Partida Rol por web

Alexia se acercó hacia donde estaban los demás con una sonrisa y saludo a Nick, y a Andy con un beso en la mejilla.

-¡Hola! ¿Que tal?-Dijo luego.

Miro hacia atrás y observo a Erica alejarse. -Está muy rara ultimamente..-Dijo volviéndose hacia ellos. -Quizás sólo sea la resaca de anoche-

Me hizo gracia el comentario de Nicky, si no fuera por algunas interrupciones puede que ya estuviera empezando el curso como se debía, alejé el pensamiento y me reí.

-Que va, soy bueno, pero solo llevo tres minutos, dame un poco de margen, ¿no?

Al marcharse Erica, Nicky y Alex empezaron a comentar sobre si le pasaría algo.

-Bah, os preocupáis demasiado, debe ser un problema de chicas.- No sabía si me había dado a entender lo suficiente, así que añadí.- Ya sabéis, la regla.

Recibo el "saludo" de Alexia sin inmutarme, pues los gestos amistosos son fácilmente detectables. "Ya sabré yo cuándo empezar a preocuparse..." Pienso divertido. En el fondo, tengo la esperanza de que ésa preocupación nunca llegue a ser real. Yo sigo en silencio mientras que el tema principal pasa a ser la actitud negativa de Erica, al cual Dick atribuye con su sensibilidad habitual a la menstruación. Pongo cara de circunstancias ante tal afirmación.

- Pues... A mi me parece algo más profundo. - Digo en voz baja, pero perfectamente audible.

Cierro los ojos mientras ella, desnuda, entra en el agua y... pff... ¿Qué diablos pasa con esta chica? No lo entiendo. No sé si es que realmente el verano le ha sentado bien y ha acabado con su timidez o es que imagino las cosas. Si de verdad ya no es tan tímida, me da cierta envidia. No importa, me acerco al armario de los medicamentos y saco el Aripiprazol, tomándome una tableta que se disuelve en la boca. Voy a la bañera, mirándola de verdad que flipando, pero obviamente contento de este sorprendente cambio.

- Tú eres la tímida, ¿recuerdas? Yo el loco de los libros.

Dentro de la ducha, ay vaya qué pena, no hay suficiente espacio como para que no nos toquemos al menor movimiento de uno de los dos. Y claro, mariquita el que no lo aproveche. Quiero decir, ella no solo ha dado su consentimiento, también lo está provocando. No es como si yo hiciese mal si la agarro de las muñecas. Tampoco veo nada malo que la ponga contra la pared de la ducha. Tal vez el mordisco en el labio después de besarla sobraba igual que el hecho de tenerla casi casi chafada entre la pared y mi cuerpo. La actitud puede que parezca violenta, pero no dura demasiado tiempo, porque me distraigo con el dolor de cabeza que me producen los irregulares latidos de mi corazón y paro en seco.

La miro con nerviosismo, comprendiendo el por qué de este parón repentino.

- No sé qué debo hacer ahora -Reconozco, bloqueado. Pongo mis manos a ambos lados de su cuerpo, cogiéndola de los brazos. Gruño levemente. Tal vez debería de advertirla. Contarle algo de mi pequeño secreto.

Erica caminó rápidamente hacia el instituto evitando a sus amigos, a pesar de que el timbre de entrada todavía no había sonado y aún sobraba tiempo.

Llegó hacia la puerta del colegio y se quedó mirando a su alrededor, cuando rápidamente Hannah y Katie se interpusieron en su camino con una actitud claramente agresiva.

Hannah Matthew y su amiga Katie eran definitivamente la escoria en Roundview College. Ambas eran estudiantes del último año y solían meterse con todo el mundo para que nadie se meta con ellas. Habían sido por un tiempo compañeras de Erica hasta que ésta repitió de curso. Sin embargo, también fueron buenas amigas hasta que Erica empezó a juntarse con Alexia, lo que provocó el ascenso de Erica hacia la "popularidad", mientras que Hannah y Katie siguieron en la marginalidad, en las sombras.

-Ey Katie, mira como se ha disfrazado Johnson - Dijo Hannah mientras se metía en el camino de Erica, mientras que su amiga rondaba alrededor como si intentase evitar de que Erica saliera corriendo - ¿Que pasa zorra? ¿Tus amigos populares ya no te quieren?

Me estaba dirigiendo hacia el aula pensando en mis cosas: mi padrastro, mis cortes, el tiempo de sanación para que no se vean y los nuevos lugares en los cuales cortarme si no podía esperar lo suficiente. Una parte de mi mente me decía que eso era de locos y que era preferible pedir ayuda, como una persona normal haría; la otra me repetía que nadie me miraría como una persona normal si lo hacía.

Entonces apareció Hanna. Antes estaba con ella y luego al repetir conocí a Alexia y mi química con la rubia fue instantánea. Claro, pasar a la sección "popular" y dejar a tus viejos amigos no es algo que se recuerde bien, no si sos uno de ellos.

-¿Qué pasa?

Entonces me dijo de Johnson y allí caí que estaba hablando de mis nuevas fachas. Estaba tan distraída que había pensado que era otro Johnson.

-Vale, vale, si quieres el número de dónde compro ropa solo tienes que preguntarme.

Estaba con otra amiguita, intentando ser las manda más de este pequeño universo del pasillo, antes de que alguno de mis amigos actuales hiciera aparición. La otra me trababa el paso.

-Hanna, mejor te vas si no quieres que te cambie la cara a golpes, aunque ¿quién sabe? quizás te haría un puto favor. Después de todo...

No terminé la frase, esperando cualquier excusa para que me deje demostrarle que hablaba en serio. En este día solo quería estar sola pero si eso no era posible... me había hecho amiga del dolor ya hace casi un mes.

Timidez... timidez... ese verano Alma se había cuestionado muchas cosas, lo típico de un adolescente, quien era, a donde iba, qué era lo que quería ser, y no le gustaba nada de lo que hasta ese momento había hecho, ser niña tonta, de la que todos se burlaban de ella, ser esa chiquilla que muchos preferían ignorar porque no era los suficientemente cool, eran todos como su padre, para ellos, Alma era invisible, menos para Lian que la había notado desde el primer día en que se conocieron, porque entre friks se entienden o no?.

Beso sus labios, respondió a ellos con pasión, mordisqueo su labio inferior, y cuando la tenía contra la muralla y el agua caía, gimió entre dientes, y se dejó besar, disfrutar de la exploración de los cuerpos, de las sensaciones y de un calor que no era físico, no por lo menos en sentidos convencionales. Pero Lian se detuvo de pronto, echándose hacia atrás,   con cara de shokeado, Alma suspiró, y le echó los brazos al cuello,besado tímidamente sus labios.

- creo que no hay que saberlo, no te preocupes - besó de nuevo su boca, - y de la tímida.. pues me he propuesto ser menos invisible, estoy cansada de que me molesten... pero para ti seguiré siendo tu Alma - le sonrió, había seguridad en como hablaba,  en sus movimientos - aw me duele la cabeza...- susurro, riendo, el ruido del agua hacia que sus voces no  resonaran tanto - me saldré... debo bajar por tu ventana y tocar a tu puerta - le susurró en su oído, y lo abrazó, se sentía bien su cuerpo contra el de ella, mojado y desnudo.

Salió de la ducha y tomó la sábana para secarse, colocándose la ropa incluso media mojada aún - te espero para desayunar, Lian - se encogió de hombros, no miraba su cuerpo, sino el rostro de su amigo, hubiera deseado más, pero ya sentía que las cosas se estaban poniendo retorcidas y confusas, para ella,para él... quería tocarlo, pero comenzaban los remordimientos, eran amigos, era su único amigo, pero se lo cogería de nuevo si pudiera - eh...me voy... eso...- se mordió el labio inferior, y ya media vestida con la ropa de anoche, salió del baño yendo a la habitacíón de Lian y escabuyéndose por la ventana de la misma manera por la que había entrado, afortunadamente la ventana daba al patio trasero, y era cubierta por un árbol, así que bajó rogando que ningún loco vecino la viera. Sin mas, fue a la puerta de la casa de su amigo y toco el timbre,  iba a buscarlo para ir a clases.

En eso, sonó su celular, era su padre, lo sacó y miró el numero, con desdén cortó la llamada y le mandó un mensaje de texto.

"No tengo ganas de nuestra charla matutina,salí a correr y de ahí a clases, Adiós."

Cerró el celular y esperó a que le abrieran la puerta, de ahi a su primer día de clases, el primer día de su emancipación social, ya no dejarían que la humillaran más, no dejaría que la hicieran sentir invisible. 

Algo ido, me la quedo mirando con el ceño fruncido, escuchándola a ella por encima de la voz susurrante. Me arden los labios y no sé si es normal, tal vez me he excedido, porque pica igual que las manos después de haberme liado a hostias con algo. Parece que no, porque ella está tranquila (ELLA!) y sonriendo. Los cambios... no me gustan mucho. Pueden ser para mejor, pero también a peor. Pero me satisface su último comentario, ya que después de todo, dice que lo nuestro -lo que sea que eso signifique- no va a cambiar. Eso me gusta. Si los cambios son radicales, me pongo nervioso.

Rígido, y no solo porque la tenga a punto de explotar, me dejo abrazar y también la rodeo con mis brazos. Su piel es muy suave y me pregunto cómo será pasar la lengua por sus pechos, su vientre y... Sonrío, tranquilizándome. Su manía por usar las ventanas para salir/entrar en las casas es un tanto inquietante, más de una vez le he dicho que parece una ladrona, pero en este momento no importa. Lo que realmente interesa es que, por ahora, mi mano ya no podrá adaptarse al contorno de sus pechos y apretar durante a saber cuánto tiempo.

La veo salir, secarse y vestirse mientras yo sigo goteando, dejando el suelo perdido de agua. Voy detrás de ella hasta mi habitación, cogiendo de paso una de las toallas que cuelga de una percha de la puerta del baño y rodeo mi cuello con ella. Mientras Alma baja por la ventana, me seco un poco el pelo y voy hacia la puerta, para recibirla. Paso por delante del comedor, donde Veera está con el desayuno y me detengo a hablar con ella hasta que oiga el timbre. Por supuesto, solo me he puesto los calzoncillos, porque estoy en mi puta casa y Veera es mi hermana, si no se ha acostumbrado a verme casi en pelotas, es su problema.

- Enana, ¿qué me has hecho para desayunar? Porque espero que esté tan bueno como para que no te acuse de engañarme. ¿Dormir en casa de una amiga? No te lo crees ni tú. -La miro, sintiendo una pequeña rabieta incontrolada. Sospecho que Veera no ha ido a casa de una chica, precisamente. Y no puedo evitarla verla ahí, tan pequeña, inocente e indefensa, con una polla en la boca sin quererlo ni buscarlo y... pfff... me pongo enfermo. Tiemblo de rabia. Joder, es mi hermanita, ¿¡quién ha sido el cerdo, que lo mato!?

Por suerte, el timbre me distrae. Voy a abrir y al encontrarme con Alma en el lindar, sonrío.

- ¡Buenos días, Alma! -Me hago a un lado para dejarla pasar, sonriendo con cierta malicia. - Me preguntaba cuánto tardarías en volver a acosarme. -Mi siguiente mirada está totalmente cargada de "malas" intenciones.

El celular  volvió a sonar, y ella lo sacó, era de nuevo su padre, ese verano había sido caótico para ella, su relación con él se había terminado de quebrar entre tantas discusiones en donde ella le reprochaba todo y su padre simplemente se quedaba callado, ni su noviecita pudo lograr algo, Alma la echaba de su lado, y le exigió que no se le acercar que ambas no eran nada,  y que jamás lo serían. Deseaba que la dejaran en paz, en esos días las ideas de buscar la forma de estar con su madre se hicieron más presentes y fuertes, como cuando ella había recién fallecido. No fueron pocas veces en las que se miraba en el espejo del baño y de reojo observaba las pastillas que habían... pero hasta el momento, no había tenido el valor para hacerlo, la compañía de Lian había ayudado demasiado en eso, el alcohol también, menos mal que ha bebido con él, porque quizás en un vaso lleno de vodka encontraría el valor. 

Lo peor es que nadie se daba cuenta de sus problemas, por fuera seguía siendo la misma chica retraída y tímida, que se alejaba de las personas porque estas el intimidaba o porque en verdad no encontraba en ellas algo realmente interesante, eso le pasaba con la mayoría de los so pencos de la escuela, cada cual mas insulso que el anterior, sin nada que los destacara, sin nada que los hiciera especial más allá del físico, pero eso se perdía, la popularidad también, eran tan vacuos  sus preseas, que no interesaban a Alma, sin embargo, ellos parecían tener predilección con ella, en hacerle ver lo miserable que en realidad era, lo rara.

Se mordía el labio inferior repasando las palabras de algunos, de su padre, se mordió tan fuerte que casi llegó a lastimárselo, fue ahí que la puerta se abrió, y vio en paños menores a su amigo, Levantó las cejas la chica y entró en la casa - ay por Dios, Lian, cubre tus vergüenzas - alzó la voz par que su hermana la escuchara, pero su cara no demostraba enfado de verlo así, sino que al contrario, sus ojos verdes brillaban preciosa y lujuriosamente. Claro que lo acosaría, y se lo cogería... cogería cogería..! sus mejillas se encendieron cuales faroles de navidad, y colocó su mano sobre el pecho de él, - sigue así y esto se volverá turbio y peligro- le confesó en un susurro, mirándolo a los ojos,tuvo el impulso de besarlo, aún el mareo de la noche anterior estaba jugando sus tretas en el criterio de la chica.

- buenos días Veera,¿ cómo estas? - lo dejó solo en el vestíbulo  y se fue a la cocina para desayunar - vine  buscar a tu hermanito para llevarlo a la escuela- le sonrió a la chica, manteniendo su postura de chica buena, parecía sentirse muy cómoda con aquella careta.

Veera estaba en la cocina sentada en una barra donde solían desayunar juntos ella y su hermano. En la barra habían dos tazas de café, una para ella y otra para Kyllian. También había un plato lleno de facturas que seguramente Veera había comprado de regreso a casa. La chica estaba vestida comúnmente, pero apestaba a tabaco. 

Ante el comentario de su hermano, Veera se limitó a sonreír, sin negarlo ni afirmarlo. El timbre suena y Veera no se inmuta, su hermano atiende la puerta y Alma entra a la casa. Veera mira al cabello de Kyllian, quien todavía lo tenía mojado. Dirige una rápida mirada hacia la cabellera también mojada de Alma. 

-Vaya... - Es lo único que murmura, mientras levanta una ceja - Hola Alma, todo bien... ¿Vas a desayunar con nosotros?

- eh... todo super - aunque la amenazaran con sacarle las uñas, no diría nada, aunque se sintió repentinamente acosada por la mirada de la hemana de su amigo - sí super, y si... no desayuné..claro si puedo ejem - se encogió de hombros y buscó a Lian para que se acercara y a rescatara de sí misma.

Notando el lugar donde Alma había puesto su mano más caliente, como si hubiese dejado su palma grabada a fuego, cierro la puerta y la sigo a unos pasos de distancia, aprovechando para observar su trasero sin disimulo alguno. Lo malo es que empiezo a imaginarla sin esa ropa y estoy en slips, por lo que disimular una erección es bastante... complicado, por no decir imposible. Así que prefiero mantener la mente distraída, pensando en el capítulo 2, página 75 del libro de Trigonometría Aplicada.

Al sentarme en la barra, me cojo mi café y después de darle el primer trago, inmediatamente me enciendo un cigarro. Dejo el paquete en la barra, indicándole con un gesto a mi amiga que coja si quiere. Yo me quedo mirando a mi hermana, muy fijamente y con cara de pocos amigos. A medida que pasan los minutos, mi expresión se vuelve más y más ceñuda. No me gusta esa cara que ha puesto cuando le he dicho aquello.

- Claro que puedes desayunar. -Respondo, sin apartar la vista de Veera, manteniendo un duelo de miradas que, como siempre, acabo perdiendo. Hago una mueca y clavo mis ojos en Alma. - Sírvete lo que quieras, estás en tu casa.

Veera sacó otra taza y sirvió café en ella. Le pasó la taza a Alma con una mirada cómplice, mientras intentaba reprimir inútilmente una sonrisa de malicia. Los tres desayunaron rápidamente, Kyllian se fue a vestir y partieron rápidamente hacia el colegio a pie.

-Roundview College-

Al llegar, el exterior del edificio estaba repleto de estudiantes. Veera se encontró con unas amigas y se alejó de ellos sin decir ni una palabra. Alma y Kyllian miraron a su alrededor pero no encontraron a Jenna. Sin embargo, se encontraron con Nick, Dick, Alexia y... ¿Andy? A ambos les soprendió ver que Andy ahora estaba con ese grupo.

Los cuatro estaban conversando sobre la extraña y repentina actitud huraña de Erica cuando se percataron que tres estudiantes llegaron cerca de ellos. Eran Alma, Kyllian y su hermana gemela, Veera. Ésta última encontró a su grupo de amigas y se alejó de ellos, dirigiendo una mirada hacia el grupo.

Alma y Kyllian quedaron parados sin saber exáctamente que hacer, parecían que estaban buscando a Jenna pero no lograban encontrarla por ninguna parte.

Se muerde el labio inferior, y se prepara un te con una tostada, pasando del cigarrillo, aún le dolía el estomago por lo que habían tomado durante la noche de ayer. Ya listos,cogió de la mano a Lian y lo empujó a la habitación para que se vistiera y partieran corriendo a la escuela, Alma corría delante de Lian y se reía de lo lento que era. y ya al llegar a la escuela pueden ver a los chicos pero no a una persona importante, Jenna  ¿habrá decidido asistir ese día?.

- ejem.. mira - le susurró a Lian al oído, tozando su lóbulo y indicándole el grupito armado, eran completamente contrarios a ellos, rueda sus ojos,  y pasa sus manos por sus ojos, para intentar quitarse la resaca, pero era imposible - creo que diré que me siento mal y me iré temprano - había aprendido algunos trucos por ahí, pero hasta ese momento de su vida, no se había atrevido a hacerlos. Se estira y busca en su mochila la cámara que siempre cargaba, la revisó en busca de fotografías incriminatorias y las había, algunas muy interesantes, le mostró una en especial a Lian, en la que él tiene sus labios en sus pezones, lamiendo seguramente vodka -¿ jajajaj buena no? mejor las borro...- le dijo y las borro todas, no quería que anduvieran en malas manos.

- sonríeme -molestó a Lian y le sacó una fotografía directo a su cara, sin esperar siquiera su sonrisa o que cambiara la cara, - ay que lindo - murmuró, y le lanzó un beso, colocándose sus gafas oscuras de nuevo, las había echado en su mochila la noche anterior antes de escapar de casa.

El camino al instituto se hace pesado. Sí, sí, bastante pesado. En primer lugar, porque preferiría quedarme en casa sin hacer nada que no hacer nada en clase y en segundo lugar, porque no es fácil aguantar las miraditas de Veera y sus amagos de risotadas. Alma tan infantil y juguetona como siempre. Y los idiotas de los 'normales' burlándose de ella. Si supiesen lo placentero que es esa actitud juguetona en ciertas circunstancias... joder, tensión en el pantalón.

- Pórtate bien, pedazo de borde. -Le gruño a la espalda de mi hermana cuando se va sin decir ni adiós. Ya sabe que incluso el primer día, debe darlo todo o me enfadaré de verdad. Siento la voz de Alma en mi oído, demasiado cerca, muy muy cerca, noto su respiración en mi cuello y joder, tía, no ayudas. La verdad es que el otro grupo me la pela a otro nivel, salvo Nick. Con él sí tengo algo pendiente. Pero hoy no me preocupan, joder, he mojado. Me siento superior a cualquiera hoy. La foto ya es para acabarlo de redondear, definitivamente no ayudas nada en evitar que entre empalmado el primer día de clase. - Es una pena que las borres, teníamos cara de pasarlo bien -Sonrío levemente, algo forzado por la tensión de pensar en algo no-sexual. De repente, el puto flash de su cámara me deslumbra. ODIO LAS FOTOS.

- No me robes el alma, asalta ventanas pervertida. -Bromeo. Suelto el aire en un bufido, mirando el edificio. En fin... otro año más. Miro entre la gente del patio, buscando una cara familiar. - ¿Sabes si va a venir Jenna?

-Deja de darle vueltas.- Dije desentendiéndome del tema y mirando alrededor cuando algo llamó mi atención.

Eran el equipo nerd, aunque faltaba uno de sus componentes, los miré durante unos segundos y estuve a punto de ir a saludarlos, pero enseguida mi vista se desvió a Veera, ¿nos estaba mirando?, la verdad es que le haría un favor a la chica, aunque su hermano estaba como un cencerro.

-Oye,- Dije dándole un codazo a Andy sin dejar de mirar a Veera.- ¿nos está mirando?

Sin esperar la respuesta de ninguno lancé un beso a la chica.

Dick insistió en cambiar de tema cuando divisó a aquellos pobres chicos a los que le gustaba molestar. En cierto modo me dan algo de lástima, ser diferente no quiere decir que tengan que hacerte la vida imposible unas personas "supuestamente" superiores. Por suerte desvia su atención a la hermana de Kyllian, que hace unos segundos se había separado de su hermano para juntarse con un grupo de chicas. Dick me pregunta si nos mira con uno de sus "delicados" gestos.

- Pues creo que... - De todos modos no me dio tiempo a responder, Dick ya le había lanzado un beso. - No... - Tuerzo el gesto y me meto la mano en el bolsillo. No quiero verme involucrado de ningún modo en éste tema, así que doy un par de pasos atrás para situarme entre Nick y Alexia.

- ay, pero si me llevo tu alma, me tienes a mí de reemplazo - se burló, viendo la foto que le ha sacado, se ríe y saca una nueva foto de la escuela, la primera de ese año escolar - ¿cuanto más durará esta condena? - preguntó retoricamente y mientras enfocaba con su cámara  respondió a su amigo - ni idea, estaba contigo y no sonó mi celular, bueno, solo mi padre que se las dio de odioso - con la cámara enfocó a Veera y luego la movió hacia "Dick" que le lanzaba un beso a la chica. Alma bajó la cámara,  y  se movió para ponerse delante de su amigo, no sabía si había notado ese gesto o qué, pero si lo había hecho, no quería que se metiera en lios, había sido un gran día aunque aún sentían los embates de la resada.

- ¿vamos a esperarla a otro lado? -le preguntó, era más que consciente que esos cretinos hiperventilados sólo buscarían provocarlos, más a Lian.