Partida Rol por web

Los soldados te miran un poco mas tranquilos ahora,uno de ellos se acerca a ti y te habla en voz baja.

Quien se casa? El muy bastardo no me ha invitado. Por cierto, te han dejado la nota aqui dentro precisamente? En el salon del jefe? No es la mejor manera de esconderselo, pero bueno. Tienes suerte de que ahora mismo no este, aunque no tardara demasiado. Venga pasa.

Le hace un gesto al otro soldado indicandole que te abra la puerta para pasar. Este lo hace y entras. El salon es una enorme sala circular, mesas y sillas ordenadas en un lado, supones que comen aqui. En el fondo puedes ver una especie de trono rodeado por unas cortinas de seda roja. Al otro lado hay varios muebles y armarios grandes donde una persona se ocultaria sin problemas. Aparte de la puerta por donde acabas de entrar no hay mas salidas al exterior, excepto un par de enormes ventanales enrejados.

Miro dentro de la sala por si encuentro algo que me ayude en mi labor de eliminar a mi objetivo

Examinas los alrededores de la sala en busca de algo que poder utilizar, pero no descubres nada util. De todas formas no deberia costarte detener a Kooda con tus armas, al menos si aparece solo.

De repente oyes voces al otro lado de la puerta, al parecer, el guardia con el que hablaste intenta entretener a alguien antes de que entre, lo que te da tiempo a esconderte.

Me escondo

Te metes en el armario que viste la primera vez que entrastes en la sala, lo unico malo es que dicho armario no tiene rendijas ni nada que de al exterior para poder observar, asi que tendras que guiarte por los sonidos otra vez. Primero oyes la voz de alguien a traves de una mascara y luego una voz mucho mas grave, tranquila y calmada.

-Señor, no parece haber peligro, puede pasar sin problemas.

-Bueno, como siempre. Dos de vosotros, conmigo, los demas podeis salir. Si os necesito ya avisare. Menudo dia... al final parece que el intruso ha escapado de la base, no? Bien, mejor para el, si lo veis disparad a matar.

Bien parece que por fin mi ultima misión esta cercana estoy cansado La luz que brilla con el doble de intensidad dura la mitad de tiempo. Y tú has brillado con muchísima intensidad, caisa .
Pero eso ya no importa sales con relativa velocidad , le encañonas la garganta y te lo llevas, cuando capture aq esa bestia con trompa y orejas grandes me lo pusieron mas difícil.....................en todo caso cuando lo escuche darse la vuelta me avalanzare sobre el

Salgo con cuidado y lo cojo por la espalda:
Si chillas moriras esto es un secuestro

Sales de un salto del armario y consigues cojer por sorpresa a Kooda y sus dos soldados, que solo reaccionan cuando tu ya estas apuntando a la cabeza de su jefe. Kooda sigue exactamente como lo recuerdas, excepto porque ahora su mano izquierda es sustituida por un cañon de repeticion.

Maldito seas tu y toda tu raza! Ni se os ocurra hacer nada a vosotros hasta que os de la orden! Nunca saldras vivo de aqui! Si me haces algo ni siquiera saldras por esa puerta!

Kooda intenta soltarse de tu presa con una llave, de conseguirlo no solo quedaria libre, si no que tu quedarias a merced de los blasteres enemigos.

Mierda.......
cuando se logra soltar ruedo para esquivar cualquier disparo directo mientras saco la pistola.

Tu prisionero consigue deshacerse de ti con relativa facilidad y te lanza a medio metro por delante de el. Antes de que llegues siquiera a tocar el suelo oyes como da la orden de disparar a los soldados. Uno de los disparos ni siquiera alcanza a rozarte, pero el otro impacta de lleno contra tu hombro izquierdo, haciendote una fea herida y dejandote inmovil ese brazo. Inmediatamente despues tienes a Baar Kooda apuntandote con su brazo-blaster a poco mas de diez centimetros de tu cabeza.

Y ahora que me dices, pequeño bastardo? De momento te prepararemos una buena habitacion con vistas mientras pienso en el castigo que te mereces por atentar contra mi persona. NADIE ataca a Baar Kooda y se va de rositas. Guardias, llevadlo a la celda 46.

Los soldados te levantan del suelo y te empiezan a arrastrar cuando pierdes la consciencia a raiz del dolor que te provoca el hombro.