Partida Rol por web

Kaito comenzó a hablar con un par de mercaderes.

Krats descubrió que alguien habia empezado a vender muchas cosas en la zona sur (la mas peligrosa) y se rumoreaba que era un mago de un gremio ilegal (los gremios ilegales hacen "trabajos" de asesinato, robo y eso... cosas ilegales XD)

Beth por su parte parecia que empezaba a encandilar al mercader

-Bueno... bueno, preciosidad ¿en que puedo ayudarla?

- Seguro que un buen mercader como usted vende objetos mágicos muy interesantes. He visto uno por la ciudad que me ha encantado... uno único... y supongo que solo usted puede saber quien lo compró. ¿podría contarme, amable señor, quién compró un artefacto que hace desaparecer cosas, como por ejemplo, bolsos, y dónde podría encontrarlo? Seré buena y no contaré lo que me diga...

Despues de realizar unas cortas averiguaciones volvió con sus compañeros, Kaito estaba hablando con un mercader mientras Beth continuaba embelezando a otro comerciante. El Katano sonrió divertido al ver como los ojos del sujeto no se despegaban del prominente busto de la muchacha. No pudo evitar pensar que pensaria el hermano de su compañera de verla usar estas tacticas.

-De seguro destrozaria medio mercado- estaba seguro que seria divertido de ver, o la discucion que de seguro se generaria de trabajar los dos hermanos juntos. Eran bastante diferentes pero eso nunca hizo que se llevaran mal.

Espero a cierta distancia de los dos, no queriendo interrumpirlos, él tenia noticias mas que prometedoras y esperaba que sus amigos consiguieran otro poco, para asi, reunir todo y sacar algo en claro. Se mantuvo bajo la sombra de un toldo, apoyado contra la pared, vigilando los alrededores. Se ve mas estando quieto que dando vueltas por ahi.

(es un hombre humano, creo haberlo dicho XD)

El mercader pareció pensar sobre ello

-No, pero si buscas objetos magicos poderosos, ve a la zona norte, la mas peligrosa de la zona, por allí está el mercado negro... aunque siempre está en un callejón distinto, a si que no puedo decirte donde...

- Gracias. Muy amable.

Se alejó del mercader y fue hasta sus dos compañeros. Krats parecía estar esperándola desde hacía bastante rato por lo que supuso que había escuchado lo que el hombre le había comentado.

- Habrá que ir a investigar a la zona norte.

Kaito intervino

-Yo he descubierto lo mismo... la verdad es que ir a la zona norte no me gusta... pero es la única pista que tenemos... a si que si estais deacuerdo, pongamonos en marcha...

Cuando el grupo estuvo reunido Krats los escucho con atencion, habian averiguado casi lo mismo, eso era bueno pues daba mas veracidad a esos datos, haciendo que no haya ninguna duda sobre lo que deberian hacer. El problema era que seria bastante peligroso, no era un barrio margial, era un sector de ladrones, asesinos y de seguro no serian bienvenidos.

-Hay rumores de que el "otro" gremio esta involucrado en esto- no hacia falta detallar cual era el otro gremio-. Asi que si tenemos suerte, sera solo un mago al que debamos enfrentarnos- se encogio de hombros-. Pero puede ser que haya mas de uno. Tenemos que estar preparados.

Una vez dicho lo que pensaba, se dispuso para largarse de alli, esperaba que nada saliera mal. Odiaba las sorpresas. Sobre todo las desagradables.

El grupo se dirije al lugar mas peligroso de la ciudad... todo el mundo les mira y la noche se acerca...

Krats se siente el centro de atencion y no le gusta para nada. Es como si estuviera esperando de un momento que una afilada navaja se apoyara en su espalda. Pero tienen una mision, asi que decide mantenerse lo mas alerta posible, la sangre fria era algo esencial en ambitos como este. Si te ven debil tus horas estan contadas. Si pareces fuerte y peligroso, normalmente siguen su camino.

Los tres callejean sin saber muy bien por donde van... la verdad, es que si no fuese por que Kaito tenia un poco de idea de como eran las calles, se habrian perdido... mientras avanzaban, Krats sintió como si les vigilaran... no vió a nadie en ningún momento, pero tenia esa sensación en el cuerpo, esa en la que sientes los ojos de alguien en la nuca.

Finalmente, llegaron a lo que parecia el mercado negro. Era como un mercado normal de una calle, solo que mas oscuro, chico, lobrego, estaba en un callejón y las cosas que se vendian eran desagradables...

-Preguntemos sobre objetos mágicos...

Observa los alrededores con atención, buscando una mirada, un rostro, incluso una sombra escurridiza. Pero no hay nada, solo esa sensación, casi certeza, de que cada uno de sus movimientos son fríamente observados. Ya están allí, no pueden tirarse para atrás, así que se ajusta la capucha y continúa su camino, revisando de vez en cuando los alrededores.
-Alguien nos vigila- murmuro mientras fingía rascarse la nariz, odiaba sentirse observado, era como caminar por una delgada soga a muchos metros sobre un precipicio especialmente hondo.
Se acercan a un mercader, Krats se queda mirando los diferentes objetos que ofrecía, tenían un aura oscura y tenebrosa, casi podía imaginar sus poderes con solo mirarlos. No era un pensamiento tranquilizador saber que elementos como esos podían estar en manos de gente muy peligrosa.
Con una señal indica a Beth, a la que consideraba más carismática para ese trabajo, que interrogara al mercader. Disimuladamente deja sus manos dentro de su capa, muy cerca de sus armas. Tenia que estar preparado.

Por fin llegaron al callejón norte. Caminaron intentando no llamar mucho la atención, aunque para Beth era muy complicado. Luego Krats les comunicó que alguien les estaba vigilando. La chica se lo tomó como una buena señal. Lo más seguro es que tuviese relación con el ladrón de bolsos. No le hizo ninguna seña a sus compañeros para no llamar en exceso la atención.

Cuando llegaron hasta uno de los mercaderes, Beth consideró que la más apta para hablar era ella:

- Buenas tardes, caballero. - dijo con su voz sensual.- ¿Sería tan amable de responderme un par de preguntas? Le prometo que seré breve, concisa y nadie sabrá jamás que ha hablado conmigo, a no ser que usted le cuente a la gente que ha conocido a tan bella dama.- le guiñó un ojo y le sonrió con su media sonrisa tan característica.

El hombre... acosumbrado a que le preguntasen ese tipo de cosas, pues nadie solia querer que se supiese que estaba allí y le costaba hablar de lo que queria comprar

-Digame señorita que es lo que busca...

En el rostro de la hermosa joven se dibujó una pequeña sonrisa:

- Tenía entendido que aquí se vendía una especie de artefacto mágico que hacía teletransportarse cosas. Por ejemplo...bolsos e... incluso personas. Estoy interesada en él.

Krats se matuvo ajeno a la conversacion. O eso queria hacer creer. Parecia una extension de las sombras de sus dos amigos, con la capucha sobre su rostro apenas se podia adivinar el brillo de sus ojos mirando inquisitivamente al mercader. Si algo le habia enseñado la vida era que un vendedor tiene muchas caras, una mas falsa que la otra.

Busco algun señal de mentiras, dudas o nerviosismo.

El vendedor miró curioso a Beth

-Pues... no, lo siento, no se de que me habla señorita, pero tengo una magia vital prohibida muy bonita, ¿querria verla?

Krats ve que el vendedor parece ocultar algo... y ahora parece buscar algo (aunque eso lo veis todos) y no quita los ojos de encima a la chica.

Entonces Kaito desenfundó su Katana y la apuntó al vendedor

-Será mejor que no saques nada... y que respondas a nuestras preguntas...

En el mercado se armó mucho arboroto... y dado que eso llama mucho la atención, pocas tiendas quedaban allí pasados un par de minutos...

Krats se coloco detrás del vendedor en cuanto escuchó que la katana de Kaito era desenfundada, dos espadas cortas y afiladas como navajas se apoyaron en el cuerpo del vendedor. Una justo debajo del brazo derecho y otra en el riñón. Los ojos del Katano brillaban de una forma muy peligrosa y cuando hablo, parecía que su voz salía de una cueva muy oscura y tenebrosa. Era apenas un murmullo, pero el vendedor lo escucho perfectamente.
-Puedo matarte con solo un corte, dejarte desangrando por horas o hacer que mueras de la forma mas dolorosa que existe- esperaba que la amenaza surtiera efecto y el tipo se quedara quieto. Quitó todo objeto que tuviera, de seguro planeaba hacer algo contra Beth-. Se acabaron las palabras dulces, ahora queda solo el dolor o la verdad. Tú eliges.

Beth dedujo que aquel mercader debía de estar siendo muy amenazo o tener algo muy importante que ocultar para no haber caído rendido a sus pies. La verdad es que, aunque no lo exteriorizó (más bien se quejó con sus típicos "tsk") estaba bastante agradecida a Kaito y Krats.

La verdad es que se ven muy monos los dos ahora mismo...

Miró hacia abajo, aunque no pudo evitar mirar de reojo a Kaito, bastante interesada en él. Mientras, esperó callada a que el mercader desembuchase, mientras estaba atenta a los alrededores, con su frasco del bolsillo bien agarrado.