Partida Rol por web

-¿De donde diablos han salido estas criaturas y por qué nos atacan?

Dicho esto la Barbara se dispone a usar su nuevo "juguetito" y trata de golpear al extraño ser con el usando todas sus fuerzas.

Corvo estaba revisando las cosas que había comprado en las tiendas de la Plaza de Eodred. Los disturbios seguían desarrollándose en la convulsa ciudad de Korvosa y a cada hora que pasaba, quedaba más claro que ningún ejército había invadido la urbe. 

Transitaban por un callejón cuando un grupo de diablillos, una de las habituales plagas de aquella gran ciudad, se abalanzaron sobre ellos con intenciones aviesas. El espadachín poco pudo hacer, pues antes de que pudiera reaccionar, sufrió la punzada del aguijón de una de tales criaturas. El rasguño escocía, pero el muchacho se sobrepuso estoicamente.

Malditos aprendices de brujería...- pensó para sus adentros mientras lanzaba una estocada de su filo y se preparaba para la lid.

Aquellos seres, eran convocados por los estudiantes de la Academae, para posteriormente ser liberados. Solían ocasionar pequeños hurtos y altercados en las zonas más pobres de la ciudad, pero también solían atreverse con lugares más opulentos y bien vigilados. 

Aturdido por el dolor de la picadura, el brujo decidió dejar fuera de combate a esa alimaña infernal. Mientras la maldición tomaba forma en su mente, el tiefling saboreaba el momento en que partiría el cráneo, de ese ser infecto, con su maza...

Después de encajar sendos aguijonazos de varios de los diablillos, los aventureros, reaccionaron con presteza y furia.

Arso, saco su lanza y acometió con la criatura que tenía justo encima suyo, asestando un buen golpe, pero para su sorpresa, lo que hubiera atravesado a un hombre normal, apenas le hizo unos arañazos.

Kahara se emocionó, cuando vio que le estaban atacando, ya que podría probar su nuevo juguetito, una scizore de una gran calidad y hecha de hierro frio. Con ella logró impactar casi de lleno en la criatura, pero como en el caso de Arso, al parecer las heridas no fueron tan letales, como cabía esperar...

Corvo por su parte, no logró impactar en la pequeña y escurridiza criatura. Pero se mantuvo en guardia, esperando un momento de descuido, para detener el ataque y contraatacar.

Rauko, por su parte, comenzó a mover sus manos de forma hipnótica, haciendo que el diablillo que le había atacado, se le comenzaran a cerrar los ojos, pero este se sacudió, y despejo su mente, con una extraña mueca de enfado, por lo que Rauko le había intentado hacer.

Las pequeñas y diabólicas criaturas, son más duras de lo que parecen, y por si no fuera poco, las heridas que tienen, comienzan a cerrarse a una velocidad para nada natural.

Pequeñas y ágiles, comienzan a hacer cabriolas por encima vuestro, para evitar vuestros posibles ataque, y se lanzan a por su segunda andanada de aguijonazos.

Corvo con una maniobra magistral, consiguió detener el ataque dejando en clara desventaja al diablillo sorprendido.

Los dos diablillos que atacaban a Arso y Rauko, con el ímpetu de las acrobacias, chocaron entre ellos, y a duras penas no se caen al suelo.

Y el de Kahara, le impacta con gran precisión pero apenas sin daños, aunque el veneno, parece que quiere menguar sus movimientos.

Corvo detuvo con maestría el primer ataque que aquella criatura le lanzó de forma despiadada. Con una rápida maniobra, respondió lanzado un corte lateral que entró de forma oblicua por uno de los flancos del diablillo. Era muy dura. El filo del espadachín apenas hizo daño.

Acto seguido, se movió con un paso atrás y como si de un resorte se tratara, lanzó una nueva punzada frontal...

Arso intento nuevamente tocar con su mano a uno de los diablillos ...

La barbara sorprendida que algo tan pequeño soportara tan terrible impacto gruñó de frustración y dolor por los molestos ataques del diablillo.

-Muy bien renacuajo veamos  cuan resistente eres.

Dejando caer el scizore de su mano izquierda empuña con fuerza su earthbreaker de plata y trata de impactar al impío ser con todas sus fuerzas pero la vil criatura era rápida.

Tocas a la criatura, y por un momento, te viene a la mente un sinfín de conocimientos, sobre la criatura y su fisonomía.

- Plata! Usad plata!!!Creo que pueden volverse invisibles!!

El veneno entumecía los músculos de Rauko por momentos. Alarmado, el tieflin se puso a la defensiva. Consciente del riesgo que entrañaba, comenzó a lanzar un hechizo de protección. Si era un blanco fácil, aquella alimaña acabaría con él...

Su nivel de concentración, perfecto, impidió que el diablillo encontrase una abertura para atacar y el hechizo fue completado.

Un escudo de poder arcano, zumbante y casi invisible envolvió al brujo, fortaleciendo sus defensas. 

El contraataque de Corvo, logra impactar en la pequeña y diabólica criatura, pero la dureza de su piel y la curación rápida hacen que se conviertan en un simple arañazo. Su segundo ataque falla por los pelos…

Arso, logra tocar al diablillo con su mano, y al instante grita:

- Plata! Usad plata!!!Creo que pueden volverse invisibles!!

Kahara, al ver que su arma de hierro frío no ha sido muy efectiva, saca su nueva gran maza de plana, pero no logra impactar a la escurridiza criatura.

Y por último Rauko, se lanza un conjuro de protección, cuando nota que sus movimientos se vuelven extremadamente torpes por culpa del veneo.

Los pequeños deminios, vuelven ha atacar con ataques acrobáticos. Como antes, la agilidad de las pequeñas y diabólicas criaturas, os distraen lo suficiente, como para no ganar ventaja.

Kahara y Rauko, logran evitar los ponzoñosos aguijones, pero Arso y Corvo no…

Cuando Arso gritó, el espadachín recordó que poseía un odre con lustre de plata. Aquella sustancia alquímica, podía conferirle al filo de su estoque élfico la capacidad de superar la dureza de aquellos seres. Con rapidez se urgió para embadurnar el armar, pero eso lo aprovechó el descarado diablillo para volver a clavar su aguijón. Esta vez dolió, pero siguió si afectarse por el veneno...

El veneno hizo temblar a Arso, que dio un paso atras, dejo caer su arma y agarro una daga de plata mientras murmuraba un hechizo.

Esas malditas criaturas parecían burlarse de la barbara. Por mucho que lo intentara parecían inmunes a sus ataques, eso hizo enojar a la semiorca.

-¡Basta de juegos! Os arrepentiréis de habernos atacado. AAAAAAARRRRGGHHH!!!

Tras un gutural grito Kahara se dejó llevar por la furia y trató de asestar de nuevo un brutal golpe sobre el diablillo.

Corvo, siente las palabras de Arso, y se apresura a sacar el frasco de lustre de plata y impregna su arma, esperando poder superar la dureza de la piel de las diabólicas criaturas.

Arso, siente como el veneno entumece sus brazos y piernas, y dando un paso atrás, invoca el poder de su señor para que le proteja.

Kahara, examina por un instante a su oponente, buscando sus puntos débiles y pegando un terrible grito para sacar toda su rabia, lanza un terrible impacto sobre el diablillo, que  lo estampa con fuerza contra el suelo, dejándolo inconsciente.

Después del tremendo impacto del martillo de Kahara, escucháis el aleteo  otras criaturas que descienden desde el cielo.

Cuando son visibles, veis a dos pequeños dragones, de escamas púrpuras brillante, con una inteligencia traviesa y con sendos aguijones, en su cola, con un brillo plateado. Estas nuevas criaturas, se unen al combate, atacando a los diablillos.

Viendo que el combate se complica, Rauko trató de dejar fuera de combate, al draco que le amenzaba, usando Slumber

Por fin Rauko, sintió que el veneno ya no le debilitaba más, y tomo ánimo para volver a modo ofensivo. El ataque de las nuevas criaturas aladas le sorprendió, y a punto estuvo de intentar dormir a una de ellas, pero en el último momento, se dio cuenta de que les estaban ayudando y desvió el ataque hacia la que atacaba a Arso. El Diablillo, que volaba por encima de la cabeza de Arso, no le dio tiempo ni a bostezar, antes de dormirse, y cayó al suelo como un pequeño saquito de patatas.

Los dos otros Diablillos, sorprendidos por los nuevo y tan odiados enemigos que les atacaba, se giraron y atacaron a los Dracos Domésticos. Uno de los Diablillos, logró impactar, hiriendo y emponzoñando al uno de los Dracos, pero este no hizo muestras de debilidad y siguió acosando ferozmente al Diablillo.

Sumergido en su furia Kahara prosiguió su feroz ataque contra las criaturas que habían osado atacarla.
-Muereeeeee!!!!

El juego había durado mucho. Aquellas escurridizas criaturas habían evitado gran parte del daño que el grupo podía ocasionar gracias a la dureza de su piel y sus artimañas voladoras, pero aquello había acabado. Sin pensarlo, y aprovechando la distracción que los dracos domésticos ocasionaban, Corvo lanzó un terrible tajo del fino filo de su arma que impactó de pleno en uno de aquellos rebeldes diablillos...