Partida Rol por web

Las capacidades de Harvey estaban mermadas, lo que complicó su comprensión de las palabras de urgencia de Elsa y provocó que no fuera capaz de localizar el peligro hasta que empezaron los disparos.

- ¡Mierda! 

Su cuerpo despertó sin saber como reaccionar, pues nunca había participado en un tiroteo. Los había presenciado, pero hasta aquel momento conseguido evadirlos a tiempo, para su suerte. - Yo no tenía que estar aquí... - pensó, y se acordó, casi de casualidad, del arma que Donald le había ofrecido en el encontronazo con la policía. Empezó a buscarlo sin saber muy bien que haría con ella. ¿No sería mejor que no presentara resistencia? Así igual le dejaban vivir... que se llevasen lo que quisieran pero que le dejasen vivir... Aun así, ante sus contradicciones internas, continuo en su búsqueda del arma mientras permanecía a cubierto en el coche. 

La chica refriega todo su material contra tu duro hermanito. Luego te baja la parte del calzoncillo y... comienza a merendar. Sus pechos desnudos y enormes rozan tus rodillas...

 Gimo de placer, disfrutando de la mamada, mientras acaricio su cabello con ternura. Después de todo, aunque sea sexo pagado, no significa que no me guste esmerarme en que ella también lo pase bien... De echo, lo considero un delicioso extra...

 Le indico que se tumbe sobre la cama y a continuación le bajo las bragas, con intención de hacerle un rico sexo oral, usando todos los trucos con la lengua y el dedo que conozco, para asegurarme de que el sexo se le haga Pepsi-Cola...

La mujer comienza a retorcerse de placer, tu primer plano es excelente.

Te lo estás pasando en grande, y no eres el único, pues la prostituta comienza a gemir.

Elsa ni se molestó en mirar si sus compañeros seguían vivos o qué cojones estaban haciendo... Aquel mierda la había herido y eso... eso cabreaba a Elsa y mucho. Se movió unos pasos, apenas medio centímetro, lo justo para volver a tener a tiro a aquel gilipollas. 

Esta vez Elsa no se molestó en tratar de dejarle sin vida. Apuntó directamente a la cara del negrata y disparó.

Se llevó las manos a la cabeza como si fuera a estar más resguardado. No conseguía encontrar el arma del negro por ninguna parte, al menos por ninguna parte accesible desde el lugar donde estaba sin ponerse a descubierto, y decidió que mejor dejar que los profesionales se encargasen del problema. Como si tuviera otra opción... ya que la única pipa que tenía servía para fumar hierba. 

Estás en plena forma, acostumbrado a tener sexo con prostitutas no te cansas, y la negra está disfrutando hasta más que tú. Al final vas a tener que cobrarle. Mira sus pechos más de cerca, y luego te la terminas de tirar en la posición del perrito.

La hora se acaba, y aunque te sabe a poco tienes que marcharte.- Se acabó la hora cariño, me ha encantado.- Dice la negra.- Pero ahora te tienes que ir.- Dice mientras se comienza a vestir.

 Mientras nos vestimos, le pregunto, sonriente:

 - La verdad es que yo también he disfrutado, preciosa. ¿Si quisiera quedar otro día para repetir, podría llamarte?.

- Siempre que quieras guapo.- Y te da su número.