Partida Rol por web

"Miau Miau all the night" a vuestra ama le sonó a otra cosa, pero bueno, dejó estar su comentario gracioso porque no podía parecer graciosa cuando estaba muy enfadada con vosotros. Así que se guardó su chiste y continuó atenta a la explicaciones sobre el minipueblo ese. 

Entonces la rata dijo lo del concurso ese y vuestra Señora miró a Samath no demasiado convencida. 

- ¿Se puede saber por qué os pusisteis a entreteneros en vez de a cumplir la misión que se os encomendó? 

Vale que los gatitos fueran tan adorables como vuestra señora oscura, que no dudaría y daros un zarpazo cuando menos os lo esperaras, pero... ¡Esa no era excusa para no cumplir con la misión! 

El no habría querido mencionar esa parte de la historia para evitar embarrar a sus compañeros pero supone que si al señor rata no le importa hacerlo no está mal mencionar el por qué y ver que le pasa al peludo.

- Bueno mi hermosa señora oscura, nunca me alejaría de la intensión de la misión de ser posible pero como había contado era un club exclusivo solo para gatos y la verdad habían un par de gatos en la entrada haciendo guardia y según el señor rata le daban miedo pues estaban según sus palabras... muy mamados... Cof Cof

Se acomoda la sudadera mientras recuerda lo del concurso de adivina el disfraz y le prosigue a contar.

- Resulta que para entrar al local necesitábamos unos boletos o tendríamos que entrar a la fuerza y como sabe hacer un alboroto les daría la oportunidad de escapar a los gatos. Y la oportunidad perfecta para obtenerlos era en el concurso de disfraces aunque el señor rata se negó a participar aunque como el dijo yo estaba muy empeñado en hacerlo.

- Resulta que los gatos eran muy buenos en el concurso y aunque seguro había "gato encerrado" no era algo que sus excelentes esbirros no pudiéramos lograr. Después de un par de horas ganamos el concurso y tanto los boletos como un par de disfraces de gatos para entrar al lugar, aún tengo el mio en mi habitación por si le interesa verlo luego. Sonríe muy orgulloso de ganar el concurso.

- Y una vez adentro comenzamos a capturar a los gatos en bolsas cada vez que se iban al baño para gatitos o al área de fumar para gatitos, y salve Satan! Salve Judas! Esos gatos parecían murciélagos jamaiquinos. Sin embargo el plan iba muy bien hasta que "alguien" que se negó a participar en el concurso entró sin disfraz ni boleto al local y todo se hizo un alboroto y los gatos comenzaron a escapar mi oscurísima y hermosa maldad.

Samath contó su historia y la mujer lo escuchó en silencio, mientras él no paraba de escurrir el bulto y decir que todo había sido culta de los demás, pero el caso es que la culpa realmente era de todos porque... Ahí estaban, sin un triste gato más que los que la propia Señora Oscura se había agenciado tras descubrir sus múltiples habilidades. 

En cuanto terminó de hablar, sobre la cabeza de Samath aparecieron un montón de estalactitas de hielo y para cuando quiso darse cuenta, comenzaron a caer sobre su cuerpo, dejándolo más "pallá" que "pacá". 

Sí, no es que Samath tuviera ya demasiada buena pinta. Empezaba a parecer un zombi más que otra cosa. 

La mujer ni volvió a mirarle pues se centró en la cosa verde. 

- Bueno, entonces se os escaparon todos los gatos del local ¿no? 

No estaba demasiado segura de que aquello le fuera a llevar a alguna parte, pero quería saber qué más habían hecho. 

¿Le miraba a él o a la otra cosa verde? Dio un paso lateral para comprobar si la mirada de su señora le seguía porque como se adhiera a responder en lugar de Torok nada bueno podía ocurrirle. Al ver que sus ojos mostraban un claro síntoma de estar cabreándose al aparentar querer escurrir el bulto, tragó saliva y mostró su mejor sonrisa "pofiden".

- Pillamo' l'avión - concluyó, pero como no aclarara eso iba a durar menos que una patata frita en un ma'donal.

- Quiero deci' que lo' gato' tenían un avión de eme'gencia y ante' de que se e'fumaran no' colamo' di'ponío' a hacé que hicieran BUM y adió gatito', colanno' fue relativamente fácil, ba'to con deci' que éramo' gato' que habían participao en el concusso de dihfrase' y que se no' había achicharrau la cremallera y no podíamo' quitannos er traje. El poblema empezó al danno' cuenta de que si hacía BUM no habrían e'birro' que eliminarán lo' gatito' y aunque la idea era llevá paracaida' no' dimo' cuenta que eran paracaida' de mentira del concurso de di'frace', por lo que eliminá a lo' gato' tenía que e'perá a que aterrizara er avión O... Se m'ocurrió que como lo' gato' odian el awa esperábamos a que sobrevoláramo' el mar.

Te eztaz olvidando de una coza, o no, no zé. Cuando ibamoz zobre el mar, no pudimoz atacar a loz gatitoz. ¿Zeguro que no ze comen?

Alguien máz eztaba en el avión. Era un tipo raro, era verde. Pero no era un goblín, era máz feo que nozotroz y noz impidió zeguir con el plan.

Cuéntale Toy que ocurrió.

Aquello se había puesto muy raro. Vuestra ama estaba entendiendo que os habíais colado en un avión de emergencia de unos gatos, que parecía ser lo que había dicho aquel moco verde... 

- ¡Cómo viven estos gatos! ¡Con jet privado y todo! 

El resto de la historia no podía ser de otra forma y claramente se habían montado en un avión sin tener paracaídas. 

- Son de lo más profesional... 

Vuestra ama ya estaba negando con la cabeza cuando Torok decidió "ayudar" a su compañero. 

- ¿Alguien más? ¿Aparte de vosotros y de los gatos? 

Empezaba a haber demasiado tipo verde en aquel avión. Eso quedaba claro. 

Toi se llevó la mano a la cara, ese duende.. si lo volvía a ver le haría picadillo, por su culpa el plan "Bum encima del mar y nadar hasta la costa" fracasó.

- ese maldito duende... E' el motivo por el que no pusimo' hacé Bum en el avión, no dejaba de decí que era de mayó villano de la hi'toria, que su a'chienemigo era un tal hombre araña y que con no lograba ganahle había decidío bu'la'se de él haciendo un millón de vídeo de gatito', intentamo' tira'le del avión pero el mu ve'de tenía una mininave rara con la que volaba y volvía a entrá en el avión, grababa un gatito y entre grabasione' se grababa diciendo "e'te gatito e' má' fue'te que tú e'paide'man po'que e' gato y araña juajuajua lo pilla' lo pilla' gato y araña juajuajua", harto' del tipo ese activamo' el BUM y San sacabó, pero el tipo duende se llevó la' bomba' en un trasto voladó de lo' suyo', así que el BUM sonó muy lejos... Para mató pobrema el gato jefe lo contrató como duende de seguridá a cambio de dejándolo que grabará un millón de vídeo 'hora. Er mi canalla no' tiró del avión y tuvimo' que nadá a puerto haciéndono' perdés esa oportunidá única...

Habría preferido no contar el lastimoso casi éxito que resultó en fracaso, habría puesto su cartel de "no Toi" pero aquel fallo era culpa suya, tenía que haber puesto más "BUMS" pero no disponía de más presupuesto, era culpa suya por no haber pedido más pago a su señora que "un álbum en el que dormir", si habría añadido a su solicitud de esbirro "5 euros al mes" seguro que en los chinos se habría encontrado alguna BUM de oferta.

El chiste del duende ese no era malo, era peor aún y vuestra Señora puso cara de que le había dolido hasta escucharlo. Le recordasteis una frase mejor, pero se suponía que estaba cabreada y no os la podía contar, así que simplemente hizo como si nada. 

"¿Qué es peor que ver una araña en tu habitación? Dejar de verla". 

Dejando los chistes a un lado, el caso es que los esbirros acabaron a remojo en el mar y sin un solo gato, porque por mucho que no les gustara el agua, los cabritos de ellos sabían nadar y seguro que habían sido capaces de llegar a la orilla antes que sus esbirros. Vuestra ama tenía esto más que seguro. 

Claramente, aquel momento necesitaba un escarmiento, así que delante de Toi apareció un tío con pintas de idiota detrás de un micrófono. Y así empezó su ronda de los " 101 chistes malos de la historia de los chistes malos. "

- Ahora te vas a cagar con los chistes... - Pensó vuestra ama mientras los encerró a los dos en una especie de urna gigante de cristal, como si fueran camaleones en un terrario para no tener que escucharles. 

Para cuando los chistes terminaron y la urna desapareció, Toi estaba ojeroso y se le caían goterones de líquido verde que parecían mocos. 

Tras hacer sufrir un rato al esbirro, vuestra ama os volvió a mirar a todos y eligió al que acababa de hablar. 

- Torok. ¿A dónde llegasteis nadando? - Quedaba bien claro que no se habían ahogado por el camino.

Puez ez verdad que zabemoz nadar. Yo no zabía que podía. Ez zólo cueztión de practica, una brazo, luego una pierna, luego el otro brazo y azín. El cazo ez que llegamoz a una cozta. No zabría decir cual ez. Quizáz lo otroz lo zabrían, o no. No zé. El cazo ez que llegamoz a una playa, de arena o algo, y noz dizponíamoz a capturar a los mininoz. Entoncez zucedió algo extraño. Una bala ze eztrelló contra una piedra fea, arrugada y gaztada como si eztuviese lamida por una vaca. ¡Noz dizparaban! Loz mininoz eztaban preparadoz para defenderze y tenían un francotirador, aunque que no zé muy bien que ez ezo. Hubo máz pum, pum y noz tuvimoz que cubrir donde fue pozible. Aunque no ze lo crea, algunoz ze enterraron bajo la arena. Algunoz tratamoz de ezquivar laz balaz, pero al final noz tuvimoz que ezconder.

Bueno, que añadir.... Ah sí - e' verdá lo del francotiradó e' cuando mientra' me peedi'te que corriera e'quivando bala' que tú tenía' la misión secreta de salvá a un gato que cayó del avión con nosotro' que e'taba a la deriva...!la' bala' silbaban entre mi' antena' mientra' tu corría' a salvá al gato náufrago...

Los esbirros habían descubierto que sabían nadar. Algo era algo. Eso sí, estaba claro que el aprendizaje no había llegado a eso de usar el cerebro también porque no habíais vuelto con la misión cumplida. Todo no se podía, vale, pero lo de lo de no haber cumplido estaba claro que iba a ser doloroso para la mayoría. 

De segundas...La mujer no entendía por qué estaba traduciendo mentalmente a dos esbirros que no habían aprendido a hablar siquiera. 

- ¡Qué paciencia tengo que tener! 

Claro que luego decidió centrarse en lo que estaba diciendo. 

- ¿Hay un francotirador y tú te preocupas por un gato que tiene que desaparecer y que está a punto de hacerlo si tú no lo rescatas? Más te vale que tengas una buena excusa para eso. 

¿Qué gato? ¡Ahhhh! Zi, el gato. Aquel minino no zabia nadar, ezo eztaba claro, o no, no zé. Iba a la deriva zobre una caja de pláztico tranzparente. Dezde luego no era cartón. Ze le veía preocupao, tenía cara de higo aplaztao.

El cazo ez que era nezezario ir a buzcarlo. Zeguro que ze preguntará por qué, y ez una buena pregunta. Zi podía hacerme con aquel mizifú, todo zería más fácil, no zé, ezo parecía. Podía completar la mizión que zu Bellizima Malignidad noz ha encomendado.

Al fin y cabo ezto trata de gatoz. Lo que pazó es que no llegué a atraparlo, puez una corriente de agua marina, de ezaz que moja y luego todo te zabe zal, alejó al minino de mi lado y tuve que volver a la orilla.

Definitivamente a Torok de le había ido la olla totalmente con ese gato y bueno, vuestra ama no es que fuera a pasarlo por alto precisamente. Bastantes cosas estaba dejando pasar ya que no le gustaban, como para dejar sin castigar a alguien que simplemente admitía que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. 

Con un gesto, vuestra mala hizo que en mitad de su salón del trono apareciera una especie de estanque de aguas verduscas. La verdad es que daba muy mal rollo pues se podía ver que bajo ellas había algo que se movía pero no veíais lo que era. 

Con un "pluf" Torok apareció flotando en una caja de plástico en mitad de aquel estanque y un momento después, la caja se daba la vuelta y el agua comenzaba a moverse vertiginosamente. 

Cuando Torok consiguió trepar a tierra firme, un buen rato después, la faltaba algún que otro cacho y además, aún tenía una piraña mordiéndole el trasero. 

Eso le pasaba por ir a salvar gatos absurdamente. 

Vuestra ama os echó un vistazo, como si estuviera descartando a quienes no le apetecía escuchar en absoluto y al final, habló. 

- Señor Rata. Conseguisteis salir de esa playa a pesar del francotirador ¿no? - Estaba claro porque habían podido volver... 

El señor Rata pegó un bote cuando la Ilustrísima y malvadísima Señora Oscura mencionó su nombre. Por un momento se había confiado pensando que podía mimetizarse con su entorno y dejar que sus más llamativos cromáticamente compañeros verdes se llevasen toda la atención. 

Eh... ¡claro! Por supuesto. Conseguimos salir de aquella playa, pero con la moral por los suelos, la verdad.

Pensábamos que habíamos fracasado en nuestra búsqueda y nos deprimimos bastante así que decidimos que por una vez y si queríamos salir de esa situación debíamos actuar como un equipo.

¡Y eso hicimos!

Como un equipo nos fuimos a ahogar nuestras penas a la primera cantina mariachi que encontramos.

Y cuando por fin entramos y estábamos ahogando nuestras penas, nos dimos cuenta.

¡El cartel no ponía cantina mariachi! ¡Ponía CATina mariachi! ¡¡Era un bar de gatos!! ¡Por fin podíamos cumplir la misión!

Y no solo eso, regado de José Cuervo, ¡mi miedo por los gatos se había esfumado!

Los otros esbirros permanecieron en silencio mientras la rata gigante hablaba diciendo que habían encontrado una Cat-ina o algo así, un lugar donde había gatos, aunque sin duda, lo que más sorprendió a vuestra ama es que dijera que se le había pasado el miedo a los gatos. 

- ¿Pero no tenía miedo a los gatos estando aquí hace un poco?

Vuestra ama se quedó un poco dubitativa, pero como ella no tenía miedo a nada, no sabía si los miedos podían ser intermitentes o no. Tendría que preguntarlo para estar segura de eso, aunque bueno, lo dejaría para más adelante. 

- Entonces, estando en ese lugar... ¿Cómo pensabais deshaceros de los gatos? ¿Qué sucedió? 

Estaba claro que no sucedió nada útil, sino no estaríais manteniendo aquella conversación con vuestra ama, pero bueno, aún así, ella quería saber todo lo que habíais hecho. 

¡Pues por la fuerza bruta, claro!

¡Yo mismo encabece la batalla envalentonado por el alcohol que había curado mi fobia a los gatos!

Me lancé al combate, di dentelladas, di coletazos, arañé, a uno le pisé la cola... todo iba perfectamente y ya tenía una pila de 4 gatos para meter en un saco y secuestrar.

Pero entonces apareció... él... El Abusón.... solo con recordarlo... - Se estremeció - me estremezco.

¡Me propinó tal paliza que hasta usted hubiera estado orgullosa!... de él, claro.

Entonces se dejó caer haciéndose pequeño y consciente de lo que venía ahora.

Y así fue como volví a tener miedo a los gatos...

Por un momento vuestra ama pensó que aquello iba a acabar un poco bien, al menos por un rato, que pegarías una palicilla o quizás que capturarais un gato así, aunque fuera sin querer... Pero nooooo. Lo que tuvo que pasar es que la rata esta tenía un miedo que no podía con él y eso que era enorme. Casi tenía que ser al revés y los gatos deberían huir despavoridos al ver su tamaño... 

- ¡Sois...! - Se le amontonaban tantos insultos que al final ni siquiera pudo insultaros. 

El Señor Rata desapareció dentro de una especie de pequeño cubículo que apareció en el centro de la habitación y sí, claramente se escucharon maullidos, arañazos, al Señor Rata llorando y suplicando... Lo típico de estas situaciones. 

Para cuando salió la rata ya parecía cualquier cosa menos una rata, pues lo habían dejado para el arrastre y bueno, el miedo que había pasado había hecho el resto. 

Ya más tranquila tras haberse desquitado, la mujer miró de nuevo a los esbirros y señaló a Samath. 

- A ver, tú.. - dijo sin demasiado entusiasmo - y después de la paliza a la rata ¿qué? 

Como le dijeran algo así como que le llevasteis al veterinario, la mujer se iba a poner a dar voces tan altas que se la escucharía desde China.