Partida Rol por web

Colette se sentía cohibida por pensar en estar en un lugar tan lleno de gente. Nunca se había rodeado de tantas personas. En ocasiones, fingía estar enferma para no tener que asistir a los actos públicos que se llevaban a cabo en sus anteriores escuelas.

Con el intento de Z de animar a Colette, ella lo mira y se sonroja un poco, aunque trata de ocultarlo con su larga cabellera y luego le dedica una tímida sonrisa. La llegada de su instructor la toma por sorpresa y más aquello que les dice. ¿Otro grupo? ¿Tantas personas juntas? Esto se volvía más extraño cada vez.

Los intentos de conspiración era algo con lo que ella no estaba de acuerdo. La joven trata de decir algo como - Creo que se precipitan más de lo necesario. Aún no conocemos la dinámica de por aquí - dice y luego escucha los pensamientos de su profesor. - ¿Medusa? - trata de decirlo suave para que el profesor no escuche pero sale un poco más fuerte de lo que quería. Colette tapa su boca avergonzada y guarda silencio. - Disculpe, yo no quería -.

¿Fiestas? ¿Realmente habría una fiesta?... Pensaba para si al escuchar a sus compañeros. No abrió la boca, no sabía tampoco cómo era este tipo de lugares puesto que nunca había ido a uno de ellos, siempre estudió en casa, así que se limitó a esperar que apareciera ese profesor. Luego la conversación tornó a algo más entretenida. Hablaban de competir con otros equipos o incluso de espiarlos. – No creo que debamos hacer eso. – Respondió al comentario de Z. – Me da la sensación de que todos estamos aquí para aprender. – No era un muchacho al que le gustara competir, aceptaba las cosas como llegaban.

No pudo decir nada más, ya que apareció el profesor. Lo habría imaginado de otra manera la verdad, pero suponía que las cosas allí eran muy diferentes al resto de sitios que había visto por internet. – Encantado profesor Grant. -Se limitó a saludar y después callar, para preguntar ya estaba Ekaterina, y a seguir al profesor, sin poder dejar de mirar de reojo a Colette, la cual seguía intrigándole demasiado… Si es telepata, podrá ver lo que pienso. ¡Ouch!, pues deja de pensar en ella estúpido…

Al ver al profesor Zvonimir no se sorprendió mucho, era lo que el esperaba y lo que decía era muy interesante.

Lo mejor sería no hacer de la clase un campo de batalla, pero tampoco depende de nosotros solos.

Cuando el grupo sigue al profesor y el mismo hace como una especie de presentación extraña, a todo eso Z respira hondo pero tratando de disimularlo, pero en ese momento Eka empieza a bombardear al profesor con miles de preguntas. Por eso Z se acerca a la rusa.

Ya nos enteraremos de todo, supongo que si el director da un discurso será una de las primeras cosas que explique, tampoco vamos a bombardear al profesor con todas las dudas que tenemos...que son muchas

Me ruboricé un poco cuando Z se acercó a mi para decirme que me tomase las cosas con más calma. 

- Supongo que... siempre he sido curiosa. E impaciente. - respiré hondo. ¿Acaso no había esperado suficiente en aquel largo, largo vuelo y en el aparcamiento? 

Si, puede que fuese pesada o insistente, pero en parte era normal. Quería saber qué nos esperaba allí. Bueno, en realidad quería saber muchas más cosas, incluido el qué diablos quería decir Colette con Medusa. Otra criatura mitológica, como el fénix. Por un instante divagué pensando en la posibilidad de que los equipos se hicieran acorde a las cualidades que tradicionalmente se asignaban a esas criaturas. El fénix era un ave de fuego que renacía de sus cenizas. ¿No quería esto decir que esperaban que empezásemos perdiendo para luego "renacer"?  Pero eso no tenía sentido... Tal vez simplemente los cogieran porque eran estéticos, claro que entonces... bueno, perdía parte del encanto. 

Por supuesto, para entonces ya estaba pensando en si podríamos acceder a la biblioteca y a internet. ¿Habría archivos sobre la escuela y los equipos de otros años?  Sin duda me gustaría leer sobre eso y aprender de ello... Como siempre, mi mente iba a toda velocidad y había tanto por hacer...

Grant escuchó las preguntas de Ekaterina con atención, mientras le dedicaba una pequeña sonrisa, mientras que el resto de sus compañeros se precipitaban a sacar sus propias conclusiones o a reprocharse entre sí. Eran un grupo bastante animado, con diferentes personalidades. - Algo bueno podrá salir de aquí... o algo terriblemente catastrófico. Espero que sea leve, es mi primer año aquí y Johana estará evaluando mi rendimiento... - Pensó mientras tragaba saliva. 

Entonces se percató de que Collete había preguntado por Medusa, Marcus hizo memoria y se dio cuenta que no había mencionado al otro equipo en ningún momento, por lo que llegó a la conclusión de que la chica le había leído la mente. Le guiñó el ojo mientras respondía:

-No te preocupes... los conocerán más adelante - Dijo en dirección a Collete.

Luego se giró hacia Ekaterina, quien había sido la que había preguntado.

-Todas las clases son obligatorias de asistir, esto como han visto no es un colegio normal, aquí solo enseñamos lo esencial y es todo lo que deben saber. No hay clases de refuerzo, puedes pedirle a otro estudiante que te ayude o pedírselo al profesor, pero depende de cada uno. 

Actividades extraescolares las hay, no son nada fuera de otro mundo: Natación, periodismo, arte, ajedrez... existen diversos clubes a los cuales pueden unirse, de eso se encarga Violet Crabtree, la... secretaria del lugar, se encontrarán con ella tarde o temprano - Porque está en todos lados...

-Por favor... pasemos adentro - Los invitó cordialmente mientras abría la puerta principal

En el interior se encontraron con un extenso vestíbulo con paneles de madera blanca. En cada extremo del lugar habían dos escaleras curvas que se unían en forma de pasillo en dirección al segundo piso. Debajo, se encontraban unos amplios sillones curvados y una mesa ratonera en el medio de éstos.

(El salón es algo así, pero mucho más grande)

Grant se sentó en uno de ellos e invitó a sus estudiantes a que hagan lo mismo

-Pueden hacer todas las preguntas que quieran, soy su tutor y esa es mi función aquí. - Agregó con una sonrisa - Por ahora no se preocupen en las competencias entre los equipos, ya tendrán tiempo más adelante para hacerlo. ¿Alguna otra duda?

Imre toma asiento en uno de los sillones dejando un hueco para uno mas en la esquina que hace que tome la marioneta, sentado alli piensa en las posibles preguntas y dudas, la realidad era que no tenia muchas, el habia acudido ali a recibir clases y a potenciar sus capacidades para ser un digno miembro de su familia, pero tambien queria divertirse como cualquier otro chico de su edad normal.

- Entonces podemos decir que salvo por el hecho de que tenemos poderes es un internado como otro cualquiera no? y una ultima pregunta, tengo que tener alguna consideracion para con Henriketta?

La marioneta se sienta junto a Imre en el hueco que este habia dejado entre el y el final del sofa que estaba ocupando, los movimientos de esta son graciles y finos, a diferencia del comportamiento de Imre, mas divertido y en general despreocupado la marioneta se mueve perfectamente como una autentica dama, como si fuera una mujer europea de la epoca de la que son sus ropas.

Tomé nota de lo que decía y me obligué a no discutir, aunque no estuviera de acuerdo con que "lo esencial era todo lo que necesitábamos saber". Siempre hacía falta saber más o, al menos, era algo que no hacía daño. Me quité el jersey, dentro de la casa hacía más calor. 

Por un momento miré hacia arriba de las escaleras, aquello era enorme y sería fácil perderse. Me pregunté si habría planos de aquel colegio. Y también cuál sería el programa escolar. Qué asignaturas, horarios, si cubriría el mismo curriculum académico que teníamos en rusia. Porque claro, de no ser así, tendría que investigar las convalidaciones y si nuestros estudios aquí servirían para acceder a la universidad. 

Nuestro tutor no mencionó ningún club de ciencias, informática, danza o música. Peor, más allá de clases y actividades extraoescolares, ¿qué se podía hacer para divertirse? ¿Permitirían visitas a alguna ciudad? ¿O era un internado completo sin posibilidad de salir? ¿Habría cine? ¿Zonas de ocio? ¿Era un complejo autosuficiente? La realidad es que podría bombardear al profesor con preguntas y aún así, seguir teniendo. Pero esta vez decidí dar la oportunidad al resto de preguntar primero. 

Me senté de forma recatada en el borde de uno de los asientos, con mi jersey y mi abrigo sobre las rodillas. De momento no había cambiado (al menos no de talla), tal vez sí de pelo. Pero esas cosa pasan. El caso es que ahí estaba, esperando que otros hicieran preguntas y, la verdad, algo cansada por aquel largo viaje. Lo que me llevó a la siguiente e inevitable pregunta. ¿Nos daría tiempo a ducharnos y cambiarnos de ropa antes de la fiesta de bienvenida? Esta sí que me pareció una pregunta absolutamente básica. Definitivamente me sentaría bien una ducha caliente. Entrecerré los ojos en actitud soñadora y sonreí. 

Luego miré al resto, esperando que preguntaran algo antes de empezar yo. Lista de prioridades: ducha caliente, ropa limpia, mapa del instituto. Lo demás ya lo preguntaría o conseguiría en una tutoría... 

Zvonimir empezó a caminar con sus compañeros y bajó por las escaleras buscandose un lugar en uno de los sillones.

Hermoso, parece la casa de la opera de Sarajevo, fue en un lugar como este que dí mi primer concierto.

Mientras el profesor hablaba, Z trató de prestarle atención, pero no podía dejar de observar los detalles del edificio, era muy hermoso y en parte le recordaba a su tiempo en el escenario, por lo que también le daba algo de nostalgia.

A mi me gustaría saber si tienen un lugar aislado acusticamente, o algún tipo de auditorio. Mi poder está ligado con el sonido, pero además la música es mi pasión, me gustaría tener algún lugar para practicar mi música sin lastimar a nadie.

Cruzado de brazos, Robert observó la gran sala donde iban a mantener una pequeña charla, y sonrió. Sabía que Sir Arthur disfrutaría enormemente con aquella visita, y pensó que a lo mejor, quizás para algún tipo de reunión con los profesores, él tendría que acudir. Eso le hizo sentirse algo inquieto, aunque no supo decir si para bien o para mal.

Se sentó junto al profesor, con las manos en las rodillas, y mirándole fijamente. 

- ¿Tendremos habitaciones individuales o compartidas? - dijo, mirando a sus nuevos compañeros.

Ya sentada y acomodada miré a mis compañeros como si evaluara sus reacciones, aunque en realidad no lo hacía solo pensaba en las locuras que podía hacer estando allí. Ekaterina había guardado silencio, no me parecía justo que los chicos atacaran su curiosidad, cuando eso era una virtud no un problema. Esperé mi turno para preguntar, no me importaban las clases, la diversión ya me la buscaría yo, tampoco me importaban las actividades extraprogramaticas, yo tenía una sola duda.

- Profesor usted es soltero?? tiene alguna novia o amiga especial? si no la tiene el puesto está disponible?.- me distraje mirando a la marioneta, ¿Tendría ella su propio cuarto?- No se vaya a poner nervioso solo es curiosidad. Entre otras preguntas más normales, si compartimos habitación con quien será? yo me pido a Eka o a la Marioneta.

Solté una risa suave con las preguntas de Cam. Probablemente señor Grant sólo nos veía como niñas. Lo que me llevó también a pensar que existía la posibilidad de que ni siquiera le gustasen las chicas. Por poder, podría perfectamente ser gay. No es que fuera asunto mío de todas formas. Claro que si a Cam le gustaba el profesor Grant, con su poder... esbocé una ligera sonrisa divertida. 

- Hecho - respondí a Cam. Levanté la mano para chocarla - Si toca compartir podemos ir juntas. Me pido ducharme primero cuando subamos. 

No creía que la marioneta tuviera habitación propia porque aunque tuviera tamaño persona, no era una criatura sintiente. Y si fuera, la situación plantearía conflictos morales. No era lo mismo controlar una cosa, aunque tuviera forma y aspecto humano, que controlar a alguien. Lo segundo era esclavitud... Pero volvía a divagar. Tenía que centrarme en lo importante. Y dado que la mayoría parecían haber preguntado ya lo que querían, decidí hacerlo ya. 

- Ha sido un viaje largo, si no le importa me gustaría cambiarme de ropa antes de la fiesta - dije con voz suave. No tan tranquila, porque mucho tiempo quieta hacía que empezara a moverme en mi asiento - También me gustaría saber si existe alguna guía del instituto, con un resumen de lo más importante, normas y un mapa. - miré a mi alrededor - Esto es muy grande y... bueno, así también se ahorra trabajo - me encogí de hombros. 

Volví a removerme inquieta. Mis preguntas cubrían las necesidades básicas inmediatas. Aunque claro, conocer los horarios de comidas y dónde se servían venía justo después. Podía esperar, pero también era necesario. Después estaba el asunto de la ropa, si había uniforme o no, el tipo que era apropiado llevar a clase si no era así, necesidad de ropa especial para las... clases de control de poderes... Ese tipo de detalles, todos ellos de carácter práctico, que me venían a la cabeza. Pero me obligué a permanecer sentada, ni levantarme ni jugar con las flores de la mesa.

Alisé mi falda y coloqué de nuevo las calzas, que tendían a bajarse sobre las medias. Luego miré expectante al profesor Grant. Empezaba a pensar en que deberíamos practicar algún deporte de equipo entre todo el grupo. Eso nos permitiría aprender coordinación y enseñaría a colaborar entre nosotros. Aunque el profesor insistiera en que no pensásemos en la competición, funcionar como grupo era algo que requería mucho esfuerzo y... bueno, nos quedaba mucho por hacer, eso seguro. 

Colette no sabía cómo más reaccionar pues noticia tras noticia, todo le sabía mal. Había leído sin querer la mente de su profesor y se había puesto aún más nerviosa, lo que ocasionó aún mayor inestabilidad en ella y ya no podía dejar de leer las mentes de sus compañeros.

Comenzaba a marearse y a desorientarse, así que apenas vio aquella sala un lugar donde sentarse, buscó llegar allí. Su cabeza le dolía y se la tomó con las manos, mientras cerraba sus ojos. Trataba de tranquilizarse y recuperar el control pero le era un poco complicado. Su libro de dibujos flotaba por encima de sus piernas, mientras Colette trataba de calmarse.

Nuevamente, envió un mensaje a la mente de todos sus compañeros sin quererlo - Ahora no. Me duele - casi con un tono de llanto.

- Puedes ducharte primero o podemos ducharnos juntas, ninguna opción me molesta.- tenía un par de hermanas con las que era necesario compartir la ducha si queríamos estar a tiempo por la mañana.

Una señal de nerviosismo me estaba llegando tan intensa que me era fácil notar de quien provenía. El mensaje mental fue la última prueba que necesitaba. Me olvidé de los coqueteos descarados al profesor y me senté junto a Collette pasando uno de mis brazos por sus hombros invitandola a mirarme. Esperaba que mis habilidades funcionaran y que no terminara ella contagiandome con su animosidad.

- Mírame Colette veamos si puedo hacer que ya no duela.- Posé mis ojos en los suyos con expresión serena. Yo me sentía realmente feliz, tranquila y un poco coqueta con muchas ganas de divertirme, no podía filtrar que exactamente le contagiaría pero cualquier cosa era mejor que el sufrimiento que ella sentía.- Concentrate solo en mi.

Realmente esperaba que funcionara, ya que aunque no conociera a ninguno allí el hecho de que fueramos un equipo automaticamente hacía que yo me preocupara por su bienestar. Como se decía en mi hogar "lo más importante es la familia" y a partir de ahora ellos ocuparían ese puesto.

Evidentemente estaba feliz ante la simple idea de poder darme una ducha caliente y ponerme ropa limpia. En general no necesitaba mucho para ser feliz. Asentí al comentario de Cam. 

- Me parece bien, no tengo problema de compartir la ducha - comenté con completa normalidad. 

Luego seguí su mirada y tuve una de esas ideas "brillantes", pero que en general traen más problemas que otra cosa. Bueno, tal vez no demasiados problemas. Comprendí que podía hacerle un favor a Cam. O bueno, lo que consideraba un favor. Si conseguía algo del profesor Grant, podría cambiar en él y dejar a Cam que "echase un vistazo". Era casi tan bueno como ver al de verdad, porque físicamente sería idéntica... Puse expresión inocente. 

Y justo entonces escuché el mensaje mental de Colette. Ya era la segunda vez, pero no le habíamos hecho nada. En realidad no estábamos haciendo nada, sólo hablar. Y pensar, claro. Existía la posibilidad de que mi velocidad de pensamiento fuera lo que le dolía, pero claro, era sólo una hipótesis. Además, era imposible dejar de pensar, sólo podías pensar en otras cosas. 

Cam intentó ayudarla con su poder y esperé que funcionase. Si no, se me ocurrían dos alternativas. La primera es que se sentase junto a Ikuei y que él anulase sus poderes. Eso la daría descanso. La segunda era que se retirase a su cuarto a descansar, mientras el resto terminábamos de preguntar al profesor Grant. Pero decidí esperar a ver si el intento de Cam tenía efecto. Imaginé que, si los descontroles de poder le causaban dolor con regularidad, los profesores harían algo para bloquearlo* pero esperaba que no hiciera falta...

Marcus Grant escuchó una por una a las dudas de sus estudiantes y las fue respondiendo a la vez, para que no se amontonasen. Era un tipo simpático y agradable, tenía una forma de expresarse hacia sus estudiantes más amigable que cualquier otro típico profesor, probablemente debido a su edad.

-No, Imre, esto no es ningún internado común... por empezar, está ubicada en el cielo - Comentó con un tono irónico, mientras le sonreía - Ya verán la tecnología que poseemos más adelante... Y con respecto a Henriketta... - Su mirada se posó en la muñeca de madera, sus movimientos se veían reales y delicados - No creo que debas tener alguna precaución especial, puedes llevarla donde quieras... 

Luego vinieron las preguntas de Zvonimir y de Robert - Tenemos el auditorio, que es utilizado por el Club de Música, puedes unirte a él y tener acceso al auditorio cuando quieras. Con respecto a las habitaciones... son de a 2 personas, y aquí tengo una lista...

Marcus se levantó ligeramente para sacar un papel que tenía en el bolsillo trasero de su apretado pantalón de vestir. Lo desdobló y se dispuso a leerlo en voz alta:

-Las chicas, Dollet con Delfidia y Ávila con Yakovlenko. Los chicos, Heller con Blackett y Chejov con Saikawa. Henriketta estará en el cuarto de los chicos, supongo - Dijo mientras fruncía el ceño con dudas al respecto del funcionamiento de la marioneta. 

Pero luego vinieron las preguntas de Camille y Grant quedó algo aturdido y sorprendido. Le dedicó una amplia sonrisa a Camille, la chica era algo osada y cambiante, de eso estaba seguro...

-Ehm.. sí, estoy soltero... - Respondió divertido - Por lo tanto podría decirse que "El puesto está disponible" 

Grant estaba levemente ruborizado, era una persona enamoradiza por naturaleza, lo que le causaba distracciones y reprimendas por parte de su padre en ocasiones.

-Tendrán tiempo de sobra para ducharse y cambiarse para la fiesta de bienvenida, no se preocupen, están a tiempo. Con respecto a la normativa, mapa o guías pueden pedírselo a Violet Crabtree, ella es la encargada de los temas más importantes de Sky High.

Inclusive Ekaterina y Camille hablaban de ducharse juntas, le sorprendía que tomaran eso con total naturalidad, en especial hablarlo al frente de los hombres del equipo. Eso solía ser un problema cotidiano en Sky High, el hecho de albergar estudiantes de todas las nacionalidades y diferentes culturas, generaba ciertas tensiones y encuentros, aunque generalmente éstos eran favorables y le servían a los estudiantes para aprender más.

Sin embargo una voz retumbó en la cabeza de todos, era la de Collete. Tenía entendido que la chica era telequinética y a consecuencia era bastante inestable, eso podía llegar a traer problemas en el grupo, pero la presencia de Delfidia y de Saikawa en el grupo eran claves para poder mantener a raya las complicaciones. Camille intervenía en el humor de Colette, mientras que Ikuei podía anular los poderes de ambas para que puedan estabilizar sus emociones y habilidades. Aunque el chico aún desconocía de su otra habilidad.

Observó en silencio cómo Camille intentaba influenciar en el estado de ánimo de Collete, parecía ser que ya lo había hecho anteriormente, lo cual era lo esperado para Grant.

Cuándo entraron al lugar, se quedó embobada, y mucho más callada de loq ue normalmente era, casi parecía que estuviera muerta o se hubiera desactivado su cerebro, dejandola un poco vegetal, pero las preguntas, que si bien acertadas, también algunas bastante osadas que le sacaron una buena sonrisa (Gracias Camille), le sacaron del estupor.

Oyó que estaba emparejada con la cambiante, así que probablemente iba a ser una estancia divertida... aparte, ella era más alista, así que así la tenía cerca para ayudarle a estudiar... al menos eso pensaba.

"Yo no tengo mucho problema con mi pareja de cuarto. Llevemonos bien, ¿vale?" dijo mirando a la que iba a acompañarle a la habitación. Luego levanto la mano "¡Por cierto, profesor! Las actividades extraescolares y lso clubes están bien, pero hay algo más con  lo que entretenerse? Como cines y cosas así. ¿Y habrán permisos o cosas parecidas? Por que claro, a no ser que haya algún lugar dónde conseguirse ropa aquí cerca, he traído un montón, pero igual me falta... a mí o a cualquiera"

Le había tocado compartir habitación con el titiritero, y la idea le resultó curiosa, ya que tenía interés por saber más acerca de las habilidades de su nuevo compañero. Parecía gustarle vestir de forma cómoda, como a él, y al menos tenía la tranquilidad de que no tendría que controlar sus pensamientos a cada minuto. Probablemente era el mejor compañero para alguien como él.

- Parece que seremos tres en la habitación - dijo, guiñando un ojo y sonriendo a Imre, mientras extendía la palma de la mano hacia arriba, para que él la chocara - Luego nos pondremos de acuerdo...

Lo que iba a decir pareció recordarle algo, y alzó el dedo, pensando bien la pregunta.

- Profesor, respecto a las habitaciones... ¿tenemos que limpiarlas nosotros, no? ¿Y la colada también? Supongo que esas cosas nos las explicará esa... señora Crabtree, supongo.

Avanzó junto al resto maravillado por la majestuosidad de la escuela. Sólo había visto cosas así por internet y realmente alucinaba al verlo en persona. Nunca hubiera imaginado lo que le estaba ocurriendo y cada vez se sentía más cómodo. Aunque ese sentimiento cambió de repente al ver como el profesor los decía que se sentaran. Había llegado el último, por lo que nada más que le quedaba un hueco, aunque demasiado cerca de Laura. Se acercó con timidez y se sentó en el borde del asiento y echado hacia adelante, intentando mantener siempre una cierta distancia con la muchacha de cabellos rubios.

El profesor les estaba hablando, pero no podía pensar en aquel momento, y mucho menos en hacer preguntas cabales, así que se limitó a esperar que aquello terminara pronto. Cuando por fin el profesor Grant dijo su apellido y el de Z se levantó como un resorte, volviendo otra vez a recuperar su espacio vital. – Bien! Pues no perdamos más el tiempo, vayamos a conocer nuestras habitaciones, ¿no?, luego ya podremos hablar con la señorita Crabtree y que nos explique el resto… - su voz volvía a tornarse nerviosa.

Sentí una ligera decepción porque no nos dejasen escoger nuestra compañera de cuarto. Pero tan rápido como vino se fue. Después de todo, tampoco es que fuera complicada a la hora de compartir, casi todo me iba bien. 

- Seguro - respondí con otro guiño de ojo

Parecía que la gente tenía ya ganas de irse a sus habitaciones y no podía culparles. El viaje había sido largo. Pensé que, tal vez, las instrucciones básicas sobre el día a día estarían en algún panfleto en las habitaciones. A mi desde luego me habría sorprendido que hicieran las cosas por nosotros. Estaba tan acostumbrada a ayudar a mi abuela, que ni me había planteado que alguien lo hiciera por mi...