Partida Rol por web

La abuela no era mucho de beber, así que el mueble bar estaba casi vacío. Lo que había eran culos de botellas de cuando sus tíos traían algún licor y se lo pimplaban en plan familiar. Por eso solo entró un culo de whisky dyc, una botella casi entera de anís del mono (lo único que bebía la abuela) y un culo de orujo que usaba muy de vez en cuando para hacerse un carajillo con el café.

El resto lo conocía bien por que la nevera la tenía bien fichada. La botella de coca-cola de 2 litros para ella, que estaba a mitad, dos cervezas de lata de la marca Alcázar (de Jaén) y un red bull sin abrir. Ese era el único alcohol que había en casa. Los gritos en la calle se iban alejando, aunque se escuchaba a vecinos de la calle discutir en sus casas y dar muchas voces. La gente estaba nerviosa y se cabreaba, imaginaba.

El teléfono de la policía, emergencias y todo eso estaba colapsado. No hacía más que comunicar. Solo le quedaba morirse de asco allí sentada.

-No tas tomao la tila, niña -dijo la abuela con un apunte de mosqueo- Me tienes tol mueble bar revoleao. ¿No te pués estar quieta un rato? Ya has visto lo que han dicho. Pon radio nacioná a ver que consejos dan, pero tu no sales hasta mañana. Y mucho cuidadico cuando lo hagas. Es posible que mañana no abra estanco, ni tienda ni ná. No si hay desas cosas ahí fuera.

La verdad es que yo estaba que no esta ahora mismo. Había caido en mis padres...Pensé que quizá habían vuelto a la casa. Pero no, siguían fuera...La Yaiza estaba a la tele, pero a mi me resuena un poco de fondo, y lo que consigo ver solo es caos, caos y destrucción. El Juancar no me tranquiliza, y su voz campechana ahora mismo me inrrita. El está muy bien en la zarzuela tocándose la polla, pero mis padres están fuera.

Hace poco el Juancar me llamó, así que aunque el movil me de error, lo intento unas cuantas veces. Llamando al número de mi padre, y al de mi madre. Quizá y el servicio va y viene me lo puedan coger y decirme donde están, o como están...

- !Ay la máma, y er pápa! Que sabían ido a la sermesa, cohone. - digo sentido, ahí me sale la mierdecilla que soy sin ellos. Un poco inmaduro e inestable a la par. - Que no va er puto telefono...

Hago algunas llamadas más de prueba. Tenía que ir en algún momento, tenían que ir...O quizá venían de camino. Mira que el pápa los tiene bien puestos. Y yo creo que si se ha tenío que hostiar a esos infectados lo ha hecho, pa sacar a la máma y traerla a resguardo. Sino iré a buscarlos, aunque tenga que ir cuchillo jamonero en mano. Por esa misma razón tampoco aguardo dos horas de llamadas. Unas primeras llamadas compulsivas.

Al final, su padre lo cogió. Su voz sonaba al otro lado mezclada con el motor de su todoterreno nissan patrol.

-Niño, no puedo hablar mucho que voy al volante. A tu mae lan arrancao medio brazo esos cabroneh y a tu tía Paqui lan dejao lista de papeleh, por que ya no respira. Llevo a tu mae a Andújar al ambulatorio, y a tu tía a que le den sepurtura. ¿Estás en casa? Si está en casa quédate ahí y no sarga a la caye ni pa un recao. Tieneh comía de sobra y de to, que ya sabeh como es tu mae que compra como pa un rehimiento. Pon la radio y mira a ver que dicen que hay que hacé. No sarga de casa Ezekié, por favó. Aguanta ahí y llámame mañana a mediodía. Échale un par de cohone hijo, que ere un Patiño. Recuerda que te quiero. Tengo que colgá que hay un accidente aquí máh alante y tengo que maniobrá.

Y la llamada se cortó.

-Eso ya lo sabía yo, en central no saben ni donde tienen el culo- dijo tras beberse de un trago el botellín de agua que acababa de coger del minifrigo. Sacó el móvil, iba a llamar pero recordó que los sonidos agudos atraían a los infectados, por si acaso decidió mensajear. Mandó el mismo texto “llamadme cuando podáis” a su padre, su madre y su hermana, luego mando otro a Quique “Estas bien?” y por último a su tío Fausti (que vivía por allí cerca) “Estoy en comisaría ¿Y tu?” a continuación puso el teléfono en vibración.
-Ahora si que me comía las migas de tu madre- comentó a Vílchez tirando el plástico a la papelera de un certero lanzamiento.
Respiró profundo, o aquello lo organizaban ellos o Baños entero se iba a la mierda. Se acercó a la mesa –Me alegro de verte Sebastian, bien hecho- le apretó el hombro con afecto. Apretó los labios arrugandolos mirando las armas –tendremos que proveernos de todas las armas y munición que encontremos, pero ahora mismo lo que hay que conseguir es que la gente se esté quieta, que se encierren en casa y nos dejen limpiar las calles. Hay que eliminar a cuanto infectado se nos cruce…- pensó un momento -…podríamos usar la megafonía que han instalado para las fiestas  y transmitir instrucciones, pfff – sopló los flecos de pelo que se le habían puesto delante de la cara. Se quitó la gomilla y volvió a hacerse la coleta –habrá que ir a la plaza mayor- chequeó las armas y la munición –los que no sean del pueblo los acomodaremos en el polideportivo- emitió algo parecido a una risa de fastidio –para eso vendrían bien los inútiles de protección civil. Me pregunto si habrá sobrevivido alguno… ¿Sugerencias?-
No quería darse a si misma ni a los compañeros ni un minuto de descanso, el silencio podía ser la grieta por la que se empezara a colar el desánimo y el nerviosismo, y en ese momento ellos eran la autoridad. O actuaban o nadie más lo haría.

Remezcló los culillos de todas las botellas que encontró, pero no tocó el anís. El anís del mono era sagrao pa la yaya y tocarlo suponía que la desheredara por lo menos. Que la yaya le dejara la casa cuando le diera un apechusque y lasrroscara era su única oportunidad de tener casa propia. Echo un chorro de coco cola del frigo, que ya no tenía ni gas ni na y dio un trago a aquello. Chasqueó la lengua paladeando, si no'staba ciega, estaba bueno.

-Yaya, que la tila s'anfriao- dijo con un gesto exagerado con el cubata y le dio otro trago no se perdiera na por el camino. -Si ya no iba a ningún lao ni na... Sabrán ido tos de la piscina- dio una calada a su cigarro, pensando que lo mismo aún tenía un poco de polen arriba guardao en la mesita.

-¡Ay yaya! ¡Qu'exagerá! ¡Qué cosas ni qué cosas! Son enfermos, como los leprosos esos de los que hablan los guachuzos que piden pal domund...

Cuando aquello se corta miro el teléfono con drama. Le podían follar a la tia Paqui...!Pero la máma! !La máma! Y el pápa si esto se pegaba. Allá a Anduajar no puedo ir, tiene que haber un caos monumental y no voy a llegar ni de coña...básicamente por las carreteras...!Con un accidente y to!

- !Ay que lancomío medio brazo a la máma! !Pa Anjujar se la llevao mi pápa! Por la vihen, que se mán`ido...- digo con drama. Ni siquiera me ha dado tiempo a decirle nada !Tanto como los quiero y lo poco que se lo he dicho!- ¿Y que cohone hago yo ahora? Me cagoen mi puta calavera..

Me paso la mano por el pelo con nerviosismo. Y me estoy aguantando de llorar...Pero es que cojones, puta suerte la mía.

La abuela escuchó lo que decía "la niña" como quien escucha hablar a un crío de siete años. Como quien no dice "na más que folletás". Pensaba que quizá las drogas esas le habían hecho el cerebro mantequilla. Pobrecilla. Tenía que espabilar pronto o el mundo se la iba a comer. Literalmente.

-No te enteras de ná. Métete en el ordenadó al internés ese y infórmate. Yo he estao muchos años de ATS cuando era hoven, y eso no son personah ya. Las personah no se comportan así, ni aunque tenga la rabia. Además disen que éstoh primero se mueren y luego guelben. Resusitan pero se quedan pallá. Como en la bibria hija. Er día del juisio finá. ¿Es que no hicíte la catequésis?

La pequeña Yaiza se quedó parada al escuchar aquello. La puerta estaba cerrada y era sólida, así que de momento estaban seguros. Estaban seguros si no salían a la calle. Observó al Zeky y comprendió que era de los que se rallaban en esas circunstancias. A ella simplemente le daba miedo, pero él se rallaba.

Asi que se levantó y se sentó a su lado cogiéndole la mano. Como si más que una tía desconocida fuera su novia, su hermana o algo así. De hecho ahora mismo era lo único que ella tenía, por que Canarias quedaba la hostia de lejos. Y con aquel cipote de cierre de fronteras era muy posible que no pudiera volver en una muy buena temporada.

-Cálmate Seky. Estoy aquí contigo, ¿Si? Te han dicho que te quedes aquí en casa. Y yo te voy a ayudar. Por que tu me has salvado la vida.

No había caído en ese detalle.

Antes de que los compañeros tomaran una decisión, pues tenían la picha hecha un lío, alguien picó a la puerta. Por el timbre, y luego con la mano. Para no dar a equívoco sobre si era un infectado o una persona normal. Sebastián le abrió y le dejó pasar, cerrando luego la puerta.

Era su tío Fausti que venía con la misma ropa con la que había salido a la calle hacía unas horas. Dejó unas latas de comida que traía en una bolsa del SPAR sobre el microondas, pues la mesa estaba ocupada con las armas, a las que miró de reojo haciéndose cargo de la situación.

"Don" Faustino, persona respetada en el pueblo, acercó una silla y se sentó sin que nadie le diera permiso. Era obvio que estaban sobrepasados por la situación. Así que sacó un cigarrillo del paquete que tenía en el bolsillo de la camisa a la cuadros y se lo puso en la boca, dejándoles unos momentos para que se habituaran a su presencia. Luego se lo quitó de la boca sin encenderlo.

-¿Vaya cirio se ha montado, eh? -dijo con mordacidad- Bueno. Ahora mismo las calles están llenas de gente, aunque pronto no lo estarán. De hecho pronto imagino que estarán llenas de otras cosas. Ya comienzan a estarlo. Ya sabía yo que ésto iba a pasar, pero nadie me hacía ni puto caso.

Hizo un gesto gracioso con la mano.

-"Que estás loco, Faustino, por creerte lo que escuchas en las radios de por ahí". Las radios de por ahí. JA. La puta radio de la policía y la del ejército, nada menos. Cada vez más acojonados y cada vez cagándola más. Actuando como si ésto fuera el prestige o el huracán katrina. Esos que tienen que mandar 7 coches para abrirle una diligencia a un borracho que se ha estrellado con el seat panda. Que putos genios, joder.

Ahora si que se encendió el cigarrillo e inspiró el humo. Dió un par de palmadas enérgicas en la mesa.

-Bueno, bueno, bueno. Ahora vosotros y yo sabéis que estamos bien jodidos. Jodidos de la hostia. Pero aquí dentro, en mi tarro, en la mollera -se señaló- Ésto bulle de ideas. Joder que si bulle.

Les miró con un apunte de sonrisa y luego señaló las armas con la palma de la mano como quien hace una presentación.

-Bueno, imagino que llegados a éste punto sabéis que lo mejor es eliminar a los infectados. A los retornados. Por que no se infectan. Primero mueren y luego regresan así. Ergo, ya están muertos. Técnicamente muertos. Muertos vivientes.

Dió otra calada y cogió un cenicero de la cerveza alcázar que tenían por ahí.

-Eso es la fase uno, claro. Lo que hay que hacer ahora mismo. Tengo un Nissan Patrol y la escopeta de mi sobrino en casa. Para lo que os haga falta. Vosotros decid que hace falta hacer y yo me apunto. Éste es mi pueblo. Vuestro pueblo, si queréis, aunque algunos seáis forasteros. Y no quiero que sea "su pueblo". El de esas cosas. Es lo que nos faltaba ya. Doscientos años de gobernantes tiránicos desde Fernando VII hasta hoy, de presidentes del gobierno que la han cagado un poquito más cada vez. La semana trágica, la pérdida de IFNI, la Guerra Civil. La misma mierda de siempre. No hemos levantado cabeza, pero como decía Blas, es que no nos han dejado levantarla. No hay mal que por bien no venga, chicos. Ahora el mundo va a ser como nosotros queramos que sea. El mundo de los vivos, claro.

Señaló como a la pared.

-Tengo un plan, pero os lo cuento luego si queréis. Ahora hacemos lo que me digáis. Y cuando acabemos, hay un castillo que hay devolver a la vida. Un castillo que nos va a salvar la vida a todos.

La que miraba incrédula a su yaya era la de la Kimberly. Qué muertos, ni juicio final, ni Biblia ni pollas. El cura le había lavao el tarro con tanto salmo y tanta agua bendita. Con lo que había sio su yaya de joven, o eso decía su madre. Cogió el portátil que había traído de casa, el último reducto de tecnología en casa de la yaya, sin contar sus móviles rosas y el nokia 3310 de la yaya. Enchufa aquel trasto y, tras cerrar cinco páginas de publicidad pornográfica, el messenger y el badoo, se puso a buscar lo que decía la yaya, poniendo unas sabias palabras en el guguel ese: "muertos que vuelven juicio final yaya ATS".

Baños está petao de cazaores, Jose Luis, algún amigo tuyo o vecino seguro que está armao hat-ta loh diente.

Típico de él, como le gustaba ser la estrella y deslumbrar a todos con su sapiencia, no es que le molestaran los intelectuales (ella era una persona curiosa a la que le gustaba aprender pero no se consideraba a sí misma como culta) pero sí ese aire a lo Lenin, padre de la verdad y la patria. Cruzó los brazos y escuchó arqueando una ceja, el señor estaba disfrutando y encima se hacía el misterioso.
-¿Has terminado?- le salió cortante en una mezcla de malafollá y confianza. No era momento de entrar en discusiones aunque le había tocado los cojones –Muy bien… no se si te has enterado pero estamos en estado de excepción y ahora mismo soy la máxima autoridad en el pueblo y- arqueó las cejas mirándole –estábamos estableciendo un plan de actuación cuando llegaste-. Pegó un tirón de la silla detrás de ella, se sentó y sacó la libretilla del bolsillo de la camisa. Empezó a apuntar –A ver… 1-controlar a las masas 2-limpiar de infectados 3-asegurar un perímetro 4-aprovisionarnos- levantó la vista hacia los allí presentes –para el punto 1 tenemos que usar la megafonía de festejos, para el punto 2 necesitamos más munición y vehículos seguros. Infectados en masa o los cerdos infectados nos pueden espachurrar como a una colilla-  miró entonces a Sebas y a Fausti –ehhhhh sep, ha volcado un camión lleno de marranos, los infectó gente del centro de salud, sí aquí la cosa está chunga allí tiene que ser dantesco. A Vílchez y a mi casi nos tumba un bichaco de esos, neutralizamos a cuantos pudimos pero tuvimos que salir a escape- echó un vistazo de reojo a Jorge, que estaba demasiado callado –lo ideal sería ir a conservación de carreteras y pillarnos un quitanieves, así los podemos arroyar y estar en alto para disparar. Estos primeros dos puntos son prioritarios a corto plazo, máxime en un día. Si no estamos perdidos ¿Algo que añadir?- 

Bien cierto era que de no ser porque no la he echao del coche, la Yaiza sigue entera. Casi que me lo agradecía ahora...Ahora sin la máma y sin el pápa, hubiera estado solo comiéndome esta mierda. !Ay pero la máma y el pápa! Quizá la máma se convirtiera en una de esas cosas ¿Porque sino de donde salían tantas de golpe?

- No se, Yaisa...No se. Qu`esto éh mu fuerte...- digo nervioso, y me tengo que sacar la cajetilla de tabaco y encenderme un cigarro. Me lo enciendo con un pulso pajillero que me inhabilitaría para robar panderetas en el mercao- A véh si va`séh un cahtigo o argo por haber dejao tirao ar Juancar...Pero coño, cuarquiera s`ariesgaba. Que la`habían mordio er pecho...

Pego una calada nerviosa al pitillo.

- Ma dicho mi pápa que ensienda la radio, y que hay comía de sobrá por ahí...-me paso un mano por el pelo de perroflauta. No me quito de la cabeza a los pápas.

Incluso una cani como ella, con los dedos como porras, acostumbrada a utilizar internet solo para ver fotos de tíos, visitar "el rellano" y otras páginas del estilo, se encontró enseguida con la información en googe. Por una parte, los periódicos y medios oficiales españoles hablaban de casos aislados y situación controlada. Pero los medios independientes y sitios no oficiales (entre ellos uno muy bueno llamado "todosobrelosinfectados.es" decían justo lo contrario. Aportando pruebas de que el gobierno no controlaba una puta mierda y de que la situación se iba por el váter progresivamente.

Al parecer ya había casos por todo el mundo y varios gobiernos habían adoptado medidas extremas. El de Israel había blindado completamente el país tras un muro gigante. El norcoreano había desaparecido y no se sabía donde habían ido tantos chinos. Y en Sudáfrica, donde ya había muchos más infectados que personas normales, se estaban retirando a regiones seguras, abandonando a mucha gente a su suerte ante la creciente marea de muertos vivientes.

En la web antedicha hacían un análisis del problema. Al parecer los infectados transmitían una enfermedad al morder que parecía "matar" al portador. Luego regresaba convertido en aquello, con las funciones motoras malamente y solo con ganas de comer cosas que estuvieran vivas. No sentían dolor, ni cansancio, ni dormían. Se pasaban las 24 horas persiguiendo gente. Y al parecer no se descomponían muy rápido que digamos.

Comenzó a pensar sobre quién podría tener armas. En protección civil seguramente tendrían hachas y cosas así para el control forestal. Armerías para cazadores había 2 o 3 en Linares, según le habían contado, y otras tantas en Úbeda. Que él conociera de cazadores, varios viejos en el pueblo y...

Espera, si. El Tortu fue unas cuantas veces a cazar y se compró una escopeta. Ahora ya no va, así que seguramente la tenga muerta de asco. Y su casa está tres portales más arriba en la misma acera.

Le costó comprender qué decían todas aquellas webs, incluso algunas palabras las tuvo que leer tres y cuatro veces. La Kimberly no comprendía por qué aquellos sitios escribían tan soso, sin haches, ni acentos inapropiados y sin intercalar mayúsculas con minúsculas ni na. Tras mirar y tratar de leer aquellos textos tan largos, haciendo fuerza con los ojos achinaos, llamó a su yaya.

-¡Mira lo que dice esto, yaya! ¡Que s'an muerto tos los chinos y los negros casi!- metió el dedo en la pantalla, ahí remarcando lo que más le había llamado la atención. -¿Ahora dónde me compro yo el maquillaje? ¿Y a quién le pillo los sedeses piratas de los rebujitos?- la Kimberly miró a su yaya con drama, su mundo se venía abajo.

La pequeña le escuchó. En realidad tenía que admitir que la cuestión de su colega ni le iba ni le venía. En aquel momento ella era extremadamente conservadora y se conformaba con que ambos estaban vivos y en un lugar seguro, mientras que otros muchos no cumplían ninguna de las dos condiciones. A decir verdad, eso le importaba más que la amiga con la que había venido, la de Jaén. Habían discutido últimamente por cuestión de tíos y de hecho después de Baños estaba pensando ir a Madrid y coger un avión para volver a Tenerife.

-No te preocupes Seky. Ahora estamos bien, y yo cuido de ti. ¿Si?

Le dió un beso en la mejilla y se levantó de un salto. Fue a la cocina a ver lo que había y comenzó a sonar un revuelto de cacerolas y menaje de cocina. Cuando se acercó a mirar, por nerviosismo y aburrimiento, vió que la quinceañera era una cocinillas. Eso le impresionó. Las chicas de hoy en día pasan totalmente de aprender a cocinar, pero ésta no era mayor de edad y ya sabía currarse algún que otro plato. Hay gente que madura deprisa, y Ezequiel no era uno de ellos.

-Siéntate y tranquilo. Hasta mañana no vamos a aser nada, ¿Si? Así que siéntate y tómate una servesa.

No sabía muy bien lo que estaba cocinando pero olía de puta madre.

La abuela se puso sus gafas de leer y se acercó a mirar. Cuando terminó le dió un pellizco. Un auténtico pellizco de abuela, como castigo.

-¿Te cree que tu abuela está apoyardá? Ya te lo he disho yo que é lo que etaba pasando. ¿Y que poyah estás bebiendo?, ¿no mabrás tocao el aní del mono no?