Partida Rol por web

Geist enciende una pequeña linterna de bolsillo y saca un desgastado libro, de tamaño diario, pasa varias paginas y empieza a murmurar en un lenguaje entre latín y arcano:

-...Intellego Terram... Ars Essentiae Vero Ex...- es lo que apenas se comprende.

Examinas el camion y el precinto,pero nada llama tu atencion.
El precinto no es mas que una aleacion de metales que una vez colocados en una posicion original solo rompiendolo podra abrirse,imposible de volverlos a soldar (de forma mundana claro xD) ES lo ultimo en seguridad de viaje.
Geist termina de conjurar sobresaltado.
¿Que era eso? no sabes que ha pasado pero no has podido averigar nada de los contenedores... pero algo has hecho ¿que sera? xD

El camion se pone en marcha con vosotros dentro.
No estais del todo comodos con esas sustancias extrañas cerca pero aun asi os pertrechais para que no se os vea si lo inspeccionan.
Pasado lo que parece una eternidad, el camion se para.
Escuchais voces fuera, probablemente de los guardas.
Tras unos instantes nerviosos, el camion prosige su camino,hasta que de nuevo se para.
Se escucha un sonido de marcha atras tipico de camiones y vuelve a pararse.
Estais dentro...

Cuando notan que el camión, Wayne saca una bolsita hecha de piel de su chaqueta y vuelva su interior en la palma de su mano, quedando a la vista un puñado de tabas de animales con runas escritas en ellas.

Las lanza suavemente sobre el suelo mientras murmura unas palabras en un idioma gutural y, mientras las mira, os dice en un susurro. Ya decía Sun Tzu, si pretendes dirigir una guerra ofensiva es preciso conocer a los hombres empleados por el enemigo. ¿Son inteligentes o estúpidos, sagaces o torpes?. Después de evaluar sus cualidades, prepara las medidas apropiadas.

Narel no hace nada, aunque sus labios se mueven, como contando algo, en la oscuridad. Parece esperar a las indicaciones de sus compañeros.

Geist por su parte pega la oreja a la pared.

-En cuando no haya indios en la costa... ¿se dice así?... saldremos fuera.-

Esperais un rato y no parece haber sucedido nada.
El camion esta parado, esperando ser recogida la carga que va en Palets especiales... no os queda mucho antes de que entren a sacarlos...

Tras lo que parece una eternidad, no ois nada fuera... salvo... ¡unos pasos! ¡Se acercan a la puerta de salidad del camion!

Narel mira inquieta a sus compañeros, nerviosa, intentando urgirles con la mirada a que hagan algo. Es evidente para todos que ella no está acostumbrada a este tipo de situaciones y que no sabe que hacer.

Podrias hacer un efecto de Area si tuvieras correspondencia para intentar que la gente no se acercase... eso sin saber quien o que se acerca claro xD
Otra cosa es que hagas un escaner de mente a tu alrededor...

Alejáos de la puerta... -digo, mientras soy yo el que se acerca y posa una mano sobre ella mientras la otra mano baja por mi cuerpo hasta meterse por dentro del pantalón, estimulándome sexualmente de manera suave, suficiente para dejar que mi mente vague libre por las fantasías, desconectando del mundo, centrándome en mi respiración y entregándome a mi naturaleza humana, la que disfruta del placer, olvidando que estamos en una misión, que estamos en peligro, y que nadie ha aceptado mi idea de una orgía para unir a la cábala.

Aburridos... -pienso, mientras me imagino lo que sería una fiesta desenfrenada de vino, comida y sexo entre las paredes de la capilla, en la que todo fluiría, y el Éxtasis sería la llave de la felicidad. Al tiempo que, físicamente, empiezo a notar en mi mano el producto de mi excitación, mi mente se disuelve, aunque intento mantener aún una conexión con mi objetivo, por lo que, una vez sintiéndome liberado, mi mente capaz de imbuir la esencia que yo quiera en un sitio, dejo salir mis pasiones más violentas y me impulso a pensar en perversiones que me son desagradables, en asco, el asco que quiero que sienta quien se acerque a la puerta y necesite salir.

Mi rostro cambia y dejo de tocarme, me da demasiado asco, pero mi mente ya está abierta, y mi voluntad ya se esfuerza en derramar esa sensación sobre aquella puerta.

Parais de escuchar pasos.
Señores,soy el camionero que os ha traido aqui. Queria abriros la puerta para la sorpresa pero ... no se que pasa...

-¿No puedes abrir la puerta o que?- Dice Geist sin alzar mucho la voz, teme que haya guardias con lo ue deberian emplear la fuerza.

¿Está usted solo? -pregunto, desde dentro, echando una mirada fugaz ante las palabras de Geist, pensando si debería disipar el efecto tan fácilmente-. No abra la puerta aún, mejor si estamos solos.

Algo nervioso por si toca la puerta, lo cual seguramente le haga vomitar hasta la bilis, si es que me ha salido bien lo que pretendía hacer, espero que confirme que está solo para disipar mi Magia.

Esto... si claro... ¡nunca dejaria que me vieran haciendo lo que estoy haciendo creanme! ¿Abro ya? dice mientras ois como se acerca...

Aparto la mano de la puerta, disipando el efecto de mi manipulación, dejando que aquella sensación refluya dentro de mí, provocándome una arcada que me obliga a taparme la boca. Respirando hondo, miro a mis compañeros, asintiendo, para que le digan que abra, visto que yo no puedo hacerlo sin que se extrañe por mi tono de voz ni arriesgarme a vomitar en cuanto articule palabra.

Narel reprime una risita nerviosa por lo cómico de la situación pero a la vez por lo peligroso de estar en la cueva del lobo. Mira a la puerta y usa un tono dulce y suave.

- ¿Sería tan amable de abrirnos buen hombre? Me temo que no me encuentro del todo bien - comenzando a poner en práctica su idea para ayudar a que el efecto de Samuel sea coincidente.