Partida Rol por web

A regañadientes me pongo en el puesto de artillería. - De acuerdo capitana, pero nunca me ha parecido bien aprovechar la superioridad ante un enemigo desarmado. Tal vez acepten una rendición, dadas las circunstancias. Manejo los controles de las armas de la nave. Y hago una sonrisita. La capitana me ha ordenado disparar, pero tampoco me ha dicho a dónde... Afino la puntería y fijo las armas en los sistemas de propulsión y armamento de la nave enemiga.

La cosa estaba interesante. Nos encontrábamos, sin duda alguna, en un punto de quiebre. En estos instantes se decidía el destino de la Excálibur y su maltrecha pero heróica tripulación.

-Recalibraré la distribución de energía del núcleo -informé, mientras tecleaba a toda velocidad-, priorizando el motor de impulso y el armamento.

Tomé mi intercomunicador.

-Transportes, aquí Ollander -dije-. ¿Es posible aplicar la Órden 66 sobre la nave enemiga?

- ...extrañaré.- Mi frase quedó incompleta, ya no podía sentir su mano contra la mía y a pesar de la sorpresa inicial del cambio de lugar quedé ensismismada, paralizada por un segundo con la mirada perdida. Se había ido, lo había perdido y en su sacrificio me había salvado. 

Estaba en el puente y a juzgar por el nerviosismo de unos y otros en un momento delicado. no fue hasta oir la orden directa de de Alba que desperté de mi ensimismamiento. - Si Capitana.- Con cierto temblor en mis manos me moví hasta mi puesto frente a los paneles de comunicaciones tratando de asimilar todo y ser útil.

- Hemos... perdido al sr. Sirril.- No podía explicar mas en ese momento, no me saldría la voz, así lo dije sin volverme, de espaldas ante la pregunta del segundo Oficial.

Aakesh quedó en silencio, atónito, ante las palabras de la alferez Kuznetzov

Sirril ha caido

Aunque no le conocía prácticamente nada, no pudo evitar sentir cierta congoja, pero la situación en la que estaban le hizo olvidar a Sirril por un momento. La capitán se puso a pilotar la nave y Lightman ocupó el puesto de artillería. Aakesh rápidamente se puso a su lado para ayudarle en lo que pudo. Sonrió al ver la ironía que estaban viviendo, la capitán haciendo de timonel y Lightman disparando al enemigo

Ni que estuviésemos en un universo alternativo, un universo espejo como diría mi abuela

Comenzo a teclear la consola de la artillería, realizando cálculos para que los disparos fuese más efectivos

-No soy muy diestro disparando, como sabrá señor Lightman, pero espero que mi ayuda sirva de algo para enviar a esa gente a hacer cósmicas puñetas

El ataque por sorpresa trae severas consecuencias sobre la nave enemiga, destruyendo parcialmente una de las nacelas warp y la bahía de lanzaderas ubicada en la popa.

El ingenio de exceder la potencia de alimentación de los cañones phaser en esta ocasión  logró superar los escudos enemigos a costa de fundir los relés de las baterías frontales de la Excalibur, y aunque el golpe mortal había sido un éxito, los phaser delanteros necesitarían de otro día de reparaciones.

Por suerte las lanzaderas de torpedos aun funcionan, al igual que los phaser de babor y de popa.

-Transportes, aquí Ollander -dije-. ¿Es posible aplicar la Órden 66 sobre la nave enemiga?

Ollander pregunta a la Sala de transportes sobre el plan de contingencia y la respuesta no tarda en llegar.

- Listos y a la espera jefe. Transfiero el control a su consola. – responde el oficial a cargo, dejando la acción final para el jefe de ingeniería. 

El ataque se había desenvuelto en toda su caótica y endemoniada magnitud. La Excálibur abría fuego con todo lo que tenía. La nave enemiga no pudo hacer más que recibir una lluvia de disparos que acabaron con sus escudos y varias estructuras importantes.

Miré a la Comandante mientras los ingenieros de la Sala del Transportador transferían el mando de la acción a mi consola.

-Capitana, la sorpresita que teníamos planeada para la Pirámide está apuntando a la nave enemiga -aseveré-. ¿Ejecuto la Órden 66?

Los explosivos que había implantado en la nave enemiga habían, sin dudas, sido desactivados. No le encuentro otra explicación a que no hayan explotado. Ahora, se nos presentaba una oportunidad perfecta para volar de una vez y para siempre los Tanques de Deuterio con un torpedo transportado justo a esa sección.

El golpe sería fulminante.

Aakesh estaba atento a las indicaciones de Lightman, el cual abre fuego sin misericordia sobre la nave enemiga. Por desgracia falla en el primer ataque, ante lo cual Aakesh golpea la consola, pero el piloto vuelve a intentarlo y esta vez con éxito. Aakesh no puede evitar dar un grito de alegría

-¡¡¡YIIIIIIIIIIIIIHAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!.

Miró la pantalla pero su alegría se evaporó

-Nos quedamos sin phaser frontales, pero aún disponemos de los torpedos. Sugiero hacer una andanada. No habrán previsto el daño que les hemos hecho y es posible que aún se estén recuperando de la sorpresa.

La voz de Ollander pidiendo aplicar la Orden 66 le distrajo unos segundos

¿Orden 66?, ¿por qué me suena a película barata de ciencia ficción?

Aakesh comenzó de nuevo a calibrar los sensores para ayudar a Lightman a lanzar un nuevo ataque, cuando la voz de Jankowsky sonó por el intercomunicador. El aguerrido soldado estaba bien pero parece ser que no había regresado solo.

¿Una crisálida con un cuerpo vulcano?

Esas palabras le dejaron atónito, y no pudo evitar recordar lo que dijo Sirril, poco antes de morir

"Tenemos razones para pensar que hemos sido replicados o clonados de alguna en estas capsulas de forma al igual que los tripulantes de la Valiant"

¿Tal vez se trate de...Sirril?

-Capitán, recuerde lo que dijo Sirril sobre la posibilidad de que hubiesen sido clonados, ¿es posible que se trate de una copia de nuestro oficial científico? Sugiero que en cuanto sea posible la doctora Walker lo examine, y que de momento lo tenga en cuarentena y bajo control.

-Capitana, la sorpresita que teníamos planeada para la Pirámide está apuntando a la nave enemiga -aseveré-. ¿Ejecuto la Órden 66?

- Ejecútela de inmediato señor Ollander- ordenó de manera escueta, estaban en un momento crítico y había que actuar rápidamente si querían sobrevivir, se trataba de algo muy sencillo o ellos o nosotros.

Los phasers de proa estaban neutralizados, sin embargo, aproveché aquel instante para hacer una indicación táctica.

-Señora -le dije a De Alba-, ¡podría girar la Excálibur para que las baterías de babor o estribor puedan abrir fuego!

A continuación, la comandante dio luz verde.

-¡Ejecutando Órden 66! -afirmé y presioné el botón, sin embargo, nada pareció suceder- ¡¿Qué demonios?! ¡Maldición!

Levanté el intercomunicador.

-Transportador, aquí Ollander -dije-, ¿qué mierda pasó?

Ante la sugerencia de Ollander Aakesh asintió

-Buena idea Ollander, pero antes dispararía los torpedos ya que estamos en posición y luego haría la maniobra para disparar desde babor o estribor. Lightman, prepárase para disparar tanto phasers como torpedos dependiendo de la orden de la capitán

Aakesh miraba hacia la nave del futuro, en su mirada se reflejaba el odio acumulado desde que les atacó la primera vez

Ahora nos toca a nosotros divertirnos, escoria

- Enseguida Capitana.- Sincronicé las frecuencias de cara a conseguir una conexión estable con la nave enemiga, tal y como me habían pedido y mientras lo hacía nos llegaban noticias desde la enfermería.

¿Un Vulcano bajo una crisálida?. ¿Acaso era Sirril que había conseguido sobrevivir?. Una esperanza me alentó a tener mas empeño en lo que hacía. 

- Linea de audio abierta y segura. Cuando quiera puede hablar Capitana. La escucharán.- Anuncié segura en lo que decía pero con la cabeza dando vueltas al asunto de los clones. Algo que ya había sospechado en cuanto tomé aquellas primeras lecturas del Pozo de curación de la Pirámide.

Levanté el intercomunicador.

-Transportador, aquí Ollander -dije-, ¿qué mierda pasó?

La respuesta proviene de Ingeniería. Específicamente de Tse Jang, quien se encuentra a cargo del sector cuando Ollander dirige desde el puente. – ¡Aquí Tse! ¡Cuidado con un rebote de flujo de plasma que se dirige hacia allí! ¡Acaba de volar la red EPS de la sala de transportes! – la comunicación se corta tras un par de segundos de estática.

Un segundo después las luces se sobrecargan, generando un brillo inusual que apenas molesta la visión.

Lo peor llega con la sobre iluminación. La sala de situación es parcialmente dañada por la explosión de algunos paneles laterales y superiores del techo, al igual que un par de consolas del puesto de ciencias, las cuales literalmente echan chispas al hacer cortocircuito dañando levemente a su operador.

- Almirante, han sido muchas las vidas que se han perdido por su culpa, incluyendo la de mi oficial científico. La nuestra era una misión de rescate- su voz era calmada pero se vislumbraba una ira contenida que parecía cortar el aire- se podrían haber resuelto las cosas de manera muy diferente... le aseguro que lo va a pagar.

La comunicación comenzó sin necesidad de palabra de Cristina. Alguien, muy enfadado, se dirige a la capitana en tono agresivo e imperativo. Nuevamente la comunicación es solo por audio, sin imagen que transmitir.

¡De Alba! Su chiste sobre el Vulcano es increíble. ¿Acaso pensó en que una tontería como esa me engañaría? ¡Recuerdo todo! ¡Usted acaba de cometer el peor error de la historia! ¡Acaba de condenar la Tierra! ¿Me ha oído? ¡Cancele el ataque o lo lamentará! ¡Es una orden directa! –

Ella sin lugar a dudas conoce el portador de aquella voz. Aquel sujeto cuya misión dice ser proteger el futuro de la humanidad, y por supuesto a todos los presentes.

La información me va llegando a raudales. Oír a Jan me alienta, ese tipo me cae bien y me alegro que esté sano y salvo en la nave, pero voy percibiendo que Sirril, nuestro vulcano, no ha tenido tanta suerte, aunque parecía que había oído la palabra clon...

- No llevo ni un minuto en el puente y ya vuelvo a tener a Kush dándome órdenes... aunque lo echaba en falta.

Vuelvo a concentrarme en los paneles de armamento, estoy acostumbrado al timón y tardo un poco más en habituarme a controles que normalmente no uso.

- Vaya, parece que Ollander la sigue liando... Hay cosas que nunca cambian en esta nave.

Ante las acciones caóticas de la capitana, quedo a la espera de que confirme su orden.

- Esto... ¿disparo los torpedos o espero que acaben su charla?

¡De Alba! Su chiste sobre el Vulcano es increíble. ¿Acaso pensó en que una tontería como esa me engañaría? ¡Recuerdo todo! ¡Usted acaba de cometer el peor error de la historia! ¡Acaba de condenar la Tierra! ¿Me ha oído? ¡Cancele el ataque o lo lamentará! ¡Es una orden directa!

- Usted y su insoportable prepotencia han originado todo esto- le dijo Cristina manteniendo la calma- No es un chiste. Sirril ha muerto, ha dado su vida por salvarnos... si tan bien me conoce debería saber que NO MIENTO- en este punto la capitana se fue calentando- Soy la capitana de esta nave y no pienso tolerar ni por un segundo más que se me falte al respeto de la manera en la que usted lo viene haciendo desde el principio. Aprenda modales antes de dirigirme la palabra porque...- ya no lo pudo aguantar más- ¡NO RECIBO ORDENES DE USTED!- estalló Cristina hasta el moño de estar todo el día recibiendo descalificativos
 

Como era de esperarse, un revés hizo estallar en chispas varias consolas de la Sala de Situación y del Oficial Científico. No obstante, reparar la Red EPS llevaría al menos un día de trabajo. Esa posibilidad no existía. Debía redirigir energía desde otro lugar, si quería volver a utilizar el Transportador.

Inmediatamente me dispuse ha realizar análisis desde mi consola. ¿Acaso podría ahorrar pequeñas cantidades de energía de distintos sistemas? Quizá haciéndolo así podría obtener la potencia necesaria sin neutralizar ningún sistema clave.

Súbitamente, llegó el informe desde la armería. ¡Naun estaba bien!

-¡Naun, menos mal que has llegado sana y salva! -dije por el intercomunicador, mientras todo se sacudía y explotaba.

Aakesh se encontraba absorto intentando calibrar los sensores para que Lightman tuviese más posibilidades de acertar a la nave enemiga. El resultado del transporte del toperdo no fue el esperado, por lo que era imperativo que tuviesen éxito en el siguiente ataque. Al escuchar el informe del MACO respecto al resto de la tripulación, suspiró aliviado, pero no pudo sentir cierta congoja por la tripulación que no había regresado.

Teniendo en cuenta las circunstancias, tres no es un gran número de pérdidas

Aún así lamentaba que esos tripulantes no regresasen, especialmente porque uno de ellos era Sirril, aunque tenía esperanzas de que la crisálida les permitiría tener de regreso al vulcano de nuevo.

Ignoró por completo los comentarios irónicos de Lightman -hay cosas que no cambian- y también la ira de la capitán, aunque alzó los ojos al escuchar la voz del comandante de la nave enemiga.

¿Salvar la Tierra?, ¿pasando por encima nuestra y de la Valiant?, pero....¿y si dicen la verdad?

Negó con la cabeza

Alea iacta est, que hubiesen pedido ayuda correctamente

-Señor Lightman, la capitán ha ordenado que dispare los torpedos y yo de usted no lo dudaría ni un minuto. Entiendo que le moleste que le den órdenes, pero es lo que tiene servir en la Flota Estelar, así que...¿a que espera para obedecer?