Partida Rol por web

El señor Valanel se despide inclinando la cabeza con educación y se marcha en dirección a la puerta abatible. La camarera lo sigue como si fuera un perrillo.

Antes siquiera de que la puerta termine de balancearse, Xet repara en que unos sujetos tres mesas más allá os miran sin ningún disimulo. Una capucha negra cubre el rostro del que se sienta en el centro. Lo flanquean una mujer morena con el pelo corto y ropas élficas, un semiorco con aspecto hosco, cota de mallas y un alfanje enorme a la espalda, y un gnomo de largos y finos bigotes. Sus manos tienen el renegrido habitual de un mago, acostumbrado a tratar con diversos materiales.

Aunque les devolvéis la mirada, haciéndoles notar que sois partícipes de su descaro, no retiran la mirada. El semiorco arruga la nariz.

Sí, me sentará bien un poquito de vino, dicen que va bien... Aunque no es bueno abusar.

Digo con una sonrisa dirigida hacia Andrew, me siento un poco cansada después del viaje tan largo, mi rostro pálido queda remarcado con unas oscuras ojeras que hacen resaltar mas mis ojos...

Ante el descaro del grupo y el silencioso reto del semiorco, Xet se pone en tensión. Para él es obvio que el grupo busca problemas, mas ahora no es el momento ni el lugar para responder a retos, pues ha de cuidar de su protegida. De ese modo, intenta aparentar calma, que ignora el comportamiento de esos tres aunque sin dejar de vigilarlos disimuladamente.

Maldita vejiga... ¡Iré a mear!, ahora mismo vuelvo -digo en voz alta para poder ser oido por el grupo de cotillas. Cuando me levanto, digo en voz baja- si viniese el camarero, pagadle mi parte. ¡Ojo con engañarme con las vueltas!. Si me engañáis os mataré -y tras dedicar una sonrisa, me voy fuera (o donde esté el dichoso baño).

Cuando estoy en el susodicho lugar, procuro moverme sin hacer ningún ruido hasta acercarme al grupo que nos observa, a ver que se cuentan...

Oréganon esta pendiente del grupo descarado apoyado en la barra. Parece que no les mira, pero realmente no les quita ojo.

Saltas de tu asiento y tratas de emplear la técnica del despiste con el grupito. No sabes qué esperas descubrir, pues no hablan entre ellos. Sus miradas parecen clavadas en la mesa, y temes que no aparten la mirada de ti mientras te alejas...

La mirada del grupo se os antoja irritante. Pero más irritante aún el hecho de que su líder no muestre la cara... ¿Se trata de un grupo de camorristas?

La mujer hace un gesto con la cabeza a Gotilgún y le indica por señas que se vuelva a sentar, con esa falsa serenidad y amabilidad de quien te está amenazando.

Aquí pasa algo raro. Nos vigilan. Por mi, sacaba mi ballesta y les mataba aquí mismo, pero no creo que sea buena idea. Al menos, no dentro de la taberna. Ardo en deseos de atravesar sus gargantas, pero me gusta volver a los bares. Creo que lo mejor será abandonar la taberna y asesinarlos en la calle. Luego podremos celebrarlo tranquilamente... -digo entre susurros al resto...

hago un gesto a los observadores

se os ofrece algo? por que tanto interes en nosotros? se diria que nos estais vigilando

Oréganon observa al enano con cara de enfado:

- Gotilgún, no creo que sea lo mas propicio ir por la vida asesinando gente.

Cuando el clerigo se pone a hablar con ellos Oreganon se levanta y se separa un poco del grupo hasta quedarse apoyando la espalda en una pared, queria una buena perspectiva para ver lo que esperaba que no tuviera que suceder, una pelea en un bar.

Los extraños parecen sorprendidos por la pregunta del clérigo. El encapuchado sacude la cabeza y el semiorco resopla con desdén. Después se levantan y desfilan hacia la escalera de subida a las habitaciones.

Si, quizás no sea lo mas propicio. No mientras no te paguen por ello. Ya te lo diré... -tras esto, trato en vano de acomodarme en el taburete. Cuando vuelvo a la cuenta de mi situación, grito- ¡¡CAMARERO, ¿Y MI CERVEZA?!!

Cuando los extraños se suben a las habitaciones Oréganon le da una palmada en el hombro al enano y deja a su lado su equipo, sube al piso de arriba procurando hacer el menor ruido posible e intentando pasar desapercibido.

- Cuida de mis cosas Gotilgún. Voy a ver que traman nuestros carismaticos desconocidos.

Id con cuidado, no sabemos quienes son, ni que es lo que pretenden...

Le digo a Oréganon cuando comenta de ir a averiguar quienes son los de la otra mesa. No me ha gustado nada la actitud que han tenido, pero también es verdad que nos han dejado tranquilos.

Quisieran lo que fuera nos han dejado tranquilos, tenemos otras cosas que hacer aquí...

Intento recordar a mis compañeros.

Cuando Oréganon desaparece, digo- Ire a ver que pasa ahí arriba. Seguro que habrá problemas. Quedáos aquí, y por vuestro bien no os bebáis mi cerveza. Si necesito ayuda, el elfo bajará haciendo la jirafa moribunda para alertaros -Dicho esto, me levanto y me dirijo en silencio y entre las sombras hacia arriba. Con suerte, veré como matan al elfo. Así podré robarle...

Dejar tipos tranquilos, dama Iris tener razón nosotros trabajo que hacer en pueblo.... no tiempo para broncas, aunque ser entretenidas comenta Xet al enano antes de que este suba por las escaleras con un tono serio en el que se nota que reprime las ganas de ir a zurrar a aquellos tipos..

No reprimas tus ganas hombre cabra. Algo traman. Más vale prevenir que curar. Y ahora, si me disculpáis...