Partida Rol por web

Space Cowboys

Fin de la Primera Temporada - Epílogos

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18/08/2021, 16:38
Faizer

Las cenizas de Chromos se alzaban aún incandescentes en la brisa que barría la superficie devastada del planeta. De los dos soles que siempre habían gobernado los cielos tan solo el rojo brillaba con una luz cegadora en el crepúsculo de los días de una de las civilizaciones más avanzadas y beligerantes de la galaxia. El sol azul quedaba totalmente oculto en un cielo cubierto de los restos de las últimas naves que se habían sacrificado en vano para intentar salvar algo del mundo que vio nacer a Faizer. Con un hilo de sangre resbalando por su mentón la mirada de la chromita brillaba abrasadora con los reflejos de su hogar en llamas. Lentamente se puso en pie y volvió a adoptar su posición de combate. Al otro lado el Almirante Magnus Hellstorm le devolvió una mirada burlona y cargada de desprecio. 

Faizer se acercó lentamente al hombre que se había convertido en su némesis. El hombre más despreciable y rastrero del Universo. Al hijo de puta más odioso de la historia conocida. No permitiría que aquel cabrón se saliera con la suya. Faizer lanzó una serie rápida de puñetazos seguidos de un codazo ascendente. Por desgracia, Hellstorm fue más rápido y no solo logró bloquear los golpes y esquivar el codazo, sino que consiguió encajar un puñetazo dirigido a las costillas de la joven que hizo que el aire saliera de sus pulmones. Con agilidad Faizer se retiró mientras veía aquella jodida sonrisa de suficiencia en su cara de capullo. El odio la embargaba. La cegaba. La impelía a golpear, a destrozar, a lanzarse hacia delante sin pensar. Se obligó a respirar. Tenía que controlarse. Si dejaba que el odio tomara el control volvería a perder. 

Con un movimiento rápido Faizer corrió hacia Hellstorm y supo antes de que lo hiciera que le daría un puñetazo. Se lanzó al suelo haciendo un barrido con su cuerpo para colocarse a su espalda, evitando así el golpe. Con agilidad se encaramó por su cuerpo y estaba a punto de hacer una llave enganchando sus piernas alrededor de su cuello cuando unas manos como dos garfios agarraron su pierna y la lanzaron por el aire. El ruido que hizo el cuerpo de Faizer al chocar contra el suelo fue ensordecedor. La joven no pudo evitar un lamento de dolor. 

- Tú, pedazo de hijo de puta, vas a pagar por todo lo que has hecho. Te pienso arrancar esa sonrisa de mierda de la cara. - 

Hellstorm puso ambas manos en las caderas y empezó a golpear con la punta del pie el suelo plagado de escombros. - Vale. Tres cosas, Faizzy. Primero: ese último movimiento ha estado muy bien, aunque ha sido demasiado evidente. Segundo: ¿Por qué siempre tenemos que luchar en Chromos?. Y tercero: Tengo hambre. -  

Faizer se cruzó de brazos y miró a Hellstorm con una mezcla de fastidio y diversión. - ¿Tienes hambre? ¿YA? ¡Pero si te has comido una pizza y dos burritos hacer un par de horas! -. Con un suspiro Faizer se quitó las gafas de realidad virtual y miró a Drevlin sentado ante la consola de mandos. Mientras que el cuerpo de la joven estaba cubierto de sudor y los músculos comenzaban a protestar tras un duro día de entrenamiento Drevlin estaba más fresco que una rosa sentado en su silla ergonómica. A pesar de ello cada célula de su cuerpo le pedía continuar hasta que no pudiera levantarse del suelo. Luchar contra Drevlin en el simulador era durísimo. Ehrmentraup pudo comprobarlo en sus propias carnes. 

Faizer: - Sabes que el escenario de Chromos es el que más motiva a Faizer. Vaaaale. Solo una vez más y es posible que Faizer te dé las palmeritas de chocolate que escondió esta mañana. ¿Hay trato? -

- Drev: - ¡SABÍA QUE HABÍAS SIDO TÚ! ¡Eres una golfa apandadora! Vaaaaale... Pero solo una vez y nos vamos a merendar. 

Pues claro que había trato. Las palmeritas de chocolate era su debilidad y la chromita lo sabía. Faizer volvió a colocarse las gafas de realidad virtual y sonrió. Con energías renovadas Faizer corrió y cogió un puñado de polvo del suelo para lanzarlo directamente a la cara de Hellstorm. - ¡Eh, eso es trampa! - se escuchó protestar al Almirante desde el suelo después de que Faizer emergiera de la nube de polvo y consiguiera encajar una patada en su pecho. Un vez en el suelo Faizer lo agarró del cuello con sus piernas y comenzó a apretar mientras un brillo salvaje se apoderaba de su mirada. - Nunca más, cabronazo. Faizer no perdona, Faizer no olvida y Faizer odia perder. - 

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18/08/2021, 22:40
Pinky Pazuzu

La pandoriana se dejó llevar por aquellos ángeles de cobalto y rostro animalesco que la habían arrancado de las puertas del templo de Azuah, dios de la desolación y el otro barrio. Le costaba recordar la vida que la había llevado hasta allí, pero a medida que la vida volvía a su maltratado cuerpo (Tenía agujetas hasta en la calva y moretones sobre moretones, formando cordilleras de un púrpura coronado por el dorado de su sangre, transparentando a través de su lacerada piel).

Había sido una jornada llena de sangre (La de sus amigos la de sus enemigos) de muerte (La de sus amigos y la de solo algunos de sus enemigos) y de violencia en todas sus formas, tamaños y colores: mutantes, militares, androides nombrados tras el rey del rock n' roll, científicos locos y repartidores de correos crecidos tras sus consolas, por no hablar de los putos exámenes y del puto careto de Hellstorm sobrevolando todo aquel pequeño gran apocalipsis.

La consciencia de Pinky flotaba alejándose de la academia. No sabía hacia donde, peor esperaba que todos sus amigos más próximos quedasen a este lado del círculo ceremonial de Ubuntu, el programador primigenio. También esperaba no tener que claudicar ante Angus deBurger, no quería perder TODO UN FIN DE SEMANA con aquella montaña de carne pasada y salsas de la peor calidad y rezaba por no tener que rendir cuentas ante Tudor, a fin de cuentas al final no habían hecho uso de sus servicios y a saber si tan siquiera su tropa de lavanderos piratiles tan siquiera habían sobrevivido a aquel Apocalipsis Requeteya.

Pietro... Faizer... Era recordar sus nombres y cómo habían sido apaleados y comenzar a gotear oro una vez más, tenía que curarlos, tenían que vivir. Si al menos no hubiese ocultado durante tanto tiempo su naturaleza, si se hubiese adiestrado con el resto de psiónicos de la base... Pero su padre siempre le había inculcado que aquello era un castigo, como las sangres de la luna, y que debía mantener su maldición oculta o tal vez... Tal vez alguien trataría de convertirla en una marioneta hueca... Como la pobre y hermosísima Andrómeda. También podía sangrar oro por ella. O dar rienda a otros zumos no tan exigentes y más placenteros. ¿También iría ella entre el resto de supervivientes?

Porque era eso, ¿Verdad? Habían sobrevivido, ahora estaban con los buenos e iban a poder retirarse a algún planeta anónimo, con nuevas caras, ciberimplantes de última generación y un expediente académico en el que cada uno de los golpes y disparos que les habían alcanzado se habían convertido en matrículas de honor y créditos sin fin.

Soñar era gratis, ¿Vale? Y creía que nadie le estaba proporcionando drogas ¿Por qué no le estaban dando drogas? Putos beatos.

¿Y Max? ¿Qué había sido del odioso Max? Aparentemente toda aquella gran fiesta de graduación había sido un increíble escenario de fondo para las mil revelaciones del alohano y su naturaleza mineral, aparte de haberse desatado como el hombretón que más de una vez ella había dudado que fuese, más allá de sus bravatas de salto del tigre y camas redondas para un solo mostacho. Mil preguntas sobre el posible futuro de aquel hombre se apiñaban entre sus sienes, peor algo le decía que a fin de cuentas, ella terminaría siendo la piloto de cualquier navío que aquel niño-roca capitanease desde aquel momento, para bien o para mal. La habían forzado a una boda a punta de escopeta y no había sido lo suficientemente rápida para alejarse de Max Extrella.

Mamuna, la madre eterna, le saludaba desde la distancia, formada por una constelación que le pedía, entre las líneas del oscuro cosmos, ser descubierta, solo por ella, solo para ella. Pazuzu le devolvió el saludo, sonriendo, notando la humedad de sus cálidas lágrimas en las comisuras de sus labios. No llevaba las gafas lo suficientemente caladas, diablos, craso accidente.

¿Y ahora a dónde, extraviado testículo de Osiris? ¿En qué coordenadas continúa este acto de piratería al que llamamos vida? El colgajo del antiguo dios egipcio se encogió de hombros sin saber qué contestar a la dulce Pinky. 

- Solo hay una manera de saberlo, dulcísima Pinky: Abre los ojos, y déjate llevar.

Abre.

Los.

Ojos.
 

BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM

 

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19/08/2021, 18:39
Pietro Equinox

Tras darle el pen drive a Pinky, Pietro se había sumido en un estado de semiinconsciencia mientras Max se le llevaba de allí junto con Andrómeda. Lo último que había conseguido captar antes de perder el sentido por completo eran gritos diversos de gente luchando. Luchando para que los malos pagaran por sus pecados.

El lombax no sabría decir cuánto tiempo pasó mientras estaba inconsciente, pero cuando se despertó se encontraba en una cama de hospital. Instintivamente se levantó la ropa para mirarse el vientre. Ya no había herida, o al menos no que él pudiera verla. Hostias, ¡que igual estaba muerto! ¿Y ese era el cielo? Jo, él se lo había imaginado con más mujeres y menos pinta de hospital. Un momento, ¿y si estaba en el infierno? Una eternidad de colonoscopias y comida horrible sonaba al infierno, definitivamente.

En ese momento, el tío Alister entró por la puerta de la habitación. ¡Vale, ahora sí que estaba seguro de que estaba muerto y en el infierno! ¡Porca miseria! Intentó levantarse para intentar huír de una eternidad de broncas y lavativas, pero sus piernas estaban demasiado débiles para sostenerlo, haciéndole caer al suelo. Au, eso había dolido... Espera, ¿significaba eso que estaba vivo?

Su tío se acercó rápidamente para ayudarle a levantarse y meterse en la cama de nuevo.

 -Pero sobrino... ¿A quién se le ocurre levantarse de esa forma tras haber estado inconsciente tres días?

 -Al que no sabe que ha estado inconsciente tres días. ¿Qué ha pasado?

Tras volver a meter a Pietro en la cama, el tío Alister agarró una silla para sentarse a su lado y empezar a contarle lo que había pasado. Cómo Pinky había conseguido los archivos, cómo Yamaguchi y Hellstorm habían conseguido escapar, la derrota de Ehrmentraup a manos del telépata del grupo militar que había acudido a salvarles en el último momento...

 -Creo que tú le conocías como Brainiac, ¿no? Se comportó como un auténtico soldado.

Pietro asintió. Le dolía no haber podido ser de más ayuda a sus amigos y le jodía especialmente que dos de tres villanos hubieran conseguido escapar.

 -¿Y los demás? ¿Cómo están?

 -Vivos, si es lo que te preocupa.

Pietro suspiró aliviado y se dejó caer en la cama, sintiendo como un peso enorme se levantaba de sus hombros. Su tío le siguió contando cómo les sacaron a todos de allí, llevando a los heridos a recibir atención médica de inmediato. No perdió tiempo en decirle lo insensato que había sido por recibir aquel balazo de frente, sin molestarse en realizar una maniobra evasiva, que era lo primero que se tenía que hacer en una situación así (el abc del luchador eficiente, que vive para conocer el resto del abecedario). También le dijo cómo había estado a punto de palmar, pero que gracias a la ayuda de su amiga la fumeta, había conseguido sobrevivir el tiempo suficiente para que el personal sanitario pudiera rescatarle. Pietro habría jurado que la voz de su tío se quebró un instante cuando dijo aquello de que había estado a punto de morir, pero lo desdeñó pensando que eran imaginaciones suyas.

Cuando el tío Alister terminó de ponerle al día, Pietro se incorporó para sentarse en la cama.

 -Y ahora, ¿qué?

 -Ahora te toca recuperarte del todo.- el viejo lombax hizo crujir sus nudillos -Y luego hablaremos seriamente tú y yo, ¿está claro?

Sudores fríos recorrieron la frente del joven Pietro. Mierda, estar al borde de la muerte sólo le iba a salvar de la bronca del siglo hasta que los médicos le dieran el alta. ¿Cuánto tiempo tenía hasta entonces? Porque iba a tener que pensar en un plan de fuga a la de ya. Jo, sin Pinky ni Boogie le iba a costar el triple. Pero cuando saliera de allí ya se las ingeniaría para encontrar a sus amigos de nuevo. Era Pietro Equinox, un genio como quedaban pocos. Algo se le ocurriría.

Notas de juego

Si hay algún detalle que no encaje con lo que tenías planificado, máster, me avisas y edito :3.

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19/08/2021, 21:10
Max Star

Y todos se estarán preguntando, ¿qué fue de MAX STAR?

La respuesta se sencilla. Se reconcilió con su hermano Minimum Star, quien tras los sucesos acontecidos en la sala de simulación durante "la mañana del principio del fin de la Stellaris", juró no volver a encontrarse con su hermano gemelo. Siempre le había utilizado para sus mierdas y después de casi cuarenta primaveras había decidido poner fin a las tropelías de su hermano mayor, quien aunque sólo fuera mayor por un minuto y trece segundos seguía siendo el mayor.

No obstante, MAX STAR le propuso a su hermano un negocio que no pudo rechazar. Minimum Star siempre había querido ser bailarín y aquella oferta era inmejorable. El bueno de MAXIE conocía a una gachí de grandes dientes y piel de ébano. No, no era la buena de Pinky Pazuzu no, era una mujer bastante más bajita, menos atlética y con un peinado mucho más elaborado a lo años 80.  Cynthia Manley se llamaba ella, una cantante de cabaret nacida en el planeta VH1.

Los tres formaron un grupo musical que cantaba en hoteles turísticos del planeta natal de los dos hermanos. Ella cantaba y los STAR bailaban de forma arrítmica y un tanto desacompasada, pero la vestimenta de cuero con el pecho peludo al aire y el vigoroso mostacho que lucían (uno natural y el otro de pega), hacían que sus bailes se convirtieran en algo hipnótico y digno de ver sólo antes de arrancarse uno los ojos.

Se hicieron realmente famosos entre la clientela gay del planeta Aloha y ganaron spacedollars a mansalva. Por suerte para el bueno de MAXIE, su Cutie Pie quedó intacto, pese a las hordas de bujarrones que babeaban por el con cada actuación, en cambio el del Minimum... Bueno, se puede decir que el pobre descubrió una faceta nueva de su personalidad y al final pudo ser feliz y perdió por fin la virginidad, aunque no por el lugar por donde él siempre había esperado.

- ¿FIN? -

NO LO CREO... 

MAX STAR se hizo tan famoso que acabó siendo una estrella de televisión por galacticable y participó en uno de los programas con más audiencia del multiverso: ¡Cristal Ligth Aerobic Championship! Y aunque todos sus compañeros portaban unas mallas azules, el las llevaba rosas, a juego con su gema. ¿Por qué? ¡Porqué podía! 

 

Y AQUÍ ESTÁ LA MUESTRA DE ELLO: ¿PODÉIS LOCALIZAR A MAX STAR ENTRE TANTA SONRISA, MALLAS, MOVIMIENTO ENÉRGICO Y SOBRE TODO, ENTRE TANTO MARIPOSEO? ¡SEGURO QUE SÍ, PESE A LA ÍNFIMA CALIDAD DE DEL VIDEO, EL MOSTACHO DE MAX STAR ES INCONFUNDIBLE!

 

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21/08/2021, 13:17
Drevlin

EPÍLOGO DEL DIRECTOR Nº 1

DREVLIN

Tras llevar a cabo con notable éxito la operación de infiltración para destruir la operación de terrorismo genético orquestado por el megalómano Edwin Wenceslaus Ehrmentraup, Drevlin fue condecorado en Funkotrón como un héroe con la medalla de platino Montón de Fuego NinjaTM, una distinción a su arrojo e iniciativa funky. Gracias a su sagacidad había conseguido una confesión del propio Ehrmentraup en el clímax de la misión, suficiente para empapelar a la cúpula de la Corporación Stellaris. Desafortunadamente, Hellstorm y el Dr. Yamaguchi habían escapado en la vorágine de muerte y destrucción que se había desatado en el laboratorio subterráneo, sin que se hubiesen encontrado sus cadáveres.

Los datos recuperados por la Dra. Pinky Pazuzu, psiónica con poderes sanadores de día, Afrodisco Queen of the Golden Blood de noche, revelaron que los planes de Ehrmentraup consistían en crear un gen mutante con el que esterilizar a toda la población de una especie, algo por lo que pagarían obscenas cantidades de créditos un sinnúmero de señores de la guerra de la galaxia bien conocidos por sus tendencias genocidas.

Por suerte para el Cuerpo de Policía Estelar, del que formaba parte el agente Drevlin T.J., el gen era altamente inestable. Erhmentraup no había logrado pulirlo a tiempo bajo su tapadera en la Stellaris, a pesar de los cuantiosos recursos con los que contaba y la cantidad de experimentos que habían terminado siendo desechados y convertidos en mermelada de higo chumbo.

Drevlin recomendó al Jefe de Operaciones, el Mayor Syl, que introdujese a los cadetes Faizer Adara, Pietro Equinox, Pinky Pazuzu y MAX STAR en el programa de protección de testigos dado lo probable que resultaba que Magnus Hellstorm, ahora un fugitivo intergaláctico apodado El Renegado, quisiese cobrarse venganza.

Siguiendo las recomendaciones del avispado funkotroniano, Syl accedió tras concederles a los cuatro héroes el aprobado del examen de Cadete Espacial y concedió a su agente nombre en clave DrevPool unas merecidas vacaciones en su planeta natal, adonde Drev llevó de turismo a su sugar loving, la chromita más aguerrida de todo el sector Sierra V.

Se comenta que Drevlin llevó a una engañadísima Faizer a una disco funkotroniana -lo cual era lo mismo que decir a una Disco9- y tras ponerla en contacto con los chamanes del Concious Club, bailaron hasta el amanecer, momento en el que Drevlin le cantó en riguroso directo ante un auditorio de un montón de sus congéneres y en versión karaoke una versión del temaso conocido como...

Al parecer, ese funkotroniano sabía cantar.

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21/08/2021, 18:24
Boogie

EPÍLOGO DEL DIRECTOR Nº 2

BOOGIE

Sin duda alguna, uno de los momentos más tristes de la odisea tuvo lugar cuando el bueno de Boogie se sacrificó por evitar a Petri una muerte traicionera sublevándose contra la programación del pérfido Dr. Yamaguchi.

La Dra. Pinky Pazuzu -esa negrata entrometida otra vez- había logrado escapar con la cabezota del androide, algo que casi le cuesta la vida. Muchos pensaron que Pinky quería decorar su cuarto a bordo de la nave que les recogió con la testa de Boogie, porque era sabido que en Pandorika todo lo relacionado con la taxidermia, la jibarización de las cabezas enemigas y un buen montón de cosas vudús de lo más chungas tenían algún motivo religioso en el planeta originario de la psiónica, así que nadie se paró a preguntarle por qué lo hizo. Y lo cierto es que el gran amigo de Boogie, Petri, se pasó varios días inconsciente en la enfermería, ajeno a lo que ocurrió con los restos de su robótico amigo.

La primera noche tras la evacuación, la cabeza de Boogie desapareció. El asunto causó un buen revuelo y un sofocón considerable para nuestra querida Pinky, pero nada comparado con el hecho de ver aparecer en mitad de la segunda noche en su camarote a un apuesto sintético ataviado con gabardina y fedora sosteniendo un cigarrillo electrónico.

Atractivo Boogie 2.0

Supo al instante de quién se trataba.

El chasis era completamente diferente, mucho más humano que nunca, pero conservaba aún sus inconfundibles ojos ambarinos.

Ey, nena... He pasado mucho tiempo buscándote... Y la galaxia es tan grande... Pero tu amor tan pequeño...TM

Drevlin escapó sin ser visto por el pasillo usando un módulo de camuflaje termoóptico riendo por lo bajo y dando saltitos de alegría. Sería su secreto personal e intransferible.

Notas de juego

No os lo esperabais... ;-)

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21/08/2021, 18:38
Syl

EPÍLOGO DEL DIRECTOR Nº 3

SYL

El Mayor Syl mantenía un tenso careo con el Jefe del Cuerpo de Policía Estelar.

Acláremelo una vez más, Mayor. ¿Qué estoy viendo en este holo? —inquirió la muy viril voz del Jefe.

En la holo pantalla, un terrorista intergaláctico de melena desbocada y ojos de un azul eléctrico, tan potentes como para refulgir en una película de tonalidades sepia y género hardboiled, efectuaba un intercambio de maletines con un tipo que solo podía tildarse de... disfuncional.

Syl explicó la situación con la serenidad de un legionario kaspiano manteniendo la posición de una horda brogann a la carga.

Dos objetivos de interés, Jefe. A su izquierda, tiene a Magnus Hellstorm, alias El Renegado. Estuvo implicado en la Operación Mermelada Espacial.

¿El hijoputa que apalizó a sus hombres y al jodido Alpha Echo?

El mismo, señor. —confirmó Syl disimulando a la perfección el sentimiento de deshonra que le corroía por dentro. —Está considerado extremadamente peligroso. Creemos que se las ingenió para escapar con varias muestras tomadas de un sujeto experimental exitoso.

Eso es un montón de mierda, Mayor. ¿Ehrmentraup tuvo éxito en sus experimentos? —preguntó el Jefazo arqueando una muy viril ceja.

Creemos que el sujeto nombre en clave "Andrómeda" no fue obra de Ehrmentraup, sino de un segundo científico que operaba bajo su cobertura. Eiji Yamaguchi. Sufrió heridas graves en la confrontación final, pero aún así sospechamos que escapó con vida gracias a los servicios de una banda autodenominada Los Piratas de la Lavandería, liderados por Tudor Mastiff.

>> Ahora mismo, mantenemos en estado de criosueño al sujeto nombre en clave "Andrómeda", a la espera de que nuestros científicos puedan efectuarle un análisis completo.

El Jefe se atusó su muy viril bigote.

Eso es otro montón de mierda, Mayor. No sé usted, pero en mi caso prefiero ocuparme de cada zurullo a su debido tiempo. Y aquí estamos acumulando tanta jodida boñiga que empiezo a necesitar airear mi despacho con carácter perentorio. Volvamos a este hijoputa engominado de mirada acerada e inmisericorde... Hellstorm. ¿Con quién está negociando?

Syl inspiró.

Es un conocido traficante intergaláctico de armamento especial conocido como Bertrand Dotter.

El Jefazo miró fijamente a Syl sin disimular asombro y desconcierto.

¿Dotter? ¿Ese hijo de Potter? ¿No estaba encerrado en Nueva Alcatraz para el resto de su puñetera vida? ¡Esto es un mierdón como el jodido estado de Texas, muchacho!

Syl entrecerró sus ojos, molesto por lo propenso que resultaba el Jefazo a abonar su plática con excrementos y derivados.

Señor, creo que debería ver lo que ocurre en el intercambio.

Adelante, Mayor. Ya tengo el papel higiénico a mano. Joder. Coño. Hostias. Estoy empezando a notar un ardor en el píloro. ¿Y mis sales de frutas?

Syl activó el holovídeo, ignorando la pregunta del Jefazo.

Hellstorm y el tal Dotter se veían sorprendidos por una emboscada de piratas espaciales. Hellstorm escapaba con su maletín abriéndose paso a tiro limpio por los callejones de la estación espacial en la que tenía lugar el turbio intercambio. Dotter, que iba disfrazado de mujer, sacaba de su gabardina a dos kobolds armados hasta los dientes y huía en sentido opuesto al tiempo que gritaba como un poseso "¡Tyriss! ¡Tyriss! ¡Quitádmela! ¡Quitááádmelaaaa!".

¿Pero qué coño...? Diría que les estaban esperando... —dijo en tono suspicaz el Jefazo.

Y así es, señor. —asintió Syl. —Los atacantes son los hombres de Mastiff. Sospechamos que Yamaguchi puede estar detrás de este ataque.

¡AJÁ! ¡Están en bandos enfrentados! ¿De eso se trata, Mayor?

Syl confirmó en silencio, sus ojos brillando en la oscuridad de la sala como el destello de un escalpelo en una sara de cirugía.

Me cago en la leche, qué bueno soy. —dijo el Jefe echándose un copazo y luciendo una sonrisa de diamantes.

Inmune a todo encanto o acto de autoalabanza, el Mayor Syl continuó.

—Solicito permiso para formar un equipo especial y perseguir a los fugitivos a lo largo y ancho de la galaxia. Recuperaremos las muestras, detendremos a Hellstorm y averiguaremos para qué quiere Dotter esas muestras.

Cachocabrón de Dotter... Luz verde, Mayor. ¿Ha pensado ya en quiénes compondrán ese equipo?

Syl esbozó una taimada sonrisa, dejando fluir una dramática pausa entre la pregunta del Jefe y su respuesta.

—Tengo una ligera idea.

El kaspiano miró la holopantalla, ahora congelada en un primer plano de Magnus Hellstorm dedicando una de sus miradas homicidas marca de la casa a la videocámara de vigilancia de la estación espacial en la que había sido captado hacía menos de 24 horas.

Hellstorm, El Renegado

Se te está acabando la gomina, hijo de puta. —siseó Syl Skylancer apretando los puños y deseando el inicio de la secuela, Space Cowboys 2: La venganza de Hellstorm.

Oiga, Mayor. —intervino el Jefazo al tiempo que introducía una mano en el cajón de su escritorio.

—¿Sí, Señor?

—Por casualidad, ¿cuenta en ese equipo con alguno de mis hijos?

—Solo con el mayor, señor. Solo con el mayor.

El Jefazo se encendió un habano táctico.

—Escuché que andan por algún planeta lleno de julandrones... Je, esos macarras le dan a todo, ¿sabe? Pero va siendo hora de que hagan gala de su nombre, ¿no le parece?

—En efecto, Jefe STAR. Es la hora.

SUMMUN STAR, Jefe del CPE

Notas de juego

END OF THE FIRST SEASON