Partida Rol por web

El tren parte y por fin podeis disfrutar de la extraña sensación de estar en una casa que se mueve por el mundo a cuestas de un rayo. Muchos son los pasajeros que se agolpan en las ventanas cuando algún lugar importante o caracteristica del paisaje es digna de mención.

El viaje, la comida y el descanso son mas de lo que uno puede desear para estar haciendo tantos kilómetros y en una semana, despues de haber parado en varias estaciones - grandes edificios con el sello de la casa Orien - termináis viendo la imponente ciudad de Sharn a la distancia.

Cuando el tren para por fin en la estación de Sharn podeis recoger vuestras cosas y pisar por primera vez el suelo de la ciudad.

Si de lejos parecia una monstruosidad llena de altas torres, desde la ciudad en si la sensación es mucho mas claustrofobica y extraña.

Como suele ser típico en Sharn, está lloviendo, pero eso no parece afectar mucho al ir y devenir de su gente, que acostumbrada prosigue con sus quehaceres mientras pasan por puentes cubiertos, terrazas y montan en carros flotantes para ir de un lugar a otro de la inmensa ciudad de torres gigantes.

Por si no fuera poco, la variedad de sus habitantes es de lo mas abierta ... elfos, enanos, gnomos y medianos caminan tan felices entre humanos y semiorcos, incluso extrañas razas que de normal no son vistas en el continente de Khorvaire como los draconidos u drows pueden ser vistos esporadicamente de un lugar a otro.

Vosotros os encontráis a pie de la estación, ante la enorme ciudad y sin tener muy claro donde ir.

¡Venga conmigo! - Exclamo jubiloso cuando las puertas se abren. - Con la de vezes que oz la he cantado ya, zeguro que ahora zi oz la zabéis. Y dice azi ...

Debajo de un botón, tón, tón,
Que encontró Olentén, tén, tén,
había un atún, tún, tún
ay que chiquitín, tin, tin,
el pobre patán, tán, tán.
ay que chiquitín, tin, tin,
era aquel atún, tún, tún,
que encontró Olentén, tén, tén,
debajo de un botón, tón, tón.

Y con una canción en los labios y la alegría en el corazón, salto del tren para plantar mis pies en la magnífica Sharn. Abriendo los brazos en el aire, como si la ciudad pudiera devolverme el abrazo. - ¡Buenoz diaz Sharn! ¿ Que buenaz fortunaz aguardas para un humilde goblin como yo ?

Llevamos una semana encerrados entre unos cuantos vagones y la expectativa de poder caminar mas de 10 pasos de largo y luego otros diez de ancho, son incontenibles. Con el entusiasmo inundando mi espíritu levanto al Señor Botones(*) para que el también pueda ver la ciudad. - ¡Zeguidle!. Conoze el camino. - Lo que el Sr. Botones asiente con firmeza antes de que EhTu y su abultada mochila se pongan a andar entre la multitud.

Mientras recogía sus bultos ya EhTu!EH para los amigos muy intimo, como el Sr. Botonespensó la chica para si con una rodilla, ya salia disparado sin tener todo el mundo claro donde iban.
Espera EhTu! A los demás, no tengo muy claro hacia donde ir.

Un chico joven os ha estado observando desde que habéis pisado el suelo y finalmente se acerca a vosotros con una tímida sonrisa.

-Buenos días señores, bienvenidos a la ciudad de Sharn.- Por las ropas ya se puede ver que el chico no ha tenido una de las mejores infancias. -¿Necesitan algún guía para la ciudad?-

Os fijáis que no es el único chaval (o mayor) que ofrece sus servicios a los viajeros.

-Puedo guiarles por la ciudad a cambio de ...- No termina la frase.

Un pequeño grupo de guardias Deneith salen del tren y observan el panorama con expresión férrea. La sola presencia parece amedrentar un poco al chico.

-Puedo ayudarles por unas monedas.- Termina cuando recupera un poco la compostura.

Me planto delante del pequeño, con los grazos en jarra y le miro a los ojos, ya que a fin de cuentas tenemos la misma altura. - Hum... no ze ... ¿ Zabez donde ezta el Pozo del Mozo Tozco(*) ?

-Si señor.- Asiente rápidamente sin dudar.

Coloco firmemente mi mano sobre su hombro y sonrío.

¡Entoncez tu erez nuestro hombre! - Anunció con orgullo y haciendo ademan con la otra mano para empezar a movernos. - ¿ Y haz probado zu famoza zopa de pulpo y anchoas ? ¿ Ezta tan rica y picante como dizen ?. Zería una láztima haber hecho todo ezte viaje por un caldo aguado. ¿ Zabez ?

Zhanne se gira hacia los demas y mueve los hombros con resignacion.
Buenooo... ya sabes donde ir por ahora.

El genasi llegó a la ciudad con los ojos abiertos como platos. Lo que veia no hacía justicia a las descripciones que les había dado el venerable forjado.

- Cuesta creer como pudiese desarrollarse una ciudad tan extravagante sin caerse sobre si misma - comentaba entre murmullos, mientras la enorme y variopinta multitud de la estación los recibía, adornada por los típicos cantos del semielfo.

Sin subirse la capucha, comenzó a otear de un lado a otro, era sorprendente la mezcla de culturas que habìa allí - Esto tiene un aire al gremio - meditó mientras estiraba el cuello e intentaba ignorar en su cabeza las habladurías de Monty.

- Creo que he visto un genasi por allí - comentó con un cierto orgullo pues no era habitual ver a su gente cuando viajaba.

Sonriendo, sacudiá la cabeza para intentar entender de que se hablaba - ¿sopa? espero que sea buena, tenemos asuntos más importantes Montgomery -

el viaje habia llegado a su fin y para alivio de la chica sus temores al transporte solo fueron infundados.

supongo que si somos aventureros, deberíamos dar lugar a una pequeña aventura culinaria no crees, ademas si tu elemento es el fuego el picante no debería hacerte ni cosquillas, ¿verdad? sin embargo mira al pequeño con aprensión, se preguntaba que tipo de vida obliga a un joven a luchar en las duras calles y también que pasaría si este resultaba otro pequeño bribron tratando de tomar lo que no era suyo.

Nunca había estado en una ciudad tan bulliciosa, pero le parecía majestuosa, tan llena de posibilidades. Solo en un sitio así era posible informarse y empaparse de conocimiento, ya fuera histórico, religioso o arcano. Sin embargo el grupo se dejaba dirigir por el goblin y su apetito. Lo que le exasperaba era que todos estuvieran encantados con la idea.

-¿En serio? ¿Podemos permitirnos perder el tiempo de esta manera? Una ciudad de tan prospera de seguro debe tener bibliotecas, incluso museos...

Casi como reforzando el pensamiento de Akvahn, un grupo de estudiantes baja del tren y pasa a vuestro lado entusiasmado por haber llegado a la ciudad.

-Por fin vamos a poder entrar en la universidad de Morgrave, dicen que tiene una de las bibliotecas mas extensas de todo Khorvaire- Dicen entre ellos.

Detrás suyo una comitiva de ayudante llevaban cofres, libres y toda clase de utensilios de estudiosos.

Aquello era un soplo de aire fresco, una oportunidad para poder escaparse del grupo por un par de horas. La idea de cambiar la compañía de sus camaradas de gremio por libros le ponía de buen humor.

-Mi "apetito" es de conocimiento... Si os parece bien iré a la biblioteca mientras ustedes van a comer algo ¿Hay algún sitio emblemático donde podamos reunirnos al terminar?

Zharn ez una ziudad muy grande, podríaz perderte. Pero zi noz dizez donde vaz para "pazártelo en grande" te encontraremoz. ¿ Verdad chico ? - Pregunto con camaradería a mi nuevo guía. - Por zierto, yo zoy EhTu!. Ezte ez mi amigo Botonez. Y tranquilo. No muerde.

Con eso empiezo a andar para llegar cuando antes a nuestro destino. Por el camino intento introducir a los miembros del grupo.

Ella ez Zane, antez no era azi. Tenia el pelo rojo y las ubrez mas pequeñas.
Dezpuez eztan las otras doz hembras humanaz, que creo que zon pareja. Ella ez Hembra humana uno y la otra Hembra humana doz.
Detráz ezta el genazi. Mucho cuidado con el. Cree ver ladronez en todaz partes y creo que zordea de la derecha. Zi tienes que dezirle algo, procura hablar alto, claro y por su lazo izquierdo.
Y por acabar el alma de la fiezta. Zi uno era zordo, ezte ez mudo. Siempre pone cara de que la cena le ha zentado mal y penzar mucho. A ezte aun no le llamo. 

-Hablar tanto para decir tan poco... -Se guardó para si, esperando a que el goblin terminara su verborrea y poder hacerse oír.

-En tal caso nos veremos en la biblioteca de la universidad de Morgrave. -Indicó, señalando al grupo de estudiantes que había pasado a su lado, aunque era evidente a que biblioteca se refería el mago. Después de aquello se separó del grupo antes de perder de vista a la comitiva de ayudantes.

El artífice se paró junto a los pequeñajos que hablaban, escuchando mientras seguía con la vista perdida entre la multitud.

- Muchachito, que no te engañe su altura y su tono de piel, mira sus orejas, es un semielfo y el señor botones su buen corcel - Comentó abriendo grande la boca, sonriente.

-En tal caso nos veremos en la biblioteca de la universidad de Morgrave. -

- No te pierdas, Akvahn - saludó Artus, siguiendo con su misma felicidad sin siquiera mirarlo a la cara. Al parecer le había venido de perlas la noticia.

La llegada a la ciudad de Sharn me había dejado patidifusa. Nunca imaginé que una ciudad pudiera llegar a ser tan grande y estar tan abarrotada de gente. No conseguía salir de mi estupor hasta que el extraño goblin se refiere a mi como "Hembra humana uno"... o yo era la dos?

- Eh, renacuajo. No le cuentes milongas al chaval! Mi nombre es Rubeth y ella es Cassy.

Eh, renacuajo. No le cuentes milongas al chaval! Mi nombre es Rubeth y ella es Cassy.

¡Oh! ... ¿ si ? - Reacciono sorprendido, como se acabase de escuchar una asombrosa revelación - Encantado de conozerte. Mi nombre es EhTu!. Aunque loz amigos me llaman PedazoMierda, Guzano, ZuzióGoblin o Renacuajo, como veo que ya zabez bien. - Me presento alargando la mano a la hembra humana numero dos.