchado las palabras de la Sensei atentamente. A pesar de eso, era curioso que estuviese con los ojos cerrados, y con la cabeza medio caída, como si estuviese durmiendo de pie. Al subir la escalera, lo hizo todo el trayecto con los ojos cerrados, demorándole un tanto, pero lográndolo, y sin retrasarse del grupo en general. Una vez lo hizo, semi-abrió los ojos para mirar un puesto, uno que preferiblemente estuviese atrás, pero no completamente, de alguna fila semi-central, no pegada a la pared. Al ir a sentarse escuchó algo. Una disputa. Peculiar.

"..."

Pensó por unos segundos, pero en realidad no lo hizo. No sintió ninguna duda, ni vacilación. Lo que sí hizo, fué hacer algo, un movimiento. Se acercó al joven de lentes, y le puso una mano en el hombro. Aún sin abrir los ojos una sola vez, su voz se pudo escuchar, hablándole directa, y audiblemente.

- Haz de permitirte la comunicación, a través de la interacción...

Le mencionó aquella frase que le había enseñado antes su propio Maestro, y tras hacer eso, se dirigió hacia su nuevo puesto, no sin antes haber parecido mirar por segundos al joven que había amenazado al de lentes en primer lugar, semi-abriendo sus ojos por un lapso que quizá hubiese sido nulo, dudando de la acción en general, solo viéndose como si hubiese movido su cabeza hacia donde estaba posicionado, justamente.

Después, ya en el puesto, se sentó, dejando su mochila a un lado, y dirigió su cabeza hacia donde venía la voz de la Sensei. Al oirla hablar en inglés, se sintió ligeramente tranquilo. No le iba... Tan mal en esa asignatura, aunque sabía que debería esforzarse.

"Something... Someone... Me... You..."

Así, Senshi empezó a tratar de recordar palabras necesarias para el idioma. Eigo. Inglés, dicho en japonés. Mantenía su actitud de no-mirar aún, buscando hacerla durar lo más posible, eso hasta que no fuese reprendido, o nada parecido. Sus oidos percibian el entorno, y su cuerpo distinguía todo elemento de su entorno muy precisamente, aún si no estuviese contemplándolo directamente.

Iba a decirle mi nombre a Ikeda Kun, cuando la voz de la profesora se alzó entre el cotorreo de todos los alumnos. Encogí los hombros a modo de disculpa, y me dispuse a escuchar a Yukari sensei "Había oido Yukari?, porque el resto no me había enterado!!" Por el rabillo del ojo percibí como se sentaba cerca nuestro la misteriosa chica de la manzana verde, así había empezado a llamarla en mi cabeza.
Intenté mantener una expresión de seriedad, y que pareciera que estaba escuchando a la profesora, aunque en realidad mi cabeza estaba más en otras menudeces. "Bueno, parece que aquí puede haber buena gente. Ikeda parece simpática, al menos no me ha ignorado. Espero no haber hecho demasiado ridículo con mi sonrojez y mi tartamudeo..."
La miré disimuladamente, y ví algo que me sorprendió. Tenía el dedo pulgar de la mano izquierda en la boca como si fuera un bebé. No parecía ser consciente de ello. Me resultó gracioso y tierno a la vez. "Podría hacerle un tatuaje de un anillo tribal en ese dedo. Estaría bien..."

Miro a la profesora con atención... Que bueno!He ido muchas veces a Inglaterra con el Instituto de Ingles y con mis padres, esto será muy fácil! :)

La sensei es algo extraña...ja...creo que esto será divertido! Me agrada la gente con personalidad (sonrie mientras se cruza de piernas)

Senshi se había sentado en un puesto que se encontraba en la fila del centro, en el penúltimo puesto. Sus ojos estaban cerrados en gran parte, y su cabeza se inclinaba unos pocos centímetros, quizá milímetros hacia adelante, como si estuviese medio dormido, o reflexionando. Sin embargo, de vez en cuando miraba hacia los lados, y observaba a sus nuevos compañeros. Veinte personas en total. Se le hacía interesante saber que tipo de personas conocería. Pensó en sacar su cuaderno para hacer lo que suele hacer en casos como este, pero decidió guardarlo, prefiriendo estar preparado por si la profesora llamaba la atención o algo. Observó a algunas chicas, percibiendo sus aromas, y diferenciándolas de manera instintiva, por decirlo de algún modo. Se sintió algo nervioso, ya que no era demasiado hábil en cuanto a las chicas. Por lo demás, sus compañeros como vista general le parecían aceptables, y de cierto modo productivos. Ya tendría que hacer algo después del incidante recientemente percibido.

Al final, se decidió. Kamijyo, rápidamente sacó su cuaderno, que era el único que llevaba consigo, para escribir todas las materias en el dichos primer día, y lo abrió por el lado contrario, la contratapa, sacando así la última pagina a relucir. Una vez hecho esto... Abrió sus ojos, por primera vez, de manera súbita. Se sintió una especie de intensidad, de presión, como si hubiese revelado un portal, una entrada hacia otro lugar. Sus ojos de color azul relativamente normal, tirando hacia claro, contemplaron con expresión reflexiva hacia su entorno, hacia ambos lados, ya que desde esa posición tenía una gran vista de casi todo el salón, exceptuando únicamente por el puesto atrás suyo, y quizá los otros puestos finales de cada fila.

Sacó un lapiz de grafito... Y comenzó a dibujar la sala, completa, detalle por detalle. Primero los bordes, trazo por trazo, suaves, pero reiterados, y en un momento firmes, definiendo la forma rectangular del salón mismo. Luego, los bancos, y los objetos, partes definitorias del ambiente. Y al final, y más importantes, las personas. Todos y cada uno de ellos, en las posiciones que se encontrasen, y con los aspectos, y actitudes que les determinasen, impregnadas en papel, por la mano del joven discípulo budista y de artes marciales, concentrándose al máximo, y dejando algo así como un 20 o 30% para escuchar lo que pudiese decirle la profesora... O cualquier otra persona. Su vista iba yendo de un lado hacia otro, por lo que estaba atento en lo que respecta ese sentido.