Partida Rol por web

Tras la cena, abundante y exquisita en todos los sentidos que se pudiera encontrar en cualquier diccionario de cualquiera de las lengüas que un ser humano pudiera conocer; tras una charla de sobremesa sobre lo edstartalado de el imperio, una conversación vana e insustancial que no hace mas que afincarse en asuntos que son de todos conocidos y ya estan mas que discutidos, os habeís ido a vuestros aposentos a pasar la noche, parece que los criados pasan de la que os dirigiis hacia vuestros aposentos anunciando la hora del buho( o de la lechuza, no me acuerdo bien, de todos modos no importa), una de las primeras horas de oscuridad en la noche, quien mas y quien menos se prepara para dormir, pero algunos no podriaís aunque quisiesen, este lugar, pese a los palaciego e idilico que aparenta ser os transmite una sensación en la boca del estomago desagradable, y conforme se pagan las luces en los pasillos y la oscuridad cae sobre el esa sensación se vuelve más opresiva.

Después de mirar hacia donde debería estar el ninja y no verle pienso esto me suena que ya lo he vivido

-¿Kawa-sam está usted bien? están atacando el castillo.

-Saizo sam deberíamos unirnos y guardarnos las espladas esta noche se presenta agitada.

parece que no. por ahora, tenia examenes pero supongo que ya los habra terminado. Se le puede mandar un privado.

Cuando los ninjas atisbaron nuevos enemigos no perdieron el tiempo en reaccionar, como maquinas perfectamente entrenadas, desterraron todo tipo de sorpresa y se abalanzaron sobre los nuevos obstaculos en su misión, negras sombras se deslizaron a traves del corredor hacia Mitsake y Saizo, Saizo no perdió tampoco el tiempo, comenzo a conjurar el hechizo que no tardo en transformarse en una bola de fuego letal que abraso al asesino que rompía la linea de los atacantes, en cabeza. Cayó fulminado y rodeado en llamas, mientras el fuego se extendía
Viendo correr solo al combate a uno solo de los suyos los dos ninjas que se habían quedado atrás reteniendo a los ronin, los dejaron a un lado, a los ronin y cargaron para reducir a los entrometidos recién aparecidos, dos iban de cabeza a por el Shugenja, otro iba a por el compañero de clan del magistrado recien asesinado, ahora Mitaske pudo ver el cadaver de Haki mas adelante en el suelo, en mitad de un charco de sangre, el fuego que rodeaba al asesino que había saltado hacia ellos presto en primer lugar alumbraba por fin el pasillo, además de que se iba extendiendo por los paneles de arroz y puertas de madera de cerezo que componían la casa.
Cuando los dos ninja estaban encima de Saizo, casi de la nada sin ningun tipo de aviso y en completo silencio aparecio Itoko con su Naginata, no llevaba armadura, sino el Kimono, puesto apresuradamente, aunque aún así impecable, con movimientos amplios de su naginata obligo a los ninjas a deteer su ataque y ponerse a la defensiva, mientras a la vez uno de los ninjas avanzaba corriendo apor Mitsake y lanzaba un poderoso ataque a por su cuello, Mitsake lo aparto con su wakizashi dejando expuesta la defensa del ninja para un ataque devastador.

Rapidamente sopeso la situacion. Tanto Ten como yo estamos en las ultimas, apenas podemos arrastrarnos por el piso del corredor en llamas. Mucho menos participar en un combate sin representar mas un estorbo que una ayuda.
Sun, esta pelea ya no es para nosotros. Ya hemos arriesgado mas de lo debido por un desconocido. Miro a mi compañero y asiento. Le indico que nos movamos. Intento ponerme de pies y Ten hace lo mismo, caminamos pasillo adelante, alejandonos del fuego y el combate, apoyados uno en el otro para mantener el equilibrio. Por supuesto si tenemos oportunidad recogemos nuestras armas del suelo.
¿Viste como se desacian en el aire? Dice Ten mezcla de incredulidad y espanto. Fantasmas, todos los castillos tiene los suyos. Me rio apenas un momento, hasta que una tos sanguinolenta me hace callar.
Seguimos alejandonos del incendio, Buscamos a alguien a quien avisar para que mande ayuda a los otros samurai y apaguen el fuego.

Itoko parecía tener controlada la situación, aunque los incesantes ataques de los ninja la empujaban a defender con su lanza, su maestría era tal que hacía parecer fácil desviar los ataques de los Ninja, a su lado Mitsake acababa de comprobar que no e4ra tan facil, apenas había parado un golpe directo a sus costillas y reaccionando como el rayo, Katana y wakizashi surcaron el aire, el ninja fue habil y evito la primera estocada, pero la segunda atraveso su pecho, retrocedio conmocionado y sorprendido con la mano sobre la herida y calló al suelo como una marioneta cuyos hilos acabasen de cortar.
Mientras el fuego se esparcia con rapidez por el pasillo, el techo era acariciado de forma lasciva por lenguas de fuego, los dos ronin se habían ido, el cadaver de Haki estaba en medio del pasillo y ahora todos caeís en la cuenta de que no quedan cadaveres de los asaltantes. En ese momento de comprensión volveis la vista hacia donde debiera estar el cadaver del ninja que acabara de matar Mitsake, pero allí solo hay un par de gotas de sangre testimonio de que alguien fue herido en ese lugar.

-Saizo Sam salga de aquí rápido, Itoko y yo acabaremos con los ninjas y la seguiremos.

Dicho esto me lanzo a por el ninja más cercano a mí.

Parece que los ninja analizaron rápidamente sus posibilidades contra los dos samurais y el fuego, sus cuentas no debían ser favorables por que a la par que el shugenja se perdía por el pasillo con un salto acrobático superaron la posición de los samurais y se perdieron por otro pasillo, hacia la oscuridad, no tardaron en ser abrazados por la misma y un instante después fue como si no hubieran estado antes, os tuvisteís que forzar para recordar que haciaís en mitad de aquel pasillo Itoko y tú, Mitsake y por que estaba en llamas un ala entera del palacio, era demasiado tarde para el palacio, el cadaver de Haki estaba allí en mitad del fuego, una negra figura, carbonizada a estas alturas, lo unico que restaba hacer era correr por vuestras vidas y así lo hicisteis, no tardasteis en encontraros todos de nuevo en el patio de la gran casa, los ronin, Saizo, Itoko y Mitsake a la lumbre de una gigantesca hoguera.
Los esfuerzos por controlar el fuego se estan centrando mas en evitar que se extienda que en salvar la parte del castillo en llamas, decenas de sirvientes y samurais de menor rango estan acarrenado agüa y dando instrucciones.
El silencio nacido de la conciencia de haber sido derrotados tan sólo es roto por uno de los ronin, tras un instante, el más grande d elos dos, Ten, habeís oído que así lo llama su compañero.
¿No falta ese otro hombre que os acompañaba Mitsake Sama? Soka, me pareció que se llamaba Ten no puede evitar una mirada descarada hacia el ala del castillo en llamas que expresa la sospecha de que quizá aun siga en el palacio en llamas.

-Es cierto, tienes razón pero hace mucho que no le veo, desde que nos separamos todos al llegar aquí no le he visto, espero que no le haya pasado nada.

Habria de ser poco lucido si se dejara atrapar por las llamas. En cuanto a los ninja...parece que unicamente iban a por Haki. Miro a Ten y reconozco su sagaz observacion con un asentimiento. Ni yo mismo me habia dado cuenta de la falta de ese hombre. Quiza debieramos..., debierais, hablar con el señor del castillo sobre este incidente. Me incorporo a medias de la pared del en la que estoy recostado. Mis heridas duelen, pero todo el mundo esta ocupado ahora mismo. Por cierto Isawa-sama, ¿que le dicen estos simbolos?. Le entrego el papel de Haki. El difunto Haki me entrego este papel antes de morir, mas no soy capaz de descifrar tales simbolos. Quiza pueda ayudarnos.

- Ninjas o no lo que puedo asegurar es que no eran humanos. Ni un solo súbdito del emperador, ni siquiera el campeón cangrejo podría haber sobrevivido a semejante daño.

Lo cual no deja de sorprenderme, ya que aunque invisibles este lugar cuenta con fuertes protecciones mágicas contra cualquier horror de las tierras sombrías.

Atenderé en breve vuestras heridas, pero antes examinaré el papel, espero poder sacar algo en claro. -

Sin dejar de mirar las llamas comento en un tono de voz inexpresivo, suficiente para que me oigan todos mis impresiones sobre lo ocurrido:

-Ustedes no sé, pero yo ya me había enfrentado contra enemigos similares a estos, fue con mi primo antes de conocer a Kitsuki Haki, estaba hablando con él y fue como poseído por algo, me atacó y luchamos y cuando le maté desapareció dejando una pequeña mancha de sangre que era ridícula en comparación con la sangre que debiera haber habido..