Partida Rol por web

Me siento con cuidado en el suelo, respaldando mi espalda en la pared a la espera de mi turno. Cierro los ojos, de todas formas veia borroso por la falta de sangre. No dejo de temblar por la fiebre y sudo como un animal, Perla no parece mucho mejor que yo pero almenos mantengo la consciencia...por ahora...

Aun en mi estado no puedo evitar ver el atractivo de Moghcord... sonrio para mi apoyando la cabeza en la pared...no tengo remedio. Abro los ojos al ver como el matasanos trata de restablecer a Diego e intento "arreglar" alguna herdia menor por mi cuenta.

Chasqueo la lengua mientras noto como una gota de sudor baja por mi frente y resbala por la nariz, la herida está más dificil de lo que pensaba, tendré que ir con cuidado.

Despejo un poco los ojos parpadeando varias veces y muevo los dedos para desengarrotarlos, después me giro y miro a Hundra, parece que quiere ir adelantandome el trabajo, espero que sepa lo que hace...

Vuelvo a centrar mis esfuerzos en Diego, respiro profundamente y sujeto la esquirla de metal que tiene en su interior, me aseguro de que la tengo bien sujeta y con un quejido del paciente estiro poco a poco.

- Esto te va a doler... así que muerde - Le doy un trapo enrollado y se lo meto en la boca, lo que voy a hacer es delicado y el paciente tiene que estar distraido para poder proceder.

Poco a poco el trozo de metal va asomandose por la herida hasta que al final lo puedo sacar del todo, parece que no ha habido muchos problemas, se repondrá... supongo.

Miro al medico, no me parece que tenga mucha experiencia y que sude mas que yo tampoco hace que este tranquila, sin embargo es lo mejor que tengo y solo le pido a mi dios que no sacara de un campo de batalla para caer e manos de un matasanos.

Al menos parece que hace algo bien.- pienso cuando le veo sacar la esquirla.- Esperemos que fuera solo suerte.

Vuelvo la vista Morghcord, sus ojos tienen algo que me relaja, me recuerdan a un antiguo...compañero.- vuelvo a sonreir, los que que me vean pensaran que deliro por la fiebre, puede que asi sea pues es el peor momento para recordar esos dias... y esas noches.- vuelvo a sonreir, aun mas pero de pronto una punzada hace que mi cuerpo se arquee hacia delante, giro la cabeza a un lado y el escaso contenido de mi estomago termina en el suelo dejandome todavia peor de lo que estaba.

Pediria disculpas pero estoy demasiado ocupada presionando mi herida resentida por el esfuerzo.

Mientras lo termino de remendar Diego produce sonidos ininteligibles sin llegar a decir nada en claro, parece que está concentrado demasiado en el dolor, y algo débil... pero se recuperará, de eso estoy seguro.

Cuando doy la última puntada me incorporo y me giro hacia Hundra, parece que no está demasiado bien, porque me acaba de impregnar la esterilla de vómito, una pena, porque no estamos para derrochar material. Antes de acercarme a ella miro a Diego de reojo.

- Te pondrás bien, ahora descansa -

Un poco más cerca de Hundra veo que se aprieta el costado con fuerza, estiro el brazo y acerco la lampara, su pequeña llama no alumbra mucho pero por lo menos veo algo. Cojo también gasas limpias, está herida va a ser sucia...

Hago un movimiento en falso para cojerle la mano a Hundra y apartarsela de la herida, pero me lo pienso mejor, parece que está algo arisca y esa herida es dolorosa, mejor andar con tiento.

- Quita esa mano, ya has hecho suficiente, deja que yo me encargue ahora... -

Poco a poco quita la mano, la herida es fea, y no para de salir sangre, se la vuelvo a atapar con las gasas limpias y se la limpio, después empieza la operación...

Eban comienza a tratar a Hundra mientras Diego se sienta como puede en un cojín cercano.

Va a hacer falta descansar unos días igualmente.

Parece que el dolor de las heridas despierta un viejo recuerdo en Hundra, de lo frías que son las noches, allá en las sombrías montañas de Cimmeria, y como los bárbaros suelen combatir ese frío. El cuerpo fuerte y regio de Moghcorb ayuda al recuerdo. Que mira atento como la casi indefensa joven yace prácticamente desnuda mientras las manos del cirujano recorren su cuerpo.

Casi llega a ser erótico, pero no. Y no es por la sangre, sino por un sonoro y potente rugido que suena de repente.

Miráis hacia donde viene ese bramido de bestia, sorprendidos mas que asustados, y veis como Moghcorb tiene sus manos sobre sus fuertes abdominales.

Qué? tengo hambre! HAHAHAH

Y ríe exageradamente.

No tendrás algo para comer por aquí?

dice mientras se levanta y se dirije a la cocina sin esperar a que Eban responda.

Si piensas en otra cosa duele menos.- recuerdo haber escuchado eso en alguna ocasion. Intento recordar cosas mas gratas mientras el mata-sanos recose mi piel. Me niego a morder una tela como si fuera un perro, perfiero apretar los dientes y aguantar, como he hecho siempre. Me prometo a mi misma que despues de pasar por esto me compensare con algo... divertido. Los ojos se me vuelven de nuevo hacia Moghcord... No Hundra, es un compañero, ya sabes como acaban ese tipo de cosas entre compañeros, piensa en otra cosa...ya encontraremos a otro para eso...- me digo sintiendo las manos del matasanos de nuevo urgando en la herida pienso.-Me van a quedar una cicatriz enorme en el costado, se rasgo hacia la cadera... tal vez pueda arreglarla tatuando algo.

El rugido de las tripas de Moghcord hace que sonria aparecca de nuevo pese al dolor. No es que me apetecca comer nada en ese momento pero la fiebre me produce una sed increible.- Agua..- pido con un susurro, la voz se me corta y no soy capaz de articular mas...me siento debil, demasiado...

Me encojo de hombros cuando Moghcord se va a la cocina, que coja lo que quiera, de todas formas tampoco encontrará demasiado, últimamente no habia tenido mucho trabajo y el dinero empezaba a escasear. Es curioso como las cosas tienden a amontonarse en breves lapsos de tiempo, para dar paso a largos periodos de sequia...

Mientras toco a Hundra para curar sus heridas me doy cuenta de que no tenia una mujer así en mis manos desde hace mucho tiempo, lástima que cada vez que toque a una sea para remendar su cuerpo. De pronto pide agua, le toco la frente con el dorso de la mano para ver como está de fiebre, está caliente. Miro el barreño lleno de agua de un inteso color rojo, inbebible, me giro hacia la puerta por la que se ha marchado el melenudo.

- Moghcorb... Trae agua, habrá una jarra encima de la mesa, supongo, está tapada con un paño -

Sentado en el cojín y viendo como Eban atiende a Hundra no puede evitar comentar: ten cuidado no extiendas mucho tus atenciones matasanos, la moza es un poco arisca acaba entre risas contenidas que acaban con un gemido de dolor cuando le tiran los puntos y su cuerpo se queja de las recientes heridas. Por Bel, definitivamente está lengua me va a matar algún día.

Hundra, piensa en otra cosa, así se hace más llevadero el dolor dice mientras contempla como atienden a la cimmeria, parece que él ya ha encontrado un pasatiempo para la tortura que le supone tener que estar en reposo.

Moghcorb llega con una jarra de agua en una mano, y en la otra un puñado de dátiles que se va metiendo en la boca y mastica, con piñón y todo.

Se planta ante la compaleciente Hundra, con toda su figura casi desnuda estirada completamente, con sus mas de seis pies de altura (mas de 2,15 pa los que no sean tan frikis).

Es una noche cálida, y el sudor hace que brillen mas sus músculos, tiende la jarra a Hundra con una mano.

-No deverías beber. Si tienes alguna entraña rasgasa te saldrá tal cual te entre.

Su voz viril y grave, junto con su fuerte acento cimmerio hace que Hundra se fascine un instante, tiempo justo para que Moghcorb haga otro de sus numeritos, metiéndose un puñado de dátiles en la boca y masticando con la boca abierta, dejando caer un poco de liquidillo de los frutos por su barbilla, sorprendentemente, bien afeitada.

-Pehru amohs, haf lu que Kerash...

Traga lo que tiene en la boca y le ofrece unos dátiles a Diego sin decirle nada.

El matasanos no para de coser, al parecer estaba mas rota de lo que creía. Algunas veces siento sus manos de una forma no muy profesional pero tampoco me importa demasiado que el matasanos disfrute con su trabajo, tal vez asi se esmere y hagas las cosas bien.

Escucho a Diego, ya "reparado" y veo a Moghcord cada vez mas apetecible pese a lo guarro que resulta comiendo.- Ya pienso en otra cosa...- murmuro estirando un poco el brazo para coger la jarra.- No había sangre en el vomito, mis tripas están bien.- Le digo dando un pequeño sorbo que mantengo en mi seca boca, refrescándola antes de tragarla muy lentamente. Con el estomago tan vacío casi siento las gotas caer dentro pero se queda allí.

No es la primera vez que entro en combate, no es la primera vez que me cosen y tengo fiebre por la infeccion pero si es la primera vez que me pasa, estar destrozada en el suelo y tener ganas de... ufff mi padre tenia razon, soy igual que mi madre....

Diego coge un buen puñado de dátiles de Moghcorb y al empezar a comer nota como vuelve a surgir el hambre que tenía olvidada. Así comienza a comer con más ansia y coge otro puñado de dátiles mientras dice después de tragar aparatosamente oye podríais acercar esa jarra para bajar ésto.

Cuando acaba de zampárselos se despereza estirando de paso las piernas me está entrando algo de sueño dice llevándose la mano a la boca mientras intenta reprimir un bostezo por cierto Hundra, casi no cabes en la mesa, ¡vaya pedazo de mujer! acaba el comentario con unas risas que vuelven a interrumpirse con un par de gemidos mientras se vuelve a incorporar es que no voy a aprender a tener el pico cerrado se recrimina a si mismo mientras se echa mano al zurcido que le han hecho y que no se ha abierto, pero que tira y duele como un demonio.

Sonrio ante el comentario de Diego y contesto con orgullo.- Demasiada mujer para una mesa y para tu cama, asi que mira para otro lado muchacho, no sea que te resbales con tu propia baba y te vuelvas a hacer daño.

No era que Diego estuviera mal pero yo era una guerrera, tenia que ser muy selectiva a la hora de buscar compañeros de cama. Un error y terminaria con un crio colgando de las tetas... desde luego hacia lo posible por que eso no sucediera pero nunca podia estar segura completamente de que la suerte me sonriera como hasta la fecha... Llegado el caso de quedarme embarazada sin desearlo preferia que fuera de un guerrero para que heredadara la fuerza de ambos y no un enclenque que me tuviera pendiente de cada caso por miedo a que se lastimara.

Por inercia mis ojos volvieron a cruzarse con los de Moghcord, desde luego no queria tener un hijo suyo pero las ganas de jugar con el a fabricarlos no cesaban por mucho que me doliera el costado.

-  Tengo que dormir.- Admito con casi con un gruñido, mis ojos se cerraban por la fiebre y mi cuerpo se encontraba al limite de la estenuacion pero jamas admitiria hasta que punto estaba mal.- Un par de horas seran sufientes, si pasa algo avisarme de inmediato.- Hablo a mis compañeros, cerrando los ojos mientras todavia me esta terminando de remendar.

Pues no, no estaría mal dormir...

Moghcorb con total confianza se quita sus sandalias y se sienta en el suelo apoyado en la pared.

Llevo dos días cabalgando sin parar ni a comer! Mañana ya aclararemos todo esto, la vanganza no se pued.....

........

Moghcorb se queda dormido en cualquier postura a media frase. Y pronto empieza a emitir unos potentes y atronadores ronquidos.

Por alguna razon siempre hay un compañero que ronca, bajo otras circustancias podria llegar a molestarme pero estoy tan cansada que pronto dejo de oirlo y me duermo profundamente.

Comienzo a soñar que Daaron y los otros entran heridos pero vivos, el medico los recose mientras Daaron aprovecha para intentar ganarse sin favores con alguna de sus brillantes frases...entonces aparece Moghcord y el sueño toma un rumbo muy distinto....

Ignoro los comentarios de Moghcorb sobre lo de beber, yo sé cuando se le puede dar o no de beber a un enfermo, y ahora no pasa nada, siempre y cuando se haga con cuidado. Cuando veo que Diego coje los dátiles y el agua le advierto.

- No te atraques, no comas mucho y descansa, será lo mejor -

Sonrío ante los comentarios de Diego sobre hundra, no le falta razón, a ningúno de los dos...

Cuando proponen lo de dormir ya he acabado con Hundra, le limpio por última vez la herida y empiezo a recogerlo todo, el vomito y la sangra ya la limpiaré mañana.

-Colocaos donde podais, mañana terminaré de limpiar lo que falta- Digo llevando utensilios de aquí para allá, recogiendo telas sucias y apartando el barreño a un lado, no tengo ganas de hablar, mejor descansamos, que mañana será otro dia.

Doy un profundo suspiro y me voy a mi habitación, una pequeña estancia donde hay un pequeño catre, una lámpara y libros amontonados formando pequeñas torres sobre un lecho de legajos y papeles. Los ignoro, hoy ya he hecho suficiente, estoy demasiado cansado para leer. Sin siquiera encender la lámpara me acuesto en la cama pensando en mis cosas, mi ceja se levanta automáticamente cuando unos imponentes rugidos empiezan a venir desde la otra parte de la casa... Menudos ronquidos, creo que tendré que cobrarles un extra por dejar que se alojen aquí, me lo han puesto todo perdido estos viejeros...

Diego que se había quedado dormido se despierta alarmado con una daga en la mano al oir un sonido atronador, se incorpora en silencio todo tenso hasta que vuelve a oir el mismo sonido procedente de donde duerme el bárbaro diablos, hace más ruido que una carga de caballería murmura mientras enfunda la daga y se pasa la mano por la cara limpiandose el sudor.

Con esoicismo se vuelve a acostar intuyendo que será incapaz de dormirse con semejante ruidera, pero está tan agotado que cae rendido poco después.

El sol ha salido hace rato, pero nadie le ha echo caso.

Ahora con algo mas de fuerzas tras descansar como habéis podido tirados en algún sitio, vais abriendo los ojos poco a poco.

El vómito y la sangre de anoce siguen ahí, cosa que no es muy agradable, pero peores son los ronquidos de moghcorb, que sigue dormido como un tronco. Parece que ni un alud podría despertarlo.

Hay muchas cosas que hacer hoy, y cuanto antes empecéis mas ventaja les sacaréis a vuestros enemigos.

Enemigos? Pero quien???

^^

Abro los ojos de golpe, convulsionanda por una pesadilla. Daaron estaba muerto y.... no, no era una pesadilla como me recuerdan los puntos tirando de mi costado. Aun no estoy bien y me siento devil pero ayudandome con la pared me incorporo, he estado mejor pero al menos esto viva.

Es hora de buscar algunas explicaciones. Camino la distancia que me separa de Moghcord e intento despertarle.- Moghcord, despierta...- si no lo hace y le zarandeo un poco

Me levanto el primero, me lavo la cara con un poco de agua limpia y la dejo para los demás. Después cojo un paño sucio y aprovecho el agua de ayer para empezar a limpiar lo más gordo de ayer, cuando acabo hecho el agua a la calle y cojo algo más de agua limpia para seguir quitando suciedad mientras pienso en la noche de ayer y los demás se van despertando.

... Haber cuando se despierta el dichoso melenudo este, no hace más que roncar, tanto que apenas me ha dejado dormir. Hay gente que no tiene modales, aunque pensandolo bien es el que menos ha ensuciado. A decir verdad se podria decir que tiene incluso más modales que el Duque Monteblanco, ese si que no sabe comportarse, ayer estaba más grosero aún que de costumbre...

Cuando Hundra se despierta inquieta yo me hallo al otro lado de la habitación, observo como intenta despertar a Moghcorb sin dejar de limpiar. Parece que aún no me ha visto, o si, pero me ignora.

... Despiertalo, despiertalo, ya seria hora...

-Hgrmmmm...

...

ZzzZZ...

Hundra le zarandea, por lo que Moghcorb cáe de su postura pseudocómoda al suelo.

En el suelo, apenas entreabre los ojos que vuelve a acurrucarse como una bestia que duerme en el suelo, abrigándose con su propio cuerpo.

MMm....

...

ZzzZZ...

Almenos ahora ya no ronca.