Partida Rol por web

Calculáis que quedan unas cuatro horas hasta que anochezca, y no es probable que la herrería cierre antes de ese momento. ¿Qué haréis entretanto? Tenéis un veto en la posada...

Bueno, mientras esperamos, quizás deberíamos encontrar algún sitio donde pudieramos pasar la noche. Supongo que de esta manera no nos meteremos en mas lios en lo que queda de día.

Digo con pesar, después de tantos días de viaje, deseaba poder dormir en un colchón en condiciones, y al final todo se ha ido al traste. Tendré que conformarme con el duro suelo.

Y dejame que también dude de tu diplomacia, hasta ahora no la has demostrado en ningún momento. Si no fuerais tan bocazas esta noche tendríamos un sitio agradable para dormir.

Mi tono es algo mordaz, es la primera vez que me echan de un sitio, y no me ha sentado muy bien.

lo ultimo que necesitamos es enfrentarnos entre nosotros. por favor, ahora que parece que nos empieza a ir bien no lo estropeemos. hagamos borron y cuenta nueva, como si no hubiera pasado nada.

Yo ir a herrería que tener que hablar con muchacho acerca de herraduras.. ademas yo saber comportar como se deber dice serio y en un tono que no deja lugar a discusión

me parece bien. iremos Xet, Iris y yo. ahora creo que deberiamos montar un puesto para descansar esta noche y mañana temprano salir hacia donde sea. de momento a la cordillera proverbial, si el chico no sabe decirnos nada mas. propongo ir a pie y buscar monturas en el proximo pueblo o ciudad que encontremos.

Me parece señorita, que os confundís. -Digo a Iris. Ver que está enfadada me divierte- Yo en ningún momento dije nada en la posada. Fue el posadero el que nos echó. Diría que es un paranoico, pero claro, yo también lo sería si, estuviese amenazado como probablemente ese hombre está.

Ahora, solo me queda ver como falláis de forma estrepitosa los demás al intentar mostrar vuestras dotes diplomáticas...

 Solo quiero que recordeis una cosa a los que se nos ha faltado al respeto ha sido a nosotros, primero en la posada nadie hizo nada malo, porque subieran a la segunda planta no era para echarlos por curiosear, segundo en la tienda fuimos al grano,bruscos tal vez pero ni maleducados ni nada por el estilo y un poco mas y nos echa a escobazos y tercero la vuelta a la posada, el semiorco nos insulto y encima nos echaron porque hice una gracieta por lo dicho por el, que no fue ninguna barbaridad....cosas mas burras puedo decirle a un semiorco y no por eso me echan de los sitios.

Conclusión aqui hay gato encerrado, o alguien no quiere que consigamos nuestro objetivo o hay un bulo sobre nosotros en el pueblo, en todo caso creo que por mucha diplomacia que tengamos somos hostiles en este lugar, tenedlo en cuenta.

Un mediano con aspecto aburrido se os acerca con un paquete hecho de trapos. Pregunta por Oréganon y le hace entrega de su compra en Suministros Buentrato: una pinta de aceite, yesca y pedernal y quince metros de soga. Una vez el elfo los ha acomodado en su equipaje, el mediano recoge los trapos, hace una reverencia sin muchas ganas y vuelve a la tienda.

 En mi tierra llamar a alguien "individuo" es una forma bastante despectiva, por eso contesto así Ez, no por otra cosa y no estabamos molestandole, se supone que estabamos hablando tranquilamente porque dijo que todo estaba aclarado y viene una semipersona se mete en la conversacion y dice eso, yo al menos lo veo una falta de respeto tanto en D&D como en la vida real, pero vamos que si dices que es así se zanja y punto.

Oréganon recoge sus nuevas pertenencias, le da las gracias al mediano.

- Bien, id a la herreria. A mi me gustaria dar una vueltecita por este sitio, no se, tal vez encuentre algo util. Si os parece bien nos reunimos a la puesta de sol en la entrada por la que llegamos y desde ahi continuamos hacia la cordillera Proverbial. No quisiera parecer pesado pero preguntadle al rapaz por su padre, en ningun momento ha dicho que este muerto, dijo que lideró al ejercito.

Acordaos de lo que nos contó la bardo Fusa Daergel, cuando nos habló de los integrantes del ejercito Radiante, nos explicó que su líder Aníbal Firmamento, luchó a muerte contra Graush Korby, cuando la brecha empezaba a abrirse. Y entregó su vida por la de todos nosotros...

El tiempo pasa con la agónica parsimonia de esas tardes en las que uno no tiene nada que hacer y, con gusto, mataría el tiempo literalmente. Por fin, el sol se oculta y creéis que ha llegado el momento de entrar en acción. El grupo diplomático designado se encamina hacia la herrería, dejando atrás a la Cuadrilla Conflictos y con un deseo interno: que no se metan en otro follón.

Iris, Xet y Andrew, pasamos a 1.3: Louie

Los demás os podéis quedar aquí y me contáis un poco cómo habéis decidido pasar la noche.

Para la tradicional hoguera, en principio no habría problema si no os importa compartir una. Hay gente que, por cinco piezas de cobre por cabeza, os deja compartir la suya. Si queréis hacer algo más, es el momento, ahora que no tenéis "aguafiestas" de por medio*.

Oréganon pasa el tiempo buscando algo de leña para poder hacer una hoguera decente que los caliente durante la noche. Invierte en ello un rato largo, y luego vuelve a donde esta todas las hogueras y busca un sitio un tanto apartado de las demas para hacer el emplazamiento de la de su grupo, coloca la leña para hacer la hoguera y luego pone unas piedras alrededor para controlar el fuego. Suponiendo que haya algun riachuelo por alli cerca se llena su cantimplora de agua, la cual esparce por alrededor de las piedras para prevenir incendios y esas cosas.

Una vez que ya lo tiene todo dispuesto se sienta a esperar. Cuando cae la noche usa su encendedor recien adquirido para encender la hoguera y caldear el ambiente. Una vez que ya tiene la hoguera bien dispuesta invita al resto del comando conflicto a calentarse.

- Esperemos que ellos hayan vuelto con informacion relevante. No recordaba que la fusa nos dijo que el paladin murio. Que fallo.

No hacía falta ser un mago lleno de sabiduría para deducir que el hombre había muerto -digo sentándome junto al fuego. Llevo toda la tarde bebiendo tragos de licor, de una petaca que al parecer, tuvo un dueño poco afortunado. 

Si estuviese vivo, el hijo de un paladín no trabajaría en una herreria, si no que estaría dando de comer pavos reales en el jardín de su palacio. Yo, al menos, lo veo lógico. Estoy deseando ver que cuentan cuando vengan. Jajajajajaja -dicho esto, me arrecuesto en el suelo, y miro el firmamento. Es bonito, aunque como enano, tampoco me llama mucho la atención...

 Ez despues de ver como su compañero hacia le fuego pone su zurron en le suelo y saca una bandurria y se pone a afinarla y a canturrear por lo "bajini", haciendo tiempo a la espera de buenas nuevas.

Busco algo de comer en mi bolsa algo de carne seca y pan como piedras, pero aun asi me lo como y espero en silencio a que lleguen los demas.

Mientras esperáis, el silencio roto por la musiquilla del LAÚD de Ezhelmer, os replanteáis la misión que se os ha encomendado. Quizás estéis perdiendo un tiempo precioso que podríais dedicar a hacer algo de provecho contra la amenaza que se extiende desde el suroeste o ir pensando en emigrar del continente (cada cuál sabrá la opción que más le seduce). Lo que está claro es que, como grupo, no parecéis funcionar. Claro que el Ejército Radiante no podía tener integrantes más dispares entre sí, y ahí resultó residir su fuerza.

El deprimente panorama recupera un poco de color mediante la aparición de una atractiva mujer rubia vestida con ropas de faena algo retocadas para no ocultar todos sus encantos bajo la tela. Carga dos hatillos que os resultan igual de llamativos, por cuanto desprenden un aroma que os hace la boca agua. Para vuestra sorpresa, camina evitando los demás grupos, que, estimulados la vista y el olfato, se mueren por dar ocasión de disfrutar al gusto y el tacto.

Como viene siendo habitual, Gotilgún echa mano a su ballesta. La mujer se planta ante vosotros.

Buena noche, caballeros. Soy Gara, hija del señor Lirzo Valanel, propietario de la posada. Ruega humildemente que le disculpéis por las circunstancias y os envía esto como muestra de buena voluntad.

Tiendo los dos hatillos a Ezhelmer y Oréganon, por ser los que están más cerca de mí.

Estáis en vuestro derecho de rechazarlo y mi padre lo comprendería, pero nos sentiríamos muy honrados si lo aceptaseis y disfrutaseis de ello.

El olor a pan caliente y carne recién asada os desenreda las tripas.