Partida Rol por web

Aunque la idea es buena, hay algo que todavía no me cuadra. No se bien qué puede ser, pero el ponernos en manos de una banda de mercenarios, a los que bien se los puede pagar más para que hagan lo contrario a lo que nosotros hayamos hecho, me produce un pinchazo en las sienes. A pesar de todo, asiento a las palabras de Assim, dándole mi apoyo.

Con calma, me giro hacia la sacerdotisa, pues mucho estamos hablando, sin saber de qué contactos se trata ni si son de menzoberrazan o de la otra punta de la antípoda oscura. Además, la decisión final debe de recaer sobre la mano que dirije la casa, y esa es Shibolé. Ella decidirá cuál es el mejor camino, con la guía de Lloth.

Bien, veo que aun dudais y no veis claro la idea, os comentaré algo para que veais que mi grado de implicación es alto en esto que os he dicho. Os voy a mostrar el mayor secreto de la casa extinta, para que veais que si que hay posibilidades. Son los nombres y las mercancias que usan cada uno de los aliados de la casa. Hay que tratar de abrir rutas comerciales, como vereis la mayoría son de otras ciudades, por lo que habrá que viajar.

Tras esto, la cleriga extiende un pergamino y lo sujeta con ambas manos, mostrandoselo a los varones.

Mientras miran el mapa, voy dando vueltas a su alrededor, golpeando suavemente el mango del látigo sobre la palma de mi mano.

Lo que está claro es que tendremos que movernos por el Bazar, y creo que lo mejor será utilizar un nombre falso para iniciar los trámites. Mientras establecemos estos contactos, nos dejaremos caer en tabernas y demás tugurios. En caso de no que yo no deba entrar, entrareis un par de vosotros, y pondremos todos los sentidos en la tarea. Cualquier rumor, chisme, comentario sobre lo que aconteció la pasada noche, o sobre un trono de madera, nos debería de poner sobre la pista.

Parándome donde Assim El contacto de Mallian lo dejaremos en reserva. Conozco los precios que barajan y no creo que debamos mezclarnos todavia con esa chusma.

Con calma, me acerco al mapa que antes estaba dibujado en la pared y comienzo a intentar limpiar la suciedad que cubre la pared, con la esperanza de que el mapa no haya sido destruido por el fuego. Lo primero que haremos será adquirir algo de equipo, tal y como os prometí.

Por fin, me giro hacia todos Espero que tengais alguna idea. En esta empresa necesito vuestra colaboración, de nada me sirve un puñado de músculos sin cerebros, aunque no es que os sobre, la verdad comento en un susurro mientras meneo la mano de arriba a abajo. Quizás entre todos podamos idear un buen plan, aunque por supuesto yo tendrá la última palabra.

Ahora mismo estoy deseando oir si teneís alguna idea. Mientras digo estas ultimas palabras, me acerco hacia Rizzen ¿Y bien?. 

Airenus está apoyado en una pared algo retirada, escuchando con atención todo lo que se dice a su alrededor, con una expresión algo burlona y una sonrisilla de medio lado. Cuando termina de hablar Shibolé, se yergue y se acerca con calma al grupo

- Dices que nos das permiso para hablar ... yo no lo necesito ... hablo cuando lo creo necesario y ahora es el momento. Todo lo que decis está muy bien, levantar una nueva casa, reabrir rutas comerciales, crear un ejército ... pero lo más importante antes de nada es descubrir quiénes atacaron la casa. ¿Y si alguno de esos antiguos contactos es leal a los que hicieron esto?, en cuanto nos pusiésemos en contacto con ellos, todo el sigilo que necesita esta misión se iría al carajo!!. Debemos averiguar quién es el enemigo, tenerlo vigilado .... y cuando llegue el momento, acabar con él. Al decir estas palabras, la expresión burlona que adorna el rostro de Airenus se va transformando en una un tanto sádica. Durante unos instantes, perece perdido en sus pensamientos ... probablemente esté imaginando esa excitante escena...

- Como dice Szordrin, veamos qué podemos hacer con esos contactos. Pero no sin antes averiguar quiénes son los que acabaron con la casa.

Lentamente, vuelve a su anterior posición ...

Al oir las palabras de Airenus, alzo mucho las cejas mientras mis ojos casi se salen de sus órbitas mientras desenrosco el látigo que cuelga de mi muñeca. Con un rápido giro, lo lanzo hacia el varón, golpeándole en la mejilla. Acto seguido, una fina línea carmesí comienza a formarse, cayendo una pequeña gota de sangre.

¿CÓMO TE ATREVES, PEDAZO DE ANORMAL? TÚ HABLAS PORQUE TE HE DADO PERMISO, Y SI NO SABES ESTAR DONDE DEBES SERÁ MEJOR QUE SALGAS POR ESA PUERTA. digo totalmente enfurecida por el arranque de rebeldía del guerrero. Mientras mis ojos le miran con furia, mi pecho sube y baja trabajosamente por el momento vivido. Como un rayo, me giro hacia Szordrin y, dándole un bofetón le agarro de la pechera y acercándomele a la cara ¿Esto es a lo que tú llamas colaborar? digo soltándole con un ademán de alejarle de mí.

Acto seguido, me giro y comienzo a caminar por la sala, dando golpecitos con el mango del látigo sobre la palma de la mano. Con cada paso, los pantalones van ajustándose a mi cuerpo marcando las casi perfectas curvas mientras mis caderas se contonean. Cuando llego al lugar donde debería de estar el trono, me vuelvo a dar la vuelta.

Ya he oído vuestras propuestas, lo que está claro es que, nuestro primer movimiento será por el Bazar, y creo que lo mejor será utilizar un nombre falso para iniciar los trámites y entablar el primer contacto.

Lo mejor será que nos dejemos caer en tabernas y demás tugurios. En caso de no que yo no deba entrar, entrareis un par de vosotros, y pondremos todos los sentidos en la tarea. Cualquier rumor, chisme, comentario sobre lo que aconteció la pasada noche, o sobre un trono de madera, nos debería de poner sobre la pista. No creo que nadie hable de la caída de una casa, pues está castigado con la muerte, pero sí de la rapiña que hayan podido hacer, y seguro que no existen muchos tronos de madera en toda la antípoda oscura, ni siquiera la mismísima Baenre tiene uno.

Vuelvo a ponerme a andar hasta llegar junto a Assim. No me gusta demasiado la idea de contactar con Mallian. Esa pandilla de mercenarios tienen fama de no regalar sus servicios precisamente, y mucho menos hacer favores que no les repercutan un eviente beneficio.

Con calma, me acerco al mapa que antes estaba dibujado en la pared y comienzo a intentar limpiar la suciedad que cubre la pared, con la esperanza de que el mapa no haya sido destruido por el fuego. Lo primero que haremos será adquirir algo de equipo, tal y como os prometí. Para ello iremos al Bazar. Es importante encontrar un buen comerciante, no olvidemos que esos malditos enanos deformes les interesan las armas, y las compran a buen precio.

Una vez allí, comenzaremos a recopilar toda la información que podamos recabar. Sería conveniente acudir de vez en cuando, para no llamar demasiado la atención.

Por fin, me giro de nuevo hacia todos

Si teneís alguna nueva idea o alguna objección, os escucharé. Digo mirando a Airenus Esta empresa es complicada y peligrosa, pero creo que a todos nos compensa. Os necesito, no lo voy a negar, pero no voy a tolerar más actos de rebeldía ni insubordinación.

Rizzen se acerca a la sacerdotisa y contempla durante unos segundos la carta. Luego vuelve a sentarse mientras Airenus plantea sus argumentos de la misma forma en que combate, a lo burro.

El mentalista solo tiene que cerrar los ojos y la imagen nítida de la carta se le aparece fruto de su memoria prodigiosa.

En esa lista, aparte del tallador de gemas que ya conocemos, los contactos que aparecen no son muy adecuados. Salvo que vayamos a hacer una fiesta con cerveza, putas y esclavos...

Cuando la sacerdotisa me suelta la pechera, miro furioso a Airenus por sus torpes palabras, luego me intento recomponer un poco mientras escucho el resto de las palabras de la sacerdotisa.

Todo parece que va bien, hasta que empieza a hablar Rizzen. Entrecerrando los ojos y apretando los dientes Ya te dije que si no querías estar aquí, que te fueras. Lo cierto es que estoy un poco cansado de tratar con tipo como tú.

¿Que te tuvieron prisionero y te torturaron? sinceramente, me da igual. Mi vida no ha sido un fácil, pero no me paro a lloriquear y enfadarme con el mundo por ello. ¿Quieres seguir autocompadeciéndote de tu miserable vida? por mi perfecto, pero no aquí, no entre nosotros. No tenemos la culpa de lo que te hicieron, no formamos parte de aquello, ni nosotros ni la sacerdotisa, así que ese rencor te lo podrías guardar porque todos los que te hicieron aquello yacen muertos. Así que, aquí y ahora, tienes dos opciones, o aportas algo a esta causa, luchas por conseguir algo o, en caso contrario, vete a vagar por donde buenamente quieras.

Parece que la actitud del psiónico, junto con la regañina de la sacerdotisa, por fin ha alterado la siempre tranquilidad de Szordrin.

Rizzen ni siquiera contesta a Szodrin. Sentado donde está entorna ligeramente los ojos mientras su respiración se hace pausada y tranquila.

Cita:

Jajaja, pedazo de joputa. ¿por qué? ¿por que es elfo y erudito de la espada?, puede parecer que es parecido, y parecido lo es, pero no es igual.

De todas formas, aunque mis personajes sean parecidos (al menos estos dos) intentan siempre colaborar con el grupo. Fuera de la partida y fuera de los personajes, me parece un coñazo el sentarme a esperar que el resto decida y solo poner post nada lucrativos, bastante hirientes y nada educativos hasta que llegue el momento de atacar XD

Anda, que yo se que tienes más de lo que demuestras dentro de tu maldito cuerpo de demonio ^_^