Partida Rol por web

¿Que quién le contó tu plan y convenció a Chemo?-Mucus estaba más que indignado- Vamos a ver, Lord Inmundo.  ¿Necesitas que te recuerde tus palabras de hace un rato?:

Si, era un plan genial, que en un chasquear de dedos conseguiría sacarles de allí, anuncié la migración para la nueva web, todos estaban eufóricos. El plan iba a marchar viento en popa.

Si anunciaste la migración a diestro y siniestro, no es de extrañar que algún umbriano fuese con el cuento a Chemo y sus capataces. Así que no, mi Señora, no fui yo el traidor. Fueron todo imaginaciones de ese despojo humano. En cuanto a la foto que os muestra, me parece que podéis distinguir claramente que no soy yo el que acompaña a esos ángeles del infierno. Ese tipo tiene el bonito color verde de mi piel, pero nada más. Es una masa informe*, un umbriano más, y Lord Inmundo debe de necesitar gafas por habernos confundido. Pero eso de que torturó a la umbriana, eso es totalmente falso, pues en realidad se trataba de uno de esos umbrianos gays con los que tan buenas migas había hecho él en la manifestación, y lo acompañó para que le prestara ropa mientras cuchicheaban como dos tortolitos y se probaba sus pantalones de cuero

Pero a lo que íbamos, mi amada ama. Si no conseguimos nuestro propósito, no se debió a todas las mentiras que os ha contado el despojo, quien regresó con su nuevo atuendo al cabo de un rato. La bicheja alada aseguró que nos guiaría fuera del laberinto umbriano, volando por encima de las paredes. Pero en lugar de eso nos llevó directos a una trampa.

Al final el laberinto iba a resultar como atravesar Madrid en hora punta porque parecía más largo que un día sin pan, por lo menos y encima, si teníamos en cuenta que cada dos metros más o menos debía de aparecer alguien distinto aunque viniera a ser como dar vueltas en el mismo sitio la cosa se complicaba..

- A mí lo que me parece es que me voy a hacer con un laberinto como ese... El próximo Halloween el que quiera trabajar para mí tendrá que recorrerlo para llegar y luego, según en qué estado llegue lo haré apto o no...

Sin duda algo bueno tenía que sacar de las estupideces de sus esbirros.

- Ala Rota, creo que deberías comenzar a desistir de eso de hacer de guía... porque me parece que tú eres capaz de perderte en una caja de cerillas. ¿ Qué trampa fue esa?

-Mi señora, a pesar de ciertos indicios, que podrían haceros suponer que mi habilidad como guía es escasa, o nula, os diré que en este caso, no había ningún riesgo de perdernos. De hecho, cuando aseguré que podría guiarlos hasta fuera del laberinto, fue porque desde las alturas, ya podía discernir una salida, a lo lejos.

Aceptando el plan de estos, de guiar a los umbrianos hacia el exterior, aunque no estuviera muy clara la excusa propuesta - *Carraspeo carraspeo* - del por qué tenían que salir todos, empecé a guiarlos hacia el exterior. Como cualquier persona con algo de cabeza, yo sabía que hay un truco para salir de un laberinto: girar siempre hacia la derecha. De esa forma, siempre terminarás saliendo del laberinto, tarde o temprano. Pero como sabía que a vuestra majestad le corría prisa, y a estos monosinápticos no se les ocurrió la idea, los guié por el camino más rápido, atenta a que no hubiera saltos de tierra, ni arenas movedizas ni semejantes. Ya sabe usted que una no se puede fiar de estos umbrianos, que siempre salen con lo más raro, y aquél laberinto era obra suya.

Ala Rota da un pequeño saltito, incómoda de estar en el suelo, ahora que tiene las alas malheridas, añorando volar.

- Bueno, pues rápidamente fui guiándolos hasta la salida. Tengo que admitir que a los que se retrasaban, sin querer seguirnos, les amenacé un poco, ¡pero mi señora quería que todos los umbrianos estuvieran fuera, y yo pensaba cumplirlo!  Así, llegamos hasta la salida. Pero aquí entra en acción, lo que el moqueante ser ha llamado "la trampa". 

Spoiler (marca el texto para leerlo):

-La verdad es esta: un hombre más bien feo, tirando a horripilante, con una nariz que bien podría haber parido al moco, y unas gafas que servirían de cristal antibalas, tapaba la salida del laberinto. Como mi superdotada ama habrá comprendido enseguida, un hombre en el camino no supone obstáculo ninguno. Si es menester, se le pega un empujón, y ale, todos fuera. ¡Pero el hombre habló, y todos se quedaron escuchando!

Verá, por lo que parece, este ser predecía el futuro, y así nos lo hizo entender con un par de palabras. ¡Conocía vuestro plan, lo insinuó con un par de palabras! Intentando a toda costa que los umbrianos no se enteraran, ya que de ser así desconfiarían, y no nos seguirían, le grité que se callara, dándole a entender que de no hacerlo, lo convertiría en una lechuza. El hombre, sabiendo que Ala Rota siempre cumple lo que dice, aceptó no comentar nada sobre el tema. Pero hay mucho umbriano crédulo, y empezaron a hacerle preguntas. Al menos, no relacionadas con nuestro plan, así que no había peligro por esa parte. Viendo que demasiada gente hacía preguntas, le dije al "vidente" que nos acompañara, para que se las hicieran mientras sacábamos a todos de Umbría. Algo inofensivo, y que los mantendría entretenidos mientras hacían exactamente lo que queríamos.

Ala Rota no iba a salirse con la suya tan fácilmente. Se había dejado lo más importante y, cómo no, autoinculpatorio.

-Perdona pero olvidas comentar tus tejemanejes con el gato de la cruz.- Mucus carraspeó y se dirigió de nuevo a su ama- No puedo permitir que os intente engañar, mi señora. Veréis, mientras caminábamos hacia la salida, la gusiluz fundida hizo migas con un horrible gato que se creía arzobispo, que comenzó a comerle el coco con arrepentirse de sus pecados y lograr la absolución. El gato asqueroso había escuchado al adivino y se había hecho una idea de vuestro plan, porque el condenado era muy listo, y convenció a la bicharraca de que debía traicionarnos y volver al camino de la Luz, abandonando la Oscuridad de nuestra Señora. Le prometió curar sus maltrechas alas y le lavó el cerebro (que por pequeño fue fácil de lavar) y la gusiluz le prometió entregarnos a los cuervos y regresar con todos los umbrianos al interior de la comunidad.

-Chi chi chi ama, el hectoplasma verdoso tiene razón. La rata con alas no dudó en seguir al gato religioso convencida de lo que él le estaba "vendiendo"- Esclavo miró de reojo al hada en el suelo. Ahora que ella no podía volar, parecía un simple insecto fácil de pisotear. -Oh, y de seguro intentará salirse de ésta diciendo que no se cambió de bando, que todo era parte de un plan mayor, como ya varias veces hemos oído de boca de "otros"- la mirada de odio que dirigió a Lord Edmund podría haberlo fulminado en el acto si hubiera tenido los poderes de su ama. Por suerte para el noble, el esbirro reptiliano apenas sí sabía atarse los cordones, así que lejos estaba de dominar los poderes de la Oscuridad. -Pero la verdad es que se hizo parte de ese culto totalmente convencida de que su alma merecía la salvación y no una eternidad a su servicio así que, sin darnos tiempo a nada, reunió a los cuervos para que nos "banearan"- Esclavo cerró los ojos mientras reprimía un escalofrío. El baneo había consistido en una verdadera y nutrida somanta de palos para ellos tres mientras Ala Rota indicaba, cual miembro vitalicio de la Inquisición, donde golpear más duro a cada uno de ellos para provocar daños más severos. -Una vez nos hubieron baneado, ella, que ahora ostentaba el cargo de monaguilla, ordenó que nos subieran en una jaula con ruedas atadas a unas bestias de carga y sin perder un segundo nos condujo a la granja de Pepito [Interrupción: en la granja de Pepito], un sitio destinado a convertir en miembros de dicha secta a todos aquellos que se resistían a las palabras del gato, mediante tortura física y psicológica- Nuevamente, con un grán esfuerzo de voluntad pudo reprimir otro ataque de pánico... sin embargo, una pegajosa e irritante cantinela vino a su memoria. Nana nana nana nana Lideeeeer, nana nana nana nana Lideeeeer, Lideeeeer, Lideeeeer, Lideeeer.

Las palabras de Ala Rota fueron cuanto menos cómicas, sobretodo cuando se la escapó aquello de que " como cualquier persona haría tal " pero claro, distaba bastante de ser una persona, lo que a vuestra ama casi le hace soltar una risotada. No la dejó escapar claro, pues para cuando llegó a ese momento de que había un hombre que sabía sus planes de lo único que tuvo ganas fue de aniquilar a toda la humanidad y así a ver quién era el guapo con " superpoderes " que venía a ponerse delante de ella.

No siendo aquello suficiente, parecía que la flora y fauna de aquel lugar, tampoco se hubiera librado, pues incluso los gatos eran capaces de prever sus planes... y vamos, era la gota que ya colmaba el vaso.

- No sé cómo os las arregláis para que todo el mundo sepa de vuestras misiones. Es como si os pusiera un cartel luminoso encima en el que pusiera " Esbirro de la Señora Oscura en misión de infiltración ". - Eran un atajo de inútiles, no había duda de ello.

Pues nada, estaba claro que aquella torpeza, por no decir nada más serio, les había dejado sin entrar en Umbría, lo que les supondría tener que buscar otra forma para entrar, porque no haberlo hecho supondría que aquellos esbirros morirían sin demora.

- Entiendo. SOIS IDIOTAS!! - Dijo la mujer habiendo tenido que dar un grito a ver si así os enterabais. - Ala Rota, quiero escuchar lo que hicisteis tras eso y ya puede gustarme...

Con el grito de su señora, Ala Rota se encoge aún más, pareciendo diminuta, aunque su cabeza sigue destacando.

- ¡Le diré lo que ocurrió tras eso, señora! ¡Es que no me han dejado tiempo para explicarme! Verá, es cierto que nos encontramos al gato, el maldito gato que se enteró de nuestros planes, por el viejo sabelotodo. No es que fingiera unirme a su secta por un plan, como imagina la quimera repelente, si no que no me quedaba otra opción que aceptar unirme. Pero no de buena gana, se lo aseguro. ¿Acaso cree usted, la Reina entre las reinas, que su sierva más fiel, que soy yo, se vendería porque alguien le prometiera arreglar la única parte de su cuerpo que no es horrenda? No, mi señora. Nada más lejos. Al "prometer curar mis maltrechas alas", precisamente ese gato dio a entender lo estúpido que podía ser. 

Mientras el gato seguía predicando su palabra, o la de algún otro loco, váyase usted a saber, llegaron los cuervos, alertados por semejante escándalo. Entre el gato jurando, el viejo augurando el futuro, y el resto de parlanchines gritando, normal que al final fueran atraídos por el ruido. ¡Y justo cuando ya estábamos fuera del laberinto! Antes de poder hablar, e intentar poner una excusa, el gato les contó lo que sucedía, y ahí los cuervos empezaron a banear a diestro y a siniestro. Aquí llega el momento en el que el gato empezó a encerrar gente en carretas para llevárselas. Tomándome por un aliado, me contestó inmediatamente que se los pensaba llevar a la granja de Pepito, para convertirlos a la "fe verdadera" - Ala Rota escupe en el suelo, para hacer saber lo estúpidas que le parecen esas religiones - ¡Y resulta que la granja de Pepito estaba fuera de Umbría! Les quería lavar el cerebro, es cierto, pero si podía llevarnos allí, aun estando baneados, ya habríamos ganado algo. 

Así que es cierto, mi señora. Lo ayudé a llevarlos a la dichosa granja, pero ¡porque nos convenía! El gato, al ver que yo lo ayudaba, confió en mí ciegamente, y me pidió que señalara más nombres. Así que, aprovechando la gran oportunidad que se presentaba, empecé a señalar a todos los umbrianos que había por allí, para que sacara a todos de Umbría. Los iban a llevar a la granja de Pepito, pero en cualquier punto del camino podría liberarlos fácilmente, y terminar de llevarlos fuera. La mitad de ellos estaban ya dentro, cuando por culpa de un esbirro suyo, todo se torció. 

[Paso el marrón a Esclavo]

Ala Rota señala desde el suelo, bien arriba, hasta donde se encuentra la cabeza informe de la quimera, Esclavo.

-¡Al ver que empezaban a coger a más umbrianos, dijo que cómo iban a ser todos esbirros de Su Majestad, que a esos no los había visto nunca en la vida! Y los cuervos, que estaban atentos, impidieron que el gato recogiera más gente. Así que ya ve que en parte, conseguí sacar a unos cuantos frikis de Umbría, pero por culpa del gusano no fueron todos los que había allí. Que os cuente él por qué, que os diga.  

La ama tenía que reconocer que la mosca se lo había currado, pues era una buena táctica eso de estar medio ahogado e intentar hundir a los demás contigo, a fin de cuentas, a vuestra señora la servía que los sacarais de allí fuera como fuera.

Peeeero.... como solía pasar en todas las historias " felices " siempre pasaba algo y se jodían y eso era precisamente lo que había pasado en esta, aunque no tardaría en enterarse por qué pues su vista ya estaba puesta en esclavo.

- ¿ Sabes que por menos que eso he llegado a deshacerme de miles de esbirros? - Siempre estaba con amenazas, pero tarde o temprano las llevaría a cabo, no era hablar por hablar como bien sabíais. - ¿ Como se te ocurrió ser tan bocazas?

Esclavo se puso rojo de la indignación. Como relataba los sucesos la polilla rota lo hacían quedar como que era el que había propiciado el fracaso del plan, cuando la realidad había sido totalmente distinta. Claro que había gritado que los únicos esbirros eran ellos, pero sus motivos había tenido y era lo que se proponía explicar a continuación antes de que su Ama perdiera totalmente la calma y decidiera hacerse una brochette de serpiente como entremés.

Conteniendo su furia hacia Ala Rota y su miedo hacia su Señora comenzó a defenderse -Verá estimada Señora Oscura, esa hada, como tiene por costumbre ha contado sólo la mitad. Como he dicho antes, mientras ella revoloteaba feliz junto al gato con cruz, nosotros tres estábamos siendo apaleados para quebrar nuestra fe en su Oscuridad. Como también ha señalado la gusana con alas, los cuervos también apaleaban a otros usuarios, con el mismo propósito de quebrar su fe en Usted, creyendo que se trataban de sus esbirros por los rumores infundidos por esa- dijo señalando al hada en el suelo -y poco a poco iban logrando su cometido. Claro, al no ser verdaderamente esbirros suyos, renegaban de su Maldad, escupían cuando les mencionaban Su Nombre, proponían hacerle cosas de lo más indecentes a su esbelta figura, juraban que la iban a destruir con tal de que los palos cesaran.

Como yo no pude soportar tamaña herejía ya que Su Excelencia debe ser temida y respetada por todos y no vilipendiada a instancias de ese gato religioso, no aguanté más y terminé explotando de rabia frente a los golpeadores diciéndoles que eran unos inútiles, que estaban apaleando a la gente equivocada, porque un verdadero esbirro no se rendiría tan fácilmente ya que sabría que lo que le esperaba en casa por el fracaso sería peor.

Los cuervos, un poco acalambrados por dar palos, un poco avergonzado por no haberse percatado del engaño del gato que estaba vaciando la comunidad, un poco hastiados de los chillidos de Blackadder que lloraba como una niñita con cada atizada y hasta las narices de materia viscosa proveniente del asqueroso Mucus, dejaron de lado el "adoctrinamiento" y volvieron a Umbría con los demás umbrianos a organizar unas Jornadas Virtuales de Halloween, dejándonos tirados en aquella granja.

Como todos los intentos de sacar a los umbrianos del sitio que su Malignidad deseaba destruir no habían funcionado, y viendo que esas JJVV, como gustan de llamarlas, tendrían a todo el mundo dentro, me di cuenta de que ya que siempre alguno de los otros metía la pata y no lográbamos sacar a los umbrianos para destruirlos, tendríamos que atacar el lugar y acabar con él con todos ellos dentro. Claro que para poder ingresar otra vez teníamos que atravesar el laberinto ese lo cual nos complicaba mucho la misión.- A medida que avanzaba en su relato, Esclavo se iba tranquilizando y el entusiasmo comenzaba a traslucirse en su voz. Era evidente que estaba por llegar a algún punto en el cual algo había ido bien y no podía aguantar a decírselo a la Señora.

-Dio la casualidad que mientras desandábamos el camino hasta la Comunidad, cruzamos allí a un extraño sujeto con una especie de escafandra con una punta en la cabeza y un andar muy duro, casi tan estirado y torpe como ese asador con patas que dice servirla [Excusa: el Snorkel robotizao]- dijo al tiempo que señalaba con su cola a lord Edmund. -Venía vociferando que él era un experto en Umbría y que no se perdería por nada las JJVV porque seguro que ganaba un premio. Viendo que tal vez nos podría servir de guía me acerqué a él para entablar conversación, como quien no quiere la cosa. El sujeto, que se llamaba Braderick, comenzó a relatarme sus andanzas en la web y también sus logros en ese lugar. Mientras conversábamos y nos acercábamos a la entrada del laberinto, deslicé al pasar que seguramente, alguien con su trayectoria conociera un atajo para llegar al corazón de la web. Entusiasmado por la atención que le estaba prestando, me dijo que no solo era capaz de aquello si no que, además, podía reestructurar la entrada para que fuera más sencilla para los recién llegados. En cinco minutos se puso manos a la obra, conectó sus circuitos (porque parece que era un robot o algo así) al centro de mando y en diez, ya teníamos unos pasillos directos al corazón de Umbría. Así que sin esperar más, nos adentramos nuevamente en aquella web.

Ala Rota carraspeó, dando a entender su disconformidad con las palabras de Esclavo.

-Dejaré de lado el hecho de si la justificación de Esclavo es buena o no, y me centraré en recordarle, por si lo había olvidado, lo que pasó con ese robot. El tal Braderick dijo que nos conduciría de vuelta, eso es cierto, pero, ¿acaso conectó bien sus circuitos? Esperamos 10 minutos, y aparecieron los pasillos, sí. Pero no fuimos directos a Umbría. En ese pasillo, ¡había un malvado PolloBot! Parecía sacado de una película de ciencia ficción, con un ojo rojo y su cuerpo extraño y metálico. Al verlo, el Snorkel amigo de la quimera, empezó a temblar, y se puso a echar humo negro. Creo que tenía miedo, mi señora, y que el PolloBot era una especie de virus informático, que se había colado en el pasillo que el otro acababa de abrir. 

Tras una breve pausa, Ala Rota continúa.

- El raroBot nos tapaba la entrada, y Braderick nos dijo que retrocediéramos, y que él volvería a abrir otra puerta, pero la quimera se acercó corriendo hasta el PolloBot, afirmando que no había tiempo que perder...y éste le introdujo un cable por esa oreja de mono, y lo dejó tonto perdido. Enseguida sacó la lengua, y puso la mirada perdida. Aunque tampoco era muy difícil, dado su coeficiente intelectual, mi señora.

Las palabras de la pequeña polilla hicieron que la ama se quedara un poco tratando de comprender aquella situación, porque no la acababa de quedar claro qué era lo que le entraba por el oído a alguien, ni si ese alguien era el pollo o el esbirro, por lo que su cara se convirtió en todo un poema, lo que siendo vuestra Señora Oscura, nunca venía a traer nada bueno.

- ¿ Un pollo y un snorkel? - Había cosas que sin duda escapaban de su comprensión y eso, no la gustaba nada, porque ella siempre lo sabía todo. - ¿ Seguro que no estuvisteis cogiendo setas alucinógenas por el camino?

- Para mí que estos se pararon a ver matrix todos jartos a alguna cosa alucinógena o quizás, terminator... 

- Vale, suponiendo que de verdad hubiera un pollobot de esos y un snorkel o lo que fuera... - a lo que iba a preguntar como vivía sin agua, pero lo omitió por no alargar la tortura de tener que escucharos - ¿ cómo acabó la cosa? ¿Hubo una pelea en plan " Tigre y dragón " o se les fundieron los plomos?

Si en algún momento creíais que no se podía ser más irónica, vuestra señora se superó en aquel momento.

Esclavo volvió a hacer un facepalm al tiempo que movía su cabeza de lado a lado en el tradicional gesto de negación. Otra vez la oruga salida antes de tiempo del capullo estaba malinterpretando lo que había ocurrido. El simiesco ser comenzó a dudar si era que el hada había resultado ser una maquiavélica entidad o simplemente era tonta de remate. Dispuesto a no dejar que su reputación se viera ensuciada por las vilezas de la cabezona retomó la palabra cuando su Ama lo autorizó.

-Señora Oscura, efectivamente cuando tuvimos el pasillo libre para ir directo al corazón de Umbría nos encontramos con que había alguien cortándonos el paso. Los demás esbirros se miraron entre ellos acojonados por la fea apariencia del esperpento. Sin embargo, aunque estaba todo desastrado y remendado, pude reconocer inmediatamente de quien se trataba y por eso es que me abalancé rápido sobre él. Aunque Usted no lo crea posible, mi pasado volvía atormentarme, ya que ante nosotros se encontraba el Halcón Vigía, el esbirro emplumado de mis archienemigos los Halcones Galácticos. Cuando vencieron y encerraron a mi anterior amo, yo logré escapar; pero ellos juraron que no descansarían hasta verme tras las rejas en Planeta Penal. No sé como es que ese emplumado bicharrajo logró encontrarme, pero yo no iba a permitir que informara de mi paradero y me impidiera cumplir con la misión que Usted me había encomendado.

Dejé que el Vigía me atacara para medir sus fuerzas. Fingí ser aturdido por el bicho ese con su cable y luego, cuando bajó la guardia porque creía que tenía todo controlado, le asesté un vil golpe por la espalda y con mi cola constrictora, envolví su cabeza hasta asfixiarlo. Como ve, no iba a permitir que el bicho ese continuara dándonos problemas, jejeje.- Esclavo rió de satisfacción al recordar cómo había acabado con el pájaro robótico. Sin embargo su semblante se volvió serio a los pocos segundos. -El hada no pudo relatarle la totalidad de los hechos ya que no estaba prestando atención a lo que ocurría. Claro, mientras yo me encargaba de liberar el camino, esa especie de mono evolucionado que tiene por esbirro, había convencido a los otros dos (el hada y el moco) a que lo acompañaran a fumarse unos porros y luego, drogado hasta la coronilla, se había puesto a dar un espectáculo lamentable- el desprecio por el humano se pudo palpar en el aire.

[Paso el marrón a Blackadder]

Mientras yo combatía valientemente, este pedazo de carne parlante empezó a pregonar a voz en cuello mensajes de amor y paz al tiempo que se iba quitando las pocas ropas que le quedaban. Dando alaridos y luciendo tal cual había venido al mundo, empezó a correr por pasillos laterales, aleteando como una mariposa en busca de una flor mientras se alejaba del centro de Umbría. Eso hizo que nos desviáramos de la misión, ya que tuvimos que salir detrás de él para evitar que nos volvieran a banear por exhibicionismo y trolleo, fuera lo que fuera que significara eso último.

La imagen mental del esbirro en pelotas corriendo de aquí para allá como una gacela era entre lamentable, penosa y repulsiva, cosa que mostró la expresión de vuestra ama, quien normalmente permanecía impasible ante estas cosas, que no esa vez, y posó su vista en Edmund, lo que provocó que se lo imaginara desnudo y eso hizo que frunciera el ceño, porque no es que aquella visión la pareciera demasiado agradable.

- ¿ Así que enseñando tus vergüenzas por ahí gritando como una nena? ¿ amor y paz? Me están dando ganas de arrancarte la piel a tiras...como poco.

Aquellas palabras venían a decirle al esbirro que más le valía tener una buena excusa para aquello porque sino lo iba a pasar muchísimo más que mal.

Al notar la mirada profunda y peligrosa de aquella señora, Edmund, quién había estado muy tranquilo durante un buen rato, pensó. ¡Estos simiescos compañeros con cerebros de rata de cloacas pisadas por las ruedas de un carro van a hacer que me maten!

-Verá… excelentísima señora nuestra… si llevo largo rato sin decir nada es porqué hace rato que… no… entiendo… nada.- Miró a sus compañeros y negó ostensivamente la cabeza según se encogía de hombros y levantaba las manos en señal de no comprender. -Ñññññéééé, me explicaré, antes no tenga usted la necesidad de convertirme en un cepillo para limpiar la mierda del pantano de Pudney.- Ya no tenía tan claro que no fuera a dejar la piel, pero claro la compostura lo es todo, perderla significa perderse, mostrarse culpable y demasiado entrenado había tenido estando al servició de la Reina Bess como para ir a perder la compostura en aquél instante.-Locos que predicen el futuro…gatos con cruces…granjas sectarias… seres robotizados… mi señora, no tengo ni la más remota idea de lo que hablan, os lo puedo asegurar. Estoy tan perdido como el niño ciego que se perdió en una isla perdida en el océano tras naufragar y quién yendo solo por la selva terminó llegando a un poblado de caníbales a quienes preguntó cuando se cenaba allí. –

Según parecía lo decía muy en serio, a pesar de su forma rebuscada y retorcida de contar sus cosas.

Spoiler (marca el texto para leerlo):

-Lo único que sé que tras la celebración de la nueva web, estuve indagando a algunos umbrianos sobre que era lo que iba a pasar y como iba a ser la reestructuración esa. Pues ya puestos había que asegurarnos que obteníamos éxito en nuestra misión. Mientras, mis “queridos” y dementes “compañeros” se echaron al camino de los borrachos; es decir beber, beber un poco más y volver a beber, por que si algo impulsaba a algunos Umbrianos era celebrar aquello por todo lo alto, luego ya estaban desbarrando cosas sin sentido, riéndose e inventando historias. Se les sumó a un tío con pintas de cuero muy extrañas y se fueron con él, esta claro que estos merluzos no saben distinguir a un hombre apuesto, como este servidor suyo…- dijo dándose un golpecito en el pecho. -…de un humano rastrero, y vestido con cueros. ¿Acaso no fue, y cito textualmente, este bolso de serpiente…-señaló a Esclavo.-…quién dijo ya hace unas horas:

Cualquier bípedo que no sea Usted se ve igual para mí. Son todos tan feos como éste- dijo señalando a Edmund -que tengan piel amarilla o verde o a manchitas no es algo que me preocupe.

Así que mi señora mientras me esforzaba por salvar total o parte de la misión estos patanes borrachos se fueron con aquél individuo a hacer Dios sabe qué. Mientras seguía trazando algún nuevo plan.-

Precisamente aquello era lo que le faltaba oír a vuestra ama... esbirros haciendo botellón y desvariando en sus borracheras como si fueran adolescentes intentando animarse para conocer a alguna chica de esas que se ven siempre más guapas cuando llevas un par de tragos en el cuerpo.

- Si claro, eso estaba pensando yo... que eras... puag... - Iba a repetir lo de apuesto pero no le salió por lo que simplemente hizo uno de esos sonidos que venían a decir el asco que le daba aquel esbirro.

- Déjate de tonterías y explícame el nuevo plan antes de que te tatúe el mapa con el camino hasta umbría en la frente...

-Verá mi señora, como vi que no había forma de sacar de allí los ineptos, viciosos y caoticos umbrianos... pues me dije, sino se puede echarles del lugar... me cargaré el lugar.- Sonrió orgulloso pero pronto recordó que el orgullo le había echado los perros famélicos de la señora que lo habían dejado medio muerto, así que perdió la sonrisa y recuperó una postura más humilde. -Busqué un poco por allí, en medio del caos podía pasar bien desapercibido y la suerte hizo que no tardara en llegar frente una puerta de habitación donde colgaba un cartel que decía "Ocupado, trabajando. Solo entrar goblins autorizados" y tenía un espantapájaros dibujado en ella.

Pensé que bien valía la pena darle una ojeada pues sospechaba lo que habría y acerté había el tal Chemo quién al parecer tras su resaca se había encerrado en aquél lugar para "trabajar en la nueva web" pero lo cierto es que se estaba dando una buena siesta.- Lord blackadder dejó que el silencio reinara un instante para dejar ver la astucia del plan. -Ñééééééééé, sonreí maliciosamente, allí lo tenía ¡Las llaves del éxito! o así sería pues estaba a mi merced y eché cerrojo detrás de la puerta.-

Spoiler (marca el texto para leerlo):

- Lo até, y le pedí los códigos para poder entrar en los servidores y poder borrar todo aquél lugar, pues había aprendido que aquél lugar lo controlaban ordenadores. Tras una larga sesión de acupuntura extrema, aquél "saco de paja con sombrero de dudoso gusto" confesó y me dió las llaves para terminar con aquello. ¡Eureka! Solté justo cuando ...

Spoiler (marca el texto para leerlo):

¡BOOOUM! Mucus tan borracho iba que tiró a puerta abajo, y yo que estaba detrás quedé aturdido, pero el muy patán, el muy asqueroso, el muy...muy...no hay palabras para definirlo...- Un escalofrío recorrió la espalda de Edmund al recordarlo con mucho asco, se había puesto a sudar y casi le venian arcadas. -Me vomitó encima....(ya esta ya lo dije) brrrrr... entendereis majestad que a pesar de la urgencia de la misión y de todo el acopio de valor perdí la consciencia, y ya nada vi de lo que este "engendro y saco de bilis" hizo después, pero mi victima no estaba allí y los servidores tampoco.- Hace una reverencia casi con la nariz en el suelo y esperando sentir si un rayo le fulminaba o no se arrastró de vuelta a un segundo plano.

Aquello ya empezaba a ir por el buen camino, pues parecía que su esbirro, feo con avaricia y nada apuesto como él había insinuado momentos antes, había tenido una idea brillante, al menos, una vez en su vida, por lo que incluso asintió, sabiendo que antes de que dejara de hablar seguramente se cabrearía de nuevo...

- Si es que no gana una para disgustos con estos indeseables... - Fue el primer pensamiento al escuchar lo que Mucus había hecho.

- Si él se quedó inconsciente... ¿ qué pasó? No me describas como nadaba en vómito, porque me lo cargaré a él y a ti por recreármelo y encima, arruinar una buena idea producida seguro por una conjunción astral...