Partida Rol por web

El hombre se baja del caballo y se acerca a los prisioneros. Se saca el casco dejando a la vista un rostro joven pero deformado por cicatrices que parecen quemaduras rituales. En el fondo de los ojos le brilla una llama roja que le marca como alguien no completamente humano.

- He oído hablar de los demonios de capa gris que luchan en el sur - tras una rápida inspección de los cautivos decide hablar con Norm(*) - Supongo que eres uno de ellos. Si tus esclavos también luchan bien serán una gran adquisición. - se gira hacia el oficial - Has hecho bien, si son lo que creo que son nuestro señor estará contento. Creo que nunca ha habido un capa gris en los fosos.

Vuelve a girarse hacia Norm.

- ¿Exactamente cuales son las condiciones de ese duelo? - pregunta en tono jocoso.

El orco había esperado impaciente, con la esperanza de no haber cometido un error. No se le ocurría como podía haber salvado a sus compañeros de otra forma. 

A los imperiales les importa mucho su honor - se decía -  ¿lo aprovechamos o no lo aprovechamos? Para mí quien tiene un objetivo superior tiene que asumir, cabalgar contradicciones y yo estoy dispuesto a cabalgarlas. - se intentó convencer - ¿Son contradicciones? Por supuesto que sí. Tenía que haber abierto la cabeza a todos estos en vez de rendirme. Ahora estamos todos a expensas de que acepten el duelo. A mí me gusta eso? No, no me gusta, no me gusta. ¿Eso es un motivo por el cual yo podría permitirme decir “pues entonces sigo luchando aunque mueran mis compañeros”? No. Creo que es más efectivo lo que estamos haciendo.

Al final, llego el lider de aquella banda y se dirigió a Norm. Mejor. El humano era más listo que el y el tipo nuevo no parecía ser un escriba. No debería haber problemas. A todo esto... donde cojones estaba Abot? La idea era que los brinchies atrajesen enemigos y Abot les cogiese por sorpresa con su magia. Que había salido mal?

Norm había dejado caer el arco, pero conservaba las flechas a la espalda. Se sorprendió de que el líder se dirigiera a él. Pero no le daba miedo. 

Hasta el oficial se ha dado cuenta que las estupideces de "tácticas" nos han costado la pelea. Todos juntos en una unidad hubiéramos podido con ellos, codo con codo. Separados nos han cazado uno a uno. 

—Las que hablamos. Un campeón de nuestro lado, uno del vuestro. Sin montura, cada uno con las armas y armaduras que elija. A muerte. Si gana somos vuestros, si ganamos nos vamos y nos llevamos a la gente del fuerte. Y ya nos volveremos a ver otro día. 

—Dame un instante, tengo que ver si mi hermano explorador quiere ser el que luche o lo seré yo —Norm tenía la cara más que seria acercándose a Varag —Ah, no son mis esclavos, son mis hermanos, de capa gris. 

—¿Por qué... joder, por que no me haríais caso? Si hasta ellos se han dado cuenta de la estupidez de nuestro ataque —musitó, pasando a hablar en voz alta— Supongo que tú tampoco quieres acabar en las minas. Libertad o muerte. ¿Piedra papel o tijera? —se llevó una mano a la espalda. 

Flogdegnurt percibió la mirada de Varag instándole a aprovechar la confusión del momento para colarse en el campamento, pero su presencia ya se había hecho evidente al abatir a uno de los soldados que atacaban a los brinchies. Desaparecer de la vista de los soldados era algo imposible. Se encogió de hombros y dejó que los acontecimientos siguieran su curso.

No sabía si los humanos tenían un protocolo para este tipo de situaciones. En su propia tribu existía la posibilidad de resolver determinados asuntos por duelo singular, pero no esperaba que en un lugar tan..."civilizado" como el Imperio, estas cosas tuviesen validez. Y menos aún según qué normas.

Por lo que pudo observar a continuación, la cuestión era mucho menos ceremoniosa de lo que esperaba. Si es que realmente era algo habitual, que parecía que no. La actitud del líder de los imperiales le hizo desconfiar de que realmente se estuviese tomando lo del duelo realmente como una posibilidad.

Nada dijo ni hizo. Temía que cualquier intervención pudiese torcer las cosas. Ya llegaría el momento...o no. Pero de momento, la prudencia aconsejaba esperar.

—¿Por qué... joder, por que no me haríais caso? Si hasta ellos se han dado cuenta de la estupidez de nuestro ataque

Norm, las cosas se torcieron cuando cayó el inútil ese desde el fuerte - le recordó Varag - A partir de ahí fue un caos, como siempre suele ser cuando no hay un líder. Yo no puedo serlo. Tu si. - miró al resto - Te necesitan más que a mí si se tuercen las cosas. Asegúrate de que cumplamos la misión. Lucharé yo. - Le puso una mano sobre el hombro - Ha sido un honor, Norm. - Dijo en voz alta. Si en el pasado había habido algún tipo de tensión entre el arquero y el orco, este parecía haberla olvidado.

Se giró hacia el feo joven

Tienes miedo? Debes ser mas inteligente de lo que aparentas.

Bastia apenas se mantenía en pie y la mezcla de dolor y vergüenza por haber sido derrotada la dejaban sin fuerzas para entrar en las deliberaciones sobre quién sería el campeón que lucharía.

Tened cuidado, no van a jugar limpio. - fue lo único que dijo mientras observaba al grupo al mando de las fuerzas enemigas.

Braz'is asiente a las palabras de Norm y deja que decidan quien va a luchar, pero antes de que acaben con una sonrisa añade:

- La verdad es que no se que gano yo con este duelo. - dice como quien no quiere la cosa - A vosotros ya os tengo. Y dañaría a un esclavo útil.

Tienes miedo? Debes ser mas inteligente de lo que aparentas.

Se gira hacia Varag tras su intervención.

- ¿De ti, subhumano? - contesta - Claro que no. Para demostrarlo acepto vuestro duelo, pero con una condición. Si venzo me diréis donde os escondéis. Y como la gente del sur no tenéis palabra se lo dirás primero a mi oficial. Cuando gane el me lo dirá a mi. En el muy improbable caso que sea derrotado será vuestro prisionero. - añade mirando al oficial que acepto el duelo, al que se le queda la cara de un extraño color gris. - ¿Qué os parece?

La verdad es que no se que gano yo con este duelo.

Pues que todavía tienes ejercito y no están todos muertos a manos de Varag pensó Abot desde su escondite. No le quedaba claro quien tendría que hacer el duelo, pero sí que ganaríamos

Nos parece que demuestra un claro caso de falta de honor y exceso de calzón. Si me derrotas tienes muchos prisioneros para sacar la información que quieras. Dudar de la palabra de otro cuando vosotros faltáis a la vuestra? No me hagas reír. Y deja de intentar postergar la lucha o tus hombres se van a dar cuenta que eres un fraude. 

- Lo malo de la tortura es que luego los esclavos no suele valer para los fosos - contesta - Y yo no te he prometido nada. Ni quiero perder más el tiempo. Acepta o no, pero decide ya.

La excusa del cobarde. - el orco escupió en su dirección y luego se giro hacia el oficial - tu si eres un hombre de palabra. Juras por tu honor y tu familia no decirlo a menos que sea derrotado?

No, no, no. - Dijo Yabiz con tranquilidad pero impasible dirigiéndose a aquel ser no completamente humano - Las condiciones ya han sido pactadas. Tu oficial ha cerrado el trato por tí. Si no respetas las condiciones actuales, ¿por qué habrías de  respetar otras nuevas? El honor se tiene o no se tiene. No existe honor a medias. Si vas a faltar a la palabra de tu oficial, puedes matarnos ya.

Yabitz - Le dijo Varag una vez el oficial prometió no decir el secreto - no podemos acabar en el Foso. Luchare

El oficial sonríe, claramente alegre de como se están desarrollando las cosas.

- Por supuesto que juro. Y mi palabra vale más que mi vida o la de mi familia - dice mientras se acerca a Varag para que le diga la situación del campamento rebelde.

Los soldados imperiales dejan un espacio y Varag y Braz'is sopesan sus armas y se preparan para la batalla.

Los enemigos giraron alrededor uno del otro. Con un grito, Varag atacó. A pesar del rápido movimiento de su arma Braz'is no puede evitar que Varag le alcance pero el impacto Varag apenas aturde al imperial unos segundos. Se recupera rapidamente y ataca con dos golpes rápidos que le permiten hacer  la primera sangre.

Sin embargo esto no era un combate a primera sangre era un combate a muerte y Varag estaba dispuesto a luchar hasta la misma si así salvaba a sus compañeros y ayudaba a su unica familia, los Exploradores. Ignorando el dolor, volvio a atacar al Jefe de guerra perolas fuerzas parecian flaquearle al orco.

La velocidad del imperial es demasiado para Varag, poco a poco pierde terreno hasta que finalmente la espada del oficial se clava con claridad en su carne haciendole una fea herida.

No eres rival esclavo. - exclama

Varag escupio sangre. El humano estaba jugando con el, Varag sabia perfectamente que estaba sobrepasado, lo habia sospechado desde el principio. Pero no podia permitir que sus compañeros muriesen en su lugar. Pensó en todos ellos mientras se levantaba sobre su rodilla despues del ultimo golpe:
Norm, el noble humano y magnifico arquero, con problemas de anger management
Yabitz, cuyas trompetas habian ayudado a pesar de todo
Abot... Donde cojones estaba Abot?

El orco se levanto, y miró al guerrero, empezando a reírse, volvió a escupir sangre y se limpio con el dorso de la mano y con un golpe rapido, le dio con el plano de la espada, saltándole un diente al humano diabólico.

Pero Braz'is apenas lo nota y logra un golpe claro, mandando al orco al suelo con un feo tajo por todo el pecho.

- Creo que esta vivo. Es muy duro - comenta mientras guarda sus armas y se acerca al oficial. - Dime, ¿donde se esconden los perros?.

- En una mina abandonada en el cerro de Jtiz'in - contesta con una sonrisa el oficial, seguro de haberse ganado un buen ascenso.